Cayó Elba Esther Gordillo
Cayó Elba Esther Gordillo acérrima enemiga de la clase trabajadora y del sindicalismo combativo, fiel representante de los más elevados intereses de la burguesía dentro del Estado, pieza clave de los fraudes electorales del 2006 y 2012. ¡Asesina! autora intelectual de asesinatos políticos tan hirientes como el del profesor y dirigente de la CNTE Misael Núñez Acosta y decenas más. La Gordillo, paradójicamente, ha sido llevada a prisión a manos del PRI, el partido que la encumbró en la dirección del SNTE hace veinte años. El gobierno de Peña la ha detenido por “malversación de fondos del sindicato” -¡vaya ironía!- cuando fueron precisamente esos fondos los que aseguraron que el fraude a favor de Peña prosperara.
La detención de Elba Esther tiene diferentes explicaciones, una de ellas es que dicho acontecimiento histórico representa un ejemplo de la aguda crisis y de las profundas divisiones que se vive en el seno del Estado, mismas que incluso pueden arrojar como saldo severos reveses contra su propio aparato de control político sobre el movimiento obrero: los charros sindicales, esos agentes del capital en el seno de las direcciones de las organizaciones obreras que en tantos favores les han prestado. Desde este punto de vista la detención de Gordillo contiene un factor implícito: la sobre estimación que el gobierno de Peña hace de sus propias fuerzas. Los priistas consideran que pueden aplicar a carta cabal la reforma educativa, es decir, comenzar la privatización de la educación pública, al mismo tiempo que infringen una derrota a la CNTE, especialmente ahí donde tienen sus bastiones, en todo el sur del país: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Y por si fuera poco, de forma simultánea se creen capaces de ¡descabezar, debilitar y poner contra la pared al SNTE! La herramienta más sólida para contener la influencia del CNTE entre centenares de miles de profesores. La clase dominante, ya sea obligada por sus contradicciones internas o por un cálculo erróneo de la situación, ha abierto una brecha de desarrollo muy importante para el magisterio democrático, ante la CNTE se abre la posibilidad de realizar una de sus aspiraciones históricas: organizar dentro de sus filas al mayor número posible de profesores, a condición de extender y darle un contenido político amplio a la lucha, comenzando con la reforma educativa y vinculada a una lucha general contra las reformas del PRI.
La importancia de la reforma educativa
Desde el punto de vista de la burguesía la educación es un factor estratégico para sus intereses. La educación dentro del capitalismo tiene dos funciones principales, por un lado determina el grado de cualificación de la fuerza de trabajo, lo que permite o no el desarrollo de ciertas ramas de la economía, y por el otro lado es un factor de dominación ideológico sobre las masas; por ello la burguesía siempre está tratando de limitar a lo “estrictamente necesario” los conocimientos a los que las amplias masas acceden. De ahí que el derecho a la educación pública, laica y gratuita haya sido una de las conquistas más apreciadas por el pueblo trabajador tras el término de la Revolución Mexicana. Cada cual a su modo comprende la importancia de la educación, para la burguesía solamente cierto tipo de educación le es útil, aquella que arroja cómo resultado una fuerza de trabajo apta para sus intereses económicos y políticos. Para el proletariado acceder a la educación representa la posibilidad de contar con una fuerza de trabajo cualificada, por la que los capitalistas pagan un salario más elevado, al mismo tiempo la cultura sirve de recreo y alimento espiritual para las fuerzas mentales y políticamente es un arma de lucha contra este sistema.
Siendo así, para la burguesía es clave establecer un nuevo modelo educativo acorde con el proyecto económico que tienen sobre el país. Los objetivos que la burguesía nacional tenía tras el fin del Revolución Mexicana distan totalmente de sus metas actuales, por ejemplo el analfabetismo masivo, la falta de científicos, ingenieros y demás profesionistas representaban un obstáculo a la hora de pretender desarrollar la industria petrolera, recién expropiada a las compañías extranjeras por el gobierno de Cárdenas, acorde con estas necesidades de la clase dominante y con la presión de las masas aún movilizadas, en 1936 se fundó el IPN, donde en el artículo primero de su Ley Orgánica, señala:
“El Instituto Politécnico Nacional es la institución educativa del Estado creada para consolidar, a través de la educación, la Independencia Económica, Científica, Tecnológica, Cultural y Política para alcanzar el progreso social de la Nación, de acuerdo con los objetivos Históricos de la Revolución Mexicana, contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”
Por el contrario, en estos momentos el gobierno de Peña luchará a capa y espada porque la industria petrolera regrese a manos de las compañías extranjeras, en este sentido, la educación pública, tal cual la conocemos ahora es un estorbo para la burguesía, desde su punto de vista representa un gasto anual de aproximadamente el 5% del PIB que bien podría quedar en sus propias manos. El objetivo de la burguesía mexicana es ganar la batalla contra la burguesía china, exportando productos baratos al mercado norteamericano, para lo cual se requiere una mano de obra pobremente calificada por la cual puedan pagar un salario miserable. La reducción de la cualificación es una de las múltiples armas de los capitalistas para reducir los salarios.
