“La crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección revolucionaria”
(León Trotsky 1938, Programa de Transición)
Tras el anuncio de la Asamblea Nacional de Resistencia Popular el pasado 5 de noviembre de impulsar un Paro Nacional contra la extinción de Luz y Fuerza del Centro, sólo restaba esperar la respuesta “oficial” del Comité Ejecutivo (CE) del Situam para definir las actividades a realizar en las unidades de la Universidad Autónoma Metropolitana en el marco de la Jornada Nacional de lucha contra el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro.
La dirección del Situam llamó el viernes 6 de noviembre a un Consejo General de Delegados (CGD), a realizarse ese mismo día en el local del sindicato. Lo que se resolvió ahí fue la cereza de pastel de la inconsecuente postura de la dirección: El Situam no se uniría al llamado de Paro en solidaridad en la lucha del SME, pero se impulsaría un ”Paro Universitario” en el que los estudiantes fueran quienes tomaran las instalaciones con el “poyo” del sindicato.
Doble discurso
Desde que la lucha nacional en defensa del SME inició las direcciones (general y locales) del Situam manejaron dos discursos diferentes: uno para los electricistas que demandaban solidaridad y otro para los trabajadores de la UAM que se cansaron de esperar un llamado serio para sumarse de forma organizada a la lucha. Así por ejemplo, mientras que a mediados de octubre se podía leer en desplegados y volantes firmados por Antonio Venadero, secretario general del Situam: “El Situam no escatimará en medidas para apoyar la lucha de los compañeros electricistas”, entre las bases del sindicato la desinformación crecía, la urgencia de los acontecimientos hacía que la ayuda individual sobrepasara la colectiva, y los espacios de discusión no eran más que Asambleas Seccionales (asambleas de todos los trabajadores de cada unidad de la UAM) y reuniones de CGD mal preparadas, improvisadas y de carácter informativo.
La lucha había ya empezado, el bombardeo de los medios de comunicación contra el SME no daba tregua, pasaban los días sin ingresos para miles de familias y en el Situam parecía que no pasaba nada. Las Asambleas Seccionales y varias reuniones del CGD se convocaron el mismo día en que se efectuaron, en las diferentes unidades la convocatoria se hacía con uno o dos carteles pegados unas horas antes de que el evento se realizara, los del CE le echaban la culpa a los de las representaciones locales del sindicato (GICs), los de los GICs a los del CE y como por arte de magia las asambleas no contaban con el quórum necesario para aprobar medidas serias de apoyo. El material de los compañeros electricistas y el del Situam en apoyo a los mismos no se distribuía. Cuando miembros el SME acudían a las reuniones del sindicato, a las unidades y en especial a los GICs, siempre se les aseguraba que se tomarían medidas para solidarizarse con su lucha, que se discutiría en las instancias correspondientes la forma de apoyarlos y que estuvieran seguros de que no estaban solos, pero por otro lado, cuando los trabajadores de la UAM nos acercábamos a nuestra representación sindical preocupados por lo que no se hacía se nos contestaba que sí se apoyaba a los electricistas, pero que no se podía dejar de lado el trabajo cotidiano que implica el sindicato (como reuniones de comisiones y reuniones con autoridades para hacer valer acuerdos resultantes de la pasada revisión contractual), por si fuera poco si se le pedía a alguno de estos liberados sindicales ponerse al frente y hacer algo solían responder que eso no les correspondía, que fueras con otro miembro del GIC o con algún comisionado. No es de extrañar que fueran estudiantes y trabajadores (de forma individual) los que llevaran a cabo las charlas, foros y asambleas para concientizar a la comunidad de la gravedad de los ataques de Calderón. Pero incluso cuando el trabajo duro lo hicieron los estudiantes la “ayuda” a este sector de la comunidad dejó mucho que desear en varias ocasiones, por ejemplo, en la UAM-A se regateó por parte del CE (según el GIC) el transporte para varias marchas, por ejemplo para la del 15 de octubre sólo hubo dos camiones disponibles, los estudiantes tuvieron que pedir ayuda a los trabajadores de RTP para contar con otros dos camiones, además para la marcha del 23 de octubre no hubo ni un solo camión.
