La “guarimba electoral” y la movilización popular
Con bombos y platillos, los principales partidos de oposición anunciaron a mediados de la semana pasada su intención de retirarse de la contienda electoral, aduciendo que no había garantía de transparencia. Todo esto en el marco de tratar de convertir lo que iba a ser una segura y aplastante derrota por un boicot parlamentario apoyado como siempre por los medios de comunicación privados y el imperialismo norteamericano (principalmente, aunque no exclusivamente). Todo esto lo hemos analizado en detalle en nuestro artículo El imperialismo y la contrarrevolución intentan una “guarimba electoral” ( http://venezuela.elmilitante.org/index.asp?id=muestra&id_art=2276) y no es la idea repetir el análisis que en dicho artículo exponíamos.
Simplemente basta agregar que al final no se retiró más del 10% de los candidatos inscritos y se abrieron nuevas divisiones a lo interno de la oposición. Resultan bien aleccionadoras las declaraciones que diera el dirigente nacional del MAS (partido que en sus inicios surgió como una escisión a la izquierda del PCV), José Luis Mesa. Según reporta Michel Caballero, de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) “Durante una rueda de prensa, ofrecida en la sede del MAS, acusó a Leopoldo Puchi y Felipe Mujica como los principales responsables del desastre que hoy en día tiene a este partido arrodillado frente a Proyecto Venezuela, a Primero Justicia y a Acción Democrática.” y “sostuvo que las actuales autoridades del MAS tienen su período vencido hace tres años, por lo que de ser necesario acudirán ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para forzar la celebración de una consulta interna desde la bases.” Para Mesa, el total de 0,46% obtenido este domingo en las elecciones parlamentarias era un duro golpe para la organización, pues “Eso nos quita la condición de partido nacional y obliga a recolectar 1% del electorado venezolano para poder nuevamente, como organización política, presentar un candidato presidencial para 2006” (ABN, http://www.aporrea.org/dameverbo.php?docid=69833).
La respuesta del movimiento bolivariano frente a esta actitud de “guarimba electoral” fue inmediata con la importante movilización que se dio el pasado jueves, principalmente en Caracas pero también en otras zonas del país como Lara y Anzoátegui. Decenas de miles de activistas, luego de la convocatoria lanzada la noche anterior por el presidente de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro, se dieron cita en la Plaza Morelos (cerca del Ateneo de Caracas) para movilizarse hasta las cercanías de la cede del Consejo Nacional Electoral (CNE). A pesar del poco tiempo para organizarla, contó con la participación de una gran cantidad de bolivarianos. El ambiente era festivo y de confianza en la fortaleza del movimiento revolucionario, especialmente al observar la cantidad de compañeros que se habían movilizado en Caracas, sin contar con autobuses que trajeran gente de otros estados, ni siquiera de los aledaños Vargas y Miranda (Ver reporte de Aporrea).
Con la consigna de ¡El Pueblo no se retira!, la marea roja se fue movilizando, escuchando algunos discursos en el camino como el que dio desde un camión que los transportaba el diputado Nicolás Maduro. La confianza en la victoria electoral era clara, pero especialmente interesante era el ambiente crítico que había hacia algunos sectores de las candidaturas “oficiales”. A pesar de la cantidad de manifestantes identificados en sus franelas con las “morochas”, las arengas en la tarima para aplaudir la consigna de “enmorocharse” con el MVR-UVE no tuvieron el eco que esperaban. Era claro que en la marcha se había movilizado un sector amplio de la vanguardia del movimiento que mantiene una posición de apoyo crítico hacia algunos candidatos pero que entiende la importancia de defender el proceso revolucionario contra los ataques de la contrarrevolución. Entre muchos de los asistentes estaba el sinsabor de la concesión que el CNE había hecho con lo de las máquinas “captahuellas” y muchos coincidían en aquel viejo refrán que tnato le gusta citar al amigo camarada Alan Woods: “La debilidad invita a la agresión”. Aunque, sinsabor de por medio, no faltaron los chistes con el típico humor venezolano respecto a las nuevas peticiones que le habían hecho desde Primero Justicia al Presidente del CNE, Jorge Rodríguez...
Los camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria estuvimos participando con la venta de nuestro material y especialmente con nuestro periódico El Topo Obrero, del cual vendimos 72 ejemplares, además de varios textos de literatura marxista para un total de venta Bs. 243.000,-. Todo ello junto a los debates políticos que suelen darse alrededor de nuestras mesas de material, pues en las movilizaciones siempre hay sed por el debate de ideas.
