“Manifiesto de la UCV por la autonomía”: ¿A quién beneficia?
Rápidamente dieron cuenta que, en nombre de la autonomía, “No defendían un privilegio” (Prof. E. Narváez). Si bien, históricamente, la UCV tuvo que luchar por obtener este derecho, ahora de rango constitucional, no es mentira que a medida que los gobiernos venezolanos se dirigieron cada vez más hacia la aplicación de políticas neoliberales, la propia universidad degeneró en una elitización de su cuerpo estudiantil y docente, negando el acceso a la gran mayoría y privilegiando a un sector minoritario aburguesado.
Otro factor importante resaltado fue la “Necesaria reacción” antes las amenazas externas e internas. En la medida que parece construirse un puente de diálogo entre el Gobierno nacional y la dirección de la UCV, y aunque canten cada vez que pueden la posibilidad de una intervención militar, estos realmente temen al pueblo venezolano organizado en las comunidades; misiones educativas, centros de trabajo, que se cansaron de escuchar que la universidad era “Creadora del conocimiento en respuesta a sus necesidades”, y que más bien optó por darle la espalda, sobre todo la UCV, que se tapó bajo la sombra del despilfarro y la corrupción, convirtiéndose además en un sistema completamente burocratizado. Y cuando se refieren a las amenazas internas, sabemos que somos nosotros: los disidentes en su Estado que no nos ajustamos a “Las actitudes y comportamientos adecuados” (Prof. E. Narváez).
Estas autoridades buscan someter a los estudiantes, trabajadores y profesores no complacientes, como lo ocurrido recientemente en la facultad de ciencias económicas y sociales (FACES), donde se ha iniciado una campaña en contra de cualquier actividad estudiantil: venta de libros, los famosos pancartazos, el uso libre de las carteleras, con la excusa de no convertir a la UCV en un “Mercado persa”, esto solamente puede ocurrir en un instituto que privilegia la mediocridad intelectual de sus estudiantes antes que fomentar la discusión.
En la intervención de Stalin Gonzáles, dirigente de la FCU, se pudo entrever el verdadero objetivo de su propuesta autonomista: la rápida privatización de la UCV, vendida a corporaciones; grupos bancarios y cadenas de comida rápida. Por ejemplo, próximamente, en la sala Francisco de Miranda, se colocará un ciber – café y un cajero automático, además de las continuas encuestas para ver si preferimos Mc Donalds o Taco Bell. Y sin embargo, son incapaces de, al menos, ver la situación actual del comedor que, aunque cuenta con una partida presupuestaria asignada para su funcionamiento, sigue brindando un servicio ineficiente, contemplando la situación de sus trabajadores mal remunerados.
Por último, insistieron en la calidad de la enseñanza impartida en la UCV. Esto no podría ser más contradictorio, cuando vemos que lo único que hacemos es reproducir conocimiento más que generarlo, ligado a un tipo tecnificado, deshumanizado y alienante de conocimiento en el marco de un sistema dominante capitalista, que impide que podamos brindar soluciones reales al país sino es a través de procesos individuales o colectivos de acercamiento y reconocimiento, desde otra perspectiva, de las múltiples realidades en las comunidades; campos; centros de trabajos de la sociedad venezolana.
Ante este panorama, no existe un movimiento estudiantil organizado capaz de generar respuestas y acciones concretas. Mientras esto no sucede, la UCV como el resto de las universidades nacionales sirven de recintos para acoger a la derecha donde producen su más vil dictadura académica.
De esta forma, es necesario comenzar a generar discusiones sobre la autonomía universitaria y el modelo de educación superior que buscamos, que pasa por el debate sobre un proyecto de ley de educación superior que contemple la participación directa de los estudiantes, trabajadores y profesores en la administración del presupuesto y la actualización de los programas de estudio, entre otras cosas, además de producir acciones como las asambleas estudiantiles que conlleven a articularnos en la defensa en contra de la privatización de la UCV, y que de vida a un conjunto de actividades concretas donde se deje ver nuestra posición con respecto a la autonomía, que aunque pueda tener matices distintivos, no tiene nada que ver con su propuesta reaccionaria y elitista sobre la institución universitaria.
Por esto, llamamos a todos los estudiantes de la UCV que quieren pelera porque la revolucion, de una vez, entre dentro de la UCV a unirnos y organizarnos para luchar contra esta concepción contrarrevolucionaria y elitesca de la autonomia universitaria, contra la represión a nuestros derechos democráticos y contra la privatizacion de la universidad publica. Para ello desde la Juventud Socialista Revolucionaria (JSR) y la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR) proponemos impulsar Comites Unitarios de Accion en defensa de la Universidad Publica. Como primer paso hemos decidido sumarnos a una iniciativa conjunta con otros colectivos estudiantiles de la UCV y convocamos a una jornada cultural: “Recuperemos el Mural” Contra el fascismo y la agresión, que consistirá en la recuperación del mural del Che Guevara a la salida de la estación de metro Ciudad Universitaria, que en los últimos tiempos ha sido victima de grupúsculos fascistas dedicados a pintar símbolos en el mismo. La actividad se llevará a cabo durante todo el día jueves 27/10/05, con venta de materiales y proyección de videos. Esperamos contar con la solidaridad de todos los revolucionarios y revolucionarias en este momento de lucha y confrontación en la UCV.
¡En contra de la privatización de la UCV!
¡Basta de represión por parte de la derecha contrarrevolucionaria que domina los órganos de representación de la UCV!
¡Por una autonomía universitaria con la participación directa de los estudiantes, trabajadores y profesores no privilegiados!