El Pin Parental se aprueba en Aguascalientes
La implantación de esta contrarreforma en el sistema educativo se viene orquestando desde que el pasado 29 de enero el diputado conservador Carlos Leal del partido Encuentro Social defendió lo que se conoce como Pin Parental para la Reforma Educativa de Nuevo León. La nueva medida tendría como consecuencia que: “La autoridad educativa dará a conocer de manera previa a sus impartición los programas, cursos, talleres y actividades análogas en rubros de moralidad, sexualidad y valores a los padres de familia a fin de que determinen su consentimiento con la asistencia de los educandos a los mismos, de conformidad con sus convicciones.”
A pesar de que en Nuevo León la implantación de esta contrarreforma no se ha podido aprobar debido al frontal rechazo con el que se ha encontrado, la ofensiva ideológica y moral de la derecha ha sido aprobada en Aguascalientes. Esta iniciativa se votó el pasado 21 de mayo, con total opacidad, sin involucrar a la comunidad educativa, a la población del Estado y lamentablemente con el respaldo de los partidos a izquierda, como Morena. Cuatro días después de ser aprobada los medios de comunicación se hicieron eco y pudimos conocer la noticia.
Ofensiva reaccionaria orquestada por la Iglesia y la derecha
El Pin Parental es una reforma educativa que no es nueva, la ideó el partido de ultraderecha franquista Vox en el Estado Español, como una forma de control sobre los contenidos educativos para que, a través de los padres, se nos imponga muros a nuestro conocimiento y se vuelva a introducir en las escuelas la moral, la ideología y el comportamiento de la ultraderecha y mensajes de odio y segregación de la Iglesia Católica.
Lo que significa el Pin Parental es la posibilidad de poder vetar los contenidos que no se considere “oportunos” según criterios ajenos a la comunidad educativa y científica. No hay que olvidar de dónde surge esta propuesta y lo que significa realmente, la supresión de nuestros derechos y la involución a una escuela llena de valores machistas, lgbitfóbicos y racistas y que tiene el objetivo de perseguir y señalar a los que luchamos por un mundo diferente.
En un país como México donde las niñas y adolescentes dan a luz a cientos de bebés al año, las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las mujeres jóvenes de entre 15 y 19 años, el 61% de los alumnos LGTBI reportaron haber sido víctimas de acoso escolar y el 30% de los agresores de menores son familiares directos (solamente por nombrar algunos datos) ¡El Pin Parental es un auténtico crimen!
Hay que ser claros, el Pin Parental es una ofensiva reaccionaría que persigue destruir la educación laica, científica y democrática. Bajo ese “nombre” se esconde el intento de excluir de la educación cualquier actividad o iniciativa que denuncie la violencia machista y la cultura de la violación, o que defienda los derechos del colectivo LGTBI. La derecha y la Iglesia quieren llevar a nuestras aulas su mensaje de odio y su instrucción.
Pero también quieren fomentar la idea que los hijos somos propiedad privada y que tenemos dueños, en donde los padres o madres pueden y deben restringir nuestro derecho al conocimiento científico y a las actividades que nos permitan tener una comprensión más amplia del mundo. La supresión de nuestro derecho a acceder al conocimiento científico, ser críticos y decidir sobre nuestra propia vida y como regirla es también una herramienta para controlar nuestro actuar político para transformar el estado actual de la sociedad. Tenemos que ver esta ofensiva reaccionaria también como la forma en que la derecha y la Iglesia pretender controlar la respuesta de la juventud en los acontecimientos futuros.
Por una educación científica, laica, inclusiva y feminista
Ante la ofensiva reaccionaria, ¡ni un paso atrás! ¡Exijamos la retirada inmediata del Pin Parental y la creación de un Plan de estudios que garantice nuestro acceso a una educación sexual científica, inclusiva y en libertad!
La educación debería ser una herramienta crítica y emancipadora que nos ayude a poder desarrollarnos plenamente en la vida. Sabemos que el Pin Parental llevaría a un aumento de los abusos sexuales, embarazos no deseados, muertes por abortos clandestinos, aumento de contagios de ETS e ITS así como un incremento de la intolerancia y estigmatización de los y las compañeros LGTBI y una incomprensión de nuestras propias preferencias e identidad.
Niños, niñas y adolescentes tenemos derecho a informarse y dialogar sobre temas que los incluyen y les afectan. ¡No somos propiedad de nadie! Queremos una educación que luche contra el machismo, el sexismo, el maltrato, la cultura de la violación, la homofobia y las transfobia, que nos eduque en el respeto y la igualdad. Queremos a la Iglesia y a la derecha y a su discurso de odio y su moral retrograda y podrida fuera de nuestras escuelas porque queremos una educación que no nos oprima, sino que nos libere.
¡Fuera la Iglesia y la derecha de nuestras escuelas!
¡No al Pin Parental!
¡Por una educación sexual inclusiva, laica y científica!