Derrotemos al uribismo y luchemos contra el capitalismo, defendiendo un programa socialista
Como cada año, este primero de mayo constituye para la clase obrera colombiana y mundial un momento de repaso de sus fuerzas, de reflexión sobre el panorama de la lucha de clases, de los retos pendientes y del camino para seguir avanzando hacia el socialismo. Más aun ahora, cuando la crisis capitalista, que se supone superada según los grandes medios, no hace más que amenazar con tomar nuevos y violentos bríos. Los Estados capitalistas avanzados como USA y la Unión Europea hicieron uso del erario público para salvar a los grandes bancos y empresas, pero con ello no resolvieron el problema, sino que lo amortiguaron, y ahora los trabajadores del mundo entero ven atacados sus derechos para salvaguardar a la burguesía de la bancarrota. Pero esto sólo conduce a una aceleración de las contradicciones de clase y a fuertes protestas sociales, como sucede ahora en Grecia, en el estado español, en Irán o Turquía, por citar unos ejemplos.
La oligarquía colombiana carga la crisis capitalista sobre los trabajadores
La oligarquía colombiana, que a fuerza de represión, atemorización y desinformación sostiene su dominación de clase, ni siquiera tomó esta ruta, sino una mucho peor: en el afán belicista que la caracteriza nos llevo a una ruptura de relaciones comerciales con los hermanos países de la región andina, con un resultado en términos de desempleo que desbordan cualquier imaginación. En las cifras siempre fantasiosas del DANE el desempleo alcanza una cifra record de 14.5%, sumada a una tasa de informalidad en el trabajo que llega al 58%, y con un aumento pírrico del salario mínimo, que hunde en las garras de la pobreza a millones de trabajadores colombianos. A su vez, continuó con una política de endeudamiento que llega al máximo histórico de 45.000 millones de dólares, deuda que sin duda alguna será pagada igualmente por la clase obrera vía impuestos y precariedad laboral. Y como si fuera poco, luego de robarse 6 billones de pesos del presupuesto de la salud que ha provocado el actual colapso del sistema, con uno de sus decretos de "emergencia social" gravó mas impuestos aún. La deuda del país sube, su dependencia del capital aumenta, los impuestos no paran de crecer, y en medio de todo esto lo único que baja son las condiciones de vida digna de los trabajadores y el paupérrimo salario con que sostienen sus familias. Vale decir que suben los impuestos para los pobres, porque a los burgueses "inversionistas" les condonan sus contribuciones, un año sí y otro también, para que arrasen con el empleo y aumenten sus ganancias.
En medio de este doloroso escenario para la clase obrera y el pueblo en general, a nivel latinoamericano emergen experiencias revolucionarias que demuestran la viabilidad histórica del socialismo, como es el caso de la revolución bolivariana en Venezuela. En 11 años de proceso revolucionario, conquistas históricas fundamentales como el derecho a la salud y la educación, subsidio a los transportes y aumento del salario son logros que han mejorado de manera importante el nivel de vida de los trabajadores venezolanos. Aún queda mucho por hacer, pero la clase obrera venezolana, en medio de grandes enfrentamientos de clase que se suceden cada día, a través del PSUV, del sindicato revolucionario UNETE y de las organizaciones sociales, sigue combatiendo por la nacionalización de la industria, la tierra y la banca, para la planificación democrática de la economía y la instauración de un estado socialista, que revierta sobre la sociedad el producto de la riqueza producida. Contra la escalada imperialista, contra el sabotaje de la economía por la burguesía, contra un cerco mediático global y contra el reformismo y el burocratismo que intentan minar desde dentro la revolución, los trabajadores y campesinos venezolanos, con el presidente Chávez a la cabeza, luchan por la construcción del socialismo. Su ejemplo, como el de los trabajadores argentinos que toman las fábricas, o el de los obreros mexicanos de Luz y Fuerza que defienden la empresa pública de energía, son referentes importantes a que los trabajadores colombianos deben mirar
Durante lo que va del presente año, los síntomas de la lucha de clases se han puesto de relieve, aunque bajo formas confusas. Los decretos de la "emergencia social" llevaron a las calles a miles de personas, en protesta por la escalada conculcadora de este importante derecho por parte de la oligarquía parauribista en el poder. Alrededor de esa lucha se unieron médicos, estudiantes, pacientes y sindicatos, en una enconada batalla, que obligó al presidente a retractarse en un intento desesperado por mantener su imagen populista, y que se saldó en una parcial victoria tras la derogación (a plazo) de algunos de esos decretos y la declaratoria de inconstitucionalidad de los mismos. Y luego de unas elecciones fraudulentas al congreso, donde imperaron el clientelismo, las presiones vía "familias en acción", el trasteo de votos y demás, cuando la extrema derecha uribista cantó a trompetazos su victoria absoluta, emerge de una forma ideológica, velada, el descontento social manifiesto en el "fenómeno Mockus". Este partido que representa a la clase media, a pesar de su programa vago y confuso, con su apelación a la educación, la cultura y la legalidad, ha hecho resurgir en un sector importante de los estudiantes y la pequeña burguesía la esperanza de una "renovación" de la política, lejos de las aberraciones de la corrupción y los falsos positivos. Esto demuestra el potencial que existe para una alternativa de izquierda que sepa vincular los problemas inmediatos de las masas con la necesidad de la transformación socialista de la sociedad.