De todo lo anterior se desprende que la educación no es un fin en sí mismo, sino un medio para la realización de determinados objetivos políticos y económicos, tanto desde el punto de vista de la burguesía como del proletariado. De ahí que no sea posible luchar por un determinado modelo educativo abstrayéndose del tipo de sociedad existente. En este sentido resulta imposible que en el marco del capitalismo, el actual Estado burgués establezca una educación no digamos “socialista”, sino progresista para el proletariado. La única manera en que podremos imponer una educación genuinamente libre de las ataduras de los intereses capitalistas, es socializando esos intereses, hasta ahora privados; en la medida en que la economía y el Estado estén libres de los intereses capitalistas y en su lugar respondan a los intereses generales de los trabajadores, la educación estará genuinamente al servicio del pueblo. Los marxistas vinculamos la lucha por una educación pública, gratuita, laica, científica y de calidad, a la lucha por una sociedad donde la economía y el Estado estén controlados y al servicio de la clase trabajadora. En términos generales comprendemos que la realización plena del primer objetivo está subordinada a la realización del segundo, y por lo tanto es ahí a donde decantan nuestras energías.
El objetivo político de la reforma educativa
La CNTE correctamente ha denunciado que la reforma educativa, so pretexto de la supuesta “evaluación educativa”, pretende acabar con los derechos laborales del magisterio, particularmente poniendo en riesgo la permanencia en el empleo y con ello el conjunto de prestaciones. Ello en sí mismo representaría un “ahorro” en el gasto del gobierno, no obstante las consecuencias políticas de estas nuevas relaciones laborales, resultan más relevantes para los intereses de la burguesía.
La clase dominante en México ha comprendido que para mantener su dominación en el largo plazo no sólo es necesaria la aplicación de su programa económico, por medio de las llamadas reformas estructurales y demás medios de presión sobre los bolsillos de los trabajadores. La burguesía sabe que esta presión económica tarde o temprano desembocará en una confrontación política tanto o más aguda que la desarrollada en el año 2006. Ante esta perspectiva la burguesía ha pasado a inscribir en su programa político la destrucción de las organizaciones de masas del proletariado, vinculando su porvenir económico a la aniquilación de las herramientas de lucha de la clase trabajadora. Así como la privatización de la industria eléctrica requirió de la aniquilación del SME, de igual forma la desarticulación de la educación pública corre de la mano con la destrucción de la CNTE, que es en estos momentos el sindicalismo más consecuente con los intereses históricos de los trabajadores.
Así la reforma educativa pretende acabar con la CNTE, que no sólo representa una oposición a los planes educativos de Peña, sino un obstáculo serio al dominio de la burguesía. La clase dominante es muy consciente del papel que desempeñaron las bases magisteriales en la formación del PRD, la burguesía no olvida que la insurrección de la APPO en 2006 tuvo como columna vertebral al magisterio Oaxaqueño. No por casualidad el gobierno de Peña comenzó con la reforma educativa pues el objetivo es destruir a la CNTE para desarticular una posterior oposición a las contrarreformas que están por venir; la energética y la fiscal, entre otras. Para el gobierno es fundamental destruir un sindicalismo que podría nuclear en torno a sí mismo una lucha de masas contra el régimen. Justamente en ello radica la fortaleza de la CNTE, en su capacidad para sobrepasar las demandas gremiales, organizando y adoptando las demandas generales de los sectores más oprimidos de la clase trabajadora.
