Durante años cientos de mujeres acudían a clínicas insalubres, o con gente sin los conocimientos necesarios para interrumpir su embarazo sin ningún tipo de protección legal, sin ninguna garantía de salubridad, así muchas de ellas al buscar desesperadamente una salida perdían la vida, por eso se presenta como necesaria la despenalización de la interrupción del embarazo.

La despenalización del aborto arrojó un sin fin de debates a favor y en contra de esta medida, sin embargo moralistas gritaban a los cuatro vientos y pedían que no se aprobara la interrupción legal del embarazo (ILE), y hacían conjeturas pensando que todas las mujeres irían a hacer uso de este derecho sin a diestra y siniestra y sin tomar en cuenta que cada una tiene el derecho a decidir a este respecto de acuerdo a su criterio, moral, principios, condiciones etc; inclusive las iglesias comentaban sobre este tema político en la ceremonias e invitaban a los fieles a no apoyar este derecho.

En el mes de abril del año 2007, en el Distrito Federal, se aprobó la suspensión legal del embarazo sin importar la causa que lo motive siempre y cuando este se desarrolle durante las 12 primeras semanas de preñez.

Dos años después, el secretario de Salud, Armando Ahued, dio a conocer que 29 mil 421 mujeres solicitaron la Interrupción Legal del Embarazo, de las cuales 23 mil 233 decidieron llegar al final: después de asistir a la consejería ellas decidieron continuar. Esto demuestra la libre decisión de la mujer de interrumpir o no su embarazo, el hecho de que está ley se apruebe garantiza que la mujer pueda tomar decisiones sobre su cuerpo sin ninguna presión legal. En el caso del DF esta despenalización nos llevó, a dos años de la aprobación de la ILE, a que se redujeran significativamente los casos de mujeres que llegan a los hospitales con graves complicaciones de salud por un aborto mal practicado. Este es el principal beneficio de esta ley.

El aborto: un asunto de la mujer trabajadora.

La problemática del aborto es un fenómeno masivo a nivel mundial: de acuerdo a la OMS en 1997 se practicaron alrededor de 50 millones de abortos en todo el mundo. Sin embargo la cuestión no para ahí, pues los estudios arrojan datos suficientes como para asegurar que la problemática de las consecuencias del aborto clandestino es un asunto que compete a la mujer trabajadora, en especial a la de los países atrasados como México: ese mismo reporte dela OMS destaca que durante ese mismo años, del total de abortos calculados 20 millones se realizaron en condiciones inseguras provocando la muerte de 78 mil mujeres. De acuerdo a la OMS, “casi la totalidad de las muertes asociadas al aborto inseguro (99%) ocurren en regiones y países con altos niveles de pobreza y marginación social”. Siguiendo con la OMS, en el año 2000 se desarrollaron aproximadamente 19 millones de abortos en condiciones inseguras, de los cuales 18.5 millones (97.5%) ocurrieron en países atrasados.

La realidad de México está lejos de ser distinta a la del resto del mundo: en 1990 en Instituto Alan Guttmacher calculó la realización de 533 mil 100 abortos; diez años después, en el 2000 ese mismo instituto junto con el Colegio de México y Population Council reportaron una cifra de 874 mil 747 aborto. Y según la Secretaría de Salud y Conapo, las complicaciones del aborto, ya en 1997, representaban la tercera causa de mortandad materna en nuestro país. Al igual que en el resto de los países pobres, en México esta última es una problemática que lacera prácticamente de manera exclusiva a las mujeres trabajadoras y campesinas la cuales, dada las leyes antiaborto y, por consecuencia la imposibilidad para asistir a un hospital en condiciones adecuadas, se ven obligadas a practicarse abortos de alto riesgo dañando seriamente su salud e incluso no en pocas veces perdiendo la vida.

