No ganaremos en las mesas de negociación lo que no ganemos en las calles y con la huelga   

60 mil trabajadores organizados al unísono y a nivel nacional actuaron como un sólo regimiento y colocaron las banderas rojinegras en los centros de trabajo. Las muestras de solidaridad por todas partes no se hicieron esperar, sindicatos combativos como el SNITIS MOM2032 no lo dudaron y asistieron a la guardia en Matamoros concretando la solidaridad con apoyo real, mostrando el camino.  Esta lucha está demostrando la enorme fuerza que tiene la clase trabajadora cuando se pone en marcha su potencial,  y que hoy ha dejado una marca histórica con este episodio. 

Tenemos la fuerza para vencer  

Esta huelga ha sido convocada muy a su pesar por la dirección del STRM, encabezada por Francisco Hernández Juárez. La base sindical impuso la huelga demostrando determinación y fuerza muy por encima de su dirección; los trabajadores en las votaciones de junio manifestaron que quieren luchar, que desean hacerlo seriamente, saben que está mucho en juego, que se debe de ir hasta el final si de verdad queremos arrebatar nuestras reivindicaciones. 

Hernández Juárez de no concretar su discurso en defensa de la clase trabajadora quedaría expuesto como lo que es, una dirección de pactos y negociación. Durante 46  años este dirigente pudo surfear en las aguas de las negociaciones, llegar a acuerdos con los empresarios y patrones, fue el encargado de convencernos de aceptar un corte aquí y otro allá, con tal de no perturbar al generoso patrón, pero esto ha llegado a su límite. Incluso también ha tenido que llevar a cabo la huelga para mostrarle osadía ante una patronal que ya no está dispuesta a negociar como antes.    

Pero la dirigencia sabe muy bien que, de ser consecuentes con los discursos de unidad y lucha, el ambiente en la huelga sería explosivo y contagiaría rápidamente a diversos sectores de la clase trabajadora, en primera instancia a los afiliados a la UNT, 200 sindicatos nada pequeños y muy relevantes como los universitarios, el jornalero, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), etc.  

La huelga puede tener un enorme impacto en otras muchas empresas donde los trabajadores se enfrentan a las mismas condiciones y a la ofensiva de la patronal.

Los trabajadores nos enfrentamos a otra guerra ¡La de los patrones y sus secuaces!

Tanto para la patronal, la dirección del sindicato y la Secretaría del trabajo, dialogar y negociar en beneficio de los trabajadores y usuarios es una prioridad ¿pero esto es verdad? Lo que se esconde detrás de este discurso fingido es mandarnos a casa aceptando firmar a la baja todos nuestros derechos, es frenar nuestra lucha, organización y concientización. 

Para ellos negociar es impedir que el conflicto escale y que los trabajadores cuestionen sus maniobras y sus verdaderas intenciones, es frenar a toda costa el ejemplo de la huelga donde no sólo las patronales, sino también los dirigentes sindicales, tienen mucho que perder. 

La dirección del sindicato está destacando que ha sido un completo éxito que se pudiera llevar adelante la huelga ¡Y es verdad! Miles de trabajadores hicieron de esta jornada un completo éxito y un símbolo de su poder de lucha. Por eso mismo, ahora es necesario continuar la lucha con nuevos paros y manifestaciones masivas. Lo que no dicen es que desde el minuto uno de la huelga intentaron que se levantara, que en realidad no la querían y que la usaran para sus propios fines. 

Llevamos años viviendo una ofensiva de la patronal: subcontrataciones y precarización, desmantelamiento de la plantilla, recortes en prestaciones, no sólo en Telmex; ocurre lo mismo en todas las grandes empresas, ya sea en la industria o en el sector público. Una situación a la que han contribuido los dirigentes sindicales con su política de “negociación”. 

La huelga ofrecía una oportunidad única para revertir esta situación y pasar a la ofensiva. Esta batalla podría marcar un punto de inflexión. El acuerdo firmado por los dirigentes para levantar la huelga, es un crimen y ha sido el intento desesperado de frenar la lucha.

Los “héroes” de la huelga

Carece completamente de sentido que los dirigentes sindicales señalen que la huelga ha sido un éxito y al mismo tiempo que acepten la decisión de levantarla ante la promesa de mesa y solución de demandas en menos de 20 días. ¡Las condiciones están dadas para expandir la lucha y convertirla en una referencia para iniciar una batalla contra la patronal desde los centros de trabajo!

En realidad, convocar a la huelga y levantarla en el menor tiempo posible lo usarán como una maniobra para cubrirse con la bandera rojinegra y recuperar el control que han perdido en la base antes de presentar su traición. Se presentarán como los líderes que han convocado y ganado la huelga, usando ese prestigio para golpear y acallar a la oposición. Al tiempo usarán demagógicamente la huelga, la unidad y la disciplina sindical para ganar tiempo y fuerza de negociación con la patronal.