Un breve análisis de la abstención
Los niveles de abstención, cuyo promedio nacional fue del 75%, pudieran a primera vista hacer parecer como si la oposición se hubiese anotado una victoria. A pesar de toda la campaña mediática, esto no es así si tomamos en cuenta una serie de condiciones que han rodeado estas elecciones. Desde una tendencia a la abstención en los recientes procesos electorales hasta el mismo hecho de que para el movimiento bolivariano, la partida “estaba ganada”, pasando incluso por las lluvias constantes que cayeron en muchos estados (que en los casos de Nueva Esparta, Monagas, Bolívar, Sucre Vargas y Miranda exigieron la extensión de la jornada electoral). Pero lo cierto, es que las elecciones parlamentarias del año 2000 tuvieron una abstención del 43,8%. Es una cifra que debemos recordar cuando leemos la declaraciones que ha hecho recientemente el Ministro de Educación y Deportes, Aristóbulo Istúriz, además de otros altos funcionarios como el Ministro Jesse Chacón, y que el periodista Ernesto Navarro amplía en un artículo que a continuación comentamos.
Históricamente, las elecciones al extinto Congreso se hicieron junto a las presidenciales y no fue sino hasta 1998 cuando por primera vez se hicieron por separado. Según indica el periodista Ernesto Navarro en un artículo reciente, “La última mayoría parlamentaria en Venezuela, en las elecciones para el Congreso Nacional, que por primera vez se realizaron en forma separada de las presidenciales, en 1998, se obtuvo apenas con el 11,24% del total de los inscritos en el Registro Electoral.” (Ernesto Navarro, Qué hay detrás de la fábula abstencionista de Venezuela).
En ese mismo artículo, Navarro continúa exponiendo que “La primera mayoría parlamentaria de este período, elegida el 30 de julio de 2000, la obtuvo el Movimiento Quinta República, con un total de 1.980.275 votos de un universo de 11.705.702 de venezolanos con derecho a voto. Es decir, con el 17% del universo electoral.”. Y más adelante continúa explicando con un ejemplo “Acción Democrática (AD), partido que primero se retiró de la contienda, obtuvo 301.302 votos, en total, durante las elecciones de concejales y junta parroquiales realizadas en agosto pasado. (...) En esta elección parlamentaria, la representante indígena Noelí Pocaterra, actual vicepresidenta de la Asamblea Nacional, fue re-electa con 416.079 votos. Es decir, ella sola sacó más votos que AD en todo el país en esas elecciones del 7 de agosto.” Todas estas cifras están bien, pero no entran en analizar un factor principal, que es el hecho simple y llano de que en estas elecciones la abstención fue del 75% y en las análogas del año 2000 fue del 43,8%.
El ambiente antes de las elecciones no era el del mismo entusiasmo generalizado que se había vivido antes de las elecciones municipales del 31 de Octubre de 2004 o incluso antes de las parroquiales de Agosto de este año. Por el contrario, fue una campaña electoral en el que se minimizó la movilización en las calles en un intento por bajarle el tono a la contienda electoral. Nuevamente, las propuestas “realistas” de concesiones que se hacen desde el reformismo fracasan estrepitosamente al ser enfrentadas con la realidad. Pero adicionalmente hay que observar otro factor importante. Contrastando con la clara tendencia en ascenso que tiene la clase obrera en la actual coyuntura del proceso revolucionario, los sectores populares estaban ralentizando su participación, como es propio de los sectores no obreros de salir y entrar en la escena revolucionaria con menos constancia y resistencia.
Sin embargo, resulta preocupante al observar los niveles de abstención en estados con alto contenido obrero, ver cómo los niveles no estuvieron precisamente por debajo del nivel nacional. Por ejemplo, en el estado Bolívar la abstención alcanzó el 81%, cifra que no difiere de la del municipio Caroní, que es donde se concentran las industrias básicas. En Zulia, la abstención fue del 78%, Carabobo, del 76%, Aragua 74% y Falcón 72%. Estas cifras habrá que analizarlas con más detenimiento en próximos artículos en los cuales hayamos podido analizar con más detalle las cifras finales.