Esa realidad es totalmente ajena para las mujeres de la burguesía las cuales pueden pagar hospitales caros o, para no tomarse ninguna clase de riesgos legales ante las restricciones, pueden viajar a un país donde el aborto es legal. A este respecto la burguesía tiene resueltos sus problemas y no le importa en lo mas mínimo que sus política y su hipocresía antiaborto ponga en riesgo todos los días la salud y la vida de miles de trabajadoras y campesinas.

La negación de los derechos de la mujer y el derecho a la vida.

Abogando por el derecho a la vida, en 18 estados de la República es practicada la penalización de aborto, tachando al la ILE como antimoral e inhumano sin tomar en cuenta las complicaciones que tenían miles de mujeres al ir a practicarse abortos en condiciones pésimas, insalubres y completamente desprotegidas. Los gobiernos y legisladores de estos estados han sido completamente tutorados por la iglesia católica y de otros cultos. El gobierno aún no entiende que como tenemos derechos a decidir por nuestro cuerpo los cuales  deberían ser inviolables y respetados. Estos estados intentan reforzar restricciones ya de por si estrictas sobre acceso al aborto para así impedir “legalmente” la Interrupción Legal del Embarazo, violando así un derecho que toda mujer debe tener, pero eso no es todo, además existen pruebas de que se ha negado  la ILE  a mujeres sin importar si cumplen lo necesario para que este procedimiento sea llevado a cabo, exponiendo así la vida de las mujeres al intentar  interrumpir el embarazo de cualquier otra forma. Hay mujeres en México, señaladas por hacer uso de su derecho decidir sobre su cuerpo al interrumpir su embarazo conscientemente, las cuales han sido  sometidas a procesos judiciales y condenas por esta razón.

En Chiapas, un estado gobernado por el PRD, desgraciadamente ya se  aprobó la ley para penalizar el aborto, olvidaron el derecho que debemos tener para decidir por nuestro cuerpo, e impusieron decidir ellos por ti. Desafortunadamente este es el costo que debemos pagar las familias trabajadoras por contender para las elecciones con un candidato, Juan Sabines, de extracción priísta y mas afín a Calderón que a la base militante del PRD. Loa trabajadores debemos oponernos a toda costa a esta política de alianzas con el PAN y con expriístas arrepentidos que impulsa la dirección del PRD y luchar para arrebatar de las garras de Jesús Ortega a dicho partido para ponerlo al servicio de la lucha de los pobres, de los explotados y en la defensa de los derechos de la mujer trabajadora y campesina.

En Guanajuato aun el año pasado se decía que el aborto debía ser juzgado como un delito sin ninguna excepción; hoy en ese estado está legalmente permitido solo en caso de violación, pero esto no se cumple, este derecho es negado a las mujeres de cualquier forma aún comprobando ser víctimas de este delito. Así mismo tenemos un caso muy similar  en Jalisco, donde el gobierno está a favor de la iglesia católica y la apoya sin restricciones olvidando que vivimos o debemos vivir en un país laico. Dicho gobierno estatal ponen como pretexto que no son asesinos junto al ya tan mencionado derecho a vida…  Aún así en febrero, en la ciudad de Guadalajara, se manifestaron bastantes ciudadanos con algunas organizaciones a favor de los derechos de la mujer y en contra de la penalización del aborto.

Y Tlaxcala no se queda atrás, ya que en su mayoría los partidos PAN, PRI,  PVEM, PRD, PT y Convergencia quieren presentar una iniciativa para penalizar el aborto, argumentando como siempre la protección de la vida del ser humano. Gran parte de los diputados que está dispuesto a apoyar esta iniciativa como ya se esperaba son panistas, inclusive se espera que la sanción sea de 15 días a dos meses de prisión a la mujer que se procure el aborto o consienta que otro la haga abortas como si fuesen un delincuente mas, aunque se quieren imponer algunas excepciones como en casos de violación o riesgo a la salud de la madre. Sin embargo, a pesar de este par de prerrogativas, se ha demostrado abiertamente que aunque haya excepciones, estas no se cumplen, como es el caso de Guanajuato mencionado anteriormente.

