La elección de los miembros de la Asamblea Constituyente de la capital no fue democrática, fue una imposición burda y descarada del gobierno de Miguel Ángel Mancera, en complicidad con el bloque de derechas del PRI, PAN, PRD y sus mini-partidos satélite.

La caída en la votación de la derecha ha sido rotunda y pese a ello dominan la Constituyente, esto ha sido gracias a la imposición de reglas establecidas desde el Congreso de la Unión para destruir la CDMX como uno de los bastiones de la izquierda. Con todo y todo, es imposible ocultar la profunda debilidad y el descrédito de los partidos que representan los intereses de los grandes señores del dinero.  

1a Un bastión de la izquierda

La Constituyente ha sido producto de la decisión de la derecha de tener un control más firme sobre el gobierno de la capital del país, tradicionalmente impulsado por millones de trabajadores. Aunque la Constituyente ha sido impuesta por la derecha, evaluar la participación electoral en la misma es un indicador de las tendencias políticas en la capital.

Morena es el partido que más votos obtuvo, 650 mil, y prácticamente se mantuvo sin cambios respecto del año pasado cuando recibió 700 mil votos. Es la principal fuerza política en la CDMX y demuestra que los trabajadores están tratando de apoyarles como fuerza de izquierda para sustituir al PRD.

El PRD se situó como el segundo partido más votado, manteniendo el mismo apoyo que el año pasado. Esta fuerza se explica gracias al aparato electoral que han construido a partir de los programas sociales y demás medidas clientelares. No se puede ocultar que el PRD está totalmente desacreditado y que Mancera, Jefe de Gobierno, es identificado como la quinta pata del gobierno de Peña Nieto. Este profundo giro a la derecha es lo que les ha llevado a perder cerca de 2.5 millones de votos.

1 El PAN mantiene una tendencia de caída libre. Fue el tercer partido más votado, pero perdiendo miles de electores. Del año 2012 a estas elecciones perdió 445 mil votos. Este aspecto, totalmente positivo, desnuda la debilidad de la derecha en la CDMX.

La caída de votos del PRI es la más severa. En este año se situó en el cuarto lugar de la2 tabla, obteniendo el 8.5% del total (incluso sumándole los resultados de uno de sus partidos satélite, el PVEM), pero del año 2012 a la fecha dejó de cooptar cerca de 760 mil votos.

En cuanto a los independientes, sólo uno de ellos rebasó el 1% del total de la votación, el resto de los candidatos giró en torno al 0.35% en promedio.

Abstención y tendencia general

La participación en estas elecciones cayó hasta el 28%, es una cifra negativa récord. Eso plantea dos aspectos, el primero: los partidos de derecha han perdido votos de manera salvaje y no se percibe como puedan incrementar su apoyo social de manera legítima. El único camino que les queda es incrementar sus métodos coercitivos y corporativos para comprar votos. El segundo aspecto: Morena está lejos del millón 30 mil votos y de los 3 millones 30 mil votos que el PRD obtuvo en la capital en los años 2006 y 2012 respectivamente, cuando aún gozaba de un respaldo social masivo. Pese a ello existen todas las condiciones para que Morena capitalice el apoyo masivo de los trabajadores de izquierda en la capital.

3 La abstención sobre todo muestra la debilidad de los partidos de derecha. Por otro lado, plantea que aunque Morena goza del apoyo de una parte de la izquierda, no termina de convencer al grueso de los trabajadores y jóvenes de izquierda, que son la mayoría en la capital. La actitud zigzagueante de Morena ante las luchas sociales y su lógica avasalladoramente parlamentaria es vista con ojos críticos por buena parte de sus potenciales electores. De jugar claramente un papel firme en la lucha social en las calles, Morena tendría amplias posibilidades de capitalizar a gran parte de los trabajadores que han decidido quedarse en la abstención.

Las oportunidades de Morena en la CDMX son muy amplias, y puede convertirse en el partido de izquierda en el gobierno, un triunfo así podría crear un efecto político de ánimo para el resto del movimiento social. Para frenar esa perspectiva es que se ha creado la Constituyente con todo ese carácter impositivo.

La imposición

Formalmente Morena gana las elecciones, sin embargo las reglas que impuso el bloque de derechas, PRI, PAN y PRD desde el Congreso de la Unión provocan que los papeles se inviertan.

El PRI logra el 7.2% de los votos y sin embargo obtiene el 21% de los constituyentes, este caso es delirante, pasa de ser el 6o lugar en la tabla general de votaciones, incluso por debajo de los “votos nulos”, a ocupar el tercer lugar en cantidad de constituyentes, poco falto para que igualara a Morena en miembros. El PRD pasa del 26.6%, segundo lugar en votación, al 29% de los puestos, el primer lugar en cantidad de constituyentes. El PAN con el 9.5% en la votación tiene el 14% de los puestos. Los partidos pequeños obtuvieron una votación tan baja que en una elección normal, sin reglas en su favor, no habrían obtenido un solo legislador, sin embargo, ellos logran acumular el 11% de los constituyentes. Evidentemente estos minipartidos son en realidad parte del mismo bloque dirigido por el PRI, eso explica el regalo que les han hecho.

El bloque de derechas acumula el 75% de los puestos en la Constituyente. Morena se queda en absoluta minoría como partido de izquierda. Las reglas que permitieron este cambio en los resultados no fueron votadas democráticamente sino impuestas por el Congreso de la Unión que dirige el partido de Peña Nieto. La Constituyente ha nacido con el sello en la frente del priismo en su añeja tradición impositiva, aunque revestida con un barniz "democrático".

Hay que frenar la imposición 4

La Constitución de la CDMX establecerá lineamientos generales e importantes en todos los temas que sus miembros deseen: educación, salud, vivienda, derecho al trabajo, etc. Pueden legislar, por ejemplo, para acotar el poder y las reformas sociales de un gobierno de izquierda emanado de Morena. Por tanto, la Constituyente así conformada y por la forma en que nació, es un órgano creado para destruir los triunfos sociales de los trabajadores en la ciudad políticamente más importante del país.

La participación de Morena en este órgano debe servir para levantar una gran agitación que tenga como principal objetivo parar las medidas reaccionarias que la derecha tratará de aprobar. La derrota de esas medidas no se podrá realizar en el terreno parlamentario, sino con la movilización en las calles, con la huelga y con la unidad con todas las luchas sociales. ¡Esto debe hacerse de inmediato! Morena no puede seguir como hasta ahora, hablando de lucha social, pero en los hechos manteniéndose al margen de toda acción seria. Morena no puede conformarse con discursos incendiarios y acciones débiles, mal organizadas; es momento de convertir las palabras en hechos contundentes. Sí Morena se queda a medio camino, no terminará de convencer a muchos trabajadores y sobre todo jóvenes que buscan una alternativa genuinamente anticapitalista, que acabe con los problemas sociales de fondo.

La imposición de la Constituyente demuestra que esto que llaman democracia es en realidad la dictadura de un puñado de empresarios y banqueros representados por los partidos de derecha. Esta es la democracia de siempre, la que permitió la imposición de Felipe Calderón y la de Peña Nieto.

Debemos luchar con organización, conciencia y movilización en las calles para derrocar la miseria y la explotación a la que nos condena este régimen.