Adicional a estos argumentos, también podemos explicar la baja participación con el hecho de que el triunfo bolivariano estaba garantizado y que, a pesar de saberse la campaña que podría venir luego de un alto nivel de abstenciones, prefirieron evitar las molestias de las lluvias que, no lo olvidemos, estuvieron cayendo en muchos estados del país durante todo el domingo. En unas declaraciones hechas este lunes 5 de diciembre a Prensa Latina, el Canciller Alí Rodríguez Araque declaraba que “En el caso particular de ayer hubo una campaña fuerte llamando a la abstención, aun antes de la retirada de partidos políticos de la oposición que habían inscritos candidatos”. (Prensa Latina, Canciller venezolano explica abstencionismo en elecciones).
Continúa la citada nota de PL indicando que “A juicio de Rodríguez esa decisión acentuó dos fenómenos: la inasistencia de los opositores al proceso, y al mismo tiempo, la abstención en los partidarios del gobierno porque dieron como hecho el triunfo de sus candidatos. (...) Rodríguez atribuyó también la baja concurrencia a las fuertes lluvias en varias regiones en particular en la zona oriental, la cual abarca siete estados aunque como factor secundario, dijo, sin dejar de tener importancia. ”
La nota de Prensa Latina continúa indicando que Rodríguez Araque “Aseguró el gobierno venezolano no está satisfecho con los resultados a pesar, agregó, de la apreciable aunque insuficiente movilización realizada. `Tenemos que hacer campañas de educación política para todos los sectores de la sociedad, ya que no se trata solo de designar representantes sino de hacer una democracia participativa y protagónica´, afirmó.” Pero no se trata de solamente un problema de falta de educación o de voluntad política. Es claro que hay una desconfianza en el papel que la Asamblea Nacional pueda jugar en la profundización del proceso revolucionario, más con toda la ineficiencia que ha mostrado hasta ahora, y eso ha jugado un papel, posiblemente más importante del que podíamos prever en un primer momento.
El panorama parlamentario
La distribución de los puestos en el sector bolivariano no ha presentado mayores sorpresas. Con una alianza que incluyó esta vez a más partidos (MVR, PPT, PODEMOS, PCV, UPV, MEP, además de algunos regionales como MIGATO, PUAMA, UPC etc.) los puestos han quedado con el MVR 114, lo que significa el 68% y ya en solitario obtiene la mayoría calificada, PODEMOS con 15, PPT 11, PCV 8, UPV y MEP con 1 cada uno yos partidos regionales que conformaban la alianza han obtenido en total 8 diputados, junto a 4 de las UVE y 2 de CONIVE.
Sólo tres diputados (según El Nacional, aunque El Universal indica que se trata de sólo 2 pues no cuenta el caso de la diputada indígena Nicia Maldonado - Fundacidi) de las llamadas listas disidentes han logrado entrar. Entre los “disidentes” se encuentra Ricardo Capella (hermano de Roger Capella, ex Ministro de Salud), de AMANSA, que salió electo en Yaracuy en el Circuito 3 con 51% de los votos frente al candidato de la UVE que obtuvo 44%. Resulta interesante que el estado Yaracuy es uno de los que tuvo uno de los porcentaje de abstención menores, con tan solo el 68% y en el circuito en cuestión, el 64%. En Amazonas se dio el otro caso con Julio Ygarza, que obtuvo el 49% frente al 43% del candidato del MVR. En este estado la abstención también fue una de las más bajas, con un 65%.
Veamos ahora con cierto detalle los distintos estados, principalmente los de contenido alto obrero. Daremos en un primer momento las cifras de los votos lista en los estados Bolívar, Aragua, Carabobo, Falcón, Zulia, Lara y finalmente Cojedes, que fue el estado con la menor abstención. Queda pendiente un análisis más en profundidad de estos datos, algo que dejamos para un próximo artículo sobre estas elecciones.
Como decíamos anteriormente, Bolívar es el estado con mayor abstención (81%). En los votos lista a nivel estadal, han quedado los partidos del movimiento revolucionario con el MVR de primeros con 86803 votos en la alianza (de los cuales 68246 fueron por la tarjeta del MVR, la del PPT 7661 votos, PODEMOS con 3882 y donde el PCV obtuvo 3006 y la Liga Socialista 2100, entre otros), el MOBARE de octavos con 2020 votos, Tupamaros de decimosegundos con 806 votos y el MDD de decimonovenos con 88 votos. De los partidos opositores, la lista la encabeza La Causa R, con 6318 votos en todo el estado. En el municipio Caroní, donde se encuentran las principales Industrias Básicas, la principal alianza obtuvo 43433 votos (de los cuales 35931 votos fueron por la tarjeta del MVR, PPT 3577 votos, PCV 1220, Liga Socialista 958, PODEMOS 770, MEP 259, entre otros).Tupamaro quedó en noveno lugar con 580 votos, MOBARE con 489 votos de decimosegundos y el MDD de decimonovenos con 49 votos.