Por un programa socialista para la CUT y el PDA
La así llamada marea verde canaliza las esperanzas de un sector de la sociedad que hastiada de la política guerrerista y corrupta de la oligarquía de un lado, y de el desprestigio inducido por los medios masivos sobre la izquierda, de otro, expresa un deseo interno de oposición al sistema capitalista que nos sojuzga, pero no se eleva a la comprensión de las causas estructurales e históricas que nos han traído a la actual situación. Pero la simple denuncia de los aspectos más inaceptables del sistema capitalista resulta insuficiente sino existe una alternativa clara para superar definitivamente el modelo capitalista de expoliación, represión y manipulación de las conciencias. Lo que sólo es posible en un sistema socialista de planificación democrática de la economía y la política por los obreros, campesinos e indígenas. La necesidad de explicar pacientemente estas ideas y levantar una alternativa socialista que sirva para resolver los problemas de las masas y acabar con la barbarie capitalista debe ser una premisa del trabajo que el PDA, el partido de la izquierda revolucionaria colombiana, debe llevar a cabo.
A su vez, las condiciones de precariedad laboral impulsadas por el actual gobierno, con la "flexibilización laboral" que empobrece el salario, incrementa el tiempo de trabajo y elimina las reivindicaciones de seguridad social, exige una lucha de frente unido por parte de la CUT, bajo la orientación del ala izquierda del PDA. Y esto implica igualmente la tan anhelada como inconclusa reunión de las luchas de los trabajadores de cooperativas, los subempleados y los sindicalistas bajo la bandera de la supresión de la reforma laboral, por un trabajo estable y un aumento inmediato del salario por encima de la inflación, por los derechos de seguridad social, vivienda digna y pago de horas extras. Y en el horizonte como meta política, una transformación profunda de la sociedad, que parta de la expropiación de la banca, la tierra y la industria, bajo control directo y democrático de obreros, campesinos e indígenas, en una economía democrática y planificada, en un sistema socialista. Sin esto no podremos solucionar los problemas que hemos padecido históricamente en el país, para avanzar en la conformación de una federación latinoamericana de repúblicas socialistas.
En este primero de mayo, la Corriente Marxista Revolucionaria, que reivindica las posiciones del socialismo dentro del PDA, invita a las y los trabajadores de Colombia a unirse a la bandera de la revolución socialista, agitando por un giro a la izquierda del polo y la CUT, que agrupe en su seno a la clase obrera y el pueblo colombiano, para luchar por la transformación socialista de la sociedad. Conmemoramos esta fecha relevante de la historia obrera, no pasando revista a su origen, sino llamando la atención a los problemas a que actualmente nos enfrentamos, para ir con el PDA y la CUT por la senda de la lucha obrera y popular revolucionaria.
¡CONTRA LA REFORMA LABORAL, POR SALARIO DIGNO!
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS!
¡VOTAR POR LA IZQUIERDA, GIRAR HACIA EL SOCIALISMO!