Los datos publicados por el New York Times sobre los actos de corrupción realizados por Wal-Mart en México, han provocado una pequeña crisis más en el gobierno del Calderón debido a que una de nuevo se demuestra la cara corrupta de este gobierno.
Durante el sexenio que ya termina Wal-Mart destinó 24 millones de dólares para sobornar a distintas autoridades en el periodo 2001-2005. Justo en ese periodo la empresa abrió 47 nuevas tiendas incrementando sus ventas en 85% al pasar de 87 mil millones de pesos en 2001 a 161 mil millones en el 2005.
Tan pronto como los datos fueron de conocimiento público, Calderón declaró que “el caso de Wal-Mart me tiene muy indignado. Yo creo que es una empresa que sí ha generado muchos empleos en México y tiene muchas cosas buenas. Pero lo que no se vale es hacer negocios a base de mordidas (…) es probable que si haya autoridades corruptas o que roben o que tengan tratos con las mafias que tanto daño le hacen a nuestro país”
Como en otros tantos temas, Calderón miente descaradamente pues en el sexenio que él usurpo la presidencia, Wal-Mart creció a un promedio de 322 nuevas tiendas por año o una tienda por día, para totalizar 2 mil 87 tiendas.
Gracias a esta política de expansión las ventas de Wal-Mart han crecido del 2001 al 2011 en 460% al facturar cerca de 400 mil millones de pesos el año pasado. Sin embargo el escándalo actual ni siquiera hace que esta empresa se sonroje un poco, pues para el presente año, en 2012, planean construir poco más de 400 nuevas tiendas.
La corrupción destapada no sólo le ha dado a Wal-Mart grandes beneficios económicos sino que además ha destruido parte del patrimonio cultural y hasta ecológico (por mencionar algunos casos) como en Teotihuacán donde se construyó a unos metros de la zona arqueológica y en el caso de Playa del Carmen en donde no se estudio el impacto hacia el medio ambiente.
No hay delito que perseguir
Es imposible que una empresa realice tantos actos ilícitos sin el encubrimiento del gobierno. Calderón, el PAN y el PRI en toda su estructura son cómplices directos de la corrupción que ahora queda al descubierto. De hecho en el año 2006, dicha empresa aportó recursos económicos y humanos para afianzar el fraude que impuso a Calderón en las elecciones presidenciales. Calderón no sólo es el primer hombre en la lista sino también uno de los más beneficiados.
Como en otros tantos casos, no habrá sanciones importantes para nadie, si acaso uno u otro funcionario menor serán los que paguen los platos rotos. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a través de su presidente, Luis Téllez, ha declarado que Wal-Mart es “una gran empresa generadora de empleos” y que “en lo que concierne a la BMV, en los requerimientos de información, estados financieros, Wal-Mart siempre ha cumplido al pie de la letra todos sus compromisos”. La PGR por su parte acepta que ni tiene competencia al respecto y que ni siquiera se ha abierto una investigación. Una vez más impunidad para los grandes empresarios esa es la fórmula del calderonismo.
Salarios de hambre, precios altos
Las acciones ilegales de Wal-Mart son apenas la punta del iceberg de los graves ataques que esta empresa realiza. Las acciones legales son peores aún. Bajo el amparo total de la ley esta empresa exprime hasta la última gota de sudor a sus trabajadores (o asociados como pomposamente les llaman) y vende sus productos a precios excesivos.
En su mayoría los trabajadores de la tienda reciben entre uno y dos salarios mínimos (cuando actualmente se necesitan tres salarios mínimos adquirir la canasta básica). Sumado a ello los horarios son flexibles sin pago de horas extras y el 70% de ellos no cuenta con servicios de salud. Por si fuera poco, y a manera de burla, en diciembre pasado los trabajadores recibieron un aguinaldo de 14 pesos.
Pero los trabajadores (jóvenes en su mayoría) empacadores o cerillos no reciben un sólo peso como salario. Los lavacoches y los acomodadores de autos tampoco reciben salario y más bien al contrario deben pagar a la tienda un promedio de 300 y 50 pesos respectivamente por día para que les permitan trabajar. Esto último lo sufren 66 mil trabajadores de un total de 250 mil que es la plantilla de la tienda. Y a pesar de las declaraciones oficiales, Wal-Mart no crea empleos sino que los destruye, por cado dos empleos que ofrece, destruye tres en el área en que opera. La tienda además se especializa en disolver la organización y la lucha de sus trabajadores, pues tiene grupos de reacción inmediata contra trabajadores “subversivos” y todo un manual de operaciones que es usado por el grupo gerencial para frenar disolver toda actividad organizativa.
Por otra parte, como método la tienda ofrece precios “bajos” al iniciar sus operaciones en algún lugar, pero tan pronto destruye a las pequeñas y medianas tiendas, talleres y demás competidores entonces sube sus precios. En un estudio realizado, se encontró que llega a elevar sus precios en comestibles hasta en más de 150% que las centrales de abastos locales. Pero por otra parte el crédito que esta tienda ofrece cobra las tasas de interés más altas hasta el 50% actualmente, sin embargo hace poco tiempo la tasa de interés anual era hasta de 150%.
La Evasión fiscal es deporte de empresarios
Los dueños e inversionistas de Wal-Mart se llenan los bolsillos de riquezas gracias al esfuerzo de los trabajadores: actualmente la tienda reporta ganancias por 22 mil 254 millones de pesos anualmente. Pero incapaces de saciar su sed de ganancias, la empresa no paga impuestos como lo establece la ley. En el periodo de Calderón la empresa evadió impuestos por cerca de 84 mil millones de pesos, es decir que (basándonos en el volumen de ventas) por cada 100 pesos de facturación sólo paga un aproximado de 1.60 pesos. Y la cereza del pastel la ha puesto la Secretaria de Hacienda quien le otorgó recientemente a Wal-Mart 5.5 millones de pesos bajo el argumento de “desarrollo” de proveedores.
Basta de monopolios, basta de capitalismo
En el fondo no se trata de un problema legal o ilegal, de corrupción o de honestidad, de buenos o malos empresarios. Se trata de un modelo de producción, se trata del capitalismo que en el momento actual ha superado el periodo de libre competencia entre empresarios y nos ha puesto (producto de las leyes del desarrollo capitalista) sobre la mesa el triunfo de un puñado de grandes empresarios que dominan amplias ramas de la producción y que en sus manos concentran increíbles riquezas. Gracias a ello son capaces de imponer todo tipo de condiciones políticas, económicas, militares en cualquier parte del mundo.
Y esta es la parte central del tema, pues mientras exista capitalismo, es decir propiedad privada, leyes de mercado y el estado dominado por los empresarios y banqueros, en esa medida Wal-Mart y otros monopolios seguirá cometiendo las crueldades que sus dueños quieran contra los trabajadores en nuestro país. Por ello las reformas que plantea AMLO (precios competitivos y eliminación de privilegios fiscales) deben ser impulsadas al máximo. Pero estas deben ser apenas el punto de partida, pues al mismo tiempo debemos impulsar el ataque directo a la fuente que da origen (tarde que temprano) a los monopolios. Pongámosle un alto a Wal-Mart, pongámosle un alto al capitalismo eliminado la propiedad privada.