La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación  ha sido un referente histórico que ha trascendido en el magisterio democrático a lo largo de 42 años desde su fundación. Y siempre han estado en pie de lucha por la educación. Es claro que muchas han sido las demandas por los atropellos a los trabajadores de la educación y esta siempre ha luchado en defensa de ellos, ejemplo de ello es la mal llamada reforma educativa del gobierno Peñanietista donde la CNTE estuvo luchando para derribarla y tras el triunfo en 2018 de López Obrador y con la confianza de que la lucha sirve en las urnas y en las calles, continuaron la lucha con la que lograron la reinstalación de los profesores cesados así como eliminar los despidos por los exámenes de permanencia que golpeaban de la forma más brutal la estabilidad laboral de los docentes. 

Con la pandemia no sólo vino la crisis económica y de salud, sino quedó al descubierto el ataque que se le ha hecho al presupuesto de la educación y que con las medidas de educación a distancia “Aprende en Casa I y II”  lejos de integrar a  los alumnos sólo favorecían a grandes monopolios para llenarse los bolsillos a través de estos programas de radio y televisión, evidenciando las desigualdades económicas, cognitivas y sociales. Por supuesto la CNTE de inmediato, antes de terminar el ciclo escolar 2019-2020 se manifestó. Durante la pandemia la coordinadora estuvo trabajando en 18 mesas de diálogo, sin embargo, todas las medidas fueron insuficientes, ya que se dio continuidad al trabajo a distancia para el ciclo escolara 2020-2021, además de continuar con recortes  a las escuelas normales y que en los últimos días 4 de estas escuelas han sido reprimidas brutalmente. 

La CNTE en este contexto decidió llevar a cabo el 14avo congreso ordinario los días pasados 13, 14 y 15 de mayo en Tuxtla Gutiérrez Chiapas; apuntalando en 5 elementos que para el magisterio democrático eran importantes analizar: La reconfiguración del capitalismo, el Estado mexicano y su continuidad neoliberal, la reforma de AMLO (como continuidad de la reforma anterior), el diálogo CNTE- Gobierno (que ha alcanzado mínimas demandas) que la CNTE, pese a la pandemia,  ha realizado varias acciones, entre ellas 18 mesas de diálogo  pero  no han articulado una fuerte lucha en las calles para frenar las agresiones de la 4T. 

Balance del congreso

En el congreso se reconocieron varios elementos: la crisis económica agudizada por la crisis sanitaria, la necesidad de democratización del sindicato, la abrogación total de la  reforma educativa, la exigencia de un regreso a clases presenciales seguro, el rechazo a las UMAS y a los megaproyectos, entre otros. 

Pese a que el debate planteo una serie de necesidades para continuar la lucha, al final del congreso no se había planteado un plan de lucha que aglutine a todos los trabajadores de la educación, padres de familia y alumnos  para enfrentar todas las problemáticas que atentan contra una educación pública, laica, gratuita, obligatoria; y también la revalorización del trabajo de los profesores y una digna jubilación para los mismos.

Sólo se habló de un plan estratégico y esperar las mesas de negociación. Lo que dejaba de lado la movilización. Cuando para todos y más para la CNTE ha quedado claro que nada se consigue sino es mediante la lucha y la movilización. Muestra de ello fue dejar de lado una fecha emblemática, que por el congreso no se convocó a la marcha del 15 de mayo, una fecha que no sólo nos ayuda a aglutinar compañeros, a informa, organizar, sino que además articulaba perfectamente con los profesores de la UNAM que están llevando una lucha por el pago de salarios. Esta fecha hubiera sido una gran oportunidad para unificar, otro momento para aglutinar fuerzas hubiera sido brigadear en los centros de vacunación para informar a todos los profesores y convocar a una reunión virtual o física en defensa de nuestros derechos del impacto de que las jubilaciones se paguen en UMAS, del regreso a clases presenciales el 7 de junio, etc.

Por un plan en defensa de la educación pública, de los derechos de los trabajadores del magisterio y un regreso a clases seguro 

Ahora más que nunca la CNTE necesita, exigir las mesas de diálogo, pero no sólo confiarse en ellas, sino levantar un programa de lucha en las calles como en la movilización que convocó esta jornada de 1 y 2 de junio, sin embargo, el llamado no basta, se requiere un trabajo de base y crear los espacios democraticos para la participación de todos los y las maestras. 

