Ayer 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, vivimos una jornada histórica. Por primera vez cientos de miles de mujeres se movilizaban en defensa de sus derechos, para exigir la igualdad y el final de la violencia machista. La manifestación de Madrid reunió a más de 500.000 personas que ocuparon durante horas la Gran Vía, más de 200.000 en Barcelona, 50.000 en Valencia, 15.000 en Sevilla y decenas de miles más en el resto de ciudades del país.
Libres y combativas
Las manifestaciones de la tarde fueron la culminación de una jornada de lucha que comenzó con el paro de una hora en el que participaron cientos de miles de estudiantes de todo el Estado. El paro fue convocado por Libres y Combativas, la plataforma reivindicativa feminista, de izquierdas y de clase, creada por el Sindicato de Estudiantes para luchar en los centros de estudio y concienciar contra la violencia machista e impulsar la defensa de los derechos de las mujeres. Fue una convocatoria histórica ya que por primera vez el movimiento estudiantil participaba en un paro el 8 de Marzo. En centros de estudio, institutos y universidades de todo el país se organizaron asambleas, concentraciones, manifestaciones y todo tipo de acciones reivindicativas.
También hubo paros de una hora en decenas de empresas y centros de trabajo como en la fábrica de Telepizza en Madrid o en la administración pública. Como cada 8 de Marzo las direcciones de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, no han hecho nada para movilizar a las trabajadoras en defensa de sus derechos, limitándose, como es habitual, a publicar los datos de desigualdad salarial y lamentarse de lo mucho que nos queda por hacer. A última hora apoyaron públicamente el paro y las manifestaciones sin duda por la presión en los centros de trabajo.
Convocatoria Internacional
El día de lucha formaba parte del paro mundial convocado por numerosas plataformas feministas de izquierdas en diversos países tras las enormes Marchas de Mujeres contra Trump en EEUU el pasado mes de enero, en total 55 países se han sumado al paro y han participado en manifestaciones en EEUU, Turquía, Polonia, México, Argentina o Rusia, no es casualidad que la participación haya sido importante en aquellos países donde las mujeres están sufriendo actualmente ataques de sus respectivos gobiernos, el intento de ilegalizar totalmente el aborto en Polonia o las declaraciones de un europarlamentario de ese país justificando la diferencia salarial con los hombres por la “inferioridad de las mujeres”, la brutal violencia machista en México o Argentina ante la indiferencia de sus gobernantes o la legalización del maltrato a la mujer en el seno de la familia en Rusia, son sólo algunos de los ejemplos.
La respuesta masiva de las mujeres a esta convocatoria no es una casualidad y refleja el momento en el que vivimos. La lucha de las mujeres trabajadoras a lo largo de la historia ha sido un termómetro que ha medido la temperatura de la lucha de clases, se han incorporado masiva y decididamente a la lucha en los momentos decisivos convirtiéndose en vanguardia del movimiento revolucionario. Así ocurrió en la Revolución de Febrero que fue la antesala de Octubre y que se inició el Día Internacional de la Mujer con manifestaciones masivas de mujeres en Petrogrado contra la miseria provocada por la guerra. Las manifestaciones de ayer reflejan que hemos entrado en un período decisivo en el que las jóvenes y mujeres trabajadoras se han incorporado decisivamente a la lucha anticapitalista.