En días pasados, Peña Nieto y Aurelio Nuño presentaron el “Modelo educativo” para la educación obligatoria. El nuevo modelo forma parte de la mal llamada reforma educativa, pero enfocado al plano pedagógico. El principal objetivo es la "reorganización" del sistema educativo que se implementará, al menos, por los diez años siguientes.
El respaldo aparente que tiene este nuevo modelo es la consulta realizada a través de 15 foros nacionales y 200 estatales, donde participaron el SNTE, la CONAGO y el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), de igual forma se menciona que hubo un consenso en las juntas de Consejo Técnico Escolar (CTE) donde, según ellos, se pidió opinión a la comunidad escolar. Esto último es una mentira brutal, es una burla hacia el magisterio que se ha declarado en contra de la reforma educativa desde sus inicios y que ahora con la presentación del nuevo modelo educativo ha sido más rechazada por sus tintes privatizadores y empresariales.
El nuevo modelo educativo para la educación básica y media superior se planteará a partir de cinco ejes que marcarán el camino a seguir en la implementación del modelo, mismos que se presentan como si fueran la panacea para la mejora educativa, pero que en su análisis podríamos advertir que sólo favorecen la privatización de la educación y la manipulación de la misma. Dichos ejes son:
- El primero, se enfoca en los cambios curriculares. Nuño presume la eliminación de un aprendizaje enciclopédico y centrado en los aprendizajes clave y termina por reducir horas a las asignaturas de: geografía, biología y formación cívica y ética, además de la desaparición de educación física, Artes y Talleres.
- El segundo punto señala a la escuela como centro del sistema educativo, que presume de una autogestión escolar. Lejos de ser una independencia de cada escuela resulta un deslinde del gobierno, tanto económico como organizativo. Es decir, los padres de familia serán los encargados de buscar los recursos económicos para solventar los gastos básicos de las escuelas.
- El tercer aspecto, es la formación y desarrollo de los docentes. Continúa la evaluación, que lo único que ha demostrado a lo largo de este tiempo que ha sido implementada, ha sido lo inequitativa, estandarizada, injusta, incongruente e incumplida que es, además de provocar un estado de división y estrés entre los mismos maestros.
- Como cuarto punto está la inclusión y equidad, que se contradice al querer evaluar con pruebas estandarizadas que no consideran y dejan totalmente fuera, no sólo a las comunidades rurales sino a los alumnos que enfrentan barreras de aprendizaje o alguna discapacidad.
- Por último, la gobernanza del sistema educativo presume la colaboración de todos los institutos “legales” para llevar un proceso transparente, apoyado en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el SNTE, que sólo funcionan como parapeto y que lejos de llevar un proceso transparente de evaluación y de apoyo sindical, ayudan a la total desprotección de los docentes.
El interés de este modelo educativo es lograr resultados a través de pruebas estandarizadas (como si los alumnos y los contextos fueran iguales) como PLANEA y PISA, para entregar resultados a los organismos internacionales y no para analizar la mejora educativa.
Detrás del modelo educativo
Son evidentes las intenciones de este modelo educativo que no sólo afecta directamente a los alumnos en el plano curricular, sino que también, juega con la estabilidad laboral de los docentes y perjudica en el plano económico a los padres, no sólo al tener que buscar los recursos para el mantenimiento de las escuelas, sino con la idea de las jornadas ampliadas, que resultan un gasto doble.
El temor infundido en los docentes no ha permitido hablar de la situación, ni en las juntas del CTE ni en los pasillos, logrando así la desunión del colectivo. Para nada es justificable la forma de implementación del mismo a base de represión. El modelo no corresponde con las necesidades de las escuelas, los alumnos y los maestros. Somos precisamente estos últimos, los que vivimos día a día las contrariedades de lo impuesto desde arriba y la realidad que nos arrastra desde abajo.
La lucha sigue, por una educación gratuita y de calidad
Pese a que la CNTE ha presentado un Modelo Alternativo de Educación trabajado por docentes, padres de familia e intelectuales, no ha sido considerado como una opción y este debiera tomarse en cuenta porque ha sido realizado por los actores directos de las realidades escolares.
Necesitamos un modelo educativo que se adapte a las necesidades de nuestro país, que promueva la crítica, la reflexión y el análisis de cada uno de los alumnos para ser integrales, y sobre todo, libres del gobierno opresor. No un modelo que atienda los intereses de los capitalistas.
Los maestros y maestras democráticas no pararemos en la defensa de la educación pública y de calidad a la que tienen derecho todos los hijos de la clase trabajadora. Lo que sigue es estrechar lazos entre maestros, entre escuelas y unificar la organización. Tenemos que salir a las calles a luchar como una comunidad escolar en defensa de la educación. Los docentes, junto a padres y alumnos, debemos denunciar este ataque a la educación gratuita y exigir la abrogación, no sólo de este nuevo modelo, sino de toda la reforma educativa.
Es importante la unidad de colectivos, organizaciones y comunidad en general, para convocar a un paro nacional que frene los ataques del gobierno federal hacia las mayorías. Esto será primordial para derrocar las reformas estructurales que han golpeado nuestros derechos y precarizado nuestra labor como docentes.
¡Por un modelo educativo acorde a nuestro país y contexto!
¡Abajo la reforma educativa!
¡Magisterio democrático unido, jamás será vencido!