En Aragua, donde la abstención fue del 74%, los votos lista estatales quedaron con la alianza de primero con 192508 votos (MVR con 110945 votos, PODEMOS 51349 votos, PCV 598, PPT 891, MEP 3752 votos, UPV 2574 votos, entre otros). La alianza MSN (partido que en otras zonas como Lara se alió a Un Solo Pueblo, Causa R y análogos) y en la que participaba el MOBARE (que obtuvo 425 votos) obtuvo 7775 votos, quedando en el tercer lugar, mientras que la alianza Tupamaro-GE obtuvo el quinto puesto con 1816 votos, de los cuales 1559 votos fueron con las tarjetas de Tupamaro. Ahora vemos los municipios con más contenido obrero, como son los municipios Sucre (Cagua), Girardot (Maracay) y José Ángel Lamas (Santa Cruz de Aragua). En el caso del Municipio Sucre, la abstención fue del 78%, con la alianza bolivariana obteniendo 11777 votos distribuidos como se indica a continuación: MVR 9046, PODEMOS 1378, PCV 554, PPT 288, UPV 207, MEP 180, entre otros. En tercer lugar quedó la alianza ONDA, en la que participaba el MOBARE (28 votos), y que obtuvo 393 votos, mientras que la alianza Tupamaro-GE quedó quinta con 107 votos, de los cuales 76 eran de la tarjeta de Tupamaro. Finalmente, paras el Municipio José Ángel Lamas, en el que la abstención fue del 72%, la alianza liderada por el MVR obtuvo en conjunto 4352 votos (MVR 2533, PODEMOS 1343, PPT 182, PCV 124, MEP 66, UPV 60, entre otros), quedando así en primer lugar, mientras que la alianza PVL en la que participaba MOBARE (6 votos), obtuvo el tercer lugar con 119 votos y Tupamaro-GE el quinto con 29 votos, 28 de los cuales fueron por tarjeta de Tupamaro.
En el caso del voto lista estadal de Carabobo, los partidos del movimiento revolucionario quedaron con la alianza liderada por el MVR de primero con 225756 votos en conjunto (MVR 171573, PODEMOS 20282, PPT 12176, PCV 7290, UPV 2879, MEP 2038, Liga Socialista 1660, entre otros), Tupamaro-MDD de quintos con 3129 votos, MOBARE de octavos con 1207 votos y los camaradas de La Chispa (PRS-Carabobo) en décimo lugar con 720 votos. En el Municipio Puerto Cabello, donde la abstención fue del 75%, los partidos del movimiento revolucionario se ordenaron con la alianza liderada por el MVR de primeros con 22655 votos en conjunto (MVR 18107, PODEMOS 1621, PCV 924, PPT 554, UPV 274, MEP 223, Liga Socialista 168, entre otros), MOBARE con 278, MDD de sextos con 218 y La Chispa de decimoquintos con 17 votos. En el Municipio Juan José Mora, donde se encuentra Morón y la planta de Invepal, la abstención fue del 67% y la distribución de los partidos bolivarianos fue: primero la alianza MVR con 9946 votos en conjunto (MVR 7039, PODEMOS 1162, PPT 514, PCV 233, MEP 179, UPV 162, Liga Socialista 76, entre otros), segundos MOBARE con 426 votos, sextos Tupamaro con 117 votos y La Chispa de decimoquintos con 7 votos.
Para el estado Falcón, donde la abstención fue del 72%, el voto estadal se distribuyó con la alianza liderada por el MVR de primeros con 114127 votos (MVR 92848, PODEMOS 9153, PPT 4729, PCV 3833, MEP 2235, UPV 798, entre otros), seguida por la alianza liderada por Tupamaro, que obtuvo en conjunto 11122 votos (Tupamaro 8666, MDD 867, entre otros) y la alianza liderada por el MOBARE quedó de sextos con 745 votos (MOBARE 569, entre otros) y el MCM de séptimos con 737 votos. EN el Municipio Los Taques, donde se encuentra el Centro de Refinación Paraguaná, el más grande del mundo, la abstención fue del 75% y la alianza liderada por el MVR obtuvo el primer lugar con un total global de 4498 votos (MVR 3537, PODEMOS 462, PCV 302, MEP 96, PPT 63, UPV 2, entre otros), mientras que Tupamaro-MDD quedó de tercero con 98 votos, el MCM de sextos con 23 votos y el MOBARE de octavos con 18.
