El pasado 9 de marzo, el presidente López Obrador anunció espontaneamente una consulta para decidir la continuación o terminación de la planta cervecera de la empresa Constellation Brands en Mexicali.
Esta decisión compromete el futuro de la población y la agricultura del Valle de Mexicali, región con un acuífero sobreexplotado y en una grave situación de estrés hídrico, a esto se suman los efectos del cambio climático y si se construye la planta, se estaría comprometiendo el 88% de las reservas de agua de la ciudad, poniendo en entredicho el desarrollo y crecimiento económico de la ciudad y de la agricultura del Valle.
Con esta consulta el Gobierno Federal desatiende las declaración de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la cual emitió el 6 de febrero un conjunto de recomendaciones para subsanar las deficiencias de los estudios en los cuales se apoya la construcción de la planta, señala la ilegalidad de los permisos para la el uso del agua y reconoce el derecho al agua como un derecho humano.
Al mismo tiempo el anuncio de López Obrador desdice su declaración del 27 de febrero “primero la salud del pueblo, no podemos dejar sin agua a la gente. Si hay otras opciones con agua para la gente y agua para la empresa, adelante, si no, no se puede. Ese es el criterio”, declaraciones hechas para diferentes medios periodísticos.
La empresa transnacional Constellation Brands con una inversión proyectada de 1400 millones de pesos y el 65% de la planta construida de antemano había fijado su posición amenazando con retirar toda inversión si no se acatan sus designios.
Por su parte, la población de la ciudad y el Valle de Mexicali, desde enero de 2017, ha fijado la suya; el agua es un derecho humano y como tal debe garantizarse, impidiendo la construcción y funcionamiento de una planta embotelladora de cerveza qué haría nulo ese derecho.
Con esta consulta el Gobierno Federal está poniendo a la gente de la región en la disyuntiva de decidir qué es más importante; su derecho al agua o las ganancias de la empresa transnacional, cuando no se debería dudar en la defensa de los derechos de campesinos y trabajadores de la región, acatando las recomendaciones la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y respetando como derecho humano el derecho al agua y los derechos no se consultan.
No debería de hacer cómo los gobiernos prianistas, los cuales en aras de un supuesto desarrollo económico entregaban territorio y recursos a manos llenas a las empresas transnacionales, ejemplificada en este caso por la tarifa especial para electricidad, el 50% de descuento para la conexión el sistema de agua potable, exención del impuesto sobre la nómina, el traspaso ilegal de derechos de agua para uso agrícola a uso industrial y un largo etcétera de beneficios a costa de los recursos públicos.
El Gobierno Federal y López Obrador al frente son consecuentes con su idea de “paz y armonía” intentando conciliar intereses irreconciliables entre la población y las empresas y al querernos vender esa ilusión pasa por alto la experiencia histórica. Los ricos, el capital, las transnacionales, cualquiera que sea el nombre que adopten, sólo conciben “la paz y armonía” cuando sus ganancias están a salvo y creciendo, No importando lo que suceda al pueblo, a los trabajadores, al planeta. Nada ni nadie puede conciliar ese apetito rapaz con el respeto ejercicio de los Derechos Humanos del pueblo todo. No en este sistema económico el cual ha crecido y se mantiene gracias a ese apetito rapaz y a la violación sistemática de cualquier derecho a una vida digna. Ya se ha demostrado por esta misma empresa en otras plantas por medio de las cuales ha arrebatado el agua, no es algo que está por verse, si una realidad consumada.
La población de Mexicali dice y nosotros con ellos:
¡CONSTELLATION BRANDS DEBE IRSE!