Como se había anunciado, con una gran movilización de miles de trabajadores poblanos (obreros, maestros, estudiantes, campesinos, comerciantes y muchos otros sectores sociales), el pasado 10 de junio se constituyó formalmente el Frente de Organizaciones Sindicales, Sociales y Campesinas del Estado de Puebla (FOSSCEP).
Trabajadores de Textiles Miguel: ¡Presentes!
Con más de cinco años de venir exigiendo el pago de prestaciones, salarios caídos e indemnización por más de 30 años de trabajo, una vez que fueron despedidos por la empresa, los obreros de Textiles Miguel siguen en pie de lucha. La vida enseña y los trabajadores han venido aprendiendo de su propia experiencia que para enfrentar al patrón, al poder financiero (banco), político (Estado burgués) y todo el poder de la clase capitalista, es necesario oponer el poder de toda la clase trabajadora y golpear todos juntos y a la misma hora. Por eso, enviando una comisión representativa, decidieron sumarse a la movilización convocada para recordar a los caídos en la represión del 10 junio de 1971, vincular su lucha con la de otros sectores sociales que se están movilizando también y así fortalecer la organización de los trabajadores poblanos.
Represión: signo de debilidad del gobierno
El Estado, en última instancia, es un grupo de hombres armados (ejército, policías, tribunales, jueces, cárceles, etc.), decía Engels. Dicho órgano, que se ha venido perfeccionando, es una máquina que sirve a la burguesía para seguir oprimiendo a la clase trabajadora y mantenerla en su situación de explotada. Esto lo hemos podido comprobar a lo largo de la historia de existencia del Estado. No obstante, la represión ejercida contra el movimiento social, más que fuerza, siempre expresa la debilidad del Estado controlado por la burguesía y su gobierno que tienen a fortalecer la fuerza pública cuando la lucha de clases se exacerba.
La represión hacia el magisterio poblano, que también se movilizó ese día y se integro al FOSSCEP, es un ejemplo más de lo anterior. El gobierno de Mario Marín ha sido derrotado prácticamente en su intento de imponer la ACE en la entidad por el descontento y resistencia de la mayoría de maestros; no le ha quedado otra salida que recurrir al uso del aparato represivo del Estado, pues tampoco sus agentes (los dirigentes charros al interior del SNTE, ni el secretario educación pública en el estado) han sido capaces de frenar la lucha magisterial, por el contrario, sólo han conseguido ser desconocidos por los maestros y ahora exigen la destitución de todos ellos.
¡Por un programa de lucha revolucionario!
La integración del FOSSCEP, representa un paso adelante en el fortalecimiento y extensión de la lucha de los trabajadores poblanos. Los marxistas saludamos nos sumamos a esta iniciativa de unidad en la acción y decimos también que dicho Frente, antes la bancarrota total del sistema capitalista, deberá dotarse de un programa revolucionario de lucha que vincule las demandas inmediatas de los trabajadores con la necesidad de transformar la sociedad hacia el socialismo. Es necesario aprovechar este pequeño, pero gran paso, al mismo tiempo, en la organización de los trabajadores, y transformar la lucha defensiva en ofensiva.
La mejor defensa que tenemos los trabajadores para preservar nuestras legítimas conquistas económicas (prestaciones laborales), sociales (mantener condiciones mínimas de vida) y políticas (derechos democráticos), es que los dirigentes de nuestras organizaciones pasen de las muchas movilizaciones (obligadamente convocadas por ellos para sacarle vapor a la caldera y tratar de “dialogar” con los patrones y el gobierno) a planificar un ofensiva real impulsando una huelga general de 24 horas. Pues, de qué manera efectiva podemos desarrollar una lucha revolucionaria en defensa nuestros derechos, si los dirigentes sindicales en lugar de convocarnos a combatir y realizar una huelga general para demostrar ¿quién manda en la sociedad?, nos dicen que debemos aceptar los paros técnicos y apretarnos el cinturón para no peder nuestro empleo y mejor seguir siendo explotados.
En las condiciones actuales, para obligar a los capitalistas y su junta de gobierno, a respetar nuestras conquistas sociales, es necesario cuestionar la fuente de donde emana su poder como clase, la propiedad privada sobre las palancas fundamentales de la economía (banca, industria, tierra, etc.). De aquí que, la demanda más inmediata de todas deba ser la expropiación de los capitalistas y la nacionalización (socialización) de los medios de producción.
Lo anterior es imposible sólo a nivel local o bajo el gobierno de Marin y el espurio Calderón, por lo tanto, resulta necesario derrocarlos; no podemos pensar que “dialogar” con ellos les hará cambiar su política antiobrera y represiva. Sólo el transito hacia una economía planificada democráticamente por un gobierno de los trabajadores podrá resolver la crisis actual del sistema capitalista y todas las contradicciones y absurdos sociales (desempleo, pobreza, insalubridad, muerte, etc.) que vemos.
¡Únete a Militante en Puebla y lucha por estas ideas en
las organizaciones tradicionales de los trabajadores!