Desde Argentina
¿Por qué organizarse?
La necesidad de organizarnos se basa en la experiencia y la reflexión sobre las condiciones de “vida” que se nos impone desde un puñado de empresas multinacionales Cargill, Bunge, Louis Dreyfus, Molinos Río de la Plata, Nidera, Toepfer, etc. en connivencia con los gobiernos (nacional, provincial y municipal).
Cáncer, alergias, infecciones respiratorias, aumento de nacimientos con malformaciones congénitas, casos de abortos espontáneos, problemas en el sistema nervioso central, disminución del promedio de vida en la zona, etc., etc. son el presente y el futuro incierto que padecemos los miles de habitantes del Cordón Industrial del Gran Rosario como consecuencia del modelo económico y ruta sojera.
La ruta sojera tiene como objetivo abaratar costos para exportar esta oleaginosa ya sea en harinas o aceites, para ello se han instalado silos, moliendas, refinerías y destilerías, puertos sojeros en el ejido urbano. Además del paso permanente de miles de camiones por las calles de la ciudad que contaminan el medio ambiente: emanación de gases y presencia de partículas suspendidas en el aire que contienen entre otros productos DDT.
Construir una Coordinadora de Asambleas Populares por la Vida
Este folleto tiene como intención informar sobre las consecuencias de este modelo, pero principalmente convocar a la acción de todos para defender condiciones de vida que contemplen trabajo con tecnología que priorice la preservación de la biodiversidad de nuestro país, salud, educación. Para este objetivo nuestra Vecinal se apoya en los valiosos trabajos realizado desde el año ’85 por el Taller Ecologista, al que agradecemos profundamente por su colaboración en el esclarecimiento y divulgación de sus materiales.
Monocultivo de soja
Según declaraciones radiales del Director del INTA de continuar el monocultivo de la soja y la creciente deforestación, en 10 años el 70% del suelo en Argentina quedará desértico.
En general, nuestro país se caracterizó por la diversidad de cultivos combinado con grandes extensiones de tierra para la cría de ganado, como así también de la cuenca lechera. Para la explotación intensiva y extensiva del monocultivo de la soja se transfirieron más de 1.300.000 hectáreas de explotación ganadera hacia este cultivo. “El país ya perdió 17.000 tambos lecheros porque sus tierras fueron destinadas al cultivo de la soja.
Como consecuencia de la expansión y concentración de grandes establecimientos se estima que al menos 300.000 pequeños productores fueron expulsados de sus tierras y hoy son parte de los bolsones de miseria.” (Los dueños del río * Taller Ecologista * abril 2005)
“Sólo en el período 2004-2005 se desmontaron 1,2 millones hectáreas de selva amazónica para cultivar soja. [...] Según un estudio de organizaciones ambientalistas, la soja es actualmente la principal fuerza de presión desmontadora junto con las pasturas sin monte y la tala ilegal. [...] En el monte argentino se vive una situación similar, ya que los desmontes por el avance de la soja aumentan día a día, y con ello aumenta la conflictivad con campesinos e indígenas” (La Capital, 26/07/06)
En Argentina se pretende expandir la superficie sojera hasta alcanzar 16 millones de hectáreas para el 2008 (hoy hay sembradas 12.300.000). ¿Qué significa esto? Por lo menos, que habrá más tráfico de camiones, trenes y barcos; que los campos sembrados con soja estarán cada vez más cerca del ejido urbano. ¿Sabía Ud. que un avión fumigador esparce su veneno a 1 km. a la redonda del campo sembrado?
Entre los principales impactos del actual modelo de agroexportación, la pérdida de biodiversidad resulta alarmante en los 5 países de la Cuenca del Plata (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Como dijimos, los ecosistemas nativos se eliminan incentivados por una política de expansión de la frontera agropecuaria. Cuando se elimina el bosque, la retención del agua de lluvia se reduce en forma notable y aumentan la evaporación y los procesos erosivos (hídricos y eólicos), se acentúa la amplitud térmica del ambiente, disminuye drásticamente la biodiversidad nativa, se suspenden el aporte de materia orgánica y de nitrógeno y se interrumpe el desarrollo de suelos. A estos impactos debe sumarse el envenenamiento de las aguas superficiales y subterráneas, de los suelos y del aire, provocado por el uso a gran escala de tóxicos agrícolas -plaguicidas y fertilizantes químicos- por los sistemas de monocultivos a gran escala.
