Como ya es tradicional, el movimiento estudiantil mexicano se manifiesta el 2 de octubre de cada año como un modo de conmemorar el aniversario de la matanza de 1968, no obstante el Estado también aprovecha la fecha para tratar de amedrentar y obstruir el desarrollo del movimiento estudiantil, no tanto porque ese sea en realidad importante para la burguesía, sino porque tiene un enrome potencial de estimulo a otros sectores como el obrero o el campesino, que si pueden poner en jaque tanto al gobierno como a la burguesía en su conjunto.
Un ambiente de crispación
Particularmente este 2 de octubre se desarrolló en un marco de enorme tensión social, la crisis que ya se extiende durante más de un año a terminado por dejar casi en bancarrota las arcas del Estado y al mismo tiempo ha significado prácticamente una parálisis de la economía mexicana, especialmente del sector industrial el cual caerá no menos de 10% este año y el conjunto de la economía un 8% como mínimo. La peor caída de un país a nivel mundial según el FMI.
Los trabajadores no han reaccionado explosivamente ante la crisis, más de un millón de empleos perdidos en tan sólo este año obligan a actuar con cautela, especialmente cuando la economía esta en caída libre. Sin embargo a pesar de ello recientemente hemos visto importantes huelgas como la de Arcelor Mittal (antigua Sicartsa) en Lázaro Cárdenas, la de Volkswagen en Puebla o la desarrollada en estos últimos días en la Universidad de Oaxaca, por mencionar algunos ejemplos.
Bajo este contradictorio panorama es en que se está gestando en la conciencia de las masas la convicción de que el problema no es de uno u otro sector, de esta u otra industria, de este o aquel patrón, sino que de lo que se trata incremento de es de la debacle del sistema social. Estas condiciones se asemejan a las de la presión entre las placas terrestres que al llegar a un punto limite terminan por generar terremotos.
No hay un sólo aspecto social que esté mejor este año que en los dos o tres años anteriores, no hay un solo motivo para que las masas trabajadores tengan que sentir algún tipo de interés porque este régimen y este sistema continúen. La burguesía lo sabe y por supuesto estaría feliz en evitar la furia que mas temprano que tarde sobrevendrá, el problema es que la crisis le deja pocos caminos para tratar de recuperar el crecimiento y uno de ellos , por cierto el mas socorrido, es cargar en las espaldas de los trabajadores el peso de la recuperación. A ello hay que añadir que el estado burgués mexicano esta en bancarrota y no tiene mas opción que lanzar ataques.
El año 2009 que entra en su ultima fase esta caracterizado por el anuncio de nuevas agresiones tanto en el terreno económico, como en el sindical y el político.
En la parte económica se prepara un paquete de recortes la gasto social y de aumentos de impuestos, que por cierto en México sólo pagan los trabajadores y las capas medias.
En la parte sindical la burguesía nuevamente enfila sus baterías a destruir los contratos colectivos de los trabajadores que aún cuentan con ellos, particularmente los de la Compañía de Luz, los del Seguro Social e incluso los de PEMEX, razón por la cual han desatado su ya tradicional campaña de linchamiento en los medios, que siempre es preludio de estocadas por la espalda.
En la parte política el bloque PRIPAN se prepara para emprender todas las contrarreformas que la burguesía necesite y al mismo tiempo tratar de destruir políticamente a la oposición de izquierda representada por el PRD y el entorno de Andrés Manuel López Obrador.
Ya no hablemos de la cuestión campesina la cual amenaza con una serie de estallidos ante el derrumbe de las remesas desde los Estados Unidos y que como hemos señalado significará una explosión interna en el PRI.
Diríamos que para la burguesía está claro que habrá un estallido social y que se prepara para ello, el problema es que puede comenzar en cualquier sector y por cualquier razón. Ante ello hay sectores que podríamos ubicar en el PRI y en la derecha del PRD que sostienen que hay que capear el temporal evitando ataques frontales, aguantando hasta que la recuperación permita cierto margen de maniobra. Otros en cambio, el PAN y un ala del PRI, están decididos a ir por todas y a quebrar el movimiento antes de que este estalle. Por ello se frotan las manos ante la posibilidad de que los conflictos internos en el Sindicato Mexicano de Electricistas les permitan aplastar de una vez por todas a una organización que es el principal punto de referencia del sindicalismo no gubernamental en México y que ante una lucha generalizada puede ser clave.
El ala más dura de la burguesía no cesa su campaña de calumnias y manipulación porque sabe que aislar a las luchas que se avecinan será clave para derrotarlas, no obstante, no hay una sola campaña mediática, por muy poderosa que sea, que convenza a las masas de que los ataques que se preparan son una rara especie de “reformas a favor de los pobres”.
En este contexto el plan B consiste en incrementar en número y en organismos los distintos cuerpos represivos, en hostigar y criminalizar las protestas sociales, en desvirtuar las luchas que se están dando y el mejor ejemplo de ello se ha mostrado este 2 de octubre en la ciudad de México.