Oaxaca, Guerrero y Michoacán marcan la pauta
Las secciones de la CNTE en Oaxaca, Guerrero y Michoacán están marcando la pauta en la lucha contra la reforma educativa. Desde el mes de enero estas secciones han hecho un despliegue de fuerzas importante para impedir que la reforma fuera aprobada en sus respectivos estados. En Oaxaca la sección 22 tomó la entrada al congreso estatal durante 17 días, impidiendo así las sesiones y con ello obligando a que la reforma no fuera aprobada, como era el objetivo de la mayoría de los diputados. El gobierno no se atrevió ni siquiera a intentar desalojar a los profesores, elemento que habla de la correlación de fuerzas positiva para el movimiento. La sección 22 ha orientado su política a la aprobación de un plan educativo especial para Oaxaca, el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), el cual buscan aprueben e incorporen los legisladores oaxaqueños a la constitución del Estado, no obstante no existe ningún indicio serio de que esto vaya a ocurrir. El gobierno local, impulsado con los votos de la izquierda, sin embargo está abanderando la política de Peña, factor que no ha restado a la movilización del magisterio.
El viernes 15 de febrero la CNTE convocó a un paro nacional, dentro de esta jornada la sección 22 tuvo una participación del 100% de sus agremiados, aproximadamente 75 mil profesores que tomaron durante todo el día todas las casetas del Estado, además de que realizaron piquetes en empresas, comercios y avenidas. Posteriormente, en una manifestación regional se movilizaron más de 12 mil profesores. Paralelamente han organizado brigadas informativas, en primer lugar entre sus propios compañeros, para de ahí extenderlas a padres de familia y a la población en general. La movilización de la sección 22 se encuentra en su punto más álgido probablemente desde el 2006.
En el caso de Michoacán, el 14 de enero se realizó una movilización que agrupo a alrededor de 15 mil profesores, posteriormente el 15 de febrero en el marco del paro nacional de la CNTE la participación volvió a ser masiva y también se tomaron todas las casetas del estado, ante lo cual no hubo oposición por parte de la policía. Recordemos que la actitud del gobernador priista Fausto Vallejo ante los normalistas y la misma CNTE había sido la de la hostilidad y enfrentamiento policial a lo lardo del 2012. EL punto más álgido de las movilizaciones se vivió el pasado 25 de febrero, donde la CNTE convocó junto con el Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana, mismo que ese día cumplió 15 días en huelga, a una movilización que agrupo a sindicatos de las universidades de Tlaxcala, San Luis Potosí, Tabasco, Querétaro, sindicalizados de la UNAM, estudiantes, entre otros. En total participaron 48 organizaciones de izquierda. Según los organizadores, la asistencia fue de ¡40 mil personas en Morelia! la prensa hablaba de 20 mil al iniciarla manifestación, donde no aún no se encontraban todos las agrupaciones.
En el caso de Guerrero, desde inicios del año las marchas de la CNTE-CETEG fueron masivas además de bastante radicalizadas, al grado que el 10 de enero los profesores lograron entrar a la sesión del congreso para impedir la aprobación de la reforma educativa, no obstante los diputados retornaron y la aprobaron en torno a las 2 de la madrugada. En este caso, el gobernador del estrado, el ex priista que contendió por la gubernatura del Estado con las siglas del PRD, Ángel Aguirre, es el principal operador de la reforma.
Por su parte las nueve normales del estado iniciaron un paro desde la segunda y última semana de enero. Las movilizaciones de la CNTE-CETEG han sido tan contundentes que los dirigentes charros del SNTE han tenido que comerse sus propias palabras: "El secretario de Organización de la sección 14 del SNTE en Acapulco, Martín Radilla Mendiola, informó que a partir del 6 de febrero pretenden hacer acciones más severas en contra de la reforma educativa, y que aunque aseguraron no afectar a los alumnos con suspensiones de clases, tendrán que hacerlo por defender sus derechos." (La jornada de Guerrero, 2 de febrero). Estas declaraciones se emitieron a la par de que la postura nacional del sindicato cambió, apoyando ahora sí la reforma educativa. Esta actitud desfasada de los dirigentes “charros” en Guerrero, ha sido un reflejo de la presión desde las bases. Ello mismo explica que la CNTE está logrando atraer a profesores que estaban bajo el control del SNTE, el magisterio democrático ha asumido una posición totalmente correcta, distinguiendo entre los dirigentes oportunistas orgánicos y sus compañeros de base prestos a sumarse a la lucha.
