La población en EEUU y en el resto del mundo se despertó con una de las noticias políticas más impactantes que se recuerdan, la elección de Donald Trump como presidente. Era la culminación de un ciclo electoral donde los norteamericanos corrientes se levantaron contra el establishment político y los efectos destructivos de la globalización y el neoliberalismo. Un proceso que se expresó tanto a la izquierda, con la campaña de Bernie Sanders que galvanizó a millones alrededor de la “revolución política contra la clase millonaria” y, de una manera distorsionada, a la derecha con la campaña de Trump.