Derroquemos este ataque con una huelga general

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dado su veredicto final: la nueva Ley del ISSSTE (aprobada en marzo del 2007) no viola ninguna garantía constitucional. Este resultado, no podía ser otro, la SCJN es sólo un arma al servicio de Calderón y los grandes empresarios. Los trabajadores debemos fortalecer nuestra lucha.

El antes y el después

En marzo del año pasado, Calderón llamó “patriotas” a los legisladores del PAN, PRI, verde ecologista, Panal y el PASC por aprobar la contrarreforma del ISSSTE (llamada por el mismo como “la reforma de la década”). Antes y después de ello, la maquinaria propagandística del Estado se movió con gran fuerza para resaltar los supuestos beneficios de la medida: “solvencia de largo plazo en México, el riesgo país seguramente disminuirá, mejorarán las condiciones de acceso al crédito por parte de todos los trabajadores, empresarios y de todos los mexicanos”, decía el espurio. Según esto, grandes maravillas económicas sucederían en nuestro país. La realidad fue muy distinta, después de esta reforma se lanzaron otros ataques contra nosotros los trabajadores: reforma fiscal, que no hacía otra cosa que eliminar cargos a los millonarios beneficios de los empresarios, luego el gasolinazo, el incremento salarial de 2.2 pesos al salario mínimo para 2008, y en los primeros meses de este 2008 un incremento de la canasta básica del 40%. Todo ello es apenas una pequeña lista de lo que sucedió. Ahora Calderón impulsa la privatización de PEMEX, con las mismas promesas: “si privatizamos todo va a ir bien”.

Hipocresía y más descaro

El argumento central que se repitió hasta el cansancio fue el de que los egresos por jubilaciones y pensiones eran una carga que no podían soportar las finanzas del estado. Miguel Ángel Yunez, director del ISSSTE, afirmó que “79 de cada 100 pesos de la nómina de pensiones eran subsidiados por el gobierno Federal, ello significaba en el 2007 un egreso de aproximadamente 49 mil millones de pesos y que para el 2012, se llegaría a una cifra de 407 mil millones de pesos”. Todo ello, de acuerdo a él, destruiría la seguridad social en nuestro país. Yunes, Elba Esther Gordillo, y otros finos personajes, hipócritamente ponen el grito en el cielo cuando hacen cuentas de las pocas prestaciones laborales. Pero en cambio, guardan un silencio sepulcral, cuando los grandes millonarios resultan ser los beneficiados. Apenas después de aprobarse la reforma, se descubrió que 16 grandes empresas, entre ellas TV Azteca, Televisa, Wal Mart, Bimbo, CEMEX, TELMEX, etcétera, adeudaban al fisco 105 millones de pesos. ¡En un solo año, nos robaron más del doble de lo que se “malgasta” en prestaciones laborales! De ello no se derivaron acciones penales, no se realizó ninguna acción seria para que pagaran lo que estaban robando, no se denunció con chocarreros comerciales televisivos, no. Ese es el gobierno de Calderón, un gobierno de, y para los empresarios.

La base en pie de lucha

Los trabajadores no nos quedamos con los brazos cruzados, al contrario, realizamos un conjunto de acciones totalmente justificadas y correctas: toma de carreteras, de casetas, de oficias gubernamentales y priistas, paros laborales en distintas dependencias etc. En más de un centro laboral, se sufrieron severas presiones en contra de toda esta lucha, incluso algunos miembros de las mismas direcciones sindicales se sumaron a esta sucia tarea como esquiroles. Todo este ambiente dejaba muy clara una cosa: la lucha amenazaba con crecer y triunfar sobre la reforma al ISSSTE. Pero ello significaba además un gran riesgo para los planes del gobierno actual. Un triunfo de estas magnitudes desataría un ambiente de confianza entre otros sectores, se generaría un efecto dominó en el que más y más compañeros irían levantando sus demandas propias, poniendo contra la pared al gobierno del espurio. La reforma impulsó la lucha hacia el frente, el problema fueron las direcciones de algunos sindicatos, que como Agustín Rodríguez del STUNAM, actuaron firmemente para disolver la lucha a como diera lugar.