Las movilizaciones que se han realizado durante febrero han sido las siguientes: 3 de febrero, nueva irrupción en la sesión solemne del congreso del Estado; 5 de febrero, movilización en Chilpancingo de 10 mil trabajadores: “La movilización fue considerada histórica por el dirigente de la CETEG, Gonzalo Juárez Ocampo, debido a que en ella participaron maestros de base disidentes e institucionales del SNTE, y del Suspeg, lo que antes no se había visto” (La jornada de guerrero 6 de febrero). Ese mismo día el SNTE convocó en Acapulco, donde reunión a 5mil profesores, las consignas fueron: “Peña, entiende, la educación no se vende”. El 15 de febrero, en sintonía con el paro nacional de la CNTE se tomaron todas las casetas del estado y los cuatro carriles de la Autopista del Sol durante cuatro horas. En el balance de la jornada así se expresó el vocero de la CNTE en Guerrero: “algunos compañeros ya no quieren hacer paro laboral por 24 o 72 horas, sino acciones más severas”. El día 16 de febrero se celebró un foro, con una asistencia de 350 personas, quedando así reseñado en la prensa: “nos comprometemos a impulsar la lucha social en escuelas, colonias, pueblos y comunidades, pues queda claro que el recurso jurídico (amparos) no es suficiente, debemos combinar la lucha legal con la política utilizando todas las formas de lucha. No daremos un paso atrás en la defensa de nuestros derechos humanos a pesar de la criminalización de nuestra lucha”. Todo ese ambiente finalmente se materializó en el adelanto del paro estatal indefinido convocado originalmente para el 14 de abril y adelantado para el 25 de febrero.
En la pugna por no perder su base social, el SNTE una vez más convocó a movilización el 19 de febrero, donde según los organizadores agruparon a 25 mil profesores en el puerto de Acapulco. A pesar de las maniobras de los “charros” todo apunta a que de mantenerse firmes, la CETEG podría ganar la pugna a los hijos, ahora huérfanos de Elba Esther, lo que representaría un triunfo enorme para el movimiento democrático. El inicio del paro, convocado como indefinido, comenzó en 2 mil escuelas, “pero prevén abarcar 80 por ciento de los planteles, con 50 y 60 mil maestros movilizados” (La Jornada de Guerrero) agrupados en los tres sindicatos magisteriales: SUSPEG, SNTE y la CNTE-CETEG.
Un factor común a los tres estados es el surgimiento de los llamados “alzamientos armados” contra la inseguridad, los comités de campesinos que junto con sus comunidades se han organizado para hacer frente a las agresiones del narcotráfico. Este factor aún en ciernes, contiene el germen de una lucha de carácter revolucionario, donde se demuestra que las tareas del Estado burgués pueden ser sustituidas por la auto organización del campesinado. Particularmente en Guerrero es donde los comités de autodefensa y la consolidada Policía Comunitaria (Cract-pc) han resistido las presiones del ejército, y del Estado, que ha tratado de crear conflictos artificiales entre las distintas organizaciones y pueblos en armas, no obstante los “alzamientos” adquieren un carácter cada vez más organizado y con un contenido político más claro. Incluso, recientemente, han surgido comités de autodefensa en el área conurbada del municipio de Acapulco, el más importante de todo el estado. Más allá del número de pueblos y la capacidad técnica de los comités de autodefensa, su importancia política tiene que ser apreciada con todo rigor por la CNTE, ya que se trata de una muestra organizada de descontento, donde lo que está de por medio es un desafío del campesinado a las instituciones del Estado. Si bien es verdad que el gobierno está tratando de cooptar, desvirtuar y confundir con los grupos armados del narco a los comités de autodefensa, la CNTE podría jugar un papel de cara a organizar a una escala todavía mucho mayor el legítimo descontento del campesinado en todo el sur del país.
¡Peña Nieto puede ser derrotado!