Pensemos por un momento la hipótesis de que el boom de la soja trae mejoras a la población en general, es decir, más trabajo, mejores salarios, etc.; que algunos llaman “progreso”. En octubre de 2004, un periódico de Rosario, calculaba que las 8 empresas más importantes del comercio de soja (Cargill, Bunge, Aceitera Gral. Deheza, Louis Dreyfus, Molinos Río de la Plata, Nidera, Toepfer y Vicentín), habían sumado en sus ventas de un año más de U$S 10.000 millones, casi 8 veces el presupuesto anual de la provincia de Santa Fe. Por los puertos privados de Santa Fe se despacha hoy el 78% de la cosecha nacional exportada, aunque están exentas del pago del impuesto a los Ingresos Brutos.
A pesar del fervor con el que los sectores dominantes y políticos defienden las inversiones extranjeras, el supuesto “efecto derrame” que éstas provocan es más un imperativo ideológico que una verdad ajustada a un análisis real de la situación. La experiencia real de las inversiones en Santa Fe -que contiene hoy el principal complejo mundial de producción de aceite de soja- llega a debilitar incluso estos escasos argumentos de beneficio. La industria aceitera es una de las que menos puestos de trabajo generan por cada dólar de facturación, ya que si bien requiere de un importante encadenamiento de servicios (empresas de transporte fluvial y marítimo, flete por camiones), no desarrolla en torno suyo un gran encadenamiento productivo, tal como sucede con otras industrias. Por otro lado, a las exenciones otorgadas directamente por las políticas tributarias provinciales, se suman las denuncias contra estas empresas por maniobras para evadir retenciones e impuestos a las ganancias. Las mismas fuentes del gobierno, “advierten que el hecho de tener puertos propios de embarque, les permite a todas estas empresas manejar un alto nivel de evasión”.
Un trabajo del Sindicato de Aceiteros de Pto. Gral. San Martín calculaba en 2004 que en las inversiones de las grandes traders de cereales, “por cada 500.000 dólares invertidos se va a generar tan sólo un puesto de trabajo”.
Entonces, no sólo nos están dañando la salud y el medio ambiente, si no que también se llevan todas nuestras riquezas a cambio de migajas, de unos pocos puestos de trabajo que tampoco cumplen con normas de seguridad para sus propios obreros. Este “progreso” no lo queremos. La humanidad ha desarrollado la ciencia y la tecnología como para brindar a la sociedad condiciones de vida que sean armónicas con la naturaleza y con el desarrollo individual de cada ser humano, ese es el progreso que queremos.
Plan Circunvalar
El 05/02/04, el Concejo Deliberante de la ciudad de San Lorenzo aprobó la venta de 3 calles públicas a la empresa Molinos Río de la Plata, uno de los grupos económicos más poderosos del país, que había decidido invertir U$S 80 millones para construir un puerto propio y ampliar su planta de molienda de cereales.
El 17/12/04 el Concejo Deliberante de Villa Gdor. Galvez, aprobó el proyecto de extensión de la “zona industrial” del pueblo para permitir la venta de calles públicas a la corporación Cargill, que había decidido invertir U$S 200 millones para construir una planta y un puerto sobre la costa de Paraná. Para ello, los concejales primero tuvieron que transformar la zona residencial en zona industrial a la medida de la multinacional (06/11/03), y el gobierno provincial se comprometió a invertir $8 millones (unos U$S 2,6 millones) para acondicionar un tramo vial a las necesidades de la empresa (12/11/04), a pesar de que el mismo gobierno había emitido un dictamen sobre el proyecto de la multinacional resolviendo que no se haría “responsable de ningún tipo de erogación dineraria que demande la construcción de las obras previstas”. Obviamente estas imposiciones de las multinacionales se enfrentaron a la oposición de los vecinos que entendían perfectamente las consecuencias de estos proyectos. Pero las multinacionales cuentan con “invalorables” aliados en las huestes de los políticos y los medios de comunicación.
En Granadero Baigorria, los Concejales pretendieron modificar el uso del suelo para facilitar la instalación de dos puertos sojeros en nuestras costas. Aquí tuvimos “más suerte” que nuestros vecinos de las ciudades aledañas y logramos que se declarara zona residencial la franja que ocupa desde calle Los Plátanos hasta el límite con Cap. Bermúdez y desde la ruta hacia el río. Pero todas las rosas vienen con espinas: las empresas contaminantes que existían en esos barrios seguirán instaladas allí y peor aún, hacia el oeste de nuestra ciudad se declaró zona industrial, sin especificar qué tipo de industrias se podrán instalar en esos terrenos, y también se aprobó la siembra de cosecha gruesa, es decir de soja. Así que los vecinos del Oeste podrán estar afectados tanto por la contaminación de las empresas como de la fumigación de los campos.