Por otro lado, es necesario convocar a una asamblea en defensa de la educación a todos los niveles para crear un plan de lucha unificado, hacer brigadeos informativos virtuales y presenciales escuela por escuela para convocar a los profesores, contactar con los tod@s l@s, sobre todo con los más jóvenes que están buscando como organizarse y desconocen como integrarse.  

Seguir convocando a mítines, marchas para exigir un alto a la violencia en las escuelas normales y la liberación total (física y judicial) de los normalistas de Mactumatzá, que fueron víctimas de una brutal represión por parte del gobierno morenista de Rutilio Escandón. 

Necesitamos organizarnos escuela por escuela, zona por zona, haciendo asambleas que incorporen a madres y padres de familia para que entre todos podamos definir cómo enfrentar estos ataques. Las y los maestros necesitamos una dirección a la altura de las circunstancias y la CNTE tiene que jugar ese rol para convocar a otros sindicatos, organizaciones políticas ha luchar contra todos estos atropellos a los profesores y a los alumnos de todos los niveles. De una vez por todas democratizar al sindicato charro del SNTE, echar a todos los que se han servido de las cuotas sindicales de los maestros, comenzando por Cepeda Salas.

La CNTE  ha planteado 14 medidas necesarias que debe de haber para el regreso a clase como son: vacunación para toda la población, semáforo verde, dotación mensual de materiales para la sanitización, sanitarios en buenas condiciones, agua potable toda la jornada, personal médico, reducción del número de alumnos por clase, computadoras funcionales, conectividad,  sistema eléctrico, revisión estructural tras el sismo del 23 de junio de 2020, así como también tener planes híbridos.  

Desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria respaldamos las medidas propuestas por la CNTE, a las que proponemos integrar un plan de rescate a la educación pública con el siguiente programa:  

  • Cancelación de todas las  evaluaciones y exámenes de selección. Ningún estudiante reprobado. Reorganización de los planes de estudio para recuperar los contenidos esenciales. 
  • Para que la educación presencial llegue a todas y todos los estudiantes en condiciones dignas y de seguridad para nuestra salud: exigimos reducción del alumnado por salón, que permita mantener las distancias de seguridad, una atención individualizada y recuperar en el menor tiempo posible los contenidos que no hemos podido cursar. 
  • Rescate de la infraestructura de nuestros centros de estudio, la construcción de más laboratorios, salas de cómputo y audiovisuales. Dotar todas nuestras escuelas de infraestructura y material sanitario. 
  • Ampliación de toda la plantilla docente y de apoyo (médicos, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales) así como de personal de educación especial.
  •  Establecer por ley la inmediata integración de las guarderías y estancias infantiles de 0 a 3 años a la red pública. 
  • Expropiar todos los servicios de comedores y limpieza en los centros educativos públicos desde básica hasta la Universidad, para que sean públicos y gratuitos para toda la comunidad. 
  • ¡Hay que acabar con la brecha digital! Gratuidad de la conexión a Internet y reparto masivo de dispositivos digitales, así como cursos de formación digital gratuitos para profesorado, familias y alumnado. 
  • Plan de atención integral psicológica y pedagógica para todos los estudiantes, con la contratación de personal profesional. 
  • ¡Educación pública y gratuita desde infantil a la universidad! 
  • Rescate de los Centros de Atención Múltiple desde básico hasta superior. 
  • Recuperar y fortalecer del proyecto de las Escuelas Normales iniciando por las rurales e indígenas y multiculturales, rechazamos la disminución de matrícula, así como el abandono presupuestario y de infraestructura ¡Ni una Normal menos! ¡Justicia y liberación total de las y los normalistas presos políticos!
  • Fomento especial a la educación indígena. Creación de escuelas en las zonas alejadas equipadas y dignas, con profesores de la comunidad y hablantes en su lengua.
  • Reapertura de los turnos vespertinos. Por un proyecto que refuerce el INEA y/o la reapertura de los turnos nocturnos para la clase trabajadora desde básica hasta media superior.
  • Derogación total de la Reforma Educativa. Elaboración urgente de una nueva ley con la participación de la comunidad educativa que reformule por completo los contenidos, didáctica y métodos de evaluación.
  • Incorporación a la red pública de todas las escuelas privadas, convirtiendo a los profesores en trabajadores de la enseñanza pública básificados y garantizando la gratuidad. 
  • No más recortes. Aumento del presupuesto público a Arte y Cultura, Ciencia, Investigación y Tecnología del 10% del PIB.

¡Eliminación total de la reforma de Peña Nieto!

¡No a las UMAS!

¡Por un regreso a clases presenciales seguro, primero la vida!


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