Movilizaciones y frente jurídico

Los marxistas opinamos que toda iniciativa que sirva para organizar y cohesionar la lucha de los trabajadores, tiene que ser empleado, incluso aun si se trata de espacios que se abren en el marco de la democracia burguesa. Este es el caso de los amparos promovidos en contra de la nueva Ley del ISSSTE. Pero también pensamos que la vía jurídica de ninguna manera puede sustituir a la acción de las masas en las calles y haciendo huelgas. Algunos grupos de abogados, como la Unión de Juristas de México, que logró interponer más de dos millones de amparos, insistieron en que la vía jurídica era sólo una herramienta auxiliar para el movimiento el cual debería de tener a las movilizaciones como principal herramienta de lucha. Desafortunadamente otro sector de abogados (entre ellos, uno que otro que se auto definen “marxista” sin serlo, que viven sólo de sus viejas “glorias” reclamándose como “fundador” de la CNTE y que sólo los mueve la sed de prestigio) hicieron todo lo posible para transformar a los amparos en el corazón del movimiento, derivando ello en la dispersión y división de la lucha. De hecho este tipo de abogados, con tal de evitar que su coto de poder no se saliera de su control, impidió a toda costa que aquellos que se les acercaron para interponer su amparo entraran en contacto con otros o trabajadores organizados. De esto se desprende también el que dichos abogados sólo llegarán a convocar ocasionalmente a concentraciones o acciones políticas por su cuenta, totalmente aisladas del resto del movimiento, resultando estas, por consecuencia, muy débiles y sin mayor trascendencia. Esta política de cretinismo jurídico y que dividió al movimiento, posee una buna parte de responsabilidad sobre el resultado que ha tenido hasta el momento la lucha contra la nueva Ley del ISSSTE al facilitarle las cosas a la SCJN, para que dictaminara como constitucional este ataque lanzado contra los trabajadores públicos. A pesar de todo, está lejos de poderse pensar que ha sido escrito el último capítulo de la lucha contra la nueva Ley del ISSSTE. Nuevos capítulos se abrirán y no debemos descartar que finalmente este ataque sea derrotado por los trabajadores, sin embargo tenemos que aprender de nuestra propia experiencia y tener en cuenta que el movimiento no puede cometer el mismo error, siendo presa de esa clase de abogados laboristas que vendieron, de manera oportunista, la idea de que la solución a esta problemática tenía como principal vía el cauce jurídico. Los marxistas no nos oponeos a que se use el frente jurídico, pero debemos ser conciente de una advertencia que de manera reiterada hizo Lenin: “No hay en el mundo personas más reaccionarias que los jueces.” La SCJN y todo el sistema judicial forman parte del aparato del Estado, el cual es una herramienta de dominación de la burguesía sobre los trabajadores. Por consecuencia todos los jueces están al servicio de Calderón y de los empresarios para proteger la política y los intereses de estos. De ahí que si se opta nuevamente por un recurso legal, se debe tener claro que el frente jurídico solamente es un complemento y no un sustituto de la movilización callejera. En última instancia, para que la nueva Ley del ISSSTE sea derrotada en los tribunales se necesitarán acciones de masas unificadas, y no divididas artificialmente por una capa de abogados, tales como la movilización y las huelgas. Cualquier acción jurídica al margen de la lucha política en las calles está condenada al fracaso.

Vamos a la huelga general

Calderón no dará pasos atrás de manera gratuita, todas las contrarreformas que está impulsando (la ley del ISSSTE, la privatización de PEMEX) son su tarea fundamental e irrenunciable. Ellas son su razón de existir. Si bien la SCJN, los diputados y senadores del PRIAN ha definido su postura, ello no quiere decir que todo esté terminado, no. La victoria es totalmente posible, pero su requisito indispensable es sumar a más y más trabajadores, y actuar como un solo hombre en un mismo momento. El paro “cívico” que se convoca para el 1 de septiembre, es correcto, pero falta mucho tiempo para que se realice (dos meses). Aquí se debe actuar inmediatamente en una huelga general que llame a todos los trabajadores no sólo los del Estado, para ello no importa que los compañeros del sector educativo estén de vacaciones, se integrarán si los llamamos firmemente. AMLO está en lo correcto cuando dice “al diablo con todas las instituciones”, “sólo son una bola de ladrones”, pero esas palabras las debe convertir en acciones concretas, llamando a todas las fuerzas de la CND y el PRD a que se unan a este paro y a que lo preparen de manera inmediata. El gobierno de Calderón debe caer, los trabajadores lo debemos echar fuera. Basta de miseria, basta de burlas, de robos, de desempleo. Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro Salario obrero a Calderón por ….

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