Los ataques
Como ya es tradicional los contingentes estudiantiles se reunieron en torno a las 16:00 horas en torno a la plaza de las tres culturas, La presencia de estudiantes fue absolutamente mayoritaria, en esta ocasión a diferencia de otras movilizaciones la participación de trabajadores y organizaciones populares fue realmente baja, no obstante con todo la movilización estudiantil rebasó las 50 mil personas, casi todos ellos jóvenes, combativos y entusiastas.
Dentro de los contingentes no faltaban los elementos provocadores. Ahí donde la organización estudiantil es fuerte, como es el caso del CLEP-CEDEP, hubo importantes comisiones de seguridad que aislaban y hacían a un lado a los elementos extraños, lamentablemente la dispersión y desorganización que caracteriza a muchos otros grupos permitió que no pocos provocadores aparecieran en diversos puntos de la marcha.
En general el ambiente mayoritario de los contingentes reflejaba el repudio al gobierno, al sistema capitalista y al ambiente represivo que se traduce en la persecución de luchadores sociales, además de ello se mostraba una actitud de no dejarse amedrentar por el despliegue policiaco ni por la acción de lo grupos vandálicos (porros) que aprovechan a fecha para saquear ciertas zonas de la ciudad.
A decir verdad el tamaño de la movilización policial era realmente colosal, decenas de miles de uniformados formaban tres o cuadro filas que se extendían a lo largo de todo el trayecto y que amenazaban con cerrarse en cualquier momento. Los oficiales, en afán provocador movían sus distintos grupos por el trayecto mismo de la marcha reduciendo el espacio para transitar al mínimo.
Todas las calles desde el eje central hasta los alrededores del zócalo estaban bloqueadas por cientos de policías que hacían del libre transito un sueño imposible. En caso de que la marcha se dispersara muy pocos de los participantes podrían escapar de la acción policial, lo cual hubiera podido desembocar en una tragedia en cualquier momento, ya que como hemos dicho no había salida mas hacia adelante.
Por las calles hacia el poniente del eje central los grupos de porros hacían de las suyas sin que la policía de dedicara apenas de ellos.
En suma la marcha estaba encerrada entre dos tenazas igualmente hostiles: policías y porros.
Para colmo cuando aproximadamente había llegado la mitad de los contingentes a su destino la acción combinada de provocadores y policía generó el intento de estos últimos de dispersar la manifestación, gases lacrimógenos emergieron y el aire se volvió irrespirable. La organización, en algunos casos improvisada, en otros previsora, de los contingentes impidió una desbandada que en las condiciones descritas hubieran hecho de la tragedia del News Divine un juego de niños.
La movilización de los grupos de vándalos y de porros en las calles aledañas al trayecto de la marcha, tratando de generar la desbandada de los contingentes tampoco rindió frutos pese a los intentos que no cesaron ni siquiera cuando la marcha llegó a su termino.
Este artículo se escribe unos minutos después del final de la movilización y no descartamos que la policía haya detenido en tal o cual acción separada de la marcha tanto a estudiantes que se haya separado de los contingentes como a algún grupo de vándalos. No cabe duda que la televisión regodeará mostrado imágenes de “porros” saqueando comercios pretendiendo hacerlos pasar por los auténticos estudiantes. No obstante hay que reiterarlo la movilización pese a sus esfuerzos se logro y eso en el marco del actual ambiente de represión e intimidación, es un logro.
No podemos más que realzar la combatividad y determinación de los auténticos estudiantes que pese a todos los obstáculos lograron llegar al zócalo y culminar una vez mas la movilización del 2 de octubre, la cual año con año se convierte en un autentico reto.
Lecciones
Además de lo habría que destacar que en otro ambiente la marcha se hubiera dispersado fácilmente. Por lo tanto si el despliegue represivo es un elemento a destacar también es fundamental señalar que algo está cambiando en la sicología de las masas, en este caso de los jóvenes; se ha mostrado una determinación para ir hasta el final a pesar de los obstáculos que, como en otras ocasiones también permeara en otros sectores en lucha.
Que lo piensen dos veces, hoy los estudiantes no se doblaron, como no lo han hecho los mineros de Cananea o los trabajadores de Olympia y tantos otros casos.
Mañana los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro defenderán su sindicato con uñas y dientes. Esa determinación puede llevar a la extensión de la lucha a todos los sectores y cuando ello suceda no habrá lugar donde se pueda esconder este gobierno y todos aquellos que le sirven.
Por esta razón hoy más que nunca es indispensable una política unitaria para enfrentar los futuros ataques. Necesitamos determinación de hierro y unidad de clase para defender los sindicatos, los contratos colectivos, la educación publica, las organizaciones campesinas y populares.
No hay una muralla china entre luchas defensivas y ofensivas. Preparando la defensa de las organizaciones y conquistas de los trabajadores y la juventud sembraremos la semilla de la revolución mexicana del siglo XXI.
No habrá fuerza represiva, por mas impresionante que parezca que amedrente a una clase unida y decidida a vencer
Que vivan los estudiantes que marcharon este 2 de octubre
Que vivan los trabajadores del campo y la ciudad
El futuro es de lucha y de victoria