Miles de trabajadores se movilizaron este 1º de Mayo en el Distrito Federal, las consignas centrales tanto de los sindicatos “oficiales” como de los independientes fueron para rechazar la contrarreforma a la Ley federal del trabajo, que impulsa el Gobierno de FeCal. Ello a pesar de las artimañas de algunos burócratas como Valdemar Gutiérrez Fragoso quien recientemente escindió al SNTSS de la UNT para luego desconvocar a dicha movilización.
Todos rechazan la contrarreforma
Desde poco antes de las 7 am del 1º de mayo, inició el arribo de los contingentes de trabajadores afiliados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y del Congreso del Trabajo (CT). Las calles de 20 de Noviembre, Madero, 5 de mayo entre otras sirvieron para ir organizando a los compañeros, el mitin oficial estaba programado para las nueve de la mañana. Sorprendentemente el zócalo capitalino lució libre para el arribo de los sindicatos; una noche anterior se desinstaló el armatoste que ocupaba la mitad de la plancha, pero ello sólo fue el preludio de lo venidero. La contrarreforma que impulsa el gobierno espurio de FeCal ha agitado mucho, y los trabajadores de los llamados sindicatos oficiales no son ajenos a ello. La CTM, el CT, y el Partido Revolucionario Institucional a través de su presidenta Beatriz Paredes tomaron como punto central de sus discursos el rechazo a la iniciativa calderonista. El dirigente del CT Joaquín Gamboa Pascoe plateó que “los trabajadores no tenemos nada que festejar, porque el salario es tan bajo que hace 10 años se compraban 25 kilos de tortilla con un salario mínimo, y ahora apenas alcanza a comprar seis kilos; las prestaciones se han reducido y cada semana aumenta (el precio de) la gasolina y el diesel, y con esto incrementa el precio del pasaje y todos los productos de primera necesidad”. De hecho todos los contingentes oficiales traían pancartas y mantas rechazando la contrarreforma laboral.
Estos dirigentes priistas son los que por décadas apoyaron los topes salariales, el incremento de la jornada laboral, los despidos masivos, las privatizaciones y demás ataques. Ahora plantean actuar de una manera distinta ¿se trata sólo de engaños y discursos que pronto negaran?
Por supuesto que estos dirigentes tienen sus intereses propios, lo que a ellos les mueve es el dinero que puedan ganar gracias a sus posiciones sindicales. Pero también es muy cierto que estos dirigentes están sintiendo la presión de la base trabajadora la cual rechaza la contrarreforma. Los dirigentes oficiales saben que este ataque es histórico y los trabajadores tienen la necesidad de responder con movilizaciones. Los discursos no reflejan otra cosa sino el ambiente entre los trabajadores afiliados a la CTM y al CT, de otra forma lo mejor para las direcciones oficiales seria guardar silencio, pero el ataque es tan grande y tan severo que ello es imposible ahora.
Los trabajadores de los sindicatos oficiales también están atentos a lo que ocurra y es muy posible que en este marco de la contrarreforma laboral se vean actos como los que ya hemos visto en otros momentos y en distintos estados de la república, en donde los sindicatos oficiales y dirigidos por charros encabezan o participan en luchas importantes. Por ejemplo en el año 2007 pudimos ver a secciones del SNTE, dirigidos por Elba Esther Gordillo, desacatar órdenes y movilizarse contra la reforma a la ley del ISSSTE. Así hay otros casos como los de los campesinos de la CNC y de otros sindicatos del CT que se han protagonizado huelgas.
En todos los sindicatos oficiales, independientes, democráticos, institucionales o como se les quiera llamar existen por lo menos dos grandes grupos de intereses: los de la dirección y los de la base trabajadora. Este aspecto aunque muy claro, es muchas veces olvidado y se tacha a todo trabajador afiliado a la CTM como un “charro”, ello constituye un severo error, los trabajadores de los sindicatos oficiales son como cualquier otro trabajador con necesidades de vivienda, alimentación, educación etc. Hacer la diferencia entre la dirección y la base trabadora es fundamental, los ataques de Calderón se deben detener con un plan de acción que incorpore a esta base trabajadora.
El mitin oficial duró cerca de una hora y tan pronto acabó los contingentes fueron sacados de la plancha del zócalo para “evitar” que se contagien con el ambiente del resto de los sindicatos.
Unidad contra Calderón
Este año 2010 inició con un miniincremento al salario mínimo de 2.65 pesos, con el disparo en los precios de productos básicos, con un desempleo histórico y con el rumor (ahora confirmado) de la contrarreforma laboral. Sumado a ello, teníamos en las calles a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) luchando contra el decretazo que desapareció a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC). Todo ello lo decimos tratando de resumir mucho de lo que ha ocurrido en estos cinco meses. Por tanto la movilización de este 1º de Mayo tenía muchas razones para ser convocada con gran fuerza y contundencia.
