Desde hace casi 3 años las autoridades de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, a través de la Comisión Local de Seguridad, perteneciente al Consejo Técnico, decidieron la instalación de torniquetes en las entradas peatonales a la institución, lo cual fue realizado en periodo de vacaciones sin avisar previamente. De inmediato los colectivos de estudiantes organizados independientemente nos dimos a la tarea de instigar el debate de universitarios para conocer los criterios de la comunidad, invitamos a asambleas por medio de saloneos en los que se pudo dar, también, el debate necesario. En esos momentos los torniquetes no funcionaban bien y muchos estudiantes los vieron como un estorbo para llegar puntuales a sus clases, las primeras dos semanas funcionarios del plantel apostados en las entradas de la FES pedían la credencial; después, desaparecieron de esos puntos.

Apenas, en las vacaciones intersemestrales de los semestres 2014-II y 2015-I se pusieron en funcionamiento los lectores para los códigos de barras de las credenciales de los alumnos lo cual ha suscitado, nuevamente, el malestar de decenas de estudiantes que ven como afuera de la FES o en el paradero del metro Cuatro Caminos, so pretexto de la supuesta seguridad, son amedrentados algunos compañeros que, usando el derecho democrático al libre tránsito, se niegan a mostrar sus pertenencias a elementos policiacos recibiendo en respuesta el amedrentamiento personal o legal. La primera semana de clases se organizó la primera asamblea para tratar este tema y el aumento en el precio del pasaje en la ruta que va del metro Cuatro Caminos a la FES Acatlán directo. A pesar de las decisiones tomadas en las asambleas, en las que se plantean rutas de acción pacíficas, el día 27 de agosto de 2014 una pareja de encapuchados destruyó los torniquetes, lo cual ha provocado una reacción, sobre todo en las redes sociales, en contra de los compañeros organizados que no tienen nada que ver con estos hechos.

Eso nos hace pensar que los acontecimientos más recientes que la acción podría haber sido orquestada por las mismas autoridades con la finalidad de atacar a los compañeros buscando, incluso, su expulsión como alumnos. Aunado a ello el silencio miserable de las mismas autoridades sobre el uso de simbología nazi, incluso en pintas realizadas a lo interno de la FES, como si fuera cualquier graffitti. Como si el régimen de terror y el asesinato de cientos de personas, no solo judíos o alemanes disidentes sino de todas las nacionalidades y religiones, por el régimen nazi fuera una nimiedad.

La postura que tenemos es en contra de la instalación de los torniquetes pues creemos que está en contra de uno de los principales objetivos de toda Universidad Pública según el artículo 3° de la Constitución, que es la difusión de la cultura, además rechazamos el uso de la violencia para la resolución de conflictos entre universitarios.

¡Nunca más una Universidad cerrada al pueblo!

¡Por una educación científica, crítica, popular y gratuita!