La demanda de los pagos completos y a tiempo para profesores y adjuntos ha generado una ola de simpatía que todavía hasta hace unos días aprobaba paros escolares en votaciones históricas, con miles de estudiantes apoyando.
La solidaridad estudiantil viene del reconocimiento de que se comparten las pésimas condiciones de vida, de que, estudiar y enseñar bajo pandemia es aún peor que las, ya deplorables, condiciones “normales” de la educación pública. También, la consciencia de que la precariedad de maestros y adjuntos hoy es precariedad laboral para quienes egresen mañana.
Con este empuje se organizaron asambleas por escuela para discutir y actuar. Éstas son una gran herramienta que hay que llevar un paso adelante, generalizarlas a todas las escuelas, facultades y dependencias de la UNAM. Que sean conjuntas de estudiantes, maestras, maestros y adjuntos, pero también donde participen los trabajadores de base. La acción unitaria de los cuatro sectores será una condición necesaria para forzar la solución.
El pliego petitorio, una herramienta de lucha
La conformación de un listado claro y sucinto de las demandas del movimiento universitario es un instrumento para explicar una y otra vez a las compañeras y compañeros, a nuevos sectores de la Universidad, a otras universidades y a las y los trabajadores cuáles son las condiciones laborales y académicas que han fermentado el movimiento.
El pliego es una bandera de lucha para informar, convencer, organizar y movilizar en demanda de solución. Para convocar y mantener la acción combativa para doblegar la voluntad de las autoridades, para provocar fisuras en las líneas enemigas, para sostener la movilización hasta la solución de las demandas.
Pero ningún pliego, por más claro y bien redactado tiene fuerza por sí mismo, emplazar a Rectoría a un diálogo público y resolutivo no es para convencerlos sino para imponer nuestras exigencias, con la acción combativa unificada desde la asamblea general universitaria. No ganaremos nada en la negociación que no ganemos primero en la calle.
Nuestra garantía es la movilización y la solidaridad
Para ganar nuestras demandas, levantar un movimiento unificado de toda la Universidad democrática y combativa contra la lacra de la rectoría y las autoridades, empezamos por las asambleas, que decidan democráticamente los paros, actividades, etc. y qué construyan una asamblea internunam capaza de golpear como un solo puño.
Recuperando las acciones presenciales también. A pesar de que aún tenemos que ser cuidadosos por la pandemia, lo cierto es que como lo han demostrado en diversas escuelas, son las acciones presenciales las que mejor resultan a la hora de enfrentar las negativas y amenazas de las autoridades.
También informar a la clase trabajadora, terminar con la ilusión de que en la UNAM todo está bien y llamar a unirse a la lucha contra la precariedad laboral y por una educación para las hijas e hijos de las familias humildes y los trabajadores, gratuita, crítica y popular con maestros en condiciones de trabajo dignas.
Es necesario romper el aislamiento y se puede lograr con la convocatoria del Encuentro Nacional en Defensa de la Educación, de la que emane el llamado a una Huelga Educativa de 24 horas el 17 de mayo, para impulsar una gran jornada nacional de lucha por la dignificación del trabajo docente y la universidad pública.
Construir organización para continuar la lucha
Las respuestas, o la ausencia de ellas, la soberbia y las amenazas con que Rectoría y las direcciones de escuelas y facultades han contestado al movimiento, han profundizado y ampliado la idea entre maestros y estudiantes de que la lucha tiene que ser no solamente por el pago completo y puntual, sino también por recuperar décadas de atropellos y retrocesos en las condiciones laborales en la UNAM; dignificar el trabajo docente como una condición para recuperar la educación pública.
De esta batalla vendrán otras en las que ganemos las demandas que restan y democraticemos a la UNAM para ponerla al servicio del pueblo trabajador y los oprimidos. Para ello construyamos una organización permanente de las y los estudiantes, construyamos el Sindicato de Estudiantes junto a la organización de académicos y trabajadores, combativos y democráticos.