“La llamada penuria de la vivienda, que representa hoy un papel tan grande en la prensa, no consiste en que la clase obrera actual en general viva en malas viviendas, superpobladas e insalubres. Esta penuria de la vivienda no es peculiar del momento presente; ni siquiera es una de las miserias propias del proletariado moderno a diferencia de todas las clases oprimidas del pasado; por el contrario, ha afectado de una manera casi igual a todas las clases oprimidas de todos los tiempos” 1. En efecto desde el mismo remoto momento en que se inicia la explotación del hombre por el hombre paralelamente se inicia el problema de la vivienda en el que analógicamente al movimiento rotacional se produce una fuerza , la centrífuga geosocial, que tiende a desplazar los cuerpos (amplios sectores de la población) hacia la periferia de los asentamientos humanos.
El genocidio colonial
En América, el proceso de depauperación del habitat y la vivienda arranca con el sistema económico colonial, que su vez vino aparejado con el genocidio y desplazamiento de los aborígenes de sus tierras ancestrales y la instauración de la sociedad esclavista que impuso patrones de poblamiento asimétricos, los cuales fueron reforzados con el advenimiento de la burguesía criolla que se apropió de las mejores tierras. La Independencia y Abolición nominal de la esclavitud no cambiaron, en esencia, el esquema de dominación en el que los “ex esclavos” pasaron a ser campesinos y obreros igualmente explotados y condenados a vivir en tugurios miserables, precursores de los actuales “barrios”.
La Migración a las ciudades y la “cultura del rancho”
Con el inicio de la explotación petrolera y la instauración del sistema neocolonial yanqui, a principios de siglo, la situación se agrava aún más por el masívo exodo campesino del campo a la periferia de las ciudades y viniendo a engrosar los “cinturones de miseria” generados previamente por la centrifuga geosocial y compuestos de viviendas muy precarias “ranchos” , emplazados en terrenos muy riesgosos y que por esa misma razón la burguesía no había ocupado previamente.
La vana ilusión de la riqueza facil derivada de la actividad petrolera derivó en un proceso de alienación condicionante-condicionado por las relaciones de producción capitalistas a lo que ahora conocemos como la “cultura del rancho” y popularizada con expresiones como “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra “ o “El rancho está en la cabeza” . Marx caracterizó muy bien éste tipo de fenómenos :“La ideología dominante es la ideología de la clase dominante”2. En ese proceso, los explotados tratan de adoptar o emular los patrones de consumo de la burguesía y la pequeña burguesía y paralelamente aceptan con resignación las condiciones de explotación sin focalizar ni mucho menos confrontar directa y definitivamente con los responsables de las calamidades que devienen de la misma.
El Banco Obrero
La participación del Estado Liberal Burgués Petrolero con instituciones propias llegó en 1928 bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez , con la creación del Banco Obrero (BO) un banco especializado para incentivar el sector construcción de viviendas populares, cuya función era facilitar a los obreros pobres la adquisición de casas urbanas. Lo que en sus inicios fue sólo un ente financista se transformó con el pasar de los años en un organismo encargado de la planificación, el diseño y la construcción de viviendas para la clase obrera y las capas medias, promueve desde finales de los años treinta la modelos de vivienda multifamiliar fundamentalmente ubicados en Caracas. Un significativo paso ocurre, en el gobierno de Medina Angarita con el proyecto para la reurbanización de El Silencio de 1942, donde el arquitecto Carlos Raúl Villanueva diseña edificaciones de cuatro, seis y siete niveles en un conjunto destinado a capas medias, situado en pleno centro de Caracas, caso inédito de reversión parcial de la centrífuga geosocial , que a pesar de su enfoque desarrollista se constituyó, en en términos relativos, en un avance social significativo con relación a los precedentes. El modelo de vivienda multifamiliar centrado en Caracas se continuó durante la etapa de la Junta Gobierno Adeco-Militar de 1945-1948 y con la Junta Militar de Gobierno (1948-1950).
