Por la toma de la mina bajo control obrero

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y el Grupo México han roto relaciones laborales con los 1200 trabajadores mineros sindicalizados de Cananea, con ello la huelga queda invalidada legalmente y está latente el desalojo de los huelguistas.

Los trabajadores por su parte siguen firmes en la defensa de sus intereses y se han negado a aceptar su despido y sobre todo el levantamiento de la huelga; en caso de que la policía intente un desalojo es probable que haya una confrontación intrincada  como en Lázaro Cárdenas en el 2006.

La burguesía y el Estado han esperado pacientemente para dar el golpe definitivo a Cananea, ya en enero de 2008 el ejército desalojó a los huelguistas pero ni con eso pudieron hacer que los trabajadores volvieran a sus puestos de trabajo manteniéndose en pie la huelga. Ya anteriormente se ha declarado ilegal la huelga y se ha presionado a los trabajadores para que desistan de la lucha, pero tampoco lo han conseguido. Esto habla de la debilidad del régimen para atacar a los trabajadores, el problema fundamental ha sido que ante la debilidad del gobierno y la burguesía la dirección sindical no ha planteado extender la  lucha, lo que ha provocado un estancamiento y desgaste de los mineros.

La dirección sindical ha cedido toda la iniciativa a la burguesía para resolver el conflicto, la cual ha apostado al desgaste del movimiento y a la represión para levantar la huelga, la dirección sindical ha asumido una actitud defensiva y carente de un plan de lucha para conseguir el triunfo, resultado para el cual se requiere extender el movimiento al resto de secciones del sindicato, e incluso a otros sectores industriales que se encuentran en lucha por las mismas reivindicaciones laborales.

El peligro de levantamiento de huelga es real, y aunque los trabajadores están dispuestos a dar la vida por defender sus intereses, si la dirección no plantea extender la movilización al conjunto del sindicato y otros sectores de trabajadores, una defensa heroica de Cananea no será suficiente. Si bien los trabajadores somos más fuertes que la burguesía y su Estado, si no utilizamos esta fuerza de forma consciente y organizada, la burguesía débil, pero decidida, podrá imponer sus condiciones.

Ahora más que nunca es necesario extender la lucha por medio de una huelga general, que unifique al conjunto de trabajadores que tienen demandas políticas y económicas, orientando el descontento de miles de trabajadores contra  la burguesía y el gobierno de Calderón. Además la dirección sindical debe de unificar la lucha con el movimiento de la CND-PRD, donde AMLO ha declarado su apoyo a la huelga en Cananea pero debe de materializarse este apoyo, con brigadas y comités que preparen la huelga general a nivel nacional, en defensa de Cananea y por la caída de Calderón.

Los trabajadores debemos de evaluar la pertinencia de tomar la fábrica ante la negativa de la patronal de resolver nuestras demandas, la burguesía prefiere despedir a todos los trabajadores antes de ver mermadas sus ganancias, eso significa que los mineros no tienen otra opción más que tomar la empresa y demostrar que la producción es viable sin los patrones, los cuales son el principal obstáculo para que sigamos produciendo y percibiendo un salario digno para nuestras familias.

La mejor defensa es el ataque, los trabajadores debemos de defender la huelga desarrollando nuestra lucha a un nivel superior, la toma de la fábrica es una alternativa que seguramente conectará con el ambiente de lucha a nivel nacional.


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