En una dinámica de empresas que abren y cierran constantemente por “estrategias de negocio”, nos enteramos que tal empresa ya cerró, que tal empresa compró a la otra más pequeña, y ¿cuáles son las que lograrán seguir en el juego?, pues las que logren responder a los requerimientos del cliente a tiempo, la que sea capaz de dar resultados y ser flexible ante la crisis; es lo que nos dice el Gerente de Producción. ¿A costa del trabajador?
Somos trabajadores de la industria farmacéutica, de las pocas en las que los trabajadores tenían casi todas las prestaciones que por ley nos corresponden, sin embargo nosotros ya no podemos decir que estamos exentos de este modelo de esclavitud, pues hace tres años que venimos sufriendo una política que destruye gravemente nuestros derechos básicos.
Condiciones que van desde dejar de percibir parte de nuestra quincena, vales de despensa, fondo de ahorro hasta dejar de cotizar en el INFONAVIT, AFORE e IMSS, las utilidades y condiciones laborales en las áreas de trabajo, ya ni mencionarlas. Cuando preguntamos qué pasa con eso que se nos está arrebatando, el patrón argumenta que no tiene recursos para pagarnos, sin embargo nosotros vemos todo lo contrario en los gustos que él se da.
De los 33.7 millones de trabajadores asalariados en México, 26.9 millones de ellos carece sufre de condiciones laborales precarias. Nosotros somos de esos, somos trabajadores de una pequeña fábrica que se dedica a maquilar productos farmacéuticos y tenemos que lidiar con la incertidumbre de cuidar este empleo porque el patrón amenaza con correros y contratar a otros trabajadores que podrían aceptar estas condiciones o incluso peores.
Estamos dando los primeros pasos en nuestra lucha por organizarnos y defendernos de la patronal. Y eso no es fácil, hay algunos compañeros que tienen miedo, otros que incluso llegan a considerar que estas condiciones son normales. Son muchas las tareas y muchos los esfuerzos que debemos realizar los que ya decidimos dar este paso, pero nos orientamos y nos motivamos a seguir adelante porque nadie nos está haciendo un favor al darnos un sueldo, son prestaciones que se ganaron con sangre y por tal motivo organizados debemos defenderlos. No solo queremos que nos paguen lo que se debe, también queremos ser tratados con dignidad y respeto.
¡Trabajadores organizados y adelante!