El desarrollismo tecnoburocrático
La idea de emplear el superbloque de origen corbusierano como modelo arquitectonico para vivienda estatal aparece en la dictadura de Perez Jiménez con la elaboración del Plan Nacional de la Vivienda (1951-1955) por el Taller de Arquitectura del Banco Obrero, primer plan tecnoburocrático de largo aliento, enmarcado en la doctrina del “Nuevo Ideal Nacional” con el slogan “ Arquitectura y transformación racional del medio físico” y expresado con los superbloques de Cerro Grande (el Valle), que fue complementado en 1955 con el “Programa Presidencial para Erradicar la Vivienda Insalubre en Venezuela”, el cual, a pesar del nombre, se enfocó esencialmente en Caracas y en la masificación de la producción de viviendas como una linea de montaje deshumanizada y en donde visión del Hábitat quedaba en segundo plano al destinarse todos los espacios al uso habitacional, lo cual generó un frenesí constructivo y en el que la burguesía llegó al máximo nivel en inversión de capital bruto de la historia del país , ejemplo de ello fueron obras como la Comunidad 2 de Diciembre (ahora 23 de Enero) y la Unidad Simón Rodríguez (Sarría).
La demagogia puntofijista
Al caer el régimen de Perez Jiménez (1958) caen con el mismo, los planes desarrollistas tecnoburocráticos y se desmonta el sistema de control predial que limitaba la construcción de ranchos tanto en Caracas como en las otras ciudades y muy por el contrario el burocraterismo adeco (y posteriormente copeyano) apenas instalado en el gobierno, estimula descaradamente la invasión de terrenos inestables y riesgosos a cambio de votos y ofreciéndoles a los pobres “la planchita de cinc” y el “saquito de cemento” para que construyesen nuevos ranchos, así se crearon nuevos barrios miserables con la finalidad de incrementar el “padrón electoral” (la clientela demagógica). En el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974 -1979) , como consecuencia del embargo petrolero árabe por la agresión sionista, se disparan los precios del petróleo y con ello la demagogia puntofijista estimula la cultura del rancho y la centrífuga geosocial a niveles nunca antes vistos. Eliminan el Banco Obrero y crean el INAVI (Instituto Nacional de la Vivienda) incrementando la burocracia y reduciendo la cantidad de viviendas construidas por año, crean el Sistema Nacional de Ahorro y a la Banca Hipotecaria lo que “democratizó” la estafa inmobiliaria para incorporar, en la lista de víctimas, a las capas medias - bajas .
“Consolidación de barrios” o consolidación del sistema de explotación
A finales de la década de los 80 , el puntofijismo adeco aplica la política de “Consolidación de Barrios” o sea que consolida la exclusión social como “política de Estado” bajo el pretexto de que “La existencia de zonas de pobreza es un problema estructural que en el fondo no puede ser resuelto. Por lo tanto, se plantea el objetivo de ‘aliviar’ la situación a través del mejoramiento de las condiciones de vida”3. Al aplicar el “paquetazo” neoliberal del segundo gobierno de Perez ,vastos sectores de las capas medias quedan en la ruina y también resultan “centrifugados” para incorporarse masivamente a los barrios miserables. Ante la elevación de la Conciencia de Clase del colectivo luego del “Caracazo” de 1989 y la Rebelión Militar Bolivariana de 1992, la burguesía impulsa la “descentralización” que multiplicó mucho más al buroc-raterismo con la creación de una constelación de entes regionales , municipales y Organizaciones Comunitarias de Vivienda (OCV), que redujeron aún más la cantidad de viviendas construidas por año. La primera gran crisis bancaria de 1994 durante el segundo gobierno de Caldera centrifugó otro gran lote de las capas medias hacia los barrios miserables.
Tiempos más recientes.
El incremento de la Conciencia de Clase del Colectivo produce la ruptura histórica con el puntofijismo en 1998 mediante la elección del Comandante Chávez en la Presidencia pero el terreno gubernamental estaba “minado”. El aparato económico de la burguesía y el burocraterismo heredado de la IV sumados al profundo reformismo de la coalición de gobierno sabotean impunemente los esfuerzos por dignificar al colectivo explotado, lo que demostró una vez más que, a pesar de las buenas intenciones de Chavez, sin cambios estructurales en la relaciones de producción no hay manera de revertir la centrifuga geosocial.
