Declaración política del Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP)

I. Introducción: la importancia del Movimiento #YoSoy132 y la situación política nacional

El viernes negro de Enrique Peña Nieto (EPN) ha marcado un nuevo punto de inflexión en la lucha de clases en México: en medio de gritos de “¡Asesino, asesino…!” y de “¡Atenco no se olvida…! el 11 de mayo pasado el candidato del PRI en la práctica fue expulsado de la Universidad Iberoamericana por una enardecida comunidad estudiantil. Este hecho no podía dejar de ser significativo, sobre todo si tomamos en cuenta que la Ibero ha sido por décadas uno de los emblemas más importantes de la educación privada en México, universidad en la cual, por ejemplo, un estudiante de Derecho tendrá que cubrir una colegiatura de 78 mil 381pesos en el siguiente otoño para cursar el semestre.[i]

El revés de EPN en la Ibero hizo añicos la táctica de Televisa y TV Azteca consistente en tratar de imponer la idea de que el PRI es todo poderoso y que por lo tanto su triunfo en las próximas elecciones es inevitable. Las televisoras y toda la maquinaria priista pretendían crear en su beneficio un ambiente de inercia política y coerción entre los sectores más empobrecidos, descalzados y políticamente más atrasados de la clase trabajadora; ello al mismo tiempo que pretendían cosechar el apoyo de la pequeña burguesía, desencantada del panismo. Otro objetivo de la derecha era  desmoralizar a la masiva base de apoyo de AMLO, forzándola a bajar su nivel de participación en la campaña electoral. El objetivo era desmovilizar a la clase trabajadora, reforzando la idea de que, se hiciera lo que se hiciera, el PRI regresaría a la presidencia sin mayores problemas.

El viernes negro y las posteriores movilizaciones han echado por tierra la imagen de invencibilidad de EPN, dándole confianza a la base de la izquierda, la cual ha visto renovados sus ímpetus de lucha. El daño ha sido tan serio para EPN que su caída en las preferencias electorales no ha podido ser ocultada por las principales empresas encuestadoras, todas ellas al servicio del candidato priista. Periódicos tan reaccionarios como elpropio Reforma han ubicado en 38% la intención del voto para EPN y en 34% la de AMLO ¡Apenas cuatro puntos de diferencia! Los resultados de esa clase de encuestas cual han fortalecido las movilizaciones a favor de la candidatura de izquierda.

La burguesía mexicana y sus agentes están sinceramente preocupados por la irrupción masiva de la juventud en la lucha política; temen que el movimiento escale a niveles que puedan poner en riesgo la frágil estabilidad social. La juventud ha puesto sobre la mesa la posibilidad de derrotar a la derecha en las calles y  en el frente electoral, donde esta tiene un peso muy importante pues representa el 30% del padrón, ya que 29 millones de electores que lo integran tienen entre 18 y 29 años de edad. EPN ha entrado en una espiral descendente y una política revolucionaria por parte de AMLO que conecte con el levantamiento juvenil podría trasformase en la sepultura del candidato del PRI, abriendo una seria perspectiva de cambio para millones de trabajadores en nuestro país ¡Es el momento de que la juventud y la clase obrera pasemos a la ofensiva!

La exitosa conformación de las organizaciones como Morenaje y #YoSoy132, son un paso de gigante en la lucha  y en la organización de la juventud. La tarea que tenemos los jóvenes es llenar a estas organizaciones de un contenido político revolucionario, que nos permita derrotar efectivamente a la derecha. Tenemos que superar la etapa inicial del movimiento, donde predominan las ideas inacabadas y la debilidad organizativa. El actual movimiento tiene un gran potencial de lucha, puede transformarse y dar pié a un movimiento juvenil aún más amplio, con un carácter marcadamente proletario y combativo además de alejado de posiciones sectarias y oportunistas. Ello dependerá de hasta dónde los sectores políticamente más avanzados de entre la juventud seamos capaces de influir desde la base hasta la dirección del movimiento. También será de especial relevancia para el futuro del movimiento #YoSoy132 la actitud que ante éste tenga AMLO y los dirigentes de la izquierda, si éstos no utilizan su enorme autoridad política para alentar al movimiento hacia una política combativa y de unidad con el conjunto de trabajadores la dispersión política y organizativa será una tendencia que tendremos que combatir, sobre todo después de las elecciones.

El movimiento #YoSoy132,y previo a él la conformación de Morenaje, han sido las expresiones de lucha más importantes de la juventud desde la heroica huelga de la UNAM de 1999-2000. Sin embargo, dado que en su conjunto no se trata de un movimiento meramente estudiantil ni por sus demandas, ni por su forma de organización, sino que abarca a jóvenes de prácticamente todo el país, de entre los cuales también hay jóvenes trabajadores, podemos apreciar la relevancia del actual movimiento juvenil en contraste con la lucha de estudiantil de 1968.

Estamos ante una coyuntura excepcional de participación de la juventud proletaria, aunque estamos al inicio, los jóvenes ya nos perfilamos como un batallón fresco y fuerte de la lucha revolucionaria contra el capitalismo, tal como sucede en otras partes del mundo.

¡Es la hora de la juventud y la clase trabajadora! ¡Tenemos que pasar a la ofensiva! ¡Tenemos que derrotar al PRI y al PAN, en las calles y en las urnas!

II. Las causas que originaron el movimiento

  1. El Capitalismo y la juventud

El capitalismo es un sistema de explotación y de opresión de millones de seres humanos en beneficio de un puñado de banqueros y empresarios; en aras de los beneficios empresariales la burguesía y el Estado aplican toda clase de medidas para estrujar más a los trabajadores por medio de la explotación directa en las fábricas y trasladando hacia los fondos de los empresarios dinero arrebatado al pueblo trabajador bajo la forma de impuestos. De todo ello un par de ejemplos hablan muy claro de esa amarga realidad: el primero lo podemos visualizar en un informe publicado por La Jornada  en el que se señala que en nuestro país “El tiempo de trabajo destinado a obtener el salario pasó de 12 minutos en 2008 a 9 minutos en abril de este año, debido a que los despidos provocados por la crisis obligaron a los trabajadores que conservaron su empleo a producir más con una planta laboral menor…”[ii]; el segundo ejemplo lo representa el rescate bancario el cual a lo largo de 15 años ha tenido un costo para las finanzas publicas de 889 mil 403 millones de pesos[iii], ello a costa de elevar el IVA, de los gasolinazos y de recortar el gasto del Estado en salud, educación, vivienda social, ciencia, cultura, en subsidios y apoyos para el campo, etcétera, y de impulsar la privatización silenciosa del sector energético, táctica esta última que exigía el cierre de Luz y Fuerza del Centro.

Además los la decadencia del capitalismo mexicano, la actual crisis económica mundial que ya significó un severo descalabro para nuestro país en 2009 al sufrir ese año una contracción económica del 6.5%, la más severa en 70 años, han hecho del desempleo o de la generación de empleos basura (tercerización, por ejemplo)  un problema crónico para millones de mexicanos, en espacial para los jóvenes.

