La burguesía y la crisis
Es difícil decir cuál ha sido el día más negro para la economía capitalista, ya que los récords de pérdidas se suceden a gran velocidad, al menos el miércoles 22 de octubre se decía que la bolsa mexicana de valores había sufrido su pérdida más grande en 8 años. La devaluación del peso sigue igualmente un ritmo vertiginoso a pesar de la venta masiva de las reservas de dólares a los bancos, sin que esto tenga un efecto mínimamente duradero en la estabilidad del peso.
La crisis mundial del capitalismo hace que la política internacional parezca una película de ficción, por ejemplo el candidato republicano John Mc Cain ha acusado a Barack Obama de “socialista”. El capitalismo se encuentra en tal estado de descomposición que es difícil negar que la única alternativa es la lucha por el socialismo, esta verdad que ha sido durante décadas defendida por una pequeña minoría a nivel mundial, está convirtiéndose en una verdad para millones de explotados en todo el mundo.
La lucha contra la privatización
Los capitalistas ven sus intereses en riesgo y buscan una salida sobre la espalda de los trabajadores. Por ello el gobierno de Calderón ha lanzado la contra reforma a PEMEX, que ha sido aprobada con modificaciones por el Senado de la República.
Dicha reforma aunque no es la que originalmente había planteado Calderón, permiten a la burguesía espolear directa e indirectamente las ganancias de PEMEX. Es cierto que las modificaciones que se realizaron a la reforma de Calderón fueron una conquista importante del movimiento en defensa del petróleo, no obstante la reforma sigue siendo inaceptable para la clase trabajadora. Por ejemplo se mantiene la creación de los “bonos ciudadanos” que estarán bajo la administración de los bancos e incluso se plantea que sean los mismos bancos -que han perdido 15 mil millones de pesos de las afores de los trabajadores-, los que eviten la especulación y el acaparamiento de dichos bonos. Esto es dejar en manos de privados un área clave de PEMEX, y esto es privatización.
Por otro lado los priístas, panistas y el ala traidora de derechas del PRD (chuchos) se han creído muy inteligentes al plantear que la presidencia de la República tenga mayor control sobre aspectos claves de PEMEX, tales como la designación de los comités técnicos y de vigilancia de la empresa, a esto le llaman ellos “mantener la rectoría del Estado sobre PEMEX”, sin embargo a los trabajadores no se nos olvida que ese Estado que ahora tiene más libertades para controlar la vida de PEMEX está dirigido por el espurio Calderón. Para los marxistas no basta que el Estado tenga el control o la propiedad del petróleo, se necesita además que ese Estado esté bajo el control democrático de los trabajadores, mientras los capitalistas sigan controlando el Estado, éste buscará los mecanismos para hacer llegar las ganancias de las empresas nacionales a los empresarios privados. Ésta es la esencia de la contrarreforma que aprobó el Senado, ajustar un conjunto de mecanismos que permita a los capitalistas enriquecerse del petróleo sin que formalmente sea de su propiedad privada.
Es necesario un PRD revolucionario
Esta contrarreforma ha sido aprobada con la complicidad de los agentes de la burguesía infiltrados en el PRD. El grupo dirigido por Jesús Ortega debe de ser expulsado del partido. Este cáncer contra el cual no se han tomado medidas serias está haciendo el juego a Calderón. Su importancia no radica tanto en las votaciones del Senado, con los votos del PRI y el PAN sería suficiente para aprobar la reforma, su papel es confundir y desmoralizar a los militantes del PRD, con ello buscan que los trabajadores no demos una lucha por recuperar al combativo PRD de 1989.
Mejor papel tampoco han jugado los llamados “intelectuales”, los asesores del FAP defendieron los dictámenes que se aprobaron, y aunque alertaban que podían modificarse de última hora, en ese momento no les veían defectos privatizadores, a pesar de que por ejemplo, contenían y contienen párrafos como el siguiente: “Los recursos provenientes de ...los bonos ciudadanos se destinaran exclusivamente a proyectos de inversión” lo que omitían los intelectuales es que en realidad no faltan recursos para invertir en PEMEX ya que por ejemplo, Calderón aprobó un donativo a la banca privada por 90 mil millones de pesos, de tal manera que los bonos sólo son un pretexto para meter a la banca privada en PEMEX.
Huelga general contra la privatización
Por todo el país se están desarrollando luchas contra un enemigo común, sin embargo están aisladas y descoordinadas (profesores, estudiantes normalistas, mineros, electricistas, etc,). Todas estas luchas en el fondo son la misma, pero con una forma distinta, la lucha es contra el capitalismo, representado por el gobierno espurio.
Los dirigentes sindicales de izquierda, pero sobre todo Andrés Manuel, tienen la capacidad para unificar y fortalecer el movimiento con acciones pacíficas, pero contundentes como la Huelga General, que sería una forma bajo la cual se podría dirigir el movimiento hacia la caída de Calderón.
El domingo 26 de octubre Andrés Manuel planteará un plan de acción para evitar que sea consumada la contrarreforma, esto es totalmente correcto y factible, siempre y cuando llame a la organización de la Huelga General, un planteamiento basado solamente en acciones simbólicas o legislativas será insuficiente. Los trabajadores somos fuertes, pero debemos transformar esta fuerza potencial en una fuerza efectiva, contra la privatización, contra el capitalismo y por una sociedad socialista.
¡Únete a militante y lucha por estas ideas!
Octubre 2008