Las movilizaciones que protagonizaron estudiantes de diversas escuelas de la UNAM (Prepa 2, 4 y 5, CCH Sur, Azcapo, Vallejo y Azcapotzalco) en el primer semestre del año marcan el parteaguas de un nuevo periodo de luchas que se vislumbra a lo interno de la institución.
Hartos de la imposición y la conducta nefasta con que las autoridades universitarias han manejado a la UNAM, los estudiantes decidieron poner un alto.
Pudimos ver en la UNAM, en pasados meses, el inicio de lo que Trotsky llamaba “el proceso molecular de la revolución”. Un proceso mediante el cual, en la superficie, aparentemente no pasa nada, pero que por debajo prepara un estallido.
Han sido los hijos de los trabajadores los que han empezado a organizarse. Su experiencia, a pesar de ser muy jóvenes, les ha dejado claro que es necesario unificar las demandas del sector estudiantil con las de los obreros.
Sistemáticamente, las autoridades universitarias han implementado una serie de medidas que atentan de manera cínica contra los derechos de los estudiantes y además el Gobierno Federal ha impulsado toda una campaña de calumnias y ataques en contra de los estudiantes. Lo anterior, junto con la entrada de México en el proceso revolucionario que sacude a varios países de América Latina, ha impulsado a cientos de jóvenes a gritar desde lo hondo de sus gargantas, ¡¡Ya basta!!
Estas luchas de los jóvenes no son un acto aislado, tampoco han sido por diversión. Se equivocan quienes piensan que a los jóvenes o los trabajadores les encanta hacer huelgas, mítines y marchas. Todo ello es parte de una toma de conciencia que derivará, más temprano que tarde, en la transformación de la sociedad.
Los mandatos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM) van por el camino de la privatización de la enseñanza y la selectividad de los jóvenes en las principales instituciones públicas. La aplicación de modelos educativos que son promovidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial para América Latina establecen, en líneas generales, la desaparición del financiamiento a las universidades públicas por parte del Estado y la integración de las instituciones al mercado consumidor para determinar su eficiencia y calidad.
En nuestro pasado artículo decíamos: ”La UNAM incomoda a la derecha, a los empresarios, a las universidades privadas, a las grandes corporaciones, al BMl y al FMI. A todos ellos les resulta intolerable que la mejor universidad de Iberoamérica, la más grande por sus recursos económicos y humanos, la mejor en cuanto a producción científica, sea pública, gratuita, autónoma y científica”.
Nos queda claro a todos que la defensa de la Universidad requerirá de una lucha velada en contra de aquellos que pretenden desmembrarla. La Universidad es nuestra, de los hijos de los trabajadores, y no permitiremos que ningún parásito quiera desparecerla.
¡¡Educación primero al hijo del obrero!!
¡¡Viva la lucha estudiantil!!
Unidos y organizados….¡¡Venceremos!!
Únete al CEDEP-CLEP
Contáctanos: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. / 0445523266504