Las elecciones en el Estado de México (Edomex) se han convertido en un punto de confluencia de fuerzas e intereses antagónicos. Para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estas elecciones representan la oportunidad de posicionar a la izquierda hacia las elecciones del 2012, al mismo tiempo que se lograría por primera vez en más de 80 años, conformar un gobierno de izquierda en el estado más poblado del país.
El triunfo de la izquierda en el Edomex podría generar una efervescencia de lucha cómo la generada tras la derrota Fox en su intento por desaforar a AMLO en el 2005, resultado que llenó de confianza a millones de trabajadores para luchar por una transformación revolucionaria del país en 2006. Una batalla firme y decidida en el Edomex, podría reanimar ese mismo ambiente revolucionario y combativo.
La burguesía intentará por todos los medios evitar que la izquierda llegue a la presidencia en el 2012; banqueros, empresarios, terratenientes, narcotraficantes, el imperialismo, para todos ellos no hay peor pesadilla posible que perder las elecciones presidenciales, un golpe así pondría en cuestionamiento sus intereses y su sistema de dominación. Por ello se aferrarán con uñas y dientes a la gubernatura del Edomex luchando por el triunfo Eruviel Ávila en las próximas elecciones estatales del 3 de julio, representando el primer paso para confrontar a la izquierda de cara a las presidenciales del 2012.
La fuerza de Morena
Desde que Calderón llegó a la presidencia la estabilidad política en el país se ha roto, y el movimiento de masas que dirige AMLO desde hace más de cinco años en contra del presidente espurio se ha convertido en la oposición más activa y politizada contraria al régimen. Durante este periodo las bases del actual Morena han presionado a sus dirigentes para que encabecen una lucha tenaz por derrocar a Calderón, sin embargo AMLO ha insistido que el mejor método de transformación del país es la vía electoral, encausando al movimiento rumbo a las presidenciales del 2012.
Dado que la táctica que ha defendido AMLO ha sido la electoral, no ha organizado una lucha firme de Morena en contra de ataques tan significativos como el decreto de extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro o ante el desalojo de la huelga de Cananea. El planteamiento de AMLO para estos y otros ataques ha sido la promesa de que se hará justicia una vez que él llegue a la presidencia.
Cientos de miles de los mejores activistas de Morena no han podido canalizar plenamente su deseó de luchar contra Calderón pues la táctica de la dirección no ha estado a la altura de sus ánimos de transformación social. Por ello es que una vez que se han alcanzado las fechas de las contiendas electorales, las bases de Morena están presionando fuertemente a sus dirigentes para que cumplan con lo prometido; para que ahora si encabecen una lucha sin tregua, haciendo uso de la fuerza del movimiento para derrotar al PRI y al PAN. Las bases de Morena difícilmente aceptarán excusas de los dirigentes para no encabezar una lucha férrea en el Estado de México.
¿Cómo llega la derecha a las elecciones?
La clase dominante llegan muy dividida a las elecciones, diariamente se dan a conocer muestras de cómo las profundas secuelas de la crisis económica, particularmente las del 2009, y la crisis política mantiene en confrontación a unos y otros sectores de la burguesía, a sus partidos (PRI y PAN) y a distintas facciones dentro del Estado. Quienes más han pagado el saldo negativo de esta crisis ha sido Calderón y el PAN, frente a ello algunos sectores de la burguesía ha tomado ya sus previsiones mirando al PRI cómo una carta apropiada para las elecciones presidenciales del 2012, teniendo al actual gobernador de el Edomex, Enrique Peña Nieto, cómo a su candidato más fuerte. El PRI ha capitalizado electoralmente la crisis del PAN junto a la política de derechas de los “Chuchos” al frente del PRD. El PRI consiguió en las elecciones del 2009 el control del 74 % de las gubernaturas y del 62% de los municipios del país. Estos triunfos han sido producto sobre todo de la política de sabotaje de los “Chuchos” contra el PRD y de la falta de decisión de AMLO por recuperar al partido de izquierda con más tradición en el país, el PRD. Ante el vacío de la izquierda el PRI ha sido el principal ganador de las elecciones que se han celebrado desde el 2007 a la fecha, sin embargo lo ha hecho con un abstencionismo promedio del 50%, elemento que no puede desestimarse a la hora de hablar de la supuesta fuerza del PRI.