Entre  1941 y 1982 la economía nacional creció un promedio anual del 6%, sin embargo dicho ritmo se redujo hasta el 2.5%en las últimas casi tres décadas, es decir a la mitad del desempeño que se tenía años antes. Y ahora para el caso del gobierno de Calderón se estima un crecimiento menor aún, ubicándose éste en un 1.8% de promedio anual.

Esa marcha de la económica y la política de los diferentes gobiernos del PRI y del PAN han tenido un costo enorme para la clase trabajadora y para la juventud.

Para las familias proletarias y campesinas todo ese espectro se ha traducido en un constante deterior de los niveles de vida a tal grado que incluso los informe oficiales no pueden negar que en nuestro país cuando menos 50 millones de personas viven en la pobreza.

Siendo así, bajo la tendencia declinante del capitalismo mundial y del mexicano en particular, el desempleo y el empleo precario[iv]adquieren una singular relevancia para la clase dominante y la defensa de los beneficios empresariales. Con un menor empleo de mano de obra, es decir por medio de la reducción de la masa salarial a través del despido, y abaratando en todo lo posible el precio de la fuerza de trabajo en activo, es la formula por la que ha optado la burguesía en México y en todo el mundo para afrontar la fase declinante que vive el capitalismo en las últimas décadas y para transitar la actual crisis de la economía mundial. Bajo esa política y en ese contexto económico, es en el que han nacido y crecido las actuales generaciones de jóvenes; se trata de millones de seres humanos que no ha conocido algo distinto a la austeridad, las privaciones, la desesperanza, la carencia de oportunidades, las puertas cerradas y para las cuales la vida diaria es un reto que exige mucha energía para simple y sencillamente continuar de pie e iniciar la marcha al siguiente día con ese mismo y básico objetivo. Un futuro digno hoy día es sólo un espejismo para millones de jóvenes.

La violencia del capitalismo contra la clase trabajadora es encarnizada, siendo la juventud uno de los sectores en los cuales esa problemática se expresa con mayor crudeza. Por ejemplo, basándonos en las cuestionables cifras oficiales, mientras que el desempleo en general ronda en el 5% de la Población Económicamente Activa (PEA), en el caso de la juventud este fenómeno oscila entre el 9 y 10%. Otros informes explican que en México más del 50% de desempleados son jóvenes.  La lacra del desempleo se focaliza particularmente entre quienes tienen de 20 a 24 años de edad. Además, de acuerdo al Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas) el 40% de los jóvenes que laboran no gozan de prestaciones.

La severa problemática que padece la juventud es tan profunda que algunas agencias de la burguesía son incapaces de ocultarlo: en 2010, ante los traumáticos resultados del colapso económico de 2009, la patronal COPARMEX se vio obligada a reconocer que en nuestro país son 8 millones de jóvenes los que no trabajan ni estudian. Por su parte en 2011 la ONU informó que en México hay 15 millones de jóvenes que viven en la pobreza.

  1. El fracaso educativo

Pero incluso la problemática para la juventud proletaria que accede a las aulas y que desea forjarse un futuro digno a través de una profesión universitaria, no deja de ser desesperanzadora. El primer reto, en buena medida el más difícil, es el de acreditar el examen de selección, el cual está elaborado de forma consciente para atenuar artificialmente y desde la lógica de la política educativa del Estado la contradicción entre la enorme demanda al lado de una oferta pobre de parte de las institución públicas. Por ejemplo en ese marco se explica el enorme número de jóvenes aspirantes que año tras año son rechazados de la UNAM a través del examen de selección, como lo fue el caso del concursos de admisión de febrero pasado cuando de los 150 mil jóvenes que aplicaron para lograr un lugar en alguna licenciatura de dicha casa de estudio, el 90% no fueron admitidos[v]. Esa es la mis realidad que norma la vida cotidiana de todas las universidades públicas del país.

Y la minoría que logra superar ese filtro es expuesta a una intensa presión que debe sortear con éxito si es que quiere terminar sus estudios profesionales: excedidas cargas de estudio y trabajos escolares, textos y materiales escolares muy caros, hacinamiento escolar, talleres y laboratorios insuficientes, la ausencia de comedores estudiantiles con precios subsidiados, salvo casos muy excepcionales, y otra clase de recursos que auxilien la estancia de los estudiantes en la universidad ¡La gran mayoría de los estudiantes de enseñanza media superior y de las universidades públicas de nuestro país padecen hambre todos los días! Además muchos de ellos al mismo tiempo que se estudian tienen que trabajar en un empleo mal pagado, etcétera, etcétera. Esa realidad se manifiesta a través de los elevados índices de deserción escolar en las universidades públicas los cuales, de acuerdo a un estudio de la UAM[vi], arrojan como saldo que únicamente 15 de cada 100 universitarios concluyan sus estudios profesionales. Otro efecto a raíz de todo ello son los pobres resultados en titulación de aquella minoría que logra terminar sus estudios: en nuestro país el 80% de los egresados universitarios jamás se titulan.

En nuestro país solamente 1 de cada 4 jóvenes de 19 a 23 años de edad tiene acceso a la educación superior. Y De acuerdo al ex Rector de la Universidad Autónoma de Sonora (UAS), Jorge Median Viedas, de 2000 a 2009 el gasto del Estado en educación pasó del 46 mil millones de pesos a 45 mil millones, es decir durante la década pasada las finanzas del sistema educativo público se contrajeron mil millones de pesos.

En nuestro país el gasto para la educación superior oscila entre el 0.4 y 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que ese rango se encuentra en los 3 puntos en el caso de los EEUU. El deterioro de la educación pública en todos sus niveles y el cada vez más estrecho accesos a las aulas de las universidades públicas son resultado directo del sistemático repliegue del Estado en sus obligaciones hacia estos rubros. La contrarreforma impulsada al Artículo 3ª Constitucional en 1993 por Salinas y aprobada durante su mandato al frente de gobierno federal abrió la puerta de par en par para profundizar esa política.

La escasa oferta de las universidades públicas en relación a la elevada demanda se ha traducido en enormes presiones para que una cantidad significativa de dichos jóvenes opten por buscar una oportunidad a través de universidades privadas de dudosa calidad educativa. A este respecto el Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU) de la UNAM en una investigación titulada “De la privatización a la mercantilización de la educación superior” publicado en 2008, denuncia que menos del 10% de la universidades privadas cuentan con el certificado de calidad de la SEP.

El proceso de privatización de la educación por la vía de los hechos ha derivado entre otras en que, continuando con el informe del CESU, entre 1994 y 2005 por cada institución superior pública se hayan creado de manera paralela 3.5 nuevas universidades privadas. Además entre 1999 y 2007 mientras la matricula en las universidades públicas creció un 12%, en las privadas el incremento fue del 37.6%.