Pero ¿son sólo los vecinos de la Zona Oeste los afectados? Por supuesto que no. Es todo Granadero Baigorria que se sumerge -por no tener un Plan Estratégico discutido y definido por todos los vecinos- en la lógica de la contaminación en pos de una mayor recaudación a cómo de lugar. Es decir, a costa de todos nosotros.
Pero ¿es que los vecinos no queremos el “progreso” y “trabajo” para Granadero Baigorria? Justamente porque queremos trabajo digno, queremos empresas con tecnología limpia, con salarios acordes a la canasta familiar, con seguridad para sus trabajadores. Porque queremos “progreso” queremos la mejor tecnología que no se enfrente a la naturaleza.
Pero ¿será posible esto? Sí, siempre y cuando todos los trabajadores nos involucremos en diseñar y definir qué ciudad queremos. Si lo dejamos en manos de las empresas y sus políticos, ya sabemos que no les interesan nuestras condiciones de vida. Y no nos referimos sólo a la contaminación. Hubo un ejemplo muy importante hace pocos años en el Hospital Eva Perón. El Ministro de Salud Bondesio pretendía colocar un horno pirolitico con tecnología obsoleta en ese establecimiento. Obviamente era un negocio para la empresa que con tecnología barata nos sumergía en la contaminación y en las dioxinas. Los vecinos nos opusimos firmemente y planteamos que aceptaríamos un horno con tecnología limpia, microonda y autoclave. Eso significaba menor ganancia para la empresa. Obviamente la empresa buscó otra ciudad para llevar su contaminación.
Transporte y almacenamiento de soja
Las transnacionales ligadas a los agronegocios anunciaron inversiones por un monto de U$S 900 millones en Argentina, casi todas en la zona del Gran Rosario para aumentar su capacidad de almacenamiento, transporte y trituración del poroto de soja. Para el 2007, la producción argentina de granos no bastará para alimentar la capacidad instalada por los inversores, que necesitarán “bajar” soja desde Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil, usando mayores embarcaciones para abaratar los costos de transporte. (Este punto lo retomamos en “Hidrovía Paraná/Paraguay”)
El mayor transporte de soja lleva a que se construyan rutas y calles que cortan el ejido urbano para llevar la oleaginosa a puerto. El Plan Circunvalar sólo rodea a la ciudad de Rosario pero se mete en todas las ciudades del Cordón Industrial. Así vemos cómo la frecuencia del ferrocarril que se estima en convoyes de 120 vagones, partirán a las ciudades en dos y tres partes, por lo menos 8 horas diarias.
En Granadero Baigorria, otra vez es la Zona Oeste la más afectada. Pero ¿qué problema trae que pasen infinitos vagones? Por lo menos tres: 1) si sucede una emergencia en los barrios más cercano a la autopista, éstos quedan encerrados sin tener una salida hacia el Hospital o que los Bomberos puedan acceder a esos barrios, o salir a otros; 2) obviamente, al estar cortado el paso 8 horas, el tránsito normal de los barrios se ve impedido (pensemos en los horarios de los chicos para la escuela o los del trabajo para los padres); 3) por más que los vagones sean cerrados, muchos no lo son y tanto unos como otros contaminaran el aire.
¿Cómo sucede eso? Simplemente. Tanto los camiones (que llevan en sus pipetas agrotóxicos porque son utilizados como “silo”) como los trenes van perdiendo granos fumigados con pesticidas y los van triturando por el incesante paso de las ruedas. Ese grano se volatiliza y es el polvillo “tóxico” que aspiramos. Así, simplemente se aloja en nuestros cuerpos.
Por eso, entendemos como URGENTE definir el Plan Circunvalar que no afecte a nuestra ciudad. Lamentablemente, en Granadero Baigorria ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo han informado a los vecinos de la traza ferroviaria y vial ni de las consecuencias que estas acarrean. Menos aún nos han convocado para decidir el diseño de nuestra ciudad. Otra vez el Plan Estratégico se hace imprescindible.
Hidrovía Paraná/Paraguay
La salud y el bienestar de las personas y de los ecosistemas dependen de su acceso al agua sana y, en consecuencia, de que se mantengan sanos los territorios productores de agua.