De acuerdo a datos del Ministerio para la Vivienda y Hábitat, para el año 2006 el déficit de viviendas afectaba aproximadamente a 3,9 millones de familias (alrededor del 63% de la población) que requerían de algún tipo de atención habitacional. De este total, el 78% (3.019.978) requerían mejoramiento de las viviendas donde habitaban, mientras que la demanda de nuevas casas constituía el 22% (874.730 familias). Entre 1989 y 1998 se produjeron en promedio 35.679 viviendas, mientras que entre 1999 y 2007 esta cifra bajó a 31.255 viviendas, en otras palabras se ha mantenido la tendencia menguante en la construcción de viviendas por año.
Datos resaltantes
El Gran Constructor ha sido el Pueblo: “En el caso venezolano, de las viviendas construidas entre 1990 y 2001, alrededor del 70% fueron autoproducidas por los pobladores, 20% construidas por el Estado y 10% por el sector privado”5. Lamentablemente la mayoría de esas viviendas autoproducidas, se han construído de una manera anárquica, desorganizada, en terrenos riesgosos, sin financiamiento ni apoyo técnico y con un uso ineficiente de materiales y energía. Ese 10% construido por los sectores explotadores es otra expresión más del carácter estructuralmente parasitario de la “eficiente” burguesía venezolana., que solo sirve para explotar al trabajador , importar las baratijas de moda y especular con el consumidor , pero ni invierte ni produce nada de nada. Esta realidad aplastante desmonta el discurso mediático de la reacción, en la que se autoproponen como “la solución al problema de la vivienda” cuando es más que demostrado que ellos son los causantes históricos de ese problema.
Consolidar un barrio, la “nueva” bandera de la burguesía, cuesta por lo menos 4 veces más caro que construir una buena urbanización planificada democráticamente.
Un barrio, por su génesis anarquizada-desplanificada está constituído por asentamientos levantantados a la carrera, más como barricada (para enfrentar la posible represión) que como una urbanización. Para “habilitarlo” hay que romper las precarias vias, colocar servicios (aguas blancas, aguas servidas, electricidad, gas, comunicaciones, etc.), de una manera no uniforme y por tanto ineficiente, al poco tiempo colapsarán por su propia dinámica irregular de funcionamiento, o sea que al poco tiempo habrá que romper otra vez las precarias vías y así sucesivamente en un ciclo interminable. Los únicos beneficiados son los contratistas de la burguesía y la pequeña burguesía que obtienen plusvalía de los contratos de “consolidación” a la par que mantienen al colectivo cercado en su propio ghetto. Resultado: un barrio nunca quedará en condiciones óptimas de funcionamiento en lugar beneficiar a una población 4 veces mayor y en urbanizaciones de mejor calidad. En caso de emplear tecnologías alternativas y no convencionales (prefabricado, permacultura, bioconstrucción, domótica, urbótica) los costos (materiales, esfuerzo, gasto de energía aplicada) se reducen a la mitad, en ese caso la población beneficiada será 8 VECES MAYOR., y en un tiempo de realizacion CONSIDERABLEMENTE MENOR.
¿Cómo revertir la centrifuga geosocial?
Como bien lo expresó F. Engels :“Para acabar con esta penuria de la vivienda no hay más que un medio: abolir la explotación y la opresión de las clases laboriosas por la clase dominante “4 .
Para ello previamente deben quedar en control de la Clase Trabajadora Organizada sectores económicos claves como:
l La tierra, puesto que es el espacio geográfico donde concurren no solo el hábitat y la vivienda sino todos aspectos que definen la vida del ser humano y su relación con el entorno. De ésta manera se revertirá el desequilibrio espacial y del patrón de poblamiento del territorio mediante la planificación democrática de la distribución y ocupación del territorio. En ese sentido deben expropiarse o confiscarse (según proceda) todos los latifundios, tanto rurales como urbanos. Así el colectivo podra acceder a terrenos de calidad y en cantidad suficiente para desarrollar un hábitat adecuado según sus necesidades.