Estos son solo algunos ejemplos de los estados que donde se niegan abierta y sínicamente los derechos de la mujer, imponiendo su criterio, la penalización del aborto es una negación abierta a los derechos de la mujer, un retroceso del desarrollo del país por acuerdos entre el estado y la iglesia católica. No solo es necesario que luchemos por la aprobación de la ILE en todo el país, también debemos de luchar porque esta no se nos niegue, que sea practicada sin condiciones y sin pretextos que nos lleve a perder tiempo hasta que ya no sea posible practicar la interrupción, esto lo debemos tener bien en cuenta, ya que tiene una importancia igualmente importante que no debemos dejar de lado.

La iglesia católica

La iglesia católica no se cansa de repetir una y otra vez que el aborto es antimoral y que no apoya su legalidad. Pero hoy en día vemos el fracaso que tienen sus sermones cuando la mayoría de mujeres está a favor de la legalidad de esté. La iglesia católica está perdiendo poder de convencimiento sobre la sociedad mexicana gracias a las conclusiones a las que ha llegado cada uno de los ciudadanos. La iglesia misma no sabe qué hacer con la doble moral que muestra por un lado descalificando al aborto  y por otro protegiendo a un motón de pederastas que se esconden tras los obispos ignorando o pasando como si nada estos hechos; es por eso y por su abierto papel reaccionario en otros terrenos de la vida nacional, por ejemplo su cínico y descarado apoyo al Fox y Calderón para conculcar el fraude electoral del 2006, que mucha gente ya no puede creer en ellos. Ahora, cada quien está tomando su decisión por mera decisión propia y no por prejuicios basados en creencias que no toda la gente comparte por. Definiendo al ser humano como un cigoto y ya, hay que analizar realmente la palabra ser humano desde todos los aspectos y desde el punto de vista de cada individuo, y poner en una balanza la vida y derechos de una mujer o su muerte por mal uso de la conciencia humana. La defensa de la vida desde sus concepción, tal como lo grita la iglesia a los cuatro vientos, no es otra cosa mas que una sentencia de muerte para miles de mujeres que se ven obligadas a practicarse el aborto en forma clandestina y bajo las condiciones mas insalubres. 

El PAN (y también el PRI) contra el aborto

Actualmente ya son 18 los estados en los cuales, contrario al DF gobernado por el PRD, se han aprobado severas leyes antiaborto, mismas que han enviado a la cárcel a 46 mujeres en Puebla, Tamaulipas y Veracruz, además de las 130 encarceladas en Guanajuato desde el año 2000. En 2007 el aun entonces presidente nacional del PAN, Manuel Espino, declararía: “Ratificamos nuestra centralidad política en torno a la persona, objetivo supremo de nuestra acción, a la que reconocemos como tal desde el momento de su concepción hasta su muerte natural”. Ello al mismo tiempo que dicho partido lanzaba una campaña nacional antiaborto por medio de spots en radio y TV en los que se calificaría al aborto como un “pretexto” y una irresponsabilidad. Un año después, en 2008, junto con las iglesias de diferente culto, el PAN se transformaría en el principal apoyo político para el proyecto del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Aguirre Anguiano, que pretendía declarar ilegal las reformas en el DF que despenalizan el aborto antes de las 12 primeras semanas de gestación.

En mancuerna con el PRI y con apoyo del clero, el PAN, por medio de los congresos locales, ha podido implementar un serio retroceso jurídico que automáticamente ha transformado a en potenciales criminales a millones de mujeres trabajadoras de varios estados de la República. Pero para los panistas dicho resultado no es suficiente pues pretenden que las leyes antiaborto se extiendan por todo lo largo y ancho del país.