“El proyecto de la hidrovía Paraguay/Paraná, es una megaobra ideada para aumentar la capacidad de tráfico de productos -principalmente agrícolas (soja), minerales (hierro y manganeso) y combustibles-, haciendo viable el transporte de grandes cargas a través de los ríos Paraguay y Paraná: un plan para garantizar la navegación continua de convoyes de barcazas del largo de hasta 3 estadios de fútbol, día y noche, los 365 días del año, en un trayecto que se extiende por 3.400 km. de río entre Puerto Cáceres (Brasil) y el Puerto de Nueva Palmira (Uruguay) en una región de magnífica riqueza hídrica, que contiene algunas de las tierras más fértiles del planeta, ecosistemas únicos, reservas de biodiversidad y recursos naturales de valor incalculable, que despiertan el interés de los inversionistas privados” (Taller Ecologista abril 2005)
Contaminación ambiental: costos socioambientales
La Cuenca del Plata cuenta con la tercera parte de las reservas mundiales de bosques, recursos hídricos y energéticos, potencial piscícola, agrícola, pecuario y forestal, riquezas bioecológicas y socioculturales únicas.
Para adecuar el sistema fluvial Paraguay-Paraná a los colosales objetivos de los inversionistas, es necesario someter a los ríos al riesgo de un desastre ambiental; es necesario intervenir en los ecosistemas con grandes obras de ingeniería; es necesario permitir la saturación de las aguas con pesticidas y metales pesados, Tanto las variaciones de flujo como las de velocidad de sus corrientes, se alteran con obras hidráulicas como las grandes represas y también con modificaciones estructurales como el dragado intensivo, en nuestra zona se quiere llegar a 36 pies, la extracción de rocas del río Paraguay de su lecho y los transvases o interconexiones de cuencas. También es necesario aumentar la deforestación, presionar la producción agrícola hasta agotar las tierras y desplazar pequeñas y medianas cadenas productivas y comunidades dependientes de la vida de los ríos. También es necesario contaminar a través de camiones, trenes, aviones fumigantes a las poblaciones que se interpongan con el río, a fin de que estos monstruos internacionales puedan seguir ganando dinero y más dinero a costa de nuestras vidas.
Conclusión: Se puede torcer el rumbo
“Concebido el futuro como un presente continuo, como si el mundo pudiese mantenerse inmutable frente a las acciones que ejercen las personas sobre él, la voracidad económica más violenta sostiene todavía la ficción de un porvenir sin consecuencias”.(Taller Ecologista * Mayo 2006)
Acordamos con el Taller Ecologista cuando sostiene que cuando un país remesa una cantidad determinada de dólares para el pago de los intereses de la deuda externa, lo que está enviando también al exterior es una cierta cantidad de recursos naturales y trabajo humano incorporado. Dado que, en general, la exportación de manufacturas y de servicios es muy pequeña, los países se ven obligados a enviar una creciente cantidad de recursos naturales con el objeto de recaudar divisas que servirán para pagar en parte estas deudas y para sostener el modelo productivo vigente. Degradación, erosión, envenenamiento y desertificación tienen una consecuencia ambiental directa, escasamente perceptible hasta que se materializa en la imposibilidad productiva, lo que se manifiesta en algo aún más terrible: el aumento de la pobreza, la devaluación económica de los recursos y el aumento del costo social.
Desde Granadero Baigorria junto a organizaciones vecinales de otras localidades del Cordón, vecinos y asambleas nos reunimos para poder definir acciones en común.
Particularmente en Baigorria, hemos podido detener una serie de componentes contaminantes, como el intento de instalación del horno pirolítico, la instalación de dos puertos sojeros en la ciudad. Sin lugar a dudas, estos son antecedentes muy importantes ya que sectores de la ciudadanía dijeron no a claros proyectos incompatibles con una vida sana.
Se hace más que evidente la necesidad de organizarse para detener la continua agresión hacia el medio ambiente y los habitantes del Cordón Industrial. Desde nuestra Vecinal entendemos como saludables las discusiones que se han dado en San Lorenzo, en el ámbito de la Asamblea por la Vida de esa localidad.
En primer lugar resulta esencial entender que esta lucha no es de un barrio o de una ciudad sino que es de toda una región. Estudiar y comprender el Plan Circunvalar es concebir cómo se debe ubicar la lucha que nos toca. En segundo lugar, el diálogo con otro tipo de organizaciones sociales, como son los sindicatos y fundamentalmente sus trabajadores aparece como una prioridad, ya que no son sujetos pasivos ante las agresiones al medio ambiente, la salud, el trabajo, etc.
Te convocamos a participar, sumarte a organizaciones vecinales y/o asambleas de tu zona, para que juntos construyamos un futuro diferente.
Agosto 2006
Vecinal Santa Rita / El Litoral
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Chaco 406