El estado mexicano se tambalea
El narcotráfico mexicano es la cara más lumpenizada de la burguesía nacional, la más degenerada, la más descompuesta socialmente, que defiende descaradamente y busca como cualquier otro sector de la burguesía, su participación en el libre mercado, de un modo más bárbaro y con la fuerza de las armas.
La lucha contra el narcotráfico que quiso emprender Felipe Calderón ha resultado ser un fracaso, no sólo no ha logrado controlar a los diferentes grupos, sino que incluso ha exacerbando la competencia entre ellos, y así ha provocando fracturas en el gobierno a un lado y a otro dependiendo de sus vínculos con cada cartel. Es conocido por todos la profunda infiltración del narco en la estructura gubernamental, como el caso de Luis Ángel Cabeza de Vaca, secretario de seguridad pública en Morelos, detenido en mayo de 2009 y acusado de brindar protección a los hermanos Beltrán Leyva. O el precandidato a la gubernatura de Sinaloa Jesús Vizcarra Calderón, que tiene fuertes vínculos con El Chapo.
En lugares como Reynos en cada proceso electoral, la delincuencia organizada pide como cotos de poder las delegaciones de tránsito y las direcciones de Seguridad Pública de cada municipio, según informa la revista Proceso en su edición especial número 28. Esta publicación ha estado dando seguimiento al tema del narcotráfico, en su edición del 4 de abril de 2010 el periodista y fundador de la revista Julio Scherer García, presenta una entrevista a Ismael Zambada, “el mayo zambada”, la cual provocó un nuevo sismo que sacudió al gobierno mexicano. El narco está en una etapa de conquista y defensa territorial en donde queda claro que el gobierno no puede dar una lucha seria contra el narcotráfico, porque está infiltrado por él profundamente y en donde el narco está imponiendo las reglas del juego.
Ahora EEUU exige “dar su ayuda” al ver la impotencia del gobierno mexicano, porque este producto de la corrupción del gobierno de ambos países, se les puede salir de control. Esta situación incómoda, ha creado fricciones también entre el gobierno de EEUU y el mexicano, ninguno quiere perder el control, y hay territorios completamente controlados por el narcotráfico. Hay pueblos completos convertidos en rehenes. Suman ya más de 22 mil muertos desde que inicio esta guerra, son más bajas que las del ejército estadounidense en Afganistan y como en toda guerra dentro del capitalismo, si no es una guerra de clase, es una guerra contra la clase trabajadora, que es quien termina pagando el costo, con su vida, viviendo con miedo, emigrando, paralizándole la vida por completo, etc.
EEUU lucha por mantener bajo su control el narcotráfico, y de paso muchas otras cosas, ¿Qué va a pasar si logran despojar al narco de los pueblos que están bajo su control? ¿Quién mandará ahora?, realmente el problema del narco nunca se podrá resolver, si no se resuelve la podredumbre, la miseria, la corrupción, etc. Algunos analistas hablan de que la paz tardará en establecerse en las zonas de mayor conflicto en aproximadamente diez años, pero jamás se erradicará, sin cambiar el fondo del problema, y en cambio el costo para lograr una paz relativa será de muchas más muertes de gente inocente.
EEUU quiere aprovechar la situación, ganar el control y usarlo en su beneficio, con la venta ilegal de armas, etc, como ya lo viene haciendo, pero también proteger su economía con medidas proteccionistas, en periodo de crisis como este, etc. Para EEUU es muy útil controlar la frontera con México. Pero el gobierno mexicano no quiere salir de la jugada y ambos coinciden en que no puede seguir avanzando el control del narco de esa zona, pero el narco se siente poderoso y está mandando señales con la serie de matanzas que ha convertido a este año en el más sangriento de todos, al final es una lucha por el territorio, y en medio estamos todos los jóvenes y trabajadores honestos que nos ganamos la vida a diario.
Las manifestaciones de descontento no se han hecho esperar, en Monterrey hubo una magnifica marcha hace unos días de más de 4 mil personas exigiendo al gobierno parar la violencia, es una marcha histórica, y se une a la lista de manifestaciones que reflejan el descontento social que está provocando la guerra contra el narco combinada con la situación económica, por ejemplo, tan solo en Chihuahua, los sueldos, salarios y prestaciones bajaron un 7.6% en 2009, en este mismo estado se perdieron 119 mil empleos la mayoría en Cd. Juárez, ahora reconocida como la más peligrosa del mundo, en los últimos dos años se han perdido en total 300 mil empleos en esta pequeña ciudad. El gobierno no ha perdido la oportunidad de apaciguar por la fuerza las múltiples manifestaciones de descontento tratando de amedrentar posibles estallidos sociales. Hace unos pocos meses, se detuvo a unos jóvenes graffiteros, se les imponía una multa de 20 mil pesos, el que no la pagaba podía quedar recluido por 10 años. ¿y qué pasa con los narcotraficantes y los políticos corruptos? Lo único que puede parar esta masacre es la irrupción del proletariado organizado defendiendo a la población, de todos sus enemigos, EEUU, el gobierno mexicano y el narcotráfico.
