Desde el punto de vista de la izquierda, el hecho de que Morena alcanzara el 8% de la votación nacional, demuestra que un sector de la clase trabajadora y la juventud están dispuestos a impulsar a este nuevo partido para que sea un factor de transformación social.
Los resultados de Morena, sin embargo, distan de reflejar todo el potencial político que podría alcanzar esta organización en caso de que se vinculara con las luchas sociales que están demostrando que a la derecha se le puede y se le debe derrotar dentro y fuera de las urnas.
La base social de Morena, sus militantes y simpatizantes, debemos valorar los avances electorales pero no podemos omitir el hecho de que el rasgo más característico de las elecciones no ha sido el avance de la izquierda, sino la crítica profunda a todos los partidos políticos, a las instituciones electorales y al régimen en su conjunto. Al mismo tiempo que valoramos el avance electoral de Morena en cinco delegaciones del DF, no podemos cerrar los ojos ante el hecho de que el abstencionismo en la capital (56%) ha sido incluso mayor que el registrado a nivel nacional (52%), factor que remarca la necesidad de que Morena debe cambiar su política de vinculación con la clase trabajadora y no contentarse con el mero avance electoral.
Los espacios de gobierno que ocupará Morena, abren la posibilidad de utilizarlos como auténticas tribunas de agitación y organización para amplias masas de la izquierda. Si en lugar de ello, se adopta la lógica asistencialista que es la que ha llevado al PRD a romper con la lucha social, los avances que hoy tiene Morena, no estarán abonando a una perspectiva de fuerza para derrotar a la derecha.
Te invitamos a debatir el balance de las pasadas elecciones y las tareas de la izquierda, el sábado 13 de junio a las 12 p.m. en la Sección 9 de la CNTE, Belisario Domínguez 32, segundo piso, colonia Centro, cerca del metro Allende.