La concentración de riqueza en pocas manos ha transformado a la privatización de la educación una poderosa palanca de apoyo a tal grado que importante multinacionales del ramo tienen posiciones en este mercado en México, tal es el caso de Laurent Education Inc., antes Sylvan Education, consorcio propietario de 18 universidades en diferentes partes del mundo y socio desde el 2000 de la Universidad del Valle de México, o del Grupo Carlyle de la familia Bush, es socio de la Universidad Latinoamericana. Estos dos ejemplos por sí mismos ya hablan de lo rentable que es la educación privada en nuestro país y el éxito que ha supuesto desde la lógica de la burguesía la política de ataques contra las universidades públicas.

Regresando al viacrucis que debe padecer un estudiante en su lucha individual por una vida digna, otro aspecto a destacar es el hecho de que aquella minoría que por fin logra culminar sus estudios aun está lejos de resolver su situación, pues al momento de lanzarse al mercado laboral se encuentra con el hecho de que este ofrece escasas oportunidades para emplearse desempeñándose en un área relacionada con su profesión y en la que además pueda contar con una plaza estable en condiciones dignas de prestaciones e ingresos: 55 de cada 100 egresados universitarios no sólo no laboran en áreas diferentes a las que estudiaron sino que además se subemplean como taxistas, microbuseros, taqueros, o en el comercio informal.

Bajo esa realidad es fácil comprender las razones de fondo que, según datos de la propia SEP, de entre los 480 mil migrantes mexicanos anuales a los EEUU 33 mil 600 en promedio poseen estudios de preparatoria o de universidad.

  1. La clase media estrujada

Sin embargo en los últimos años el problema de vivir todos los días con un pie fuera de la universidad ha dejado de ser exclusivo de los que estudian en la instituciones públicas para transformarse en un fenómeno que se ha extendido a amplios sectores de las clases medidas de la sociedad, pues de a cuerdo con Arturo Mantiello, presidente de la Federación de Universidades e Instituciones Particulares del estado de Veracruz, en declaración hecha a la prensa en mayo pasado, en los últimos años ha caído entre el 40 y 50% el número de estudiantes que ingresan a las universidades privadas.

En buena medida esto obedece al hecho de que, según reportes del Banco de México, las colegiaturas de las universidades privadas se encarecieron un 57% entre 2004 y 2010. Lo anterior es una cara de la moneda que explica la dura realidad que hoy día padecen miles de estudiantes de universidades privadas, la otra cara es una política y una lógica económica que se ha recrudecido en los últimos años socavando constante mente los niveles de vida de cientos de miles de familias capamedieras, lanzando a la runa abierta a muchas de ellas.

Lo anterior queda de manifiestos cuando, por ejemplo, valoramos la forma en que la deuda con la banca de este tipo de familias se ha incrementado sustancialmente conforme pasa el tiempo, pues tan sólo entre 2002 y 2007 el volumen de esa clase de deuda se expandió de una proporción equivalente al PIB de 9.2% a 15%. Estas familias viven enganchadas a la voracidad de la banca la cual, antes de arruinar a muchas de ellas, las obliga por medio de contratos leoninos a tener que destinar el 35% de sus ingresos para saciar las exigencias de dichas instituciones de crédito. Para miles de estas familias, muchas de ellas ya embargadas por la banca, el reto de todos los días ya nos es el de cómo mejorar sus condiciones de vida, sino cómo evitar que la rapiña de los banqueros termine arruinándolos totalmente.

La rapiña de la banca y una economía decadente, en un marco en el que el Estado se ha encargado de que una parte cada vez más grande del pastel termine en manos de los principales consorcios capitalistas tanto nacionales como del extranjero, ha significado la ruina constante para cientos de miles de familias de capa media. Debido a todo ello, por ejemplo, de las 200 mil Pymes que se abren cada año, base muy frecuente esta de reproducción de las capas medias, en promedio quiebran el 65%, unas 130 mil, antes de los dos años de vida.

La realidad también ha sido patética para la clase media durante los últimos años pues de los 33 millones de mexicanos que integraban dicho estrato social en 2007, se paso de manera súbita a los 25 millones 725 mil individuos en 2008.

Durante años la burguesía ha enfilado sus armas hacia el proletariado para extraer de este todas las grasas de reserva necesarias para proteger los beneficios empresariales ante la decadencia capitalista; dicho proceso derivó en la gradual caída de los niveles de vida de la clase trabajadora a tal grado que millones de los que la integran han pasado a formar parte de esos 50 millones de mexicanos que viven en la pobreza. Sin embargo la evolución de la pobreza en nuestro país al mismo tiempo quiere decir que entre millones de pobres, máxime entre los que están catalogados como de pobreza extrema, al haber sido estrujados casi al límite, la burguesía ahora cuenta con un número cada vez más reducido de seres humanos para expoliar entre la clase trabajadora. De ahí que, muy a pesar suyo, la burguesía ha tenido que enfilar sus armas hacia aquellos sectores de la sociedad en los que aún queda grasa de reserva para serles expropiada por medio de deudas impagables y embargos bancarios, arrebatándoles sus pequeñas cuotas de mercado tal como lo hacen con el pequeño y mediano comerciante Wal-Mart y otros grandes almacenes, elevando el precio de los servicios que se les ofrece, etcétera.

Y decimos que los empresarios y banqueros han tenido que vapulear a las capas medias de la sociedad muy a pesar suyo, porque tradicionalmente entre este sector de la sociedad el Régimen y el capitalismo poseen una importante base de apoyo que incluso en muchas ocasiones en la historia ha dado muestras de su disposición a enfrentar al proletariado de llegar a ser necesario, tal como sucedió en 2006 en la lucha contra el fraude electoral por ejemplo.

Se trata de un sector de la sociedad cuyas condicione de vida le permite albergar la fantasía de que, con esfuerzo y dedicación,  algún día se trasformarán en una gran burgués, objetivo para el cual necesitan de la normalidad capitalista; es decir de un contexto en el que la estabilidad y el equilibrio ente las clases, y las bondades que ello representa para el capitalismo, no sean entorpecidas ni mucho menos alteradas por los deseos de justicia de la clase trabajadora. En esa medida para amplios sectores de las capas medias la clase trabajadora es odiada y vista como un enemigo pues esta última no sólo representa lo que no se quiere ser, es decir, proletarizarse, sino que además significa un peligro para su utópica aspiración de pasar a formar parte de las filas de la gran burguesía.

Las aspiraciones de las capas medias además de transformarlas en un importante segmento de la sociedad leal al capitalismo, también la hace presa de las manipulaciones del Régimen y de la burguesía para movilizarla en diferentes niveles y bajo distintas formas contra el proletariado cada que sea necesario, sin embargo la tendencia creciente de concentración de capital en pocas manos inevitablemente hace que, más en tiempos de crisis, los intereses económicos de los estratos medios de la sociedad se vean severamente afectados.

