escrito por Giannina N. Torres Ramírez

La cerrazón del régimen

A 64 días de lucha, la huelga del SITUAM se levanta aceptando la propuesta hecha por la Secretaría del Trabajo. Debido a la intransigencia de las autoridades de la UAM desde el 7 de marzo no había negociaciones, por lo que el sindicato en un intento de restablecerlas pidió a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) hiciera un llamado a la representación de la UAM para que se sentara a negociar con la representación gremial. Sin embargo, el secretario del trabajo no sólo llamó a las partes a negociar, sino que además se comportó como vocero y defensor de las autoridades de la UAM haciendo una propuesta mañosa al sindicato en la que se ofreció 50% de salarios caídos en días hábiles, 100% de salarios caídos en días festivos y fines de semana, es decir, no se ofreció el 100% de éstos incluso cuando la Universidad ya antes los había ofrecido, demostrando que tiene los recursos para hacerlo (recordemos que a mediados de marzo las autoridades ofrecieron 100% de salarios caídos retirando los demás propuestas de la mesa con la condición de que la huelga se levantara en 24 horas); también se ofreció un bono de 2500 pesos por única ocasión y sólo para los administrativos, éste bono ni siquiera cubre la mitad del bono propuesto por el sindicato sin olvidar que no se menciona a los trabajadores académicos que como en el caso de temporales o ayudantes no son bien pagados ni tienen estabilidad laboral; por último la STPS propuso firmar un acuerdo que incluía el compromiso de que una vez terminada la huelga las autoridades de la UAM se sentaran con el sindicato a tratar el asunto de la recuperación salarial, al respecto no se hizo más aclaraciones, por lo que la propuesta en cuanto a la recuperación salarial es muy ambigua, ya que ni si quiera se explican los mecanismos para esto pudiendo ser la retabulación del 10% en el mejor de los casos o un mecanismo de estímulos (parecido al pago a destajo) que resultaría sumamente conveniente a la patronal. Cuando se le cuestionó a Javier Lozano sobre por qué no pagar el 100% de salarios caídos, éste respondió que “el Estado no patrocina huelgas con 100% de salarios caídos”. Como resulta evidente a ojos de los trabajadores dicha oferta es un insulto y una muestra más de cuál es la política del gobierno federal hacia el movimiento obrero: El Estado sólo patrocina miserables salarios, vivienda, educación, etc. La propuesta de la STPS se convirtió en el pretexto perfecto para aquellos que como una parte del Comité Ejecutivo del SITUAM, lucharon por desmoralizar a los trabajadores desde antes de estallar la huelga, y ya en huelga, para que ésta se levantara. Hermelinda Hurtado, secretaria general del SITUAM y una parte del Comité Ejecutivo estuvieron impulsando, al principio de esta semana, en las asambleas seccionales y del comité de huelga su propuesta para levantar la huelga aceptando las miserias que el gobierno y la universidad nos ofrecieron. Pero los trabajadores se comportaron a la altura y rebasaron una vez más a su dirección. Sólo en la UAM Xochimilco se votó por el levantamiento de la huelga, mientras que en las demás unidades se votó por no levantar la misma y hacer una contrapropuesta. Lo anterior se ratificó en el Comité de Huelga del día martes 1º de abril con el voto de 18 delegados por levantar la huelga contra el de 62 por no hacerlo. Terminada la votación el ambiente era muy parecido al del 1º de febrero, día del estallamiento de la huelga; era un ambiente de combatividad y de alegría, alegría de las bases por no permitir al gobierno federal intervenir en sus decisiones y alegría por ganarle una batalla a la burocracia sindical. ¡No levantaremos de rodillas, tenemos dignidad! ¡Fuera charros del SITUAM! ¡Se ve, se nota en el SITUAM no hay derrota! Eran unas de las consignas que se podían escuchar desde afuera del local sindical.Pero si la propuesta de la Secretaría del Trabajo fue vista por la mayoría de los trabajadores como un insulto de modo tal que la huelga fuera ratificada el día martes 1 de abril, ¿por qué el comité de huelga del viernes votó por el levantamiento de la huelga?