Cambio de actitud
El discurso, el de los volantes y desplegados, que en un primer momento fue solidario y combativo poco a poco se hizo más y más tibio. Cada vez más la lucha se mostraba como ajena al Situam, era la lucha de los del SME, y no la lucha de los trabajadores de México. Se pasó de ”no escatimar medidas” a “apoyo económico” y “acopio” e incluso eso se regateó. En un CGD se planteó la propuesta de descontar a los afiliados un día de salario en apoyo al SME o dar el fondo de 450 mil pesos que alguna vez fue para la APPO. Se instó a que se debatiera eso en las seccionales y en los departamentos de cada unidad. Como era de esperarse, las bases prefirieron dar los 450 mil pesos que eran para la APPO, eso se expresó en las seccionales, pero la Huelga de Bachilleres dio el pretexte perfecto para crear confusión respecto al tema. Se planteó que también se le debía de dar apoyo a los compañeros de Bachilleres, entonces la decisión de dar los 450 mil pesos al SME debía de esperar porque entonces se tenía que decidir qué parte de eso se le daría a los del Colegio de Bachilleres. Como no hubo una propuesta central (por parte del CE) hubo un sinfín de propuestas en los departamentos, por lo tanto, no hubo consenso y el apoyo económico debería esperar hasta que “nos pusiéramos de acuerdo”. Finalmente, el 5 de noviembre en la Asamblea Nacional de Resistencia Marcos Vargas entregó sólo 100 mil pesos al SME.
Los acontecimientos avanzaban. El SME llamó a una reunión de organizaciones fraternas para discutir el plan de acción a seguir. De esta forma se conformó la Asamblea Nacional de Resistencia Popular en la que Venadero participó pero siempre manteniendo un bajo perfil el cual no se contradecía con el ambiente de combatividad demostrado por trabajadores y estudiantes de la UAM los cuales, en el local del SME, le mostraban pancartas en las que decían estar dispuestos a adoptar la medida del paro nacional.
Cuando después de la segunda reunión de la Asamblea Nacional de Resistencia Popular se definiera el día del Paro Nacional se buscó por cielo, mar y tierra la forma de desatenderse del llamado del SME. La siempre socorrida frase de “entre las bases del Situam no hay condiciones para parar” hizo su aparición. Se dijo que muchos trabajadores estaban de acuerdo con la extinción de Luz y Fuerza, que los trabajadores de la UAM eran flojos y que sólo veían por sus intereses. (Discurso muy parecido al de Calderón para justificar el “sabadazo”).
En varias unidades (como en Azcapotzalco) cuando se cuestionaba a los miembros del GIC sobre plan de acción a seguir una vez que ya se había definido el 11 de noviembre como día de Paro Nacional, los miembros de la dirección sindical local respondieron que iban a convocar a una Asamblea Seccional ¡el mismo 11 de noviembre a la 1pm! Para ver como los trabajadores de la unidad Azcapotzalco de la Metropolitana nos sumaríamos a las acciones que se levarían a cabo ¡ese mismo día!
En la página de inicio del sitio oficial del Situam es posible encontrar un comunicado dirigido a los afiliados firmado por el Comité Ejecutivo entre lo que se puede leer: “Convocamos a la sociedad mexicana a solidarizarse con el SME , a brindarle su apoyo. No es sólo la lucha de un sindicato, sino la de todos nosotros …¡Todos al paro nacional para detener la embestida del neoliberalismo encabezado por el PAN y el PRI, este miércoles 11 de noviembre de 2009. Magna marcha por la tarde rumbo al zócalo capitalino!..!A preparar la huelga colectiva nacional!”