Al igual que en el caso del proletariado, la ruina e incluso el empobrecimiento de millones de capamedieros, es inversamente proporcional al crecimiento de las multimillonarias fortunas de los hombres más ricos de este país. Para ilustrar este último fenómeno basta señalar el caso de los seis principales multimillonarios mexicanos, tal como se expone en la siguiente tabla:

Nombre

Fortuna en 2000 (USD)

Fortuna en 2011 (USD)

Carlos Slim

7,900 millones

69, 000 millones

Salinas Pliego

1,400 millones

17,400 millones

Alberto Bailleres

1,200 millones

17,500 millones

Germán Larrea

1,100 millones

14,200 millones

Jerónimo Arango

1,500 millones

4,000 millones

Emilio Azcarraga

1,500 millones

2,000 millones

 

 

Es evidente que ese proceso de concentración de riqueza es resultado de una mayor explotación y expoliación de la clase trabajadora, pero también es producto de la expropiación bajo diferentes medios de las pequeñas fortunas y propiedades de miles de familias de clase media arruinadas y empobrecidas por el capitalismo. A cambio de ello la burguesía ha tenido que pagar un costo político muy elevado al sembrar el descontento y el malestar en un estrato social clave para la estabilidad capitalista en tanto contrapeso a la clase trabajadora.

El desconsuelo y el resentimiento ante el régimen por el alto costo que le ha hecho pagar la decadencia capitalista a la clase media ya se había manifestado en el pasado reciente en el frente electoral a través de la enrome pérdida de apoyo del PAN, el cual después del fraude que impuso a Calderón en Los Pinos, ha ido de descalabro en descalabro en prácticamente todas las contiendas electorales realizadas a la fecha; un ejemplo grafico que ilustra esa realidad es la desproporción del voto para el panismo entre las elecciones federales de 2006, en las que dicho partido oficialmente logró 15millones 284 mil sufragios a su favor y las de 2009 en las que esa cantidad cayó a los 9 millones 737 mil 537 votos. Apenas tres años después del triunfo del fraude electoral el panismo ya había perdido el apoyo de 5 millones de electores, marcándose desde entonces la tendencia general que tiene ahora a dicho partido al borde del precipicio de cara a las elecciones del próximo 1 de julio. Fox, ese cínico sin escrúpulos, tiene razón cuando señala que solamente un milagro podría salvar a PAN y a su candidata Josefina Vázquez Mota.

De hecho el decreto de Calderón de febrero del 2011 para hacer deducible de impuestos a las colegiaturas fue un desesperado y fallido intento por recuperar algunas simpatías entre los sectores intermedios de la sociedad.

  1. Decadencia social y violencia del Estado

La barbarie capitalista es el producto más acabado e inherente a la decadencia del sistema económico. La lumpenización y todos los aberrantes fenómenos asociados a esta han alcanzado niveles espeluznantes en nuestro país, siendo el narcotráfico una de sus expresiones más desgarradoras. Y en toda esa problemática, de nueva cuenta, la juventud ha saco la peor parte, ya sea porque la desesperante situación y profunda desmoralización de amplios sectores de esta los hace fácilmente presa del consumo de drogas[vii] o porque esas mismas circunstancias los empuja hacia la delincuencia, ya sea en el mundo de las drogas o fuera de este. A este último respecto se calcula que de entre los 227 mil reos por delitos federales, es decir sin tener en cuenta a los procesados por la justicia local de los diferentes estados de la República, existen 23 mil jóvenes condenados por crimen organizado, en su mayoría por contribuir con el narcotráfico.

También otro dato aterrador de lo que significa la barbarie capitalista para la juventud mexicana es el que señala que el 70% de los 60 mil muertos que ha dejado la estúpida “guerra contra el narco” de Calderón, son individuos menores de los 29 años.

Pero ese catástrofe humanitaria no sólo afecta a jóvenes pauperizados con ligas con el narco, sino también a la juventud estudiantil, a la clase trabajadora y a los miles de desempleados que ha dejado la crisis; es decir que dicha barbarie se ha extendido por miles a jóvenes que no tiene absolutamente nada que ver con el narco ni con la “guerra” de Calderón.

Los narcotraficantes y el Estado han transformado en una pesadilla la vida de millones de jóvenes en decenas de ciudades de todo el país; en muchos sitios la vida nocturna y los espacios de esparcimiento juvenil simplemente han desaparecidos debido a los constantes asesinatos, raptos, extorciones y ataques contra la población civil por parte de los narcos, del ejército y/o la policía.

Se trata de un infierno en el que hay evidencias de los desaparecidos no son solo obra de las arbitrariedades del narco y del ejercito o la policía, sino también de una actitud consciente impulsada por los sectores más recalcitrantes de la burguesía para aprovechar la ola de sangre que ha dejado la “guerra contra el narco” para camuflar el accionar de escuadrones de la muerte e impulsar una política de “limpieza social” raptando y asesinando a todo aquel que, desde una óptica similar a la de Hitler, es considerado un paria social. El ejemplo más evidente de ello ha sido el caso del alcalde de San Pedro Garza en Nuevo León[viii], Mauricio Fernández.

Mucho se ha especulado a ese respecto y Calderón se ha encargado de echar humo negro sobre el asunto de los escuadrones de la muerte, sin embargo cuando en la Cámara de Senadores el 23 de septiembre de 2010 se aprueba un dictamen que le solicita a la Secretaría de Gobernación un informe detallado, aun no respondido desde esa fecha, sobre la existencia de esa clase de escuadrones de la muerte en México, podemos concluir que ese fenómeno está más desarrollado de lo que se cree. Además la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reconoce un registro oficial en sus archivos de 5 mil 400 desapariciones desde 2006 a la fecha. Ese dato ya es por sí mismo preocupante pues, pero lo es más aún el proporcionado por las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (FUNDEM), organización que reporta del 2007 a la fecha unos 40 mil 483 denuncias por desapariciones forzadas en 16 estados del país.

Las cifras de muertos y desparecidos en México en apenas seis años de calderonismo proporcionablemente hablando ya superan por muchos los funestos saldos que dejaron 36 años de guerra civil (1960-1996) en Guatemala con 200 mil muertos y 45 mil desaparecidos.

Esa es la tragedia que le está tocando padecer a todo el pueblo trabajador mexicano y que repercute en espacial sobre su juventud para la cual, entre los adolescentes y jóvenes de de 15 a 25 años de edad, el homicidio es la principal causa de muerte. A propósito de ello el diagnóstico de la ONU dado a conocer en mayo pasado es simplemente desgarrador: en México 1 de cada 50 jóvenes morirá asesinado antes de cumplir los 32 años de edad.

