El plan de las autoridades era incrementar el costo de la colegiatura para licenciatura de 2 mil 700 a 3 mil pesos y de 3 mil a 3 mil 470 pesos el costo por inscripción. A ello habría que sumar los elevadísimos costos que de por sí pagan los estudiantes. De acuerdo con información de la propia institución, el tramite más caro es el examen de grado para nivel doctorado el cual paso de 8 mil 360 a 10 mil 545 pesos, mientras que el examen para maestría paso de 3 mil 500 a 4 mil 450 pesos. Esto último no fue sino la gota que derramó el vaso, pues los estudiantes ya habían denunciado los despilfarros, robos y en general malos manejos de los recurso por parte de las autoridades. Tras el movimiento, estudiantes comentaban: “anteriormente nos mencionaban sobre gastos de casi un millón de pesos en uniformes de policías, lo que consideramos son gastos irracionales”.

El movimiento comenzó tras el anuncio de aumento de cobros. Inmediatamente, alrededor de 300 estudiantes decidieron suspender clases y plantarse frente a la dirección para externar su rechazo. Por la tarde ya estaban reunidos en el gimnasio de la escuela alrededor de dos mil estudiantes exigiendo la destitución del director, Pedro Torres; así como del subdirector académico, Alaín González García, petición que fue resulta en solo 30 minutos, comprobando la fuerza del movimiento.

A la lucha se unieron profesores y trabajadores, pues también entre estos sectores ya existía descontento. En total participaron alrededor de cinco mil alumnos, 242 profesores y 117 administrativos en el paro; mismos que presentaron un pliego petitorio de nueve puntos, en el que además de la cuestión de las cuotas y la renuncia del director se sumaron problemáticas como el horario de salida (nueve de la noche), ya que representa un peligro constante debido al nivel de inseguridad que se vive en dicha entidad.

Finalmente, y después de dos días de paro, el pliego petitorio fue resulto favorablemente, demostrando que la lucha y la organización estudiantil sí funcionan, pero además, son la única manera de evitar los ataques de la derecha y defender nuestro derecho a una educación gratuita y de calidad. ¡Tenemos que seguir el ejemplo de nuestros compañeros!

La magnífica victoria de los compañeros del Tecnológico debe servir para construir una solida organización de estudiantes, vinculada a los trabajadores y profesores que luchan por sus derechos, para continuar y extender la lucha a otras escuelas. Únicamente de esta manera se puede garantizar que los acuerdos serán cumplidos. No debemos olvidar que Toluca es uno de los principales bastiones del priismo y de la derecha, y sus burócratas no renunciarán fácilmente a la corrupción, pues es su forma de vida. El mejor ejemplo de ello es que la nueva directora, María Elena Rojas Rueda, fue destituida anteriormente de otro Tecnológico en Veracruz por aplicar una medida similar contra los estudiantes.

Desde el CEDEP, hacemos un llamado a seguir el gran ejemplo de nuestros compañeros del Tecnológico de Toluca y a difundir los resultados de su lucha, pues son inspiradores, y señalan que la lucha puede derrotar a la derecha, incluso ahí donde es “fuerte”.

¡La privatización de la educación no pasará!

¡Contra el incremento de cobros, la lucha organizada!


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