En esa misma página de inicio un poco más abajo en un comunicado, el CE se dirige a la sociedad mexicana de la siguiente forma: “El Situam no puede permanecer ajeno a todo este proceso. Por ello el CGD llamó a impulsar el paro universitario para este miércoles 11 de noviembre, para actividades para elevar nuestras voces en contra de esa agresión para, entre todos, hacer una defensa de nuestros derechos y de nuestro país. Hacemos un llamado a los afiliados a que aborden esta situación y decidan en sus departamentos los apoyos y las acciones solidarias para el SME. El CGD del martes 10 tomará la decisión sobre los planteamientos sindicales. Solamente los trabajadores, los estudiantes, los campesinos, la sociedad mexicana, unidos estaremos en posibilidad de descarrilar la embestida…” (el subrayado es nuestro)
En el correo sindical No. 29 (9 de noviembre) en el apartado titulado Hacia el paro nacional se puede encontrar: “En el marco de la segunda Asamblea Nacional de la Resistencia Popular diversas organizaciones sindicales, sociales, campesinas y estudiantiles, entre otras, acordaron sumarse al paro nacional programado para el próximo miércoles 11 de noviembre que culminará con una magna movilizaciones a las 4 de la tarde rumbo al zócalo capitalino…Por su parte la CNSUES mantuvo, en términos generales, la disposición de sumarse a la acción del miércoles próximo, como el SITUAM, el SUNTUAP y el STUACH. Por otra parte, el STUNAM anunció diversas actividades a realizar y que en estos días canalizará los apoyos respectivos; por su parte estudiantes de la UAM, la UNAM, la Pedagógica Nacional, el Poli, la UACM manifestaron que impulsarán el paro…”
Queda claro que las declaraciones bajaron de tono, se convoca a la sociedad mexicana a solidarizarse con el SME, pero en el CGD se decidió impulsar un “paro universitario” ya que la CNSUES mantiene “en términos generales” el sumarse a las acciones del 11 de noviembre y se menciona que “los estudiantes” impulsarían el paro.
Paro en la UAM: los estudiantes muestran el camino
Ante lo moderado y lo inconsecuente del discurso antes mencionado, los estudiantes convocaron en las unidades a asambleas para preparar la jornada de lucha del 11 de noviembre. A la Asamblea General de Estudiantes de la UAM-A realizada el martes 10 de noviembre se invitó a un miembro del GIC, los estudiantes le pidieron a éste aclarara en qué consistía el “apoyo” que el Situam daría a la comunidad estudiantil para que se llevara a cabo el paro,. Hubo reclamos por parte de varios estudiantes hacia la decisión de la dirección del Situam de “evadir su responsabilidad en la lucha” y “ponernos como carne de cañón ante las autoridades universitarias”. A lo que la representación sindical en Azcapotzalco prometió “no dejar solos aquellos estudiantes que fueran víctimas de represión por parte de la rectoría y de los altos funcionarios”, por otro lado se dijo que los trabajadores no pararían porque no están informados, no están dispuestos a luchar y a renunciar a un día de salario. Además se trató de argumentar a favor de lo anterior, se dijo que si el Situam paraba a las bases se les descontaría un día de salario que iría a parar a los bolsillos del Rector General y de los altos funcionarios, entonces, mejor no ir al paro y dar ese dinero como apoyo a los del SME. Ese argumento se repitió una y otra vez en Iztapalapa, Xochimilco, Azcapotzalco, etc. En esa misma asamblea estudiantil en la UAM-A fueron mejor recibidas las participaciones del los trabajadores de base de la UAM-A (también sindicalizados) que plantearon su total disponibilidad de participar en las acciones decididas por los estudiantes, incluso en la toma de las instalaciones; además dijeron sentirse molestos por las decisiones del Comité Ejecutivo del Situam y no sentirse representados por el mismo.
Descontento hacia una dirección sindical oportunista
No cabe duda que buscaron y encontraron pretextos para evadir la responsabilidad que tiene una dirección sindical en la lucha de clases. Es indignante el decir que no hay condiciones para impulsar el paro y que los trabajadores no están dispuestos a luchar por una causa que no es suya. Las condiciones de lucha no aparecen de la nada por generación espontánea, se crean. Es natural que no haya condiciones si como dirección haz hecho todo lo posible por evadir el debate entre las bases, por no informar y por realizar asambleas improvisadas. El CE y los GICs pecaron no sólo por omisión, sino también por acción. No pueden decir que nadie les pidió que se pusieran al frente y que hicieran su trabajo, no pueden decir que faltó información y que faltaron brigadas por parte del SME, no pueden decir que el Situam sólo existen trabajadores apáticos y egoístas. Apelaron a los efectos de la crisis económica para infundir entre las bases el miedo a un día de descuento, no explicaron a los trabajadores la necesidad y alcance de ese sacrificio. Apelaron a la confusión para no apoyar económicamente (tal cual se decidió en los departamentos) al SME. Apelaron al bombardeo informativo del Estado para decir que a los afiliados del Situam ya les habían lavado el cerebro y que de nada servía informarlos.