En el estado Zulia, con una abstención del 78%, en los votos lista la alianza de las “morochas” quedó de primera con 320782 votos (UVE 144011, PPT 24101, PODEMOS 20215, MEP 14013, PCV 10265, UPV 9171, Liga Socialista 3091, entre otros), seguida en tercer lugar por Tupamaro con 7669 votos y el MOBARE de séptimos con 1995 votos. En el Municipio Maracaibo, las “morochas” quedaron de primeras con 106736 votos (UVE 58223, UPV 5380, PPT 3855, PODEMOS 3719, PCV 2340, Liga Socialista 1590, MEP 491, entre otros), Tupamaro quintos con 1630 votos y el MOBARE con 293 votos quedaron de decimotercero. En el Municipio Lagunillas, con una abstención del 75%, las “morochas” obtuvieron 18141 votos (UVE 9417, PODEMOS 1919, PPT 1075, UPV 575, PCV 518, Liga Socialista 397, MEP 192, entre otros), MOBARE de terceros con 822 votos y Tupamaro de cuartos con 390 votos. En el Municipio Cabimas, en el que la abstención fue del 67%, las “morochas” igualmente consiguieron estar de primeras con 38232 votos (UVE 13848, PODEMOS 4829, PPT 3054, PCV 1178, UPV 912, MEP 616, Liga Socialista 485, entre otros), Tupamaro de tercero con 1271 y MOBARE de decimosegundos con 157 votos.
En el estado Lara, con una abstención del 74%, la alianza liderada por el MVR quedó de primera con 196145 votos (MVR 163156, PPT 9517, PCV 7498, PODEMOS 5278, UPV 1556, MEP 1324, entre otros) seguidos en segundo lugar por la alianza UDH-Tupamaro con 11759 votos (Tupamaro 2399 votos) y el MOBARE de novenos con 1469 votos. En el Municipio Iribarren, en el que se encuentra la capital Barquisimeto, la alianza liderada por el MVR en primer lugar con 110146 votos (MVR 96272, PCV 4635, PODEMOS 2865, PPT 2732, UPV 917, MEP 673, entre otros), seguida de segundos por la alianza UDH-Tupamaro con 8367 votos (UDH 6144, Tupamaro 1958) y de séptimos el MOBARE con 1031 votos.
Finalmente, en el estado Cojedes, en donde la abstención fue del 63% y por lo tanto el estado donde ésta fue menor, la alianza liderada por el MVR obtuvo 51191 votos, para el 88% de los votos emitidos y distribuidos así: MVR con 33629 votos, PODEMOS con 12010 votos, PPT con 1762, MEP 791, PCV 515 y UPV 221 votos, entre otros. El MOBARE quedó de cuarto con 492 votos, seguida en el quinto lugar por la alianza MSN-MCM con 452 votos y Tupamaro de séptimo con 223 votos.
Hasta ahora sólo hemos presentado las cifras de las votaciones de los diferentes partidos que participaron, pero evidentemente al respecto habrá que hacer un análisis comparativo más detallado, que nos permita ver las tendencias y los desplazamientos de votos. A pesar de las “morochas”, al igual que en las municipales es posible ver la cantidad de votos lista obtenidos por cada partido y al respecto estaremos publicando próximamente un artículo.
¿Negociar o avanzar? Una vez más, la debilidad invita la agresión
Evidentemente la alta abstención cogió por sorpresa a muchos dirigentes del sector bolivariano e incluso a algunos elementos de la vanguardia amplia que se movilizó en la marcha contra la “guarimba electoral”. Los confusos discursos de algunos dirigentes por tratar de esconder la alta abstención manipulando las estadísticas no entran en analizar puntos muy importantes de lo que fue esta campaña electoral así como las expectativas que genera la propia Asamblea Nacional y su papel en la revolución.
Por el otro lado, la alharaca de la oposición por intentar capitalizar sobre este hecho es parte de su estrategia de minar la amplia popularidad de la que goza la Revolución Bolivariana a nivel internacional, algo que el imperialismo no puede tolerar, pero también es en parte un intento desesperado por animar a su base ante un supuesto triunfo. Sin embargo, esto no han podido conseguirlo ni siquiera en un primer momento, pues resulta claro que una AN bajo el control total del movimiento bolivariano puede cambiar la situación drásticamente si el movimiento de masas presiona correctamente.