Para sus acciones el PAN no solo se basa en de manera directa en sus políticos, sino también en una extensa red de grupos de la “sociedad civil”, normalmente patrocinados con dineros del Estado, tales como Provida, La Red Pro Yucatán; Comunicología, Mujeres Mayas, Familia Fuerza del Futuro; la Asociación por la Vida, la Asociación Edu Familia; el Instituto en Formación en Valores para la Familia; el Consejo Ejecutivo “Protégeme desde mi Concepción”; Hogares Maná; el Foro Transformador de la Sociedad; el Centro de Atención a Niños de la Calle; el Centro Sé Mujer; el Centro de Ayuda para la Mujer Latinoamericana, etcétera. Por medio de estos grupos el PAN trata de crear la impresión de que su política antiaborto tiene el apoyo de la “sociedad civil”.

Es necesario frenarlos

No es casual que todos estos retrocesos en materia de aborto se den en el marco de los gobiernos panistas, ni tampoco es casual que el PRI se haya unido a esta cruzada contra la mujer trabajadora y sus derechos. Ambos partidos son fieles representantes de la burguesía y ambos representan los intereses de esta. Para la burguesía y sus intereses, la opresión de la mujer trabajadora, resultado que también se logra negándole su derecho al aborto, es una condición para mantener su dominio político y económico sobre la clase explotada. 

Frente a esa realidad las mujeres trabajadoras debemos enarbolar un programa de lucha que nos permita marchar al lado del conjunto de la clase obrera. Por ello es necesari demandas coml als de un firme apoyo a la educación sexual a los niños y adolescentes antes de que inicien su vida sexual, ya que el 20% de embarazos en México son de menores de 18 años. Con una educación sexual verdaderamente de calidad se podrían prevenir embarazos no deseados. La mayoría de mujeres que se practican un aborto ha sido a consecuencia de embarazos no deseado. Es increíble ver como las tendencias moralistas o conservadoras que están totalmente en contra del aborto legal, también lo están de los anticonceptivos y obviamente de una abierta educación sexual, que no solo sirve para prevenir embarazos si no también evitar enfermedades de transmisión sexual.

Es y debe ser nuestro derecho como hombres y mujeres de la clase trabajadora tomar decisiones sobre nuestro cuerpo, para esto exigimos una educación sexual científica y acorde a nuestras expectativas y no a las del clero y la burguesía; también demandamos la despenalización total del aborto en todo el país y el desarrollo de una infraestructura  de hospitales públicos a nivel nacional y los suficientemente equipados para que todas las trabajadoras del campo y de la ciudad se puedan practicar un aborto en condiciones sanitarias optimas.

Ya basta de querer imponer ideales y decisiones basados en la religión o hipócrita moral burguesa a conveniencia de una minoría, que en lugar de significar un avance, signifique un retroceso de la sociedad, de nuestro país, de tal forma que no se nos deje tomar decisiones por nuestro propio criterio, si no que nos provoquen un montón de prejuicios ante la sociedad. Debemos luchar por el derecho al aborto y por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, así mismo debemos luchar por que estos de derechos se respeten y lleven a cavo y no solo existan como letra muerta en algunos códigos y leyes. Nuestras exigencias están creciendo y hoy debemos más que nunca salir a las calles para que seamos escuchados.

Es por ello que para arrebatar esas leyes que aseguren el derecho al aborto y que se cumplan verdaderamente, debemos luchar contra el gobierno de la burguesía para asegurar que los derechos de la mujer trabajadora avancen. Pero esta lucho no puede ser simplemente por leyes, sino también por los recursos materiales adecuados para el ejercicio de nuestro derechos; es decir, debemos lograr la infraestructura adecuada para la practica del aborto en condiciones 100% salubres. Pero a la burguesía ni a su gobierno le interesa hacer esa clase de inversiones, por consecuencia es necesario arrebatarles esos recursos movilizándonos e incluso expropiándolos para poner toda esa riqueza al servicio de la sociedad, en este caso al servicio de las mujer trabajadora y sus derechos. En última instancia el derecho al aborto solo puede ser obra de la lucha de la clase trabajadora contra el capital. Por consecuencia la única garantía para el ejercicio pleno de los derechos de la mujer, incluido el aborto, se puede lograr por medio del socialismo.   

 


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