III. Caracterización y tareas del Movimiento Juvenil

  1. La lucha de clases, Morenaje y el Movimiento #YoSoy132

El reciente y magnifico brote de lucha juvenil que se ha expresado en Morenaje y sobre todo en torno al Movimiento #YoSoy132, no es obra de la casualidad ni tampoco un hecho aislado; se trata de la expresión de un fuerte descontento acumulado por largo tiempo y que finalmente ha encontrado un cauce para manifestarse aglutinado a cientos de miles de jóvenes, especialmente a estudiantes de aproximadamente 200 universidades tanto públicas como privadas, de todos los estados del país.

El Movimiento #YoSoy132 es producto del callejón sin salida al que ha sido empujada toda una generación de jóvenes, ocluidos aquellos que siendo de las capas medias ven como su mundo se desmorona en mil pedazos debido a la rapiña de los peces gordos de capitalismo, que son los que controlan a los partidos de la derecha y al Estado burgués. Este movimiento también se enmarca en la lucha de clases que se vive en México desde el año 2006, en el que acontecimientos revolucionarios como la insurrección en Oaxaca, dirigida por la APPO, la militante oleada huelguística de los mineros y la lucha contra el fraude electoral sacudieron la conciencia de millones de trabajadores. De entonces a la fecha nada se ha solucionado en relación a los problemas sociales que sacaron a las calles a las masas y por el contrario estos se han agudizado creando más tenciones y polarización social.

Producto de este ambiente de lucha, la clase trabajadora ha visto la necesidad de organizarse, por un lado intentando rescatar a sus organizaciones tradicionales, en su momento creadas para la lucha, tales como el PRD, y por otro conformando nuevas estructuras que respondan a las necesidades del momento. Así, a lo largo de los últimos años se ha conformado entre otras la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el cual cuenta, este último, con más de 4 millones de afiliados a nivel nacional, lo que la sitúa como la organización política de izquierda más numerosa del país.

Las formas de lucha y de resistencia de los trabajadores han sido múltiples a lo largo del sexenio de Calderón, destacando la lucha de diferentes sindicatos contra los ataques del gobierno. Así tenemos la heroica lucha y resistencia de los electricistas del SME, la lucha de la CNTE (ala democrática del sindicato de profesores), de los mineros, los trabajadores del IMSS, de Mexicana de Aviación, entre muchas otras expresiones de lucha. El común denominador de estas batallas ha sido la combatividad de los trabajadores y su deseo por detener los ataques, evitando que la crisis mundial del capitalismo termine con las conquistas sociales históricas la clase obrera.

Este ambiente, aunque a otro nivel, ya había generado reacciones entre la juventud, y no solo entre los jóvenes hijos de trabajadores, incluso los jóvenes de la clase media también se vieron contagiados por el espíritu de lucha de la clase obrera. En la primera  movilización convocada tras el sabadazo del 10 de octubre del 2009ante el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, además de los contingentes masivos de las universidades públicas, también pudimos ver a jóvenes de algunas universidades privadas como la Lasalle, manifestándose en defensa del SME.

En suma, lo que tenemos es un movimiento juvenil producto de la crisis económica y política del régimen capitalista, ello explica el profundo rechazo a los partidos de la derecha, PRI y PAN. ¿Qué tan profunda es la crisis del régimen burgués en nuestro país, que hasta los sectores más acomodados de entre la juventud, hijos de pequeños y medianos empresarios, se han visto atraídos a las filas de la clase trabajadora y la juventud proletaria? La clase dominante está en crisis y profundamente dividida, es incapaz de mantener su cohesión  interna, de ahí que sus sectores más periféricos, la pequeña burguesía, sea desplazada de entre sus filas.

Este proceso de descomposición de la clase dominante no hace sino enfatizar el hecho de que la clase trabajadora a través de sus organizaciones tiene que levantar una opción de transformación social profunda que brinde una alternativa más allá del capitalismo. La juventud proletaria también tiene la tarea de luchar a brazo partido por las demandas más candentes del movimiento; no al voto por la derecha, democratización de los medios de comunicación,  no al fraude electoral, entre otras; enmarcándolas dentro de una lucha más profunda por la transformación socialista de la sociedad, como por ejemplo la expropiación y nacionalización bajo control obrero de los monopolios capitalistas, la industria y de la banca, como única alternativa para dar empleo digno a la juventud. El problema de fondo es el capitalismo y tenemos que luchar contra él.

  1. ¡La juventud tenemos la fuerza para impedir el regreso del PRI!

La actual movilización juvenil tuvo como prolegómeno la formación  de cientos de grupos de jóvenes, por todo el país organizados en Morenaje para impulsar el voto para la izquierda y, en concreto, para AMLO. Después de que se conformara el sector juvenil y estudiantil del Morena, el 2 de octubre del 2011, el primer llamado para que la juventud se sumara a esta iniciativa tuvo un eco masivo. El 9 de enero de 2012 en Pachuca, Hidalgo, se reunieron aproximadamente 4 mil jóvenes para impulsar la candidatura de AMLO, pero con un rasgo característico de la juventud; demandaron una actitud combativa de la dirección para ganar las elecciones. En esa reunión la juventud se manifestó contra los acuerdos con empresarios y arribistas de todo tipo que ahora se han montado en el carro del “Lópezobradorismo”. Desde el primer momento en ese que fuera el primer acto de masas del Morenaje la juventud de izquierda dio muestras claras de su rechazo a todos los vicios de los políticos arribistas y oportunistas, que ven en la política un modus vivendi. En ese sentido la juventud ha expresado una sana independencia de todo aquello que represente oportunismo. La postura de esos miles de jóvenes y delegados fue totalmente correcta ya que al mismo tiempo que se luchan por el voto para la izquierda, se mantienen en una posición crítica hacia aquellos elementos que no son congruentes con una genuina política de oposición al régimen.

Posteriormente a lo largo de la campaña de AMLO, vimos cómo cientos de jóvenes de universidades privadas se manifestaron contundentemente a favor de la candidatura presidencial de la izquierda. Así, tras su visita a la Ibero el 24 de abril y al Tec de Monterrey  el 4 de mayo, Obrador fue coreado al grito de ¡Presidente… presidente…!  

Otra muestra contundente del apoyo electoral de los jóvenes de izquierda hacia la candidatura de AMLO, quedó demostrado con los resultados del simulacro electoral realizado  el 18 de mayo en la UNAM, el cual contó con la participación de más de 20 mil universitarios, de entre los cuales AMLO captó el 85.61%  de los votos. El hecho más destacado de la posición de la juventud hacia las elecciones se demostró en el  mitin masivo del 21 de mayo  realizado en Tlatelolco, en el cuál decenas de miles de jóvenes, sobre todo de las principales universidades públicas del país (UNAM, IPN entre otras), y de las universidades privadas presentes, se manifestaron entusiastamente por el voto para la izquierda y la defensa del mismo. En ese mismo acto, como una muestra más de las simpatías de la juventud por el voto a la izquierda, decenas miles de estudiantes insistieron en que AMLO debería realizar un mitin de campaña en la UNAM.

