El desfalco del cual Salinas de Gortari fue protagonista durante el sexenio de su hermano asciende a 14,6 millones de dólares, los cuales fueron desviados del erario en partidas secretas auspiciadas desde Los Pinos.
Pero a esta escandalosa cifra se debe sumar la fortuna que amasó durante este periodo, la cual se calcula en 224 millones de pesos en bienes y otros mil 300 millones depositados en cuentas de bancos extranjeros, usando diferentes prestanombres y empresas ficticias que propiciaron el lavado de dinero. En suma, la fortuna de Raúl Salinas creció 399 veces durante el sexenio de su hermano.
Esta liberación no se puede entender de manera aislada al clima de corrupción e impunidad que se vive en nuestro país y que está estrechamente ligada con un sistema legal al servicio de los banqueros, empresarios y políticos. No olvidemos que en los últimos meses hemos sido testigos de otros casos como el de la casa blanca de Angélica Rivera, el departamento millonario de Luis Videgaray (con la misma empresa inmobiliaria) y un largo etcétera que nos muestra cómo opera la justicia para estos rufianes que se enriquecen a costa del bolsillo del pueblo trabajador.
Todavía resulta más insultante que esta liberación se lleve a cabo en el contexto de la represión de la protesta social, en la cual se encarcela a dirigentes del movimiento como el Dr. Mireles o Nestora Salgado, al mismo tiempo que personajes como Raúl Salinas salen campantemente, pese a las contundentes pruebas que hay de sus actos de corrupción (por ejemplo las grabaciones telefónicas que tiene con su hermana)
Por este tipo de casos es que debemos redoblar esfuerzos en la lucha por derribar al régimen de Peña Nieto y toda la oligarquía de la derecha, por conquistar un gobierno obrero que sea dueño y administrador de las riquezas. Arranquemos la corrupción de raíz, terminemos con los gobiernos de los empresarios y los banqueros…los gobiernos de los Salinas y el PRI ¡Luchemos por el socialismo!