Voceros del alto gobierno han dejado escapar la tentativa de llamar a la oposición al diálogo y a la negociación. Todo esto en medio de discursos confusos en los que de a ratos se les deslegitima como partidos políticos por las cifras alcanzadas en estas elecciones pero a la vez se plantean mesas de negociación. Esto sería un nuevo error del sector reformista que piensa que dando más concesiones a la contrarrevolución va a poder calmar el ambiente y hacerlos partícipes del proceso. Pero es claro que la contrarrevolución no quiere pactar, ni ahora ni más tarde. La única concesión que les va a satisfacer va a ser la destrucción completa de la Revolución Bolivariana y de cualquier memoria histórica que pueda haber de ella. Es lo único que los calmaría. Y esto debemos tenerlo claro todos los revolucionarios.
Con una AN totalmente pintada de rojo, no pueden seguir habiendo excusas para no avanzar en la construcción del Socialismo. Se ha hablado de reformar la Constitución para incluir formas colectivas de propiedad, incluir la palabra Socialista en el nombre del país, entre otros. También se ha hablado, especialmente de los dirigentes obreros y sindicales que han accedido a la AN, de reformar de manera importante la Ley Orgánica del Trabajo para adaptarla mejor a tiempos en los que se habla de un “Socialismo del siglo XXI”. Todas estas medidas pueden ser positivas, pero deben ir acompañadas de cambios mucho más profundos. No basta con incluir formas colectivas de propiedad, sino que debe decretarse la inmediata nacionalización de la banca, los latifundios y los grandes monopolios industriales y empresariales y colocarlos bajo el control democrático de los trabajadores, campesinos y sectores oprimidos en general en el marco de una planificación socialista de la economía. Esto además debería ir acompañado por un cambio radical en el Estado que podría empezar tan simple como con un decreto que haga cumplir las cuatro condiciones que enumerada Lenin en su obra El Estado y la Revolución: Todos los funcionarios serán elegidos y podrán ser revocados en cualquier momento por quienes los eligieron; ningún funcionario ganará un salario mayor al de un obrero calificado (actualmente, alrededor de un millón de bolívares); ningún ejército ni policía permanentes, el pueblo en armas; todos los cargos deben ser rotativos, “si todos somos burócratas de a ratos, a la final nadie es un burócrata”, decía Lenin.
Pero no podemos dejar esto así como así y esperar desde nuestras casas que ya todo esté listo y que la AN vaya a tomar estas medidas sin más. Por el contrario. Si hay una lección importantísima que debemos aprender de estas elecciones es que sin movilización no vamos a alcanzar ninguno de los objetivos que nos hemos trazado para el próximo año.
El objetivo de los 10 millones de votos para las elecciones que se ha trazado el Presidente Chávez no será alcanzado si no se planifica adecuadamente esta nueva batalla y se atacan todos los frentes. Pues junto al frente electoral está unido, hoy como siempre, el frente económico. Si se sigue permitiendo que los costos de vivienda sigan aumentando como hasta los momentos, en que las cifras oficiales lo ubican ene. 35% (se habla de más de un 50%), que se siga acaparando alimentos y productos básicos, que los empresarios sigan presionando por nuevos y mayores aumentos y se ceda a estas presiones, la desmovilización podrá continuar y convertirse en una peligrosa apatía que la contrarrevolución puede aprovechar para pasar a la ofensiva.
Cuando están relativamente próximas las elecciones presidenciales del 2006, es más que urgente volver a activar las UBEs como medio para organizar nuestras fuerzas y poder movilizarlas adecuadamente como se hizo cuando la Batalla de Santa Inés. Todo esto complementado con las Unidades de Batalla por el Socialismo que serán los medios para igualmente agrupar al colectivo para que esté movilizado y presionando a la AN para que tome medidas urgentes contra la burguesía y su continua campaña de desestabilización, especialmente en el terreno económico. Esta es una tarea en la cual los revolucionarios que hacemos vida en la Corriente Marxista Revolucionaria tenemos que poner todo nuestro esfuerzo.
Con una AN totalmente en nuestras manos, ya no hay ni puede haber excusas. Ahora a empezar a construir el “Socialismo del Siglo XXI” nacionalizando la banca, la tierra y los grandes monopolios bajo el control democrático de los trabajadores en el marco de una planificación socialista de la economía.
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