Esquiroles en la dirección

Después de lo ocurrido el martes, la reacción de las autoridades universitarias fue la misma rechazando la contrapropuesta del sindicato. Sin embargo, más lamentable e indignante resultó la actitud de la Secretaria del SITUAM, misma que al no poder hacer que su propuesta de levantar la huelga fuera aceptada por los trabajadores (cabe mencionar que en el comité de Huelga del martes los trabajadores la interrumpían cada vez que tomaba la palabra con el grito de ¡huelga, huelga!) se dedicó a desprestigiar en los medios de comunicación a la huelga y a los órganos del dirección del sindicato como lo son las asambleas seccionales y el comité de huelga. La dirigente del SITUAM se ha quitado su máscara de líder reformista, para mostrar abiertamente la de agente del Estado, convocando incluso a gente que no había participado en la huelga para que fuera a las asambleas a votar el levantamiento. Lo anterior, dio como resultado que del martes para el viernes el ambiente entre las bases y en especial en las asambleas cambiara. En las unidades lo que se pudo ver el viernes eran asambleas infladas a las que asistieron trabajadores académicos y de base que nunca habían hecho acto de presencia en la huelga, que nunca se mancharon sus manos en pintas, que nunca hicieron guardias, que nunca marcharon con nosotros y que sólo fueron a votar el levantamiento. Lo que dio como resultado que en casi todas las asambleas seccionales (a excepción de Iztapalapa y Cendi 2) se aceptara la propuesta de la STPS y la firma de acuerdos manejados en la negociación hasta el 7 de marzo para levantar. Sin embargo, el éxito de la propuesta de levantamiento no sólo se debe a la organización de las autoridades para mayoritear las asambleas con la propuesta del levantamiento, el papel de la secretaria general del sindicato y su camarilla también tuvo su importancia. Hermelinda Hurtado, como ya se mencionó antes, todo el tiempo tuvo como objetivo desmoralizar a los trabajadores para levantar la huelga, para lo cual se valió de un sin fin de herramientas burocráticas como retrasar lo más posible el pago de los bonos de transporte y la repartición de despensas argumentando que se tenía que ser cuidadosos del no despilfarrar el fondo de resistencia cuando ella junto con sus compinches gastaran dinero de una forma escandalosa en desplegados de prensa no aprobados por el Comité de Huelga en los se dejaba al sindicato muy mal parado. Además es importante mencionar que algunos trabajadores que el lunes y martes habían votado por que la huelga se mantuviera, se desmoralizaron por completo al ver y escuchar en la prensa los ataques hacia el sindicato por parte de las autoridades y por parte de su dirigente sindical la última semana de huelga, lo que llevó a muchos al desánimo y desesperación. Es también importante mencionar que hubo casos en los que los trabajadores comentaban “queremos que se levante la huelga ya porque nos urge correr a Hermelinda”. El viernes por la tarde, cuando llegó el momento de que sesionara el Comité de Huelga, el ambiente en el local sindical era de tensión, enfrentamiento y tristeza. Se trató de un ambiente completamente distinto al del martes. Aproximadamente dos terceras partes del local estaban ocupadas por personas que nunca habían estado ahí y que apoyando la propuesta de la secretaria general, iban sólo a votar por levantar la huelga. Se presentó el caso de personas que sin ser delegados tuvieron derecho a voto y delegados que aunque no estaban de acuerdo con la decisión de levantar tuvieron que acatar el mandato de su asamblea, votando por levantar. Ni siquiera se permitió, como en los comités de huelga anteriores, llevar acabo el análisis correspondiente a la información, sólo se permitió a 5 oradores defender el levantamiento de la huelga y a otros 5 defender su continuación. El tiempo de las participaciones se limitó a 3 minutos. No es de extrañarse que ni siquiera se hicieran precisiones sobre en qué condiciones y bajo qué acuerdos se levantaría la huelga. Cuando finalmente la votación se realizó por 108 votos a favor, 52 votos en contra y 2 abstenciones la huelga más larga en la historia del SITUAM fue levantada.