Decenas de sindicatos salieron de distintitos puntos del centro histórico para marchar hacia el zócalo capitalino. Todos ellos, al igual que los sindicatos oficiales, rechazando la contrarreforma laboral. Telefonistas, bomberos, Trabajadores de la Cooperativa Pascual, el SME, etc, todos muy firmes y organizados. El ambiente de rabia y rechazo hacia la política de derechas fue muy claro, nadie está contento con lo que hace Calderón. Las pancartas y consignas de esta base tocaban temas de lo más diversos, desde los salarios y el desempleo, hasta las absurdas declaraciones del Secretario de Gobernación Gomez Mont, pasando por los desastrosos resultados de la llamada “lucha contra el narcotráfico” y otros temas que están a flor de piel.
Sin duda alguna y a pesar de todas las maniobras de algunos dirigentes burócratas, la movilización del 1º de mayo sigue teniendo un significado muy importante, es por excelencia el día en que todos tratan de hacer y decir algo contra el gobierno en turno. Los trabajadores telefonistas participaron con un contingente muy importante y muy activo, Los trabajadores de la gasolinera Belem, ubicada en avenida Tlalpan y Coruña y que se encuentran en pie de lucha desde el 23 de marzo, también estaban presentes. Al frente de ellos venia representando con mascaras y disfraces un acto de cómo los trabajadores debemos golpear al espurio de Calderón. En la representación de los compañeros, Calderón iba saludando a todo mundo y tirando dinero a puños, entonces los trabajadores enfurecidos por el engaño y la hipocresía de este, se decidían, lo tiraban al suelo hasta que el presidente se diera por rendido. A su manera y con sus propias palabras los trabajadores decía “¡abajo Calderón!”.
Los trabajadores del SME, fueron uno de los más importantes contingentes. Lo que se pudo ver claramente es que a pesar de todos los ataques mediáticos, económicos y políticos contra ellos, aun están lejos de ser fácilmente derrotados.
Esta movilización sigue teniendo un carácter histórico, pero también es cierto que algunas direcciones sindicales no hicieron la convocatoria con la fuerza que se requería. Era fundamental organizar la movilización por contingentes desde días antes de la jornada y lanzarlos a realizar una campaña por una huelga general en contra de calderón y en contra de todas sus contrarreformas y ataques.
A pesar de esta desorganización y desatención provocada por algunos dirigentes, el 1º de Mayo pasado deja claro que hay miles de trabajadores dispuestos a salir a luchar.
Militante presente
Los marxistas agrupados en torno al periódico Militante estuvimos presentes desde muy temprana hora, compañeros nuestros asistieron al mitin oficial. Con pequeños mítines planteamos la necesidad de extender la lucha y unificarse con el resto de los sindicatos a nivel nacional en una jornada de lucha. Entre los trabajadores de la CTM y del CT distribuimos nuestro volante y nuestro periódico. Los trabajadores nos escuchaban con atención y algunos de ellos demostraban con su mirada que en ese momento tenían la presión de los “charros” sindicales. Posteriormente, toda nuestra organización se integró a la cita de los sindicatos, algunos compañeros nuestros salieron del Monumento a la Revolución, otros esperaron a la altura “Bellas Artes” y el resto estuvimos dispersos por todo el recorrido. Para nosotros es fundamental participar en esta jornada distribuyendo nuestras ideas, nuestro periódico, nuestros volantes y llamando a construir un frente único contra Calderón.
Nuestro órgano Teórico, la “Fundación Federico Engels”, también estuvo presente con decenas de títulos clásicos, entre ellos: Historia de la Revolución Rusa, el Manifiesto del Partido Comunista, Historia del trotskismo británico de Ted Grant, entre muchos más. Esta es una de nuestras tareas más importantes ayudar a que los trabajadores retomen las ideas de Marx como la guía para orientar las luchas actuales. Sin duda alguna hemos dado un paso adelante importante al respecto, muchos trabajadores se acercaban y pedían algún título en particular, otros revisaban concienzudamente lo que veían en nuestra mesa, algunos otros hacían preguntas sobre lo que pensábamos de tal o cual acontecimiento. Nuestra mesa de la “Fundación Federico Engels” fue una vez más un cetro de atracción para los trabajadores.
Por otra parte, nuestro periódico “Militante, Voz marxista de los trabajadores y la juventud” fue muy bien recibido, para esta ocasión publicamos nuestro número 192, que en portada tiene el encabezado de “no a la contrarreforma laboral” posicionándonos así muy claramente en contra del gobierno actual. Un trabajador uso su propio sonido de audio para enviarnos un saludo por nuestro vigésimo aniversario. Otros trabajadores que ya nos conocen nos saludaban y nos veían como compañeros de lucha.
En suma, la Tendencia Marxista Militante no regateó esfuerzo alguno para poner su granito de arena en esta importante jornada. Y creemos que sin duda alguna junto con el resto de trabajadores, hemos protagonizado una jornada de lucha fundamental, contra la miseria, la explotación, el hambre y el desempleo.
¡Viva la lucha de los trabajadores!
¡Abajo el gobierno de Calderón!