El día 26 y 27 de septiembre se cumplen 5 años de un hecho que conmocionó al país y expuso una vez más la podredumbre, represión y corrupción del PRI y de Enrique Peña Nieto en su administración, trayendo consigo el repudio de la nacional e internacional.
El "Caso Iguala" fue un ataque armado perpetrado contra los compañeros normalistas de la Escuela Normal Rural "Raúl Isidro Burgos", de Ayotzinapa, Guerrero. En éste no sólo la policía municipal de Iguala participo sino también el crimen organizado y el ejército, culminando con siete personas asesinadas, entre ellos tres compañeros normalistas, al menos 40 personas lesionadas y la desaparición forzada de 43 compañeros.
Los compañeros no habían cometido ningún delito, luchaban por el derecho y defensa de la educación pública, ya que, en el contexto de privaciones y pobreza de sus propias familias, las Normales Rurales son sin duda espacios educativos necesarios para las comunidades, es por eso que han sido objeto de acoso y represión estatal y federal durante décadas; recortándoles presupuesto, disminuyendo la matricula, cerrando planteles y reprimiendo brutalmente la lucha por su defensa.
La lucha por nuestros compañeros
La lucha por la presentación con vida de nuestros compañeros, obtener la verdad y dar justicia, fue masiva y muy combativa, integrando no sólo a la juventud sino a los trabajadores y diversos sectores. Desenmascaramos la ineficiencia y complicidad de la Procuraduría General de la Republica (PGR) y del gobierno, dejando impunes a los agresores colaborando con ellos. Esto sin duda, se trataba de un crimen de Estado.
Tras el desarrollo de las investigaciones independientes se demostró el vínculo que tenía el gobierno y la policía con el grupo criminal "Guerreros Unidos". La PGR quiso imponer su "verdad histórica", como intento de dar concluido el caso, sin embargo, al no tener respaldo social y carecer de credibilidad, así como ser cuestionados por los informes realizados por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el caso se ha mantenido abierto y realizando una investigación más a fondo.
El gobierno de Peña no sólo obstruyo la investigación en puntos claves para el caso, también mostró su barbarie extrayendo falsas declaraciones a través de la tortura y montando escenarios falsos y teatros mediáticos para dar la apariencia de eficiencia. Nada de esto les fue útil, tras cinco años los padres de nuestros compañeros siguen marchando mes con mes, en busca de la verdad y la justicia, tanto ellos como el movimiento sabemos los nombres de los actores intelectuales de esta atrocidad y pedimos su juicio político y castigo.
¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!
La lucha incansable del movimiento conquisto que se creará la "comisión de la verdad", pero ahora la preocupación de los padres es que el esclarecimiento de los hechos sea demasiado lento y sea un proceso similar como en el gobierno anterior. El gobierno actual ha declarado que trabajara por crear condiciones favorables para que todos aquellos que estén implicados testifiquen algo que favorezca en dar con el paradero de los compañeros y obtener justicia, pero aún no se ha concretado algo.
Sabemos que el cambio de gobierno no resolverá el caso por sí solo, se debe de seguir haciendo presión para que no haya omisión, complicidad y abandono en este caso tan repudiable. Lo logrado hasta ahora ha sido gracias a la movilización de miles en diversas latitudes, ese camino es el que hay que seguir, las movilizaciones no deben de cesar. Por eso este 26 de septiembre hacemos un llamado a marchar codo a codo con los padres de nuestros compañeros para que no haya ni perdón, ni olvido.
El caso de nuestros compañeros normalistas es una muestra más de la represión a la que se enfrentaba la juventud que se organiza en contra del sistema y por la defensa de sus derechos, esta lucha también sirve para proclamar un nunca más a esa represión de la juventud y el pueblo que lucha, es por eso que desde este espacio hacemos un duro llamado al gobierno de AMLO de no tomar la misma vía que sus antecesores, de lo contrario, no abandonaremos las calles por la defensa legitima de nuestro derecho a la protesta y por la conquista de nuestro derechos.
Este caso es una dura prueba al gobierno de la 4T para que deje las buenas intenciones y pase a los hechos concretos, de lo contrario su destino será el mismo que el de los gobiernos de la derecha, el repudio, el rechazo y la nula credibilidad. Desde el Sindicato de Estudiantes somos conscientes y estamos convencidos que sólo con la lucha del pueblo trabajador y la juventud se podrá lograr un cambio verdadero y justicia para nuestros compañeros normalistas y demás desaparecidos, ¡porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Ayotzinapa vive, la lucha sigue!