Para importantes sectores de la burguesía no existe otro camino y es necesario agarrarse al PRI como salvavidas; para ellos el PAN está muy quemado -recién acaba de perder su registro electoral en el estado de Guerrero- y dividido. ¡Su inmediato anterior presidente nacional, Manuel Espino, fue expulsado del partido! El PRI ha adoptado la táctica del pavorreal, intentando mostrarse cómo antaño: con una fuerza con un control corporativo de masas incuestionable. Para infortunio del PRI tiene que hacer gala de esta supuesta fuerza confrontándose con Morena. Para la derecha es vital ganar las elecciones del Edomex pues no sólo se trata de mantener el control del estado que más votos aportaría en el 2012 sino porque además se trata de un desafío a la imagen de fuerza que han construido en torno a Peña Nieto. Y si se llegará a mostrar que su fachada es de cartón y no de piedra, ello supondría un serio problema para la burguesía, ya que han puesto todas las apuestas en Peña Nieto, con lo cual, no pueden darse el lujo de mostrar debilidad y menos aun ante el candidato de Morena. La burguesía se está jugando una carta sumamente importante, por ello pelearán con uñas, dientes; con millones de pesos; con fraude e incluso con represión si es necesario.
Fracaso de la alianza PRD-PAN en el Edomex: Morena gana la primer batalla.
Derrotar la alianza que impulsaban los dirigentes del PRD y el PAN se imponía como el primer obstáculo a superar. El objetivo de los “Chuchos” y el PAN era descartar al PRD como una alternativa electoral de izquierda en el Edomex. Los factores más importantes que determinaron el fracaso de la alianza fueron los síntomas de apoyo masivo de las bases del perredismo hacia Encinas, las cuales se mostraban dispuestas a votarle anquen este no fuera con las siglas del PRD sino con las de otros partidos de izquierda. Además la falta de una base social mínimamente significativa que respaldara al PAN y por lo tanto a los “Chuchos”, obligó a estos a dar marcha atrás, ante el peligro de quedar suspendidos en el aire, sin el apoyo del PAN y con el desprecio de las bases perredistas.
La derrota de la alianza ha ratificado la debilidad del PAN y de los “chuchos”. Ninguna “recapacitación” motivó a estos últimos retirarse de la alianza, siguen siendo los mismos oportunistas de siempre, agentes de la derecha dentro del PRD. Han tenido que “respaldar” la candidatura de Encinas con el único objetivo de seguir saboteando al movimiento desde dentro; sólo han hecho un cambio táctico y no de principios. La victoria ha sido por entero obra de las bases de Morena y del PRD, que dejaron en claro hacia donde se inclinan sus simpatías.
La derrota de la alianza de inmediato puso nervioso al PRI, el cual esperaba confrontar a una izquierda dividida y presa de la confusión. Para el PRI el escenario ideal era el de las elecciones del 2009, donde los “chuchos” impusieron a sus candidatitos con las siglas del PRD ante lo cual AMLO optó por llamar a votar por cualquiera de los partidos de izquierda; PRD, PT o Convergencia. Este escenario de caos y dispersión y la política de derecha de los “chuchos” permitió al PRI hacerse con dos de los municipios más importantes del Edomex, mismos que gobernaba el PRD (Ecatepec y Netzahualcóyotl). Sin embargo haber logrado la postulación de Encinas por el PRD ha sido un factor que obligó al PRI a replantar su estrategia a nivel nacional. De inmediato tuvieron que negarse a aprobar su propia contrarreforma a la Ley Federal del Trabajo y la tan ansiada Ley de Seguridad, misma que ellos impulsaron, todo ello por temor al voto de castigo. Además de última hora cambiaron de candidato dejando fuera, de forma inédita, a Alfredo del Mazo, protegido de Peña Nieto y representante del Grupo Atlacomulco. Estos cambios dan cuenta de que el PRI no tiene frente a sí ningún camino de rosas y que por el contrario podría salir muy espinado del Edomex si la izquierda opta por un giro más marcado hacia la izquierda.
