A partir del 20 de abril que fue anunciado el inicio de la fase 3 en México, el panorama para los trabajadores pasó a recrudecerse ante la falta de una postura clara y firme por parte del gobierno hacia las empresas no esenciales, que se niegan a cerrar sus fábricas y anteponen sus ganancias sin importar la salud de los trabajadores, así como sus vidas.
La cuarentena ha sido meramente simbólica para millones de trabajadores de la industria. Pero también está el otro sector de empresarios que se han aprovechado de la situación y han lanzado a la calle a miles de trabajadores sin liquidación, sin pago justo y sin oportunidades de hacerle frente a la pandemia.
Una de dichas empresas y de nombre reconocido en la industria de ropa para caballero es
ALDO CONTI con sus más de 150 sucursales que a partir del 16 de abril de 2020 de la manera más ilegal, injusta y nefasta mandó a la calle a más de sus 600 trabajadores que laboraban en la fábrica de ropa que se ubica en Poniente 116 No. 589, Industrial Vallejo, Alcaldía de Azcapotzalco, CDMX.
Desde el 20 de marzo la empresa empezó a reducir la jornada laboral en un 30% así como los salarios. Comenzaban a descansar a los trabajadores sin goce de sueldo y se escuchaban los rumores de reducción salarial de un 50 % por ciento. A partir del 16 de abril y los días consecutivos, uno a uno de nosotros empezó a ser llamado al área de Recursos Humanos con engaños, amenazas y promesas de ser recontratados en cuanto la pandemia terminara, nos hicieron firmar una hoja de renuncia voluntaria y una hoja donde se otorga el finiquito que nos correspondía por liquidación a la empresa.
En dicha hoja se acepta cierta cantidad de dinero como compensación por los años laborados, la cual es una verdadera burla y muestra la falta de escrúpulos por parte de la empresa a la vida de los trabajadores que durante tantos años le dedicamos.
Nos han lanzado a la calle, en medio de una pandemia y con pocas oportunidades de salir adelante, han desamparado a 600 trabajadores y con ello hijos, madres, abuelos y familias que dependen de este ingreso.
Nos dieron una compensación de la siguiente manera. A los trabajadores que llevaban una antigüedad de 1 a 5 años, les dieron la cantidad de $5,300 pesos; a los trabajadores de 5 a 9 años ascendió a $6,400 pesos y de 10 años en adelante un poco arriba de 20 ,000 mil pesos. Cantidad que queda muy por de bajo de lo que la Ley Federal del trabajo estipula en caso de despido.
Una de esas hojas se logró obtener a pesar que al firmar te retiraban del lugar y si querías pedir una copia el personal de RH actuaba de la manera más prepotente deciéndote que no se podía, tampoco te permitían tomar foto alguna.
ALDO CONTI que opera con diferentes razones sociales como lo son: VEINTISIETE MICRAS INTERNACIONAL SA DE CV, REDGOR SA DE CV, MIKAI SA DE CV, MAQUILATODO SA DE CV, KAURUS SA DE CV; ha sido demandada en varias ocasiones por despidos injustificados, abuso laboral y acoso, en todas y en cada una de ellas no se ha procedido de ninguna manera.
Salarios de hambre, sin utilidades, condiciones laborales deplorables, prestaciones básicas, despidos injustificados, largas horas de trabajo explotador es así como ALDO CONTI ha operado por más de 20 años en la violación de derechos y leyes laborales, continuando llenándose sus bolsillos a costa de la desgracia y vida de la clase trabajadora. Ahora despiden a toda la plantilla a pesar de las circunstancias y la emergencia sanitaria, a pesar de lo dicho por parte del gobierno mexicano.
Se llenan la boca apelando a que la empresa está en quiebra y que no debemos exigir más, esto es total mentira, claro que podían conservar los empleos no sólo reconvirtiendo la industria para apoyar la emergencia sanitaria elaborando batas, tapabocas, uniformes y todo lo que necesita el personal sanitario, sino que podrían descansarnos ellos absorbiendo el pago de nuestros salarios por el tiempo que durara la cuarentena, todo esto con el dinero generado de los beneficios tremendos que tienen cada año por concepto de la industria textil. Ya en último caso extremo poder liquidarnos como correspondía, pero como de costumbre, decidieron seguir hinchando sus bolsillos y cuidar sus beneficios sin importar la vida de las y los trabajadores ¡Ellos son los parásitos realmente en esta sociedad!
Por otro lado, todos sabemos que la empresa ha comprado terrenos con dirección Poniente 116 con números 509 y 718 en la Industrial Vallejo, Alcaldía de Azcapotzalco, CDMX, donde levantaron alrededor de 12 bodegas y cada una de ellas las rentan con un valor promedio de $100,000 pesos mensuales, esto demuestra que hay dinero, pero lo tienen unos cuantos, a pesar que esa ganancia la generamos nosotros al ir todos los días a las plantas y centros de trabajo.
El Gobierno tiene que actuar de forma inmediata y congruente contra estas empresas que mienten descaradamente queriendo tomarles el pelo a los trabajadores para despedirlos con el argumento que son inviables y que se encuentran en quiebra. El Gobierno tiene que dejar los discursos y pasar a los hechos investigando estas fábricas, que cambian de razón social cada rato para salvarse el pellejo, para penalizarlas por las violaciones constantes a los derechos de los trabajadores.
Por lo tanto, exigimos:
1.- Reinstalación de nuestros puestos de trabajo en condiciones justas como lo marca la Ley Federal del Trabajo ¡No más contratos precarios! ¡Ni un despido más!
2.-Pedimos la intervención del Gobierno Federal para sancionar y penalizar a la empresa por estos despidos. Abrir los libros contables para saber si de verdad se encuentran en bancarrota, de ser así exigimos la intervención del Estado en cada fabrica que se declare en quiebra poniéndola bajo control del Estado para que se mantengan los puestos de trabajo y reconvierta para atender la emergencia sanitaria y todas las necesidades del pueblo.
3.- Exigimos la indemnización correspondiente y justa por los años laborados a cada trabajador que fueron despedidos durante la contingencia sanitaria si estos así lo desean.
4.- Boicot y denuncia total a la empresa ALDO CONTI hasta que nuestras demandas sean cumplidas.
Sólo la organización colectiva de nosotros mismos, las y los trabajadores, es el camino para la conservación de nuestros empleos y salvar nuestras vidas, unidos y organizados podemos vencer ¡viva la lucha de la clase obrera!