No era necesario ser un sindicalista estudiado y preparado para ser capaces de vincular la lucha del SME con la del Situam, sobre todo en un contexto de crisis económica, de recortes al presupuesto para las instituciones educativas (a la UAM se le recortarán 8.1% del presupuesto para el 2010), de ataques a los derechos de los trabajadores, de aniquilación de los Contratos Colectivos de Trabajo, de más impuestos y menores salarios.
Aún así y a pesar de la dirección fueron varios los académicos y administrativos del Situam que junto con los estudiantes sacaron adelante el paro de labores el día miércoles 11 de noviembre. De forma inconsciente, la ausencia de una organización sindical orilló a los estudiantes a salir a luchar, de otra forma la UAM no hubiera participado decididamente en esta batalla. Pero por nada del mundo es aceptable la actitud de las diferentes corrientes del Situam (la que está a cargo del CE y las de los GICs). Han demostrado que todas son lo mismo. Entre las bases existe descontento por lo que pasó y por lo que no pasó hace unos días, incluso se ha llegado a plantear la posibilidad de que de cara al cambio de Rector General las corrientes hubieran buscado quedar bien con las autoridades. Dejando de lado los rumores, es evidente la molestia que existe por no contar con una representación digna, una representación que no se posicione o en la CNSUES o en la UNT según convenga (cuando se trata de diluir la lucha adoptamos las siglas que mejor convengan). Ahora que el STUNAM (obligado por las bases más que por voluntad del “Charrustín”) sí paró, ahora no somos de la UNT, ahora somos de la CNSUES. Cuando en la Huelga del 2008 se planteó el vincular nuestra lucha con las universidades que también estuvieran llevando a cabo revisiones a su CCT (tal era el caso de Chapingo) no obedecíamos a la CNSUES, sino a la UNT.
En La Jornada por internet salió una nota sobre que el Situam no aprobó el paro laboral en apoyo al SME (Publicado: 11/11/2009 09:59). Lo relevante de esta nota no es la nota en sí misma, sino los comentarios de los lectores quienes (en el caso de los trabajadores del Situam que escribieron) acusan a Venadero de “manipular el apoyo al SME en el CGD para que se diera el paro por parte de los estudiantes y no por la clase trabajadora (que quedo excluida), el mandato fue esperar que los estudiantes tomaran las instalaciones y no de quienes realmente estamos siendo afectados”. También se comenta que es “Increíble esto … estos son los momentos claves para mostrar la fuerza de los trabajadores y no la tibieza de unos lideres este es una situación de actuar y pensar como trabajadores y sindicalistas”. Además se puede leer “considero mala decisión del SITUAM no apoyar este movimiento social. Así les irá cuando pidan apoyo el año que viene al revisar su contrato laboral. por qué no entienden que apoyo con apoyo se paga!!!”
Por la democratización del Situam
El llamado “paro universitario” no fue más que poner a los estudiantes por delante. El decir que se “apoya y respalda” las actividades de los estudiantes es asumir que la lucha del SME y la de los estudiantes es ajena al Situam. No debemos de olvidar que el SME fue de los poquísimos sindicatos que apoyaron (marchando y no sólo con discursos y dinero) nuestra más reciente y larga Huelga. Decir que no paramos por el bien del SME (para darles a ellos ese dinero que la Rectoría General nos hubiera descontado por parar) no es más que un argumento tramposo y una burla cuando los compañeros electricistas explicaron en cada oportunidad que tuvieron que si bien el dinero era necesario, preferían mil veces más que el Situam parara. El Situam debió tomar la delantera en el paro y no exponer a los estudiantes a medidas intimidatorias y represivas como las ocurridas en la madrugada del paro en Azcapotzalco, en un paro del Situam eso no hubiera ocurrido. La acción individual de cada trabajador no puede suplir la acción colectiva y organizada de un sindicato. Los obreros aislados no somos más que carne de explotación. Los sindicados son resultado de heroicas luchas de nuestra clase. Recuperemos el Situam luchando por la creación de una corriente democrática y que luche por los auténticos intereses de nuestra clase. Revocabilidad inmediata de todos aquellos dirigentes que no representen dignamente a los trabajadores.
El SITUAM es de y para los trabajadores. Debemos fortalecerlo en una verdadera herramienta de lucha revolucionaria y de esta forma garantizar los triunfos en las luchas venideras.
¡Únete a Militante y lucha por la democratización del Situam!
¡UNIDOS Y ORGANIZADOS, VENCEREMOS!