El domingo 13 de abril se realizó la asamblea informativa con respecto a la privatización del petróleo, miles de jóvenes, trabajadores y amas de casa se dieron cita para escuchar un informe sobre los actos que han realizado las brigadas en defensa de PEMEX.
En el mitin se respiraba un aire de furia y ganas de luchar, el mal tiempo no mermó los ánimos, por el contrario, no se dejaron de escuchar consignas como “no que no, sí que sí, ya volvimos a salir” y “va a caer va a caer, el espurio va a caer”.
Pasadas las 10 de la mañana el zócalo estaba prácticamente lleno, minutos después miles abarrotaron las calles que rodean a la plaza central y el ambiente era tan bueno que ni siquiera cuando las moderadoras del acto pedían guardar silencio para que repicaran las campanas de la catedral la gente se callaba.
Este acto y las acciones que se tomaron la semana pasada demuestran la gran vitalidad del movimiento, miles se han sumado a las brigadas que hasta ahora han tomado la cámara de diputados y senadores y que en el momento que se plantee saldrán con toda la disposición del mundo a tomar cualquier edificio público o cámara de representantes, incluso el aeropuerto de la ciudad de México.
El punto culminante del evento fue cuando Andrés Manuel López Obrador tomó el micrófono para dar algunos datos más sobre los negocios a obscuras que ha firmado la paraestatal con empresas privadas, planteó también la política que Fecal desarrolla desde que era Secretario de Energía la cual ha dado como resultado no nada más la firma de contratos privados, sino tráfico de influencias y fortalecimiento de redes de corrupción y pillaje.
También habló de las acciones que las brigadas han desarrollado y que gracias a ellas no se ha podido plantear entre las fracciones parlamentarias del PRIAN el madruguete para aprobar la reaccionaria reforma energética. Así mismo puntualizó que los únicos que pueden detener este ataque es el pueblo, especialmente estas palabras llenaron de confianza a los presentes, acentuando su disposición a la lucha y de ir hasta el final por la defensa del petróleo.
En el plan de acción se plantearon 2 acciones para esta semana, por un lado un cerco nuevamente, por parte de las brigadas femeninas, a la cámara de senadores el martes 15, y por el otro, asambleas informativas en todas las plazas públicas del país para el próximo domingo 20 de abril.
Como bien lo dijo AMLO, es posible que en este periodo de sesiones de la cámara de senadores ya no se pueda aprobar la reforma energética (ésta termina el día 30 de abril), de todas formas debemos mantenernos alerta, hemos visto en más de una ocasión como aplican el mayoriteo los partidos de la derecha para aprobar leyes antiobreras en los últimos minutos.
AMLO comentó que la consigna principal en estos momentos es el debate público y nacional acerca de la reforma, sí bien es importante que se desarrolle un debate nacional, al final de cuenta no es lo fundamental ya que estas reformas traen detrás los intereses de una clase parasitaria, rapaz y explotadora, y a estos señores no les vamos a convencer, por mejores que sean nuestros argumentos, que se abstengan de ganar más a costa de la privatización. De lo que se trata es de frenar este ataque en contra de los trabajadores y pueblo en general y esto no se podrá detener con buenos argumentos, sino con la lucha en las calles. Es como si un suculento conejito quisiera convencer a un tigre de que no se lo coma, que es mejor que se vuelva vegetariano.
A lo que nosotros los trabajadores le tenemos que apostar es a una huelga general, no solamente contra la reaccionaria reforma energética, sino para echar atrás a todas las políticas antiobreras que se han implementado en el último periodo, como la “Ley del ISSSTE”, por aumento salarial de emergencia de $7000.00 y contra las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, etc.
Para eso se necesita que este movimiento lejos de cerrarle la puerta a alguien lo inviten a luchar, AMLO tiene que hacer un llamado serio a los sindicatos a que se sumen a esta lucha, las bases de estos sindicatos se encargarán de presionar a las direcciones, la máxima para vencer es la unidad del PRD y los sindicatos bajo un programa revolucionario que luche por echar a Calderón de la presidencia. El movimiento en defensa de PEMEX no puede ser exclusivo de alguien, todos los trabajadores debemos de luchar contra este nuevo ataque.
Esta lucha es la continuación de la lucha contra el fraude electoral, por mejores salarios, etc. Sólo que a un grado superior, ahora hay experiencia, una nueva capa de activistas se ha sumado a la lucha, las ganas son inmensas y el coraje también. Al igual que en la lucha contra el fraude, lo esencial está en la dirección del movimiento y la política que esta dirección defienda. La lucha nos ha enseñado que no hay que ser suaves contra nuestros opresores, sino resueltos e implacables, sólo con esta actitud y una política genuinamente revolucionaria, es decir socialista podremos vencer.