Perspectivas para las elecciones
Para la burguesía y particularmente para el PRI no existe más alternativa, tiene que ganar las elecciones en el Edomex a toda cosa. Eso significa que utilizarán todos los medios a su disposición para intentar lograr su objetivo, comenzando por el uso de sus posiciones de gobierno. A este respecto el PRI gobierna el 94% de los municipios del Edomex. En cuanto a recursos económicos es un hecho que no habrá ninguna limitación, comenzando con el presupuesto legal, la alianza del PRI-PVEM-PANAL contará con 97 millones más que los asignados por el IEEM al PRD-PT-Convergencia. Mas allá de la legalidad, el PRI no tiene límite de crédito, prueba de ello ha sido la transmisión gratuita a nivel nacional de propaganda de Peña Nieto en Televisa y Tv Azteca.
En el terreno político el PRI movilizará a miles de “brigadistas” para atiborrar de dádivas a los sectores más empobrecidos de la población, muchos de ellos golpeados por la pobreza extrema que durante años han sido presa del priismo. Las despensas que reparten este año tienen un valor de más de dos mil pesos con la novedad de que esta vez no sólo contienen frijol y arroz, además incluyen ¡dos botellas de Tequila!
En el frente propagandístico el reaccionario diario Milenio comenzó desde el primer día de campaña a publicar una encuesta sobre la supuesta tendencia electorales en el Edomex, otorgándole una intencionalidad de voto del 48.5% a Eruviel Ávial mientras que en contraparte a Encinas le asigna el incrédulo porcentaje de 19.2%, apenas por encima del patético Felipe Bravo Mena, candidato del PAN, al cual le adjudica el 17.7% de las preferencias. Siguiendo su encuesta, en el séptimo día de campaña, Encinas logra el 23% de los votos, subiendo también Ávila al 49.1%. Esta propaganda anticipa la táctica de la burguesía, tal cual lo hicieron en el 2006 falsean totalmente las cifras, para que en el momento en que las autoridades electorales salgan a avalar resultados fraudulentos, todos los analistas burgueses puedan decir: “Ya lo anticipábamos… No ha habido ninguna sorpresa”.
En sintonía con lo inflado de su imagen, el PRI se ha fijado la meta de captar tres millones de votos. Para contrastar lo absurdo e irreal de estos objetivos cabe decir que esta cifra superaría en más de un millón, los votos que el PRI ha obtenido en cada una de las tres elecciones para gobernador al menos desde 1993. En ese año el PRI obtuvo 1millón 949 mil votos, en 1999 obtuvo 1millón 371 mil votos, y en el 2005, con Peña Nieto, consiguió 1 millón 800 mil sufragios. Cabe decir que la población del Edomex ha pasado de 10 a 15 millones de habitantes entre 1993 y 2005, con todo y ello el PRI no han vuelto a captar la cantidad de votos de 1993. ¿Cómo logrará Eruviel superar a todos sus antecesores priistas en más de un millón de votos cuando estos gozaron del apoyo del los presidentes de República priístas, de los años dorados del corporativismo sindical, cuando no existía una oposición tan organizada como la que existe ahora? ¿Cómo pretende conseguir Eruviel lo que nunca antes ha logrado el PRI? La respuesta es fácil: ¡¡¡con fraude!!!
