La ultraderecha en todo el mundo nos ha declarado la guerra. Donald Trump, con su política racista, xenófoba, imperialista, machista, misógina y patriarcal amenaza no solo a nuestras hermanas y hermanxs de EEUU sino a todo el mundo. En México, si bien la ultraderecha está desorganizada, no han cesado los intentos de reagruparse ante los ojos inertes del gobierno de Claudia Sheinbaum. Debemos responder con determinación, fuerza y organización.

Lo decimos alto y claro: ¡al fascismo no se le discute, se le combate! Hemos visto lo que han hecho con el genocidio en Gaza masacrando al pueblo palestino, pero no van a acabar con su resistencia heroica. Lo hemos visto en Argentina cuando dan rienda suelta a la cultura de la violación, a los feminicidios y al odio homófobo, y cientos de miles salen a las calles para dar la batalla.

Lo vemos aquí, cuando los feminicidios no cesan, las violaciones a niñas son la nota de cada día y la corrupción e impunidad se mantienen en los juzgados. Y cada día les respondemos con lucha, resistencia y organización.

La violencia machista sigue presente en todos los ámbitos de nuestras vidas: en nuestros centros de trabajo, en las aulas, en la familia, en las calles, en los tribunales. Feminicidios, violaciones, agresiones, acoso, impunidad para agresores, brecha salarial, dobles o triples jornadas para nosotras,  precariedad de servicios públicos… son lacras que no se han acabado con el: “llegamos todas”.

Toda la panda de reaccionarios pretende volver a los tiempos en los que las mujeres teníamos que vivir en una sumisión humillante, callar y obedecer al padre, al marido y al patrón ¡Solo nuestra autoorganización desde abajo les pondrá un alto!

Hemos sido nosotras y solo nosotras quienes hemos levantado un movimiento multitudinario que ha puesto en jaque al machismo y a un sistema que hace de la violencia contra nosotras uno de sus pilares. Somos nosotras, construyendo el movimiento en las calles y protagonizando manifestaciones históricas, las que hemos combatido esta opresión intolerable.

Y estamos decididas a seguir haciéndolo con más fuerza y arrojo. Porque el feminismo antifascista y anticapitalista se extiende imparable. Porque ni nos rendimos ni nos arrodillamos, ni nuestro feminismo tiene que ver con el postureo ni con participar en Gobiernos que se quedan impávidos ante genocidios, pactan con la patronal nuestra desigualdad y precariedad, o el saqueo de nuestros territorios.

En Libres y Combativas construimos un feminismo que graba en su bandera morada un antifascismo militante, levanta su solidaridad con el pueblo palestino, y une su fuerza a la del conjunto de la clase trabajadora. Un feminismo internacionalista, de clase y revolucionario. Un feminismo de combate, de clase y antifascista, que lucha contra la lacra del machismo venga de donde venga.

Y para seguir haciéndolo invitamos a todas, todos y todes a las jornadas de debate feminista revolucionario que celebraremos el sábado 15 de marzo a las 10am en la COSAV. Un encuentro para retomar fuerzas, inspirarnos y avanzar hacía una sociedad libre de violencia machista.

¡Feministas antifascistas siempre!

¡Únete a Libres y Combativas!


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