Los estrategas de la burguesía están jugando con fuego, por un lado sobreestiman sus fuerzas y por el otro infravaloran la capacidad del magisterio democrático, minimizan el agudo descontento social en el campo y su potencial extensión a las ciudades. La burguesía está haciendo una apuesta fuerte a la desorganización del movimiento, a la vacilación y rutinismo del que han hecho gala muchas de las direcciones sindicales que se han quedado inmóviles frente a la reforma laboral; la burguesía apuesta a que la política de los dirigentes del PRD actúen como una losa sobre el espíritu de lucha de las masas; Peña Nieto apuesta a que la falta de movilización de Morena pese más que la gravedad de sus ataques. La clase trabajadora y particularmente las bases de la CNTE pueden demostrarle que el espejo en que Peña se ha visto lo ha engañado.
La caída de Elba Esther no puede ser sino un pistoletazo de salida para que la CNTE profundice su lucha, los paros y manifestaciones masivas que está desarrollando. La caída de Gordillo, se consolide o no, es un acontecimiento histórico que está removiendo la conciencia de toda la base magisterial. La CNTE cuenta con un instinto de clase muy agudo, con tendencias claramente revolucionarias entre sus mejores activistas y con un apoyo social de masas entre el campesinado pobre y los trabajadores de la ciudad. Hoy por hoy la estructura del “charrismo” está en crisis, confundida, asustada, y no pueden sino salir debilitada con el golpe que le ha dado el PRI. La CNTE puede y tiene una oportunidad magnífica para alzarse como la única alternativa de organización frente a los ataques a más de un millón de profesores, avanzando por entre las grietas enormes que se han abierto entre la dirección charra del SNTE y el gobierno.
Los cálculos de la burguesía sin embargo no son esos, no han derrocado a la Gordillo para que la oposición a su gobierno se fortalezca. El balance que hacen de sus propias fuerzas es que estas son bastas y pueden menguar a la dirección del SNTE y dar un golpe mortal a la CNTE con un sólo movimiento. El gobierno de Peña no busca “acabar” con el sindicato, ni con el poder coercitivo que ejercen los charros frente a las bases, ya que son un aparato bastante útil para sus intereses. Cosa distinta ocurre con la CNTE, a este sector si pretenden desarticularlo por lo menos tanto como lo han hecho con el SME. La última palabra sin embargo no está del lado del gobierno, todavía falta la respuesta de la CNTE, que si bien ya ha alcanzado un importante grado de radicalidad en los estados del sur, está lejos de haber llegado a su límite. Consciente o inconscientemente, al debilitar sustancialmente el papel coercitivo de los “charros” que ya estaban más que alineados con Peña, la burguesía está dejando como línea de contención del magisterio a las fuerzas represivas del estado, no obstante que en todas las movilizaciones que se han desarrollado hasta ahora ningún gobernador se ha atrevido a “perturbar” las acciones de la coordinadora, ni siquiera en las movilizaciones más audaces como el bloqueo del Congreso de Oaxaca o en la toma coordinada de carreteras del 15 de febrero. Un intento de represión abierto contra el magisterio, por más estridente que pretendiera ser, sería un fracaso total que extendería y polarizaría la lucha.
En caso de que el uso de la fuerza policiaca no fuera la apuesta de Peña, le quedaría confiar en que la Coordinadora por sí misma no logrará crear un movimiento radical en otros estados más allá del sur del país, en oposición a la reforma educativa. Si Peña piensa que los dirigentes de la CNTE de Oaxaca, Michoacán o Guerrero, son del mismo carácter que los dóciles falderos encaramados en la dirección del PRD, está bastante equivocado. Si lo que Peña y sus estrategas pretenden es que un ataque tan sustancial a la CNTE, transite por los mismos caminos seguros, por donde la dirección del SME ha guiado a su movimiento, se equivoca. Si la burguesía, cretinos parlamentarios, confía en que como ya ha sido “promulgada” la ley, eso es una garantía de resignación de las bases del CNTE, se equivoca. La vanguardia del movimiento magisterial ya está en marcha, y tiene todas las condiciones para poner a Peña cara a cara con su famélica figura. ¡Es la hora de la CNTE! ¡Por un paro nacional del sector educativo! ¡La CNTE tiene que llamar las bases de Morena y el PRD a sumarse a esta lucha! ¡La CNTE tiene que convocar un comité nacional de huelga, para organizar las movilizaciones contra las políticas de Peña! ¡Por un paro nacional contra la reforma educativa, petrolera y fiscal!
El “charrismo” está golpeado, confundido y en crisis: ¡es la hora del magisterio democrático!
06 de marzo del 2013