Las tareas de la izquierda
Más allá de la propaganda del PRI, las masas proletarias y campesinas del Edomex han demostrado que cuando se les plantea un programa radicalmente distinto a lo que durante años ha implementando el PRI, y esto va acompañado de una actitud combativa y firme de parte de los dirigentes, estas no dudan en lanzar todo su apoyo hacia la izquierda. Este fenómeno lo pudimos ver en el Edomex si comparamos la reacción de las masas desposeídas mexiquenses durante las elecciones para gobernador del 2005 y la manera en que estas se expresaron en el caso de las presidenciales del 2006; en las primeras la candidata del PRD fue la ex dirigente de la cámara empresarial Canacintra, Yeidkol Polevnsky, que a pesar de contar con todo el apoyo de AMLO, no logró entusiasmar a los sectores proletarios del Edomex, quedando en tercer lugar con el 24% de los votos, por debajo del PAN con 25% y del PRI con 47%. Sin embargo, tan solo un año después los resultados cambiaron radicalmente ya que en las presidenciables AMLO logró el 43% de la votación de los mexiquenses mientras que el candidato presidencial del PRI consiguió apenas el 20% de los votos. En cifras absolutas AMLO captó 2 millones 469 mil votos, cifra que ningún candidato priista a la presidencia ha logrado obtener (cuando más, el PRI consiguió en las elecciones presidenciales de 1994, 2 millones 143 mil votos). El PRD gobernó gracias a esas elecciones al 50% de la población del Edomex, encabezando 44 municipios. Por ello la pregunta para la izquierda es la de cómo volver a generar ese nivel de apoyo.
Es una tarea de los dirigentes dar un perfil combativo a la campaña en el estado de México, planteando a las masas las tareas que el movimiento tiene por delante. Se tienen que ofrecer un programa que solucione los problemas más sentidos de las masas: empleo, salud, transporte, educación, vivienda, pero además de ello se debe vincular estas demandas con una transformación profunda de la sociedad, planteando claramente que la batalla por la gubernatura del Edomex es una batalla contra Salinas, Televisa y la plana mayor de la burguesía de nuestro país. Por ejemplo se debe llamar abiertamente a nacionalizar los bienes de Peña Nieto y del corrupto y decadente Grupo Atlacomulco y a luchar por el derrocamiento de Calderón. Las masas deben percibir que se trata de una campaña de fondo contra la burguesía y sus representante políticos, que vale la pena salir a luchar y organizarse contra todo el aparato priista.
De inicio Morena, el PRD y Alejandro Encinas cuentan con el apoyo de miles de activistas que están dispuestos a realizar innumerables sacrificios en aras de la victoria en el Edomex, aunque estos representan la vanguardia del movimiento, para triunfar se requiere movilizar a las masas proletarias, a los más de dos millones que votaron por AMLO en el 2006. Encinas deben considerar que esto no será sencillo, sobre todo si tomamos en cuenta que el apoyo hacia la izquierda en el Edomex fue dilapidado por los gobiernos municipales que encabezó el ala de derechas del PRD manteniendo en lo fundamental la política del PRI. De ahí que AMLO y Encinas tienen que romper decidida y públicamente con la derecha del PRD, de esta manera las masas percibirán que esto no es una repetición de lo ocurrido tras las elecciones municipales del Edomex del 2006 sino un proceso superior, donde el movimiento ha sacado conclusiones y ha depurado de sus filas a los oportunistas, de otro manera habrá sectores que tengan una sombra de duda sobre la firmeza de los actuales dirigentes.