No es casualidad que sea desde los mimos medios de comunicación que están detrás de la campaña del PRI, desde donde se está alentando una fuerte campaña exaltando el supuestamente carácter apartidista de las movilizaciones juveniles. Una vez más Televisa y Tv Azteca tratan de manipular la realidad a su conveniencia. Los ideólogos burgueses y pequeñoburgueses vanaglorian el espíritu “rebelde” de la juventud siempre y cuando este sea inofensivo para sus intereses.

Existen sectores dentro del movimiento que de manera honesta defienden que el movimiento juvenil en general y el Movimiento #YoSoy132 en particular no deben participar en las elecciones. Hay jóvenes honestos que ante el nefasto papel que han jugado los dirigentes de derecha del PRD e incluso de elementos que supuestamente apoyan a AMLO, están siendo presa de una campaña orientada a que toda la fuerza de la juventud sea desviada hacia objetivos etéreos. Mientras por otro lado la clase dominante lleva al PRI a la presidencia, para concretar más ataques a la juventud y la clase trabajadora. Los jóvenes agrupados en el CEDEP  defendemos una política revolucionaria y lejos de ver al voto cómo un acto de aprobación a las inconsistencias de la izquierda, tomamos a las elecciones como un terreno de la lucha de clases que no despreciamos para asestar un golpe a la derecha.

Bajo las actuales circunstancias la abstención en sí misma no juega ningún papel progresista para los intereses de la juventud proletaria. Si lo que tenemos es una crítica con los partidos políticos y organizaciones de izquierda, lo que debemos hacer es crear una alternativa que sí sea consecuente con las necesidades del proletariado, la abstención de ninguna manera ayuda en sí misma a conseguir ese objetivo. En las próximas elecciones del 1 de julio un voto nulo o una abstención, por muy buenas que sean las intenciones de quien actúa así, inevitablemente favorecerá a los partidos de derecha, en particular a EPN y al PRI. Una organización  o tendencia política, que rehúye a confrontar a la burguesía, que se niega a hacerle retroceder, que desperdicia una oportunidad tan valiosa como la de la actual coyuntura para derrotar electoralmente al PRI y al PAN, por más “progresista” que se autodenomine, no tiene ningún perspectiva cómo herramienta de lucha.

Se equivocan los que piensan que un gobierno del PRI sería igual a un gobierno impulsado por la movilización de la clase trabajadora, porque la lucha es la única manera en que la izquierda puede agrupar y defender el voto, y con ello ganar las elecciones. La llegada del PRI a la presidencia pondría a la clase trabajadora en una posición defensiva, en tanto este gobierno haría todo lo posible por mermar la capacidad de lucha y organización de la juventud y la clase obrera, como lo intentaron en Atenco y recientemente reprimiendo salvajemente a los universitarios en Michoacán. El triunfo de la izquierda por el contrario hincharía de confianza y energía a la clase trabajadora para proseguir en su lucha contra los que durante décadas nos han sojuzgado. La juventud en lugar de defendernos de la represión policial, tendríamos amplias posibilidades para fortalecer nuestra organización y desde ese punto insistir en el cumplimiento de nuestras demandas. ¡La juventud y la clase obrera tenemos la fuerza para impedir el regreso del PRI a la presidencia!¡No a la campaña abstencionista, que trata de sembrar confusión dentro de las  filas de la izquierda! ¡La juventud tiene que votar por la izquierda, pugnando por un programa socialista!

  1. Sobre los métodos de organización del movimiento juvenil

Un hecho totalmente positivo para el movimiento juvenil es el ambiente de unidad que prevalece. La juventud percibe correctamente que nuestra fuerza numérica es una de nuestras ventajas en contra de nuestros enemigos; la derecha no cuenta con una base social mínima para movilizar. Al mismo tiempo  existen al interior del movimiento diferentes posturas políticas, esto resulta de lo más normal dentro de un movimiento de masas, dónde diferentes capas de la juventud tienen tras de sí diferentes experiencias de lucha: hay jóvenes que han participado en luchas anteriores como la del fraude electoral en 2006, otros jóvenes se han agrupado durante años atrás en Morena y a inicios del año en Morenaje. Algunos sectores de la juventud son trabajadores que también tienen sus propias experiencias políticas. La mayoría de jóvenes, sin embargo, están incursionando por primera vez a la lucha, aportando energías frescas y renovadas. En ello también radica la fuerza de nuestro movimiento.

El grueso del movimiento está poniendo en práctica las medidas que considera pertinentes para impulsar la lucha al frente, alejados de esquematismos o de planteamientos rígidos, el movimiento juvenil es creativo; ahora pone en práctica una idea, después tiene el derecho de modificar, corregir y adecuar. La juventud tiene el derecho a expresar su punto de vista, sea cual sea éste, tiene derecho a debatir y lo más importante, tenemos el compromiso de hacer todo lo que esté en nuestras manos para conseguir los objetivos que en conjunto nos propongamos. El movimiento juvenil rechaza todo tipo de imposiciones y maniobras burocráticas, que traten de acotar el derecho democrático de expresar los diferentes puntos de vista, con una actitud honesta y compañera. Los métodos organizativos que adopte el movimiento deben ser lo suficientemente flexibles para garantizar la máxima participación de las bases ya que ésta es la única manera de garantizar que los acuerdos se lleven a la práctica por el grueso del movimiento, ésta es la mejor manera de preservar la unidad.

La dirección del movimiento tiene que surgir de entre los elementos más comprometidos con la lucha, aquellos que de manera honesta reflejen las aspiraciones de la base, la cuál es la que en última instancia tiene el poder de decisión. No se trata de caer en los métodos del horizontalismo, que terminan por ser inefectivos, llevando  el movimiento a la parálisis en medio de discusiones interminables. De lo que se trata es de generar una relación sana entre la dirección y la base del movimiento, donde entre ambos factores exista una relación dinámica. Por medio de asambleas democráticas y concisas, donde se den informes, se discutan los planes de acción, estos sean votados y, finalmente, aprobados por la mayoría. De tal manera que sean llevados a la práctica por todo el movimiento y a la luz de los acontecimientos se estén adecuando táctica y métodos de lucha, comprobándose así la valides o incorrección de tal o cual medida.

La proporción numérica entre los dirigentes o representantes de las escuelas tiene que estar dada de una forma democrática y en proporción a la base que representan, una sub o sobre representación serían igualmente antidemocráticas. El movimiento juvenil tiene que retomar las mejores experiencias de las luchas pasadas, así como las mejores tradiciones del movimiento obrero, en el CEDEP pugnamos por ¡máxima libertad a la hora de la discusión, máxima unidad a la hora de la acción!

