La crisis humanitaria por los desplazamientos forzados, a causa de las guerras en oriente medio, fue una de las noticias que causó mayor indignación en 2017, parecería una noticia lejana, sin embargo, esta situación es tan cercana cómo crítica en México, tal como lo es en diferentes partes del mundo.
A partir de octubre de 2017, se intensificaron nuevamente los desplazamientos de varias comunidades de la región de los Altos de Chiapas, pertenecientes a los municipios de Chenalhó y Chalchihuitán, poco más de 5,000 personas de ambos municipios se refugiaron en las montañas en condiciones de precariedad, pues apenas tuvieron tiempo de salir de sus casas tras los ataques de grupos de civiles armados. Esta es una situación que se repite, “cada dos o tres años resurgen incidentes en las tierras en conflicto”, según Rafael Landerreche, trabajador social de esa zona.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C el conflicto por los límites territoriales entre Chalchihuitán y Chenalhó, data de hace 45 años originado por “la ineficacia de las instituciones del gobierno, cuando en 1975 San Pablo Chalchihuitán obtuvo su Reconocimiento y Titulación de Bienes Comunales que se ejecutó en 1980, beneficiando a 1,787 campesinos con 17,948 hectáreas, pero 252 se entregaron en 1981. El municipio vecino Chenalhó, no estuvo de acuerdo con la última entrega. En un momento se acordó el pago de una indemnización de 15 millones de pesos, pero el gobierno de Chiapas se negó a pagar a Chenalhó. El uso de ese terreno quedó en el limbo a la espera de una resolución judicial. En 2002 autoridades de Chalchihuatán advirtieron que tomarían la justicia por sus manos para recuperar las tierras y Chenalhó anunció lo mismo. Desde 2005 hay demanda de juicio con número de expediente 181/2005, esperando la sentencia solicitada”.
Es una zona, en la que aún se respira el coraje por la matanza del 22 de diciembre de 1997 en Acteal, con el fantasma de la insurrección guerrillera que nunca se fue, a pesar de que desde los años 90 el gobierno se ha dedicado a mantener los grupos paramilitares armados, para contrarrestar la organización del EZLN, grupos armados que ahora se dedican a infundir miedo, provocar que la población se disperse y se anule su pleno derecho a la autodeterminación en sus comunidades.
Organizaciones civiles han pedido al gobierno que se apliquen los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de la Organización de Las Naciones Unidas para proteger a las familias que huyen de la violencia, que se castiguen los diversos asesinatos en la zona, se desarme a los grupos paramilitares cobijados por el gobierno de Chiapas, así como auditorías a las presidencias municipales de Chenalhó, Chalchihuitán y Chamula, "ante la presunción documentada de que desde ahí se desvían fondos para la compra de armas".
Sin embargo el aprendizaje de Acteal es que las soluciones del gobierno estarán contra el pueblo trabajador, y las soluciones de este pueblo ante la violencia generalizada en el país es que si no nos organizamos como lo hicieron los estudiantes, los sindicatos combativos, los autodefensas en Michoacán, etc., estaremos sometidos a los intereses del gobierno y los empresarios que tendrán en la mira el saqueo de las regiones biodiversas de Chiapas, por ejemplo.
En cifras del Programa Especial de los Pueblos Indígenas 2014-2018 “en los municipios con más de 30% de población indígena existen más de 6,000 núcleos agrarios (79% son ejidos y 19% son comunidades). De los 11.3 millones de hectáreas rústicas de propiedad social ubicadas en 481 municipios con población indígena, entre ejidos y bienes comunales regularizados abarcan apenas el 32% de dicha superficie”. Este tipo de conflictos no son una casualidad para los megaproyectos de muerte que se gestionan a lo largo y ancho de la república causando desplazamiento de pueblos indígenas principalmente.
Llamamos a la donación de comestibles no enlatados, cobijas e insumos básicos de limpieza e higiene para los compañeros de Chenalhó, para más información pueden contactarnos en: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Organicémonos por:
¡No más hostigamiento a la población indígena!
¡Derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios!
¡Una vida digna!