Según el informe anual de 2015 del director de nuestra escuela Jorge Vázquez Ramos “en 2015, el presupuesto destinado a la FQ fue de 881 millones de pesos, representando un aumento del 9.7% con respecto al 2014. De ello, el 97% es destinado a sueldos y sólo el 7% para la institución. Por lo cual, la Facultad cuenta con ingresos extraordinarios de 101.3 millones de pesos en 2015…”, sin embargo la reducción de becas fue considerable.
El Programa de Apoyo Alimentario (PAA) otorgó el año pasado, 880 becas alimenticias, número que es insuficiente en relación a los matriculados; otro dato por demás escalofriante es que de los alumnos de nuevo ingreso de 2016 casi el 40% sostiene por él mismo sus estudios y, pese a éste desabasto, se redujeron 180 becas, representando más del 20% de reducción. Además, de las becas otorgadas algunos estudiantes tienen que hacer traslados hasta la cafetería del conjunto D y E, lo cual en ocasiones es imposible dado los horarios escolares.
El Programa de Becas Profesores Pro – Alumnos “Bob Johnson” (PBPA) “beneficia” a 130 alumnos con $500 mensuales, cantidad económica que sólo ayuda a quien únicamente gasta $18 diarios aproximadamente; para quienes el pasaje para llegar a la facultad rebasa esa cantidad quedan excluidos de la “ayuda” que termina beneficiando sólo al 5% de la población estudiantil total.
A pesar del supuesto aumento al presupuesto, las condiciones materiales a las que nos enfrentamos los estudiantes, trabajadores y profesores no son las mismas que para la burocracia universitaria, a la que no se le toca ni un centavo de su sueldo, ya que de los ingresos extraordinarios es de donde se toman los recursos que podrían ser aprovechados por la comunidad.
El Dr. Jorge Vázquez Ramos argumenta que “esta situación debe hacernos reflexionar sobre el más eficiente empleo de nuestros recursos económicos” y “la visión de esta administración está centrada ahora en la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento”. La dirección delega la responsabilidad a otras dependencias cuando en años anteriores ellos financiaban la mitad de becas y la cafetería escolar la otra parte.
Los alumnos beneficiados son sólo la punta del iceberg del resto de la población estudiantil, por ello es importante exigir medidas que contribuyan a mejores condiciones de estudio (entre ellas una buena alimentación) en una Facultad donde la mayoría de los estudiantes está por jornadas de tiempo que en la mayoría de los casos rebasan las 10 hrs.
¡Exigimos un comedor subsidiado y bajo el control de los trabajadores con precios accesibles para estudiantes, trabajadores y profesores! ¡Exigimos becas de calidad que nos aseguren una mejoría en la calidad de la educación! La única forma en que conseguiremos becas eficaces será mediante la organización de los estudiantes.
Organízate y lucha con el CEDEP