Ante los sismos ocurridos el 7 y 19 de septiembre que afectaron varios lugares de México, desde Izquierda Revolucionaria, el Sindicato de Estudiantes y la plataforma feminista Libres y Combativas reivindicamos y luchamos por:
- Mantener los rescates a mano y con maquinaria ligera hasta garantizar que no haya sobrevivientes, ni cuerpos bajo los escombros.
- Brindar vivienda digna temporal, sin renta, a todas las personas que perdieron su hogar, no queremos albergues o zonas de acampar permanentes, reconstrucción límite de un año para nuestras viviendas.
- Levantar un censo detallado y confiable de todas las pérdidas humanas, los heridos, damnificados y del estado de toda la infraestructura particular, industrial, de comercio y pública.
- Reorganización de los centros de acopio, enlaces de distribución y brigadas de solidaridad en una Red Unificada y controlada mediante asambleas populares organizadas por colonia y región. Donde se decida democráticamente dónde, cómo, a quién y cuánto apoyo se entrega. No al desvío, reetiquetación, acaparamiento, corrupción, lucro ni uso electoral por parte de los gobiernos o partidos.
- Que las empresas de construcción, farmacéuticas, textiles y de alimentos donen todo lo necesario para los afectados de manera permanente, hasta que se concluyan las actividades de reconstrucción de zonas afectadas. Expropiación si se niegan.
- Reparación y reconstrucción de las afectaciones de manera gratuita, pronta y eficaz.
- Indemnización por parte del Estado y de las empresas a los familiares que lamentablemente hayan perdido a un familiar.
- Ningún despido, pago de salarios caídos y ninguna sanción a los trabajadores cuyas empresas hayan sido afectadas, que no hayan asistido a laborar por el sismo o participen en actividades de solidaridad.
- Revisión de las condiciones laborales, daño estructural, higiene y seguridad en todos los centros de trabajo y estudio.
- No a la normalización de las actividades educativas, laborales y de la sociedad en general hasta garantizar la seguridad, rescates, reubicación de damnificados, limpieza de zonas afectadas, regularización de medios de transporte, electricidad, agua potable y vialidades.
- Queremos públicos los nombres de constructoras, desarrolladoras y arrendadoras inmobiliarias, peritos y demás personas públicas y privadas que no cumplieron los reglamentos de construcción y uso de suelo. Revocación total de los permisos y sin renovación a estas compañías, ya que causaron desastres previsibles y pérdidas de vidas. No más corrupción.
- Exigimos sanciones económicas a las empresas que no cumplieron los protocolos de seguridad y construcción.
- Expropiación de todas las viviendas y desarrollos infrautilizados o inutilizados para un programa de vivienda social digna, segura y barata. Alto a la especulación inmobiliaria de constructoras y arrendadoras.
- Dirigir el financiamiento de partidos, salarios de la alta burocracia y recursos de las campañas electorales de 2018 a ayudas a todos los afectados del país. Que estos recursos sean controlados por las Asambleas populares y no por bancos, empresas ni “fundaciones”.
- Demandamos sanción a Televisa, por el uso completamente frívolo de la catástrofe, para montar un show televisivo en interés particular y gubernamental. Luchemos por medios de comunicación independientes, objetivos y veraces controlados por el pueblo.
- Exigimos el cese de Ángel Enrique Sarmiento, subsecretario de Marina, por haber participado en el engaño televisivo de “Frida Sofía”.
- Esclarecimiento de las condiciones en que laboraban las trabajadoras de la fábrica textil de Bolívar, la carga que soportaba el inmueble y los protocolos de seguridad con los que contaba la empresa, toda irregularidad debe ser castigada.
- Elaboración de un mapa nacional de riesgos real, a disposición de todos los grupos de rescate y asambleas populares.
- Instalación de sensores y alarmas sísmicas en todas las zonas de peligro sísmico en nuestro país. Fortalecimiento, financiamiento, capacitación e incremento de los grupos de rescate y auxilio. Que se brinde información y capacitación oportuna y veraz a toda la población que vive en estas zonas.
- Revisión de eficiencia y cumplimiento de protocolos de seguridad en los espacios públicos: escuelas, hospitales, bibliotecas, recintos culturales, etcétera, así como en empresas privadas.
La única forma que tenemos de garantizar que estas demandas sean conocidas y llevadas a la práctica es por medio de nuestra organización, retomemos las lecciones y ejemplo de la Coordinadora Única de Damnificados (CUD) de 1985, donde la lucha y exigencia no fue individual o local, sino colectiva y general, conformemos comités de organización popular, que supervisen, presionen y luchen por la distribución de ayuda y reconstrucción. Organizados en una coordinadora nacional de damnificados. No luchemos por separado, la unidad nos dará fuerza y solución a nuestras demandas.
¡Unidos y organizados, reconstruiremos otro país!
¡Los fenómenos son naturales, la tragedia es el capitalismo!