Nos encontramos inmersos en una realidad que no tiene pies ni cabeza, donde los estudiantes debatimos diariamente entre el pan y los libros, donde los trabajadores (que somos la mayoría) somos explotados laboralmente, económicamente e incluso políticamente de manera diaria. El 43. 9% de la población mexicana vive en la pobreza y el 8. 5% de la población vive en la pobreza extrema; es decir, más de la mitad de la población vivimos en la miseria, mientras menos del 1% de la población vive en la opulencia más obscena, derrochando los bienes que tanta falta hacen a la mayoría.

Esta abrumante y violenta diferencia es permitida, y esta realidad sólo es posible bajo el capitalismo. Bajo este sistema, mientras una minoría de banqueros, traficantes y grandes empresarios amasan beneficios alarmantes; para la juventud y los trabajadores, solo hay recortes, precariedad, salarios miserables, desempleo y un futuro sin oportunidades.

Los trabajadores somos explotados y precarizados; trabajamos largas jornadas; nuestros salarios son miserables; nuestro ambiente laboral no es el mejor y sufrimos de grandes cargas de trabajo; todos los días exponemos nuestra integridad en los transportes públicos; somos violentadas por nuestros compañeros y/o jefes y en caso de presentar una denuncia, somos traicionadas por el machismo institucional que impera en las empresas e instituciones, siendo despedidas y humilladas por luchar en contra de nuestros agresores.

Todas estas situaciones son parte de la cotidianidad, y nuestros explotadores creen que, por darnos vacaciones o aguinaldos, esta violencia deja de existir, e incluso que vivimos en deuda con ellos; cuando todos los días somos los trabajadores quienes hacemos desde los trabajos más pesados e incluso los que son peor remunerados, mientras nuestros explotadores olvidan que no es la riqueza el qué hace el trabajo, es el trabajo el qué hace la riqueza.

A los trabajadores nada nos ha sido regalado, cuestiones que damos por hecho como: nuestra seguridad social, la supuesta jornada de 8 horas de trabajo, las vacaciones, hasta los préstamos; los hemos conseguido luchando. Pero día, la opresión y la violencia siguen formando parte de la realidad de millones de nosotros; los poderosos se han esforzado en despolitizarnos, desorganizarnos y precarizar nuestras vidas; atacándonos recortando los presupuestos a los servicios sociales, permitiendo que seamos violentadxs en nuestro ambiente laboral y dejándonos sin futuro.

Ante esto, el camino se esclarece, orillándonos a lo obvio, ¿qué procede? ¿cómo combatir a nuestro contrincante? ¿Cómo hacer del trabajo algo digno, gratificante y libre de crueldad? Sabemos que enfrentar a los poderosos no es fácil, pero no tenemos miedo a hacerlo. No nos resignamos a vivir en un mundo de miseria, explotación, guerra y barbarie. Por eso constituimos una organización revolucionaria, internacionalista y anticapitalista, en lucha por una sociedad socialista. Porque bajo el capitalismo, no tenemos futuro y nos hemos dado cuenta de que, sólo luchando, triunfaremos; la lucha es el único camino.

Acabar con la violencia de una vez, requiere de un cambio radical, político y social, cambio que nadie nos concederá y que, solo organizándonos, será posible. Desde Izquierda Revolucionaria luchamos por una sociedad más justa; porque creemos y sabemos que un mundo más justo es posible; y tenemos claro que esto solo puede ser posible uniendo fuerzas pues, la revolución no cae del cielo, ni se hace por casualidad.

Es por eso que Izquierda Revolucionaria hace un amplio trabajo, luchando codo a codo en cada batalla de nuestra clase, en contra del racismo, en contra del régimen político corrupto, que ha mantenido al pueblo golpeado; en contra del despojo de tierras de las comunidades; en contra del cambio climático y del ecocidio; en contra de la represión y la criminalización; por un cambio socialista.

Estamos presentes en la lucha estudiantil desde el Sindicato de Estudiantes, luchando en defensa de la educación pública y contra los problemas que enfrenta la juventud, pidiendo un 10% del PIB a la educación pública y su democratización. En la lucha feminista, desde Libres y Combativas, luchando contra la violencia machista e institucional, en contra de la justicia patriarcal, en contra de los 11 feminicidios diarios, contra la LGTBIfobia; haciendo trabajo con las víctimas de las injusticias sistemáticas y de lxs compañerxs que han sido violentados; sumándonos a las movilizaciones con un programa de clase. También en la batalla en los centros de trabajo por un sindicalismo de clase, combativo y democrático participando junto a las y los trabajadores y sindicatos.

¡Organízate con Izquierda Revolucionaria! ¡Únete a los comunistas revolucionarios!


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa