Las profesoras y profesores de asignatura y ayudantes de la UNAM denunciaron el impago que han experimentado en sus salarios, en ciertos casos, con meses de retraso. La comunidad universitaria nos hemos organizado para llamar a paros en las clases en línea en solidaridad y exigir la solución inmediata al problema de adeudos salariales.
Consideramos una situación inadmisible que, en medio del contexto de la crisis pandémica y económica, la UNAM no haya movido un dedo para garantizar el salario de sus trabajadores.
Las y los profesores de asignatura componen el 75% de la plantilla docente, el salario ordinario es aproximadamente de $3,422, apenas un 43% del ingreso para acceder a la Canasta Alimentaria Recomendable. Mientras que el Rector ganan ¡177 mil pesos! ¡5 mil % más!
La Rectoría y directivos de la UNAM mantienen salarios exorbitantes y privilegios exagerados cuando nuestros docentes pasan hambre, se enferman y pierden familiares por la falta de servicio médico ¡Democratización del presupuesto a nuestras escuelas, YA!
Miles de maestros, trabajadoras y alumnos estamos viviendo situaciones económicas, familiares, sociales y académicas al límite en medio de la pandemia, donde muchos miembros de la comunidad escolar hemos perdido familiares, amigos y compañeros, incluso las enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad han aumentado considerablemente. Varios de nosotros hemos tenido que dejar de lado los estudios para conseguir un empleo.
Mientras todo esto pasa las autoridades lanzan su discurso triunfalista de la #UnamNoPara, a esto nosotros respondemos ¡Sin pago, sigue el paro!
La deserción escolar ha sido escabrosa, solo en la UNAM desde principios de año y hasta noviembre de 2020, fue de siete mil 700 alumnos de bachillerato y licenciatura, significando un 229% respecto a 2019. Por eso la participación e integración del estudiantado en esta lucha no es accidental, es fruto de todo el desastre que estamos pasando, donde nos hemos visto forzados a dejar nuestros estudios, se nos ha excluido, empobrecido, sometido al desempleo y la precariedad, así como a la ausencia de un futuro, no exageramos, la pandemia ha significado un escenario catastrófico para la juventud estudiantil y trabajadora.
Un empleo perdido hoy, es un empleo perdido mañana para nosotros; un empleo precario hoy, es mantener la precariedad mañana. Mejorar las condiciones de vida y trabajo para los docentes en todos los niveles tendrá repercusiones directas en la educación que recibimos por eso: ¡Esta lucha es de todas y todos!
La problemática que viven los docentes de la UNAM no es exclusiva de ellos, es la norma en todos los trabajadores de la educación por eso esta lucha debe salir de las cuatro paredes de la Universidad y aliarse concretamente en la acción con los trabajadores de otras universidades, sistemas y niveles. Las demandas son las mismas, por lo tanto, la lucha también.
Hay la fuerza y las condiciones objetivas para impulsar una lucha unificada de todos los trabajadores de la educación, impulsemos una huelga general educativa este próximo 17 de mayo, la CNTE con su arraigo, tradición y autoridad puede llamar a ésta, para aglutinar a todos los sectores en lucha y con ello hacer avanzar decidida y concretamente en la eliminación de la precariedad laboral de todas y todos los docentes y rescatar la educación pública. Conquistar los derechos de nuestros docentes hoy, es sembrar un futuro digno para todos.
Exigimos:
- Pago de los salarios atrasados a profesoras y profesores adjuntos y curriculares.
- ¡Basta de contratos temporales! Basificación ¡YA!
- Aumento salarial, basta de sueldos de hambre. Pago puntual y quincenal.
- Ampliación y otorgamiento de seguro social a cada docente y trabajador. Así como prestaciones y sindicalización.
- Por un empleo digno al finalizar nuestros estudios.
- Reducción salarial, desaparición de sueldos vitalicios y lujos a los directivos y altos funcionarios.
- No más trabas burocráticas ¡Democratización de nuestras escuelas, ya!
- Exigimos, por lo menos, un 10% del PIB a educación pública.
- Reposición del semestre.
- Diálogo público y resolutivo con Rectoría y el Gobierno Federal.
- Sí hay alternativa y es la lucha, unidos y organizados ¡Venceremos!
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