l La banca, para direccionar, su “músculo financiero” como inversión directa en la construcción de la nueva infraestructura, la producción de los bienes y los servicios y paralelamente acabar con la especulación financiera . En ese sentido deben expropiarse o confiscarse (según proceda) todos los bancos y demás instituciones financieras.
l Las empresas estratégicas (incluyendo las constructoras e inmobiliarias, por supuesto), las cuales también deben ser expropiadas o confiscadas (según proceda) para eliminar la explotación a los trabajadores, reorientar, en forma organizada y democrática, la producción en beneficio del colectivo para facilitar el acceso a los bienes y servicios , entre ellos los insumos de construcción y suprimir definitivamente su uso como herramientas de especulación y sabotaje económico-social que históricamente ha sido aplicada por la burguesía.
A medida en que se planifiquen los diferentes factores productivos disponibles, y en función del incremento progresivo de la soberanía tecnológica de la economía, mediante la Democratización del Conocimiento (incluyendo la Socialización y Democratización de la Educación Universitaria), seremos capaces de suministrar , fabricar y construir lo que previamente se ha calculado que se necesite para garantizar un nivel de vida óptimo a toda la población. Dicha planificación tampoco puede ser obra y capricho de una casta de burocrateros encerrados en sus oficinas y desconectados de la realidad porque repetiríamos los costosos errores del estalinismo y el desarrollismo tecnoburocrático
Para poder planificar eficazmente la construcción de viviendas es rigurosamente necesario planificar eficazmente el uso y consumo de los insumos de la construcción de viviendas (materiales, esfuerzo, energía) y para planificar eficazmente el consumo el uso y consumo de los insumos de la construcción de viviendas es rigurosamente necesario planificar eficaz e integralmente la economía mediante la democracia económica con sentido ecológico. Por tanto, la solución es la construcción colectiva de una economía planificada y democrática, es decir, que sean los trabajadores, la mayoría de la población, la que dirija la economía. De esta manera, se pueden evitar los desajustes entre la oferta y la demanda, y se puede lograr una redistribución equitativa de la riqueza bajo el principio: “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”. En definitiva, economía socialista. La planificación, no consiste en otra cosa que estudiar, analizar y cuantificar las necesidades de la población de un país o de una región, y disponer de los medios de producción (fabricas, suelo cultivable, servicios) bajo propiedad social y en un entorno ecológicamente sustentable y sustentado, de forma que esas necesidades sean cubiertas, y a la vez se pueda generar un desarrollo económico que sea capaz de ir aumentando las capacidades a todos los niveles. En otras palabras las viviendas requeridas en el futuro deberán ser construidas en función de las necesidades reales del colectivo existente en ese futuro (carácter social de la producción) y no en función de los intereses de la burguesía (carácter privado de la apropiación del beneficio).
Los nuevos Habitas gestionados y planificados democráticamente, se expandirían armónicamente en relación directa de los subcomponentes constructivos de los Planes de Desarrollo Zonales que serían generados, a su vez, por los Colectivos Organizados y que vendrían a desplazar sistemáticamente a la anarquía infraestructural preexistente, derrotando la “cultura del rancho” y fortaleciendo la Conciencia de Clase . De ésta manera se podrá prever con suficiente antelación (décadas o más) los requerimientos poblacionales futuros , así como su consecuente y proporcional suministro.
CITAS
1 F. ENGELS ,CONTRIBUCION AL PROBLEMA DE LA VIVIENDA
2 K. MARX , LA IDEOLOGÍA ALEMANA
3 CONAVI. 1996. ENFOQUE DE VIVIENDA 1995. MINISTERIO DE DESARROLLO URBANO (MINDUR). VENEZUELA. INFORME NACIONAL. CARACAS, VENEZUELA,
4 F. ENGELS ,CONTRIBUCION AL PROBLEMA DE LA VIVIENDA.
5 CONDICIONES PRECARIAS DE HÁBITAT Y VIVIENDA , FUNDACIÓN ESCUELA DE GERENCIA SOCIAL (FEGS) 2006