Además de generar una participación masiva de apoyo a la izquierda el otro elemento que definirá la vitoria será la capacidad del movimiento para contrarrestar al aparato priista. En este sentido Morena tiene que orientarse decididamente hacia los centros industriales de Ecatepec, Toluca, Tlalnepantla, Ixtapaluca, etcétera, realizando piquetes, mítines, asambleas, llamando a los trabajadores y a sus sindicatos a sumarse a la campaña, explicando el contubernio que existe entre el gobierno y los empresarios para mantener en pésimas condiciones de vida a los trabajadores. Morena tiene que ganar un fuerte punto de apoyo entre el sector obrero del Edomex, organizado y agitando por la realización de paros cómo un medio de presión ante las acciones fraudulentas del PRI.
También una campaña combativa lograría agrupara a la juventud. El Edomex es el estado con la mayor proporción de jóvenes en todo el país, este sector está privado de oportunidades de estudio, empleo y recreación. Una política con una perspectiva revolucionaria de parte de los dirigentes, sin duda ganaría en masa a este sector.
Morena debe actuar a nivel nacional para colapsar el aparato del priismo, que ya se está movilizando para operar el fraude e imponer a Eruviel. La convocatoria del 5 de Junio en el Zócalo debe ser un paso en esta dirección, en esa concentración AMLO y Encinas tienen que ofrecer un plan de acción para todos los militantes de izquierda a nivel nacional, donde la huelga general sea una herramienta fundamental para defender el voto en el Edomex.
Es significativo de la fuerza de la izquierda que el inicio de campaña haya sido en el municipio de Ecatepec, el más poblado del estado, con una asistencia de más de 10 mil personas. Este municipio que al mismo tiempo ha sido gobernado dos veces por el candidato del PRI a la gubernatura Eruviel Ávial, ha mostrado un apoyo masivo hacia la izquierda. Eruviél no ha sentido la confianza para disputarle la plaza a Encinas, y hasta el momento no ha realizado ningún acto en San Cristobal, el centro de Ecatepec. Así mismo Encinas ha repetido esta cuantiosa asistencia a sus concentraciones en el sur del estado, en la región de Tierra Caliente, y más recientemente en Tlalnepantla, donde la izquierda nunca ha gobernado. El PAN se encuentra en su peor momento, con una campaña que de hecho ha sido suspendida, ante la movilización de algunos electricistas que se han empeñado en denunciar a Bravo Mena en sus actos de campaña. La perspectiva de una elección cerrada entre el PRI y el PRD puede ser superada abriéndose una brecha entre ambos con una clara e incuestionable tendencia a favor de Encinas a condición de que Morena y toda la izquierda se movilicen con toda su fuerza para neutralizar por anticipado la tentativa priista y calderonista de fraude electoral impulsando entre otras medidas comités contra el fraude y asumiendo un programa de clase que conecte con el conjunto de los explotados y pobres del Edomex.
Insistimos en que los aspectos fundamentales que decidirá la elección del 3 de julio será la capacidad de la izquierda para movilizar masivamente hacia las urnas a su base natural de apoyo, los trabajadores y el campesinado pobre mexiquense, por medio de un programa de clase, y una firme táctica de lucha para defender el voto contra el fraude electoral que ya traman Peña Nieto y Calderón. La única manera de llevar adelante estas tareas es planteando una lucha revolucionaria contra la burguesía en el Edomex y en todo el país, planteando que para ganar las elecciones se requiere de una movilización a nivel nacional, que defienda los derechos democráticos de los trabajadores, una lucha que imponga a base de organización y movilización los legítimos designios de las masas proletarias, por encima del fraudulento sistema capitalista. La lucha por la gubernatura del Edomex se ganará en el terreno de la lucha de clases y no en los marcos de la democracia burguesa, tales han sido las lecciones de la lucha revolucionaria del 2006, de las cuales tenemos que derivar nuestra táctica actual. Para defender los derechos e intereses de la clase trabajadora los dirigentes de la izquierda deben asumir un programa y una táctica revolucionaria, de lucha por el socialismo. Únete a Militante y lucha por estas ideas.
¡Contra el fraude electoral, huelga general!
¡Por un programa de gobierno socialista para la izquierda!