Lecciones de una derrota pasajera

El levantamiento es una derrota para todos aquellos trabajadores que sostuvimos la huelga, para los que incluso sin percibir nuestro salario de 4 quincenas estuvimos dispuestos a hacer guardias, marchas y plantones. Lo que se necesitaba no era levantar la huelga sino dar la lucha (como lo explicamos en su momento en varias seccionales y reuniones de comité de huelga) por sacar nuestro movimiento del aislamiento en el que se encontraba por la vía de los hechos, vinculando nuestras acciones con las de otros movimientos de la educación pública y del movimiento obrero y campesino en general; hizo falta que se hiciera por parte de la dirección un llamado serio a los trabajadores de todas las instituciones de educación, en especial a la CNSUES para que actuaran de forma contundente con un paro de solidaridad en apoyo al SITUAM. Sabíamos, y lo advertimos, que el ánimo de los trabajadores era una condición necesaria pero no suficiente para el éxito de nuestra huelga. Los acontecimientos pusieron a prueba a la dirección sindical y a las corrientes (incluso a las que al principio con sus discursos aparentaban interesarse por las demandas de los trabajadores). La conclusión es evidente: Necesitamos hoy más que nunca una dirección auténticamente revolucionaria. En los medios de comunicación burgueses el viernes por la noche se escuchaba “después de 64 días de huelga los trabajadores del SITUAM finalmente aceptaron lo que desde el principio les ofreció: un aumento del 4.25% directo al salario y 1.2% en prestaciones”. Pero no hay que olvidar que el estallamiento de la huelga por si mismo fue un gran paso adelante de los trabajadores que comprendimos que sólo con medidas contundentes detendríamos a las autoridades. El nivel de participación y organización de las bases del SITUAM fue impresionante, a muchos les sorprendía que incluso en los últimos días de huelga hubiera guardias (por lo menos las del día) tan nutridas, mientras que a finales de la huelga del 2002 que duró 45 días la situación era completamente diferente. ¿Qué más se les podía pedir a los trabajadores? Los trabajadores del SITUAM pusieron todo de su parte y se entregaron en cuerpo y alma para sacar adelante a la huelga, lamentablemente este esfuerzo no se vio correspondido por Hermelinda Hurtado y sus allegados en la dirección sindical, los cuales actuaron como si su papel fuera el de ponerse de lado de las autoridades de la UAM. Está claro que, contrariamente a los deseos de los charros y de la patronal este es un tropiezo del cual las bases nos recuperaremos pronto debido a que los acontecimientos económicos y políticos a nivel nacional e internacional nos fortalecerán y no dejarán a la burocracia sindical, a las autoridades y al gobierno pelele mucho margen de maniobra. Por lo pronto basta decir que los trabajadores tenemos memoria y sabemos muy bien sacar lecciones: ¡Nunca más una huelga aislada! ¡Fuera charros del SITUAM!

Por la democratización del SITUAM

Ahora ha terminado la huelga pero ha empezado un periodo de reflexión entre nuestras bases, mismo que sin duda se reflejará en el Comité de Huelga de Balance y días posteriores en una lucha por la democratización de nuestro sindicato en la que sin duda rodarán varias cabezas. Compañero trabajador: sólo luchando por una dirección que defienda nuestros intereses de clase, sólo con una dirección auténticamente revolucionaria lograremos que nuestros movimientos triunfen y nuestras condiciones de vida sean dignas ¡únete a Militante y lucha por una política revolucionaria para los sindicatos!

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