"El futuro de la revolución está en juego, la UNETE debe retomar el plan de toma de fábricas"

El Militante.- ¿Qué valoración haces de la gira realizada?
Félix Martínez.-
Los debates y las numerosas conversaciones e intercambios de opinión que he tenido con la gente en los diversos actos públicos me han demostrado las ganas inmensas que tienen muchos trabajadores y estudiantes del Estado español en encontrar la vía para acabar con el sistema capitalista que actualmente los agobia. He comprobado que la revolución bolivariana es una fuente de inspiración a pesar de todas las mentiras vertidas contra ella, especialmente en el Estado español. He percibido que los jóvenes, que me realizaron muchas preguntas, están muy golpeados por el sistema que les impone paro, precariedad y cuotas de pago muy grandes en las universidades públicas para poder estudiar.
También en esta gira he tenido oportunidad de contactar con muchos dirigentes sindicales, que han escuchado con mucha atención cuestiones e ideas de lo que pasa en Venezuela que se ocultan conscientemente. Estas conversaciones han sido parte importante del objetivo político de la gira: dar a conocer qué pasa realmente en Venezuela y explicar la lucha de los trabajadores de Mitsubishi. Además, les expresé mi opinión de que la lucha masiva es la única vía para poder frenar los ataques que se están aplicando contra los trabajadores del Estado español y, por lo que veo, de toda Europa.
Esta gira ha sido una gran experiencia que me ha enseñado mucho y fortalecido como dirigente sindical en las ideas del marxismo, en planteamientos concretos como nunca dejar de confiar en el desarrollo de la clase obrera y su gran fuerza para trasformar el mundo, que somos internacionalistas y que nuestro principal enemigo es el sistema capitalista, la burocracia y el reformismo. Estos días, me he reafirmado en la importancia y el papel que jugamos los marxistas en estos momentos de crisis financiera global, que demuestra que nuestro programa de expropiar las tierras, las empresas y los bancos colocándolos bajo control obrero y desarrollando una economía planificada socialista, que satisfaga las necesidades del pueblo, es más necesario que nunca.
EM.- Tu primera intervención en la gira fue en el congreso del Sindicato de Estudiantes, ¿qué valoración haces de esta organización?
FM.-
Impresionante su nivel. Me impactó ver una organización que tiene grandes similitudes con nuestro proyecto de sindicato revolucionario y clasista (Singetram), que nosotros llamamos "de nuevo tipo". Los tres elementos comunes son: formación, organización y movilización. El sindicalismo es una gran escuela de formación para jóvenes y trabajadores, como explicó Lenin. El Sindicato de Estudiantes, organización de muchachos muy jóvenes que está cargada de mucha fuerza, combatividad y disposición a transformar el mundo. Para mí es la esencia de lo que es la revolución bolivariana.
EM.- ¿Qué impresión sacas de la situación política en el Estado español y en Europa?
FM.- Hay una evidente similitud con los momentos de crisis y acumulación de rabia e indignación que se dieron en Venezuela, y en toda Latinoamérica en los años ochenta, y que, en el caso concreto de mi país, desembocaron en el Caracazo de 1989. En Europa ya se han presentado situaciones de estallido social, como hemos visto en Francia, Grecia, y últimamente en Irlanda, donde lo que ha faltado es esa dirigencia sindical y política que esté a la altura de los acontecimientos y defienda un programa de lucha concreto y revolucionario que transforme las actuales condiciones de desigualdad que quieren imponer los capitalistas.
EM.- Justo antes de viajar aquí hubo una masiva manifestación de trabajadores en Caracas, convocada por la UNETE. ¿Cuál era el objetivo y qué valoración haces de la misma?
FM.-
La marcha del 9 de noviembre desbordó las expectativas, con unos diez mil trabajadores en la calle, y demuestra las ganas que tiene la clase obrera de concretar y completar la revolución socialista en Venezuela. Lo expresado en las distintas consignas y exigencias de los trabajadores en sus pancartas el día de la movilización, se puede resumir en lo siguiente: continuar con las expropiaciones bajo control obrero, una nueva ley orgánica del trabajo socialista, rechazo a la criminalización y satanización de las luchas clasistas, rechazo a los sicarios y contra el capitalismo, imperialismo y la burocracia para poder profundizar la revolución. Esta marcha también ha sido una advertencia a la oposición: la clase obrera está dispuesta, junto al comandante Chávez, a seguir defendiendo la revolución. Su profundización es la mejor garantía para ganar las elecciones presidenciales de 2012.
EM.- Recientemente, se ha sabido de la amenaza de despido sobre otros 300 trabajadores de Mitsubishi, además de los 200 ya despedidos, ¿en qué momento se encuentra la lucha de Mitsubishi?
FM.-
Ahora mismo tenemos que frenar todas las políticas reformistas que ha impuesto la burocracia y el Ministerio del Trabajo con la empresa Mitsubishi, como legalizar un sindicato con 32 trabajadores, aprobar un contrato colectivo sin el consentimiento de la gran mayoría de trabajadores (1.225 afiliados) que se mantienen con Singetram y manipular la necesidades que en los actuales momentos padecen los trabajadores. Seguimos resistiendo y organizando nuevas actividades para lograr la readmisión de los directivos sindicales en los tribunales, donde creemos que la UNETE jugará un gran papel.
Nuestra lucha está ligada a dos tareas más amplias. Una es el fortalecimiento de la UNETE, empezando por el Estado Anzoátegui, que nos ayudaría a ganar la lucha de Mitsubishi y convertirla en inspiración para el resto de trabajadores venezolanos y de América Latina. La otra, es continuar la batalla política para que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que es una gran conquista de la revolución, sea una verdadera herramienta para luchar por el socialismo e instaurar un Estado obrero.
EM.- ¿Qué destacas de la situación política venezolana y qué puntos principales está defendiendo la CMR?
FM.-
La efervescencia que demuestra la clase obrera, que quiere tomar ya la vanguardia de la revolución, coyuntura que espero que los dirigentes de nuestra confederación, la UNETE, vean. Tienen que direccionar esta gran batalla que nos viene los próximos años, asumiendo propuestas concretas como la que defendemos nosotros, desde la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR): la expropiación, de entrada, de 300 fábricas colocándolas bajo control obrero; expropiar las tierras de los latifundistas y expropiar la banca bajo control obrero. Ésta es la respuesta que tiene que darse al sabotaje de los capitalistas y burócratas que pretenden tumbar al gobierno de nuestro presidente Chávez.
La UNETE no puede seguir cometiendo errores como el de 2005, cuando nuestro comandante dio la línea de "empresa cerrada, empresa tomada" y los dirigentes sindicales, metidos en una disputa por quién era el principal dirigente de la UNETE, no lo llevaron a cabo. En estos momentos está en juego el futuro de la revolución, y en condiciones más complicadas que las de 2005. En tal sentido, invitamos a todo el equipo coordinador de la UNETE a tomar la iniciativa con un programa de lucha, iniciando asambleas regionales sobre el momento histórico que tenemos para rápidamente convocar una nueva marcha nacional, con los objetivos anteriormente citados, en los próximos meses.


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