  1. Obreros y estudiantes, movilizados  contra el fraude electoral

Hasta antes de las movilizaciones juveniles el descontento hacia el régimen y hacia los partidos de la derecha se había mantenido soterrado. La campaña de la izquierda no había logrado capitalizar a plenitud el ambiente de lucha en contra del PRI. Los mítines de AMLO, aunque masivos, no habían sido adoptados  por la juventud como un escenario real de lucha, donde se pudiera frenar  la maquinaria que sostiene a Peña Nieto. Las recientes  movilizaciones han dejado ver el instinto de clase de la juventud, la cual ha percibido que es en las calles, en la movilización y en la lucha donde podemos frenar a la derecha.

La importancia del movimiento #YoSoy132 radica en que ha roto con la inercia de la campaña electoral. La juventud ha puesto sobre la mesa la necesidad asumir una actitud combativa para frenar los métodos fraudulentos del PRI. Las movilizaciones responden a la idea de que no es suficiente con que el voto para la izquierda sea él mayoritario, sino que además tiene que defenderse con la lucha activa. El éxito, masividad y las simpatías del conjunto de la clase obrera, hacia el movimiento estudiantil y juvenil, han sido producto de que la movilización se ha visto cómo una alternativa real y eficaz para fomentar el voto hacia la izquierda, al mismo tiempo que deja en la impotencia  los métodos fraudulentos del PRI y el PAN.

Si algo teme la burguesía es que el movimiento juvenil pueda “contagiarse” al conjunto de la clase trabajadora. El Movimiento #YoSoy132 tiene la fuerza para dirigirse a las organizaciones de la clase trabajadora, sobre todo a su base, para animarles a que se  sumen  a las manifestaciones y organicen jornadas de lucha conjuntas. Vinculando las demandas inmediatas de la juventud y la clase obrera demandando empleo, salario, educación, salud, vivienda, alto a la “guerra contra el narco” y que regrese el ejército a los cuarteles, para que éstas sean retomadas consecuentemente por el candidato de la izquierda. Esta es realmente la mejor manera de promover el voto en favor de AMLO. Comprometiéndolo con la defensa de los intereses de la clase trabajadora, vinculando las luchas actuales con la necesidad de derrotar al PRI.

En especial Morenaje y el Movimiento #YoSoy132 deben impulsar jornadas nacionales de lucha apelando a la clase trabajadora y a los sindicatos por el voto para la izquierda y contra los partidos de derecha, el PRI y el PAN, además de impulsar acciones contra el fraude electoral, retomando la consigna de organizar una Huelga General de 24 horas antes y después de las elecciones, cómo una demostración de que la clase obrera no está dispuesta a soportar un nuevo fraude electoral, demostrando que la batalla en las urnas se defenderá con la movilización en las calles y en particular en los centro de trabajo y en la industria, que es donde se genera la riqueza que sustenta a la clase dominante.

Si bien hay sectores del movimiento que se han sumado a la tarea de vigilar la elección cómo observadores del IFE, tenemos que advertir que serán utilizados para avalar una elección, la cual no solo será fraudulenta desde el punto de vista del conteo de votos, sino sobre todo por lo que ya está ocurriendo fuera de las casillas desviando cantidades inmensas de recursos públicos para comprar votos, utilizando al aparato del Estado, la iglesia, los medios de comunicación de una manera facciosa en beneficio de la derecha. La democracia bajo el capitalismo es una farsa en la cual sólo podremos ganar a condición de movilizarnos consecuentemente. ¡Morena y los sindicatos tienen que movilizarse contra el fraude! ¡Contra el fraude electoral,  la huelga general! ¡A organizar manifestaciones masivas contra el fraude que ya está en marcha: Bloqueo y toma de carreteras, aeropuertos, bancos, de los medios de comunicación al servicio de la derecha!

  1. La lucha continúa después de las elecciones

Desde el principio el actual movimiento estudiantil se definió como anti EPN y en defensa de la democratización de la política informativa de los medios masivos de comunicación, en especial Televisa y TV Azteca, marcando de esta manera su contenido y sus aspiraciones.

No obstante las contradicciones que se le puedan atribuir al Movimiento #YoSoy132, por ejemplo el apartidismo, es necesario reconocerle que en cuestión de días se transformó en el más importante eje de aglutinación del malestar y de organización juvenil en ya varios años de historia de nuestro país.

El Movimiento #YoSoy132 nació también bajo las consigna de defensa a los pobladores de Atenco y en repudio a la salvaje represión sufrida por estos en mayo del 2006 a cargo de la policía de Estado de México y bajo las ordenes de EPN, quien en ese entonces gobernaba dicha entidad. La bandera de Atenco ha sido recogida con energía por el movimiento estudiantil y de la juventud mexicana porque saben que EPN con presidente de México también representa la promesa de que, de ser necesario, se basara en la violencia del Estado para imponer su voluntad sobre los trabajadores y lo jóvenes. Por ello los estudiantes ven como una tarea de primer orden evitar a toda costa el triunfo electoral del PRI y su candidato.

Y a pesar de su declarado apartidismo, el Movimiento #YoSoy132 ha actuado no solo con actos de repudio hacia el priista sino además adoptando planteamientos que lo ponen en contradicción directa contra el panismo, su candidata y su gobierno, como ha sido el caso, por ejemplo, de la defensa y el apoyo a los padres de los niños muertos en la guardería ABC y en la que tiene mucha responsabilidad prominentes panistas como Molinar Horcasitas, durante el acto de campaña de Josefina Sánchez Mota en la Iberos del 4 de junio.

Pero más aún en los acuerdos de la asamblea inter universidades desarrollada el sábado 26 de mayo en Ciudad Universitaria, los jóvenes participantes adoptan posturas que abiertamente cohesionan al movimiento en contra del PRI y del PAN, pues a la par que se declaran anti EPN acuerdan luchar por el juicio político contra Calderón y contra el candidato a la presidencia por parte del PRI, al primero por los más de 60 mil muertos por su “guerra contra el narco” y al segundo por el caso Atenco. También si bien es relevante el que el Movimiento #YoSoy132 se plantee como tarea luchar contra la privatización de la educación y por la ampliación de la matricula escolar en todos los niveles, es importante destacar que la mayor parte de sus demandas trascienden el ámbito educativo por medio de exigencias políticas tales como, de acuerdo a sus propias palabras, el fraude electoral, apoyar a Atenco y al CNTE y sus demandas, incluida la de juicio político contra Elba Esther, y a otros sectores en lucha, además de los “obreros y campesinos que son explotados”.

Y trascendiendo el terreno de las elecciones el Movimiento #YoSoy132 también se ha propuesto correctamente como objetivo mantenerse unido y organizado después del 1 de julio; esta también es una contribución digna de destacar pues un eventual triunfo electoral de EPN exigirá del proletariado y de la juventud un cerrar filas y elevar su grado de organización para preparar la batalla. Es por ello que, para tomar la delantera, en caso de un triunfo electoral por parte de EPN desde ahora mismo el Movimiento #YoSoy132 tiene que impulsar y agitar para que los sindicatos, Morena y los partidos de izquierda convoques a una huelga general de 24 horas en todo México un día después de la elecciones y demostrarle de esa forma a los empresarios que su nuevo títere no podrá actuar con las manos libres y que, por el contrario, en caso de ataques el movimiento estudiantil responderá con mas energías aún y al lado de la clase trabajadora.