Es inaceptable como los cercanos a la dirección llegaban a Parque Vía – las oficinas centrales en la CDMX- a quitar con entusiasmo y victoriosos las banderas rojinegras, en clara actitud contraria a la base del campamento que exigía la continuación de huelga. Este vitoreo demagógico, que no convencen a nadie, no pasa de largo para los trabajadores, habrá sectores que se desanimen o se vuelvan escépticos, pero otro sector estamos notando las cosas y sabemos que la lucha ya no sólo es contra los patrones, sino también quienes le cubren sus espaldas vestidos de héroes sindicales.   

Los héroes reales de la huelga, las y los trabajadores que hicimos las guardias y estamos dispuestos a llegar hasta el fin, ahora tenemos lo mismo que teníamos antes, promesas y más promesas. Levantar la huelga sin nada en concreto y sólo meras promesas tiene el peligro de generar escepticismo y desánimo entre una capa de trabajadores que han visto la huelga como algo serio y realmente la vía para dar una batalla firme. Esta táctica de la dirección de convocar a la huelga por un día ha sido para sacarle vapor a la olla y no quedar como un inconsecuente ante la necesidad que tienen miles de trabajadores de luchar real y seriamente. La huelga bajo la táctica de la dirección fue un fraude, pero nuestra lucha, fuerza y determinación no, todo lo contrario, esta huelga quedará grabada con fuego en nuestra conciencia y abono para nuestras futuras batallas.   

Sólo luchando avanzamos

Necesitamos una estrategia de movilizaciones ascendentes que se base en la ampliación de la huelga y en movilizaciones políticas inmediatas que involucren a toda la población y los de más sindicatos. Necesitamos asambleas generales democráticas de trabajadores y comités de huelga, que discutan realmente y voten los siguientes pasos a dar y las reivindicaciones de los trabajadores.

La lucha debe integrar a los trabajadores no sindicalizados y de filiales, porque bajo el contexto actual la patronal pretende que todos los trabajadores lleguen a ser precarizados. No aceptamos los discursos divisionistas de la patronal y de la dirección sindical, todos somos una misma clase trabajadora y merecemos todos los mismos derechos y capacitación, exigimos que las casi 2 mil plazas sean ocupadas por los trabajadores de las filiales que en muchos casos llevan décadas trabajando bajo ese régimen, que no sean ocupadas por favoritismos o mafias que controlan plazas, exigimos que se abra trabajo no sólo para las 1942 vacantes que demanda la dirección sino las que necesita la empresa.   

A Telmex la están quebrando intencionalmente, para cerrarla y trasladar todos sus servicios a otras empresas como América móvil donde las condiciones laborales son totalmente precarias. Por tanto, exigimos la expropiación de la empresa, sin indemnización, bajo control de los trabajadores, quién sino los trabajadores de Telmex saben cómo funciona, cómo administrar, qué se necesita para ponerla a tono de las necesidades actuales.  

No se levantó la huelga con un avance real sino con mera promesa de negociación. La mesa técnica ya ha existido, tanto el sindicato como la patronal han presentado sus análisis y propuestas, los trabajadores hemos rechazado lo que la empresa ha ofrecido porque es inviable para nuestros intereses. Después de muchas prórrogas y maniobras ¿qué han cambiado? Sólo ofrecen ahora papel mojado. No hay acuerdo posible porque nuestros intereses son opuestos y más aún en el contexto de crisis. La lucha es el único camino.

Por eso, la clase trabajadora tenemos que ser muy conscientes que esta lucha no es cualquier batalla, en las condiciones actuales arrebatar las demandas actuales significa una ofensiva dura y frontal, que requieren métodos de lucha combativos, asamblearios, de clase y revolucionarios. Como lo hemos escrito en nuestros anteriores artículos, no podemos ganar nada en las mesas de negociación sino lo hemos ganado antes en las calles. 

La huelga del pasado 21 de julio es un capítulo más en esta guerra contra la patronal, ellos – los empresarios, la patronal, la burocracia sindical- lo tienen claro: sus intereses o los nuestros. Por eso esta huelga para nosotros no pasará de largo, ha dejado ver que tenemos la fuerza, la organización y sobre todo que necesitamos una dirección sindical a la altura de nuestra lucha e intereses, que necesitamos un sindicalismo combativo, revolucionario, asambleario y que confronte al sistema y a sus representantes, un sindicalismo anticapitalista.  

¡Esta lucha la vamos a ganar, aquí se está forjando el movimiento obrero!


banner libres y combativas

banner

banner

banner libres y combativas

banner revolutionary left

banner sindicato de estudiantes

banner revolucion rusa