La necesidad de que el Movimiento de Regeneración Nacional y el PRD adopten un programa y una práctica auténticamente revolucionaria es apremiante. Y aunque los cincuenta puntos planteados por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y ahora los compromisos y pactos firmados por Alejandro Encinas para el Estado de México significan un avance importante para los trabajadores debemos exigir todavía más.
Somos miles los que observamos con optimismo los planteamientos de la izquierda: garantizar educación, publica, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares, 100 % de inscripción en la escuela de preferencia en todos los niveles, amplio programas de becas -en el caso de bachillerato el monto seria de 900 pesos mensuales-, desayunos, útiles y uniformes gratuitos, un trabajo bien remunerado al término de nuestros estudios, abandonar la política de que la educación es una mercancía y un privilegio, garantizar cultura recreación, salud y esparcimiento, etcétera. Estas medidas son un paso al frente para revertir las condiciones de vida de la juventud; más hora que con la crisis se han agravado llevando a millones a situaciones de marginalidad, delincuencia e incluso al suicidio, pero no serán suficientes ante la rapaz necesidad que tienen los empresarios y la burguesía de obtener el máximo de beneficio y acrecentar sus ganancias, esta serie de iniciativas choca con sus intereses, para ellos es un despilfarro otorgarle recursos a la educación y más allá de hacerlo se opondrán decididamente.
El realizar estas medidas significará dar una batalla abierta con la burguesía y sus representantes dentro de las escuelas y empresas, sería incorrecto suponer que esta serie de consignas se podrán llevar a cabo con el paso libre de los empresarios y banqueros cuando son ellos quienes han impulsado de manera enérgica toda una serie de reformas en contra de la educación pública y quienes promueven una reforma laboral donde los jóvenes no poseamos ningún derecho laboral y sindical. La única forma de lograr esta serie de iniciativas es recuperando las tradiciones de lucha y organización del movimiento obrero y estudiantil, lucha y la movilización nos garantizara que estas ideas y discursos se vuelvan una acción concreta.
La realización de la consigna educación pública y de calidad para todos, pasará necesariamente por la expropiación de los bienes de la burguesía y ponerlos bajo control de los trabajadores, sólo mediante esta medida se garantizará la destinación de por lo menos el 10% del PIB en educación significando con ello un programa amplio de construcción de aulas dignas y bien equipadas en cada rincón del país respondiendo así a la enseñanza de cada persona en todos los grados, los centros de estudio privados serian integrados al sistema de educación pública, medida que eliminaría el lucro con la educación, y los profesores y personal de estas escuelas serán contratados por el estado con salario digno, sindicalización y base.
El programa de becas que propone AMLO no debe de ceñirse a apoyos económicos sino también a becas alimenticias sumando un programa de vivienda digna para los estudiantes que están lejos de su residencia, transporte público gratuito así como todos los servicios escolares tales como fotocopiado, prácticas de campo, biblioteca, etcétera.
En tema de empleo para la juventud, debemos oponernos rotundamente que nos utilicen como mano de obra gratuita, nuestras prácticas académicas en el campo laboral deben ser remuneradas con forme a las necesidades, el estado debe garantizar un empleo al término de nuestros estudios. Es mentira que la sociedad ya no necesite más profesionistas, distribuir el trabajo existente en todas las manos, ajustando las jornadas laborales donde todos cubramos un turno y labor determinada en la empresa todo esto sin disminución salarial.
Estas y otras iniciativas deben de ser impulsadas y supervisadas por los consejos escolares, integrados por los estudiantes, profesores y trabajadores, donde se nos permita el derecho a huelga, reunión, sindicalización y a elegir a nuestros representantes.
Todo lo anterior y otra serie de situaciones entra en contradicción con los intereses de quienes nos mantienen en la miseria y en la explotación y harán todo lo posible porque ni en lo más mínimo se cumplan estas consignas, debemos ser conscientes que esta batalla no la ganaremos solamente haciendo exhortos o con buenas intenciones, la necesidad de una alternativa política para los problemas de la juventud es urgente. Se trata de dos interés completamente contrarios, y nuestra respuesta debe ser una lucha seria y firme, primero adoptando un programa revolucionario, un programa, en primero lugar son ideas pero para que estas tengan efectividad tiene que transformarse en una guía para la acción, esto es lo que debe de hacer el movimiento que encabeza AMLO y el PRD-Morena, estos deben de confiar en la fuerza y potencial de la clase obrera, no sólo para llevar a cabo estas medidas sino también extenderlas y plantearse transformar la sociedad desde sus cimientos, la adopción de un programa marxista es fundamental para lograr un cambio coyuntural sino un cambio total y permanente.