De ello brota la necesidad de que el Movimiento #YoSoy132 se vincule al Morenaje y al movimiento obrero por medio de un Frente Único para asegurar la viabilidad de la lucha y mejores condiciones para alcanzar los objetivos y tareas que se propone.

Siendo así también el Movimiento #YoSoy132 deben impulsar la conformación de una organización estudiantil que sea estable, de alcance nacional y que se dirija bajo una programa de clase, es decir bajo un programa de lucha que vincule las demandas del estudiantado con las del movimiento obrero y en el que se llame a expropiar a los capitalistas. La solución de fondo de la tragedia humana a la que está siendo obligada a padecer la juventud del mundo y de México sólo puede derivar de la sustitución de la propiedad privada sobre los principales medio de vida por la propiedad colectiva de estos bajo el control democrático de la clase trabajadora; es decir de la superación del capitalismo por medio del socialismo.

  1. Únete al CEDEP y lucha por un programa revolucionario

El Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública(CEDEP), tiene su origen en el Movimiento Estudiantil Universitario de 1999, como una alternativa de lucha para los jóvenes universitarios, rápidamente logramos extendernos a otras universidades como la UAM, Universidad de Puebla y otras Universidades Estatales, impulsando como proyecto la construcción de una organización, estudiantil, democrática, nacional. Hemos impulsado campañas en contra de la privatización en las universidades, hemos sido participes directos de las luchas contra la represión y el porrismo, hemos impulsado campañas contra los cobros en las universidades y contra el alza del transporte pública.

Creemos que la juventud bajo este sistema no puede aspirar a un futuro digno, luchamos por la defensa de los derechos de los estudiantes, pero también aspiramos a la transformación radical de nuestra sociedad, aspiramos y luchamos por el socialismo donde la educación, la vivienda, la salud, el empleo y las cuestiones más básicas para aspirar a una vida digna sean los derechos más básicos de toda la población y donde la explotación del hombre por el hombre, sea cosa del pasado. Esto es en términos muy breves el CEDEP, te invitamos a que te sumes a nosotros.

¿Por qué luchamos?

Luchamos por una educación pública: la educación como un derecho que los trabajadores nos la hemos ganado por medio de luchas históricas como la revolución de 1910 y las luchas y huelgas estudiantiles que se han vivido recientemente en defensa de ese derecho. Creemos que la educación  no puede depender de límites impuestos por la capacidad económica o por motivos de raza, sexo o cualquier otro.

Por una educación gratuita: nos pronunciamos en contra de cualquier tipo de los cobros en las escuelas públicas y las universidades; la educación la han pagado ya nuestros padres, la clase trabajadora con los impuestos pagados al Estado y su mismo trabajo. La educación debe de ser gratuita.

Por una educación democrática: pugnamos por la participación de los estudiantes en la toma de decisiones en los centros de estudio. Exigimos a su vez el respeto a las formas de organización de los estudiantes y defendemos los derechos de reunión, información y manifestación indispensables para una auténtica vida democrática.

Demandamos que se reconozca el derecho de huelga como legítimos en defensa de nuestros intereses como estudiantes.

Por una educación de calidad: es decir aquella que nos permite prepararnos de forma óptima para enfrentar la vida laboral y colaborar en la construcción de una sociedad igualitaria, todo ello no se pude realizar más que con un presupuesto al menos del 8% del PIB para la educación.

Por un puesto de trabajo digno al acabar los estudios: consideramos que el Estado debe garantizarle a cada estudiante que egresa un espacio en la planta productiva del país, de tal modo que no exista un abismo entre la educación y el mundo del trabajo, por ello exigimos la creación de las fuentes de empleo necesarias para este fin. Consideramos que es un deber de los estudiantes defender cada puesto de trabajo en la industria y exigir un gran plan de inversiones pata satisfacer las necesidades del pueblo trabajador. No podemos consentir que mientras el pueblo está carente de lo más indispensable, el Estado gaste millones de dólares en los banqueros al mismo tiempo que mantienen a millones de jóvenes en el desempleo.

Por la expropiación de los capitalistas y la destrucción del Estado burgués: el monopolio de banqueros y empresarios sobre los principales medios de vida es fuente de la que brota la explotación y la pobreza que lacera a la humanidad. Toda esa riqueza ahora en manos de un puñado de burgueses, de ser expropiada y puesta bajo el control democrático de la clase trabajadora crearía las condiciones necesarias para eliminar el desempleo, la miseria y todas las lacras sociales que produce el capitalismo.

Por una organización estudiantil nacional, permanente y combativa: sólo mediante una organización permanente, conformada por los activistas más conscientes y combativos es posible preservar y acrecentar las conquistas del movimiento estudiantil. Una organización que no tenga fronteras en ninguna institución o estado y que permita la mayor cohesión del movimiento estudiantil, asimismo que mantenga siempre la lucha vinculada con la lucha de la clase trabajadora.

El Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública lucha por construir una política que represente los genuinos intereses generales de los jóvenes y los trabajadores y que pugne por la transformación de la sociedad y en ese sentido nos definimos también revolucionarios en el sentido genuino del término. Asimismo pugnamos por la más amplia unidad de acción de las luchas de los explotados.

Camarada joven trabajador y estudiante, los compañeros que integramos el CEDEP te invitamos a unirte a nosotros para luchar a nuestro lado en el seno del movimiento estudiantil y juvenil para extenderé estas ideas en el Movimiento #YoSoy132  y en Morenaje, así como en toda aquella organización por medio de las que lucha la juventud para trasformar su amarga realidad, para fortalecer la lucha de los jóvenes y derrotar a la burguesía organizados y marchando bajo la dirección de la clase trabajadora.

¡Defendamos la Educación Pública!

¡Obreros y Estudiantes, Unidos y adelante!

 

 



[i] Universidad Iberoamericana: http://www.uia.mx/web/site/tpl-Nivel2.php?menu=adAspirantes&seccion=aAdmisionexamen#5

[iv] El empleo precario es aquel en el que los trabajadores además de recibir salarios muy bajos, son contratados por semana o simplemente no tiene ninguna clase de contrato, y sin absolutamente ninguna clase de derecho laboral, por ejemplo el IMSS, de tal forma que los costos en mano de obra terminan siendo muy bajos para el patrón. En esencia la contrarreforma laboral impulsada por el PAN y el PRI pretenden universalizar este tipo de empleo.

[vii]En 2007 en la capital del país el consumo de drogas ya abarcaba al 25.2 % de los adolescentes: http://www.jornada.unam.mx/2007/07/13/index.php?section=sociedad&article=042n1soc

[viii]Ojo por ojo: ¿Comandos blancos o escuadrones de la muerte?: http://www.eluniversal.com.mx/notas/637668.html

 


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