Por la unidad de los trabajadores del IEMS, por un SUTIEMS combativo y de clase
En el Sindicato de la Unión de Trabajadores del IEMS (SUTIEMS) se está llevando un debate trascendental para su historia y que puede implicar su sobrevivencia como una organización de lucha de los trabajadores del IEMS.
El SUTIEMS agrupa en su mayoría a trabajadores académicos (alrededor de 500 profesores) y pocos administrativos (30); el sindicato ha depositado una demanda legal en la Junta de Conciliación y Arbitraje, para ganar el contrato colectivo de los académicos al Sindicato charro SITIEMS. Algunos compañeros señalan que para asegurar el triunfo de esta demanda el SUTIEMS debe convertirse en un sindicato gremial (que sólo agrupe académicos) y dejar de ser un sindicato de empresa (que agrupa a la totalidad de trabajadores), con esto muchos compañeros sostienen que podemos asegurar el triunfo y, una vez obtenido el Contrato Colectivo de académicos, cambiar de nuevo nuestros estatutos y luchar por el conjunto del Contrato Colectivo.
Esta postura fue defendida por algunos compañeros el pasado 26 de noviembre en un acalorado debate que demostró que el sindicato está dividido, en lo que respecta a este debate, casi por la mitad; que muchos compañeros de base y administrativos (incluso planteles completos) están por la unidad y por la lucha por la totalidad del Contrato Colectivo. Nuestra asamblea tomó la decisión mayoritaria de, por el momento, dejar la demanda como está (continuar como sindicato de empresa y demandar la parte académica solamente), llevar este debate a los planteles, continuar con la campaña de afiliación de los trabajadores administrativos y tomar una decisión definitiva en febrero del próximo año. Éste es un debate en el que nuestro sindicato puede salir fortalecido y en donde, a pesar de las posiciones encontradas, se ha mostrado capacidad para llegar a acuerdos, privó el centralismo democrático dando un sano espacio para el debate en los planteles y mayor tiempo para tomar una decisión definitiva. ¡Este debate demuestra que nuestro sindicato es el único democrático en el IEMS!
En primer lugar debemos señalar que esta decisión no es simplemente una decisión de táctica sino una cuestión de principios. Para los compañeros de Militante, como para muchos otros compañeros-algunos fundadores del sindicato-que defendieron la unidad y la lucha por todo el Contrato Colectivo, la idea de la unidad de los trabajadores no representa una idea romántica o simplemente ética, se trata de un principio elemental de la lucha de clases. La fuerza de la clase obrera está en su unidad combativa; los principios no son un adorno como las esferas de un árbol de navidad, los principios no son como las salchichas en un buffet (las tomas o las dejas y da lo mismo), los principios clasistas son el elemento más importante de los que separan un sindicato que está en el camino de corromperse o aquél que es un instrumento de lucha de todos los trabajadores. Son infinitas las historias de organizaciones que por poner por encima aparentes ventajas inmediatas se han corrompido hasta llegar al fango (la historia de la dirección de los sindicatos, los partidos socialdemócratas, el estalinismo y del mismo PRD es muy ilustrativa), ese fango que Lenin llamó oportunismo; las consideraciones de táctica o legales siempre deben estar supeditadas a los intereses generales de la clase obrera, la historia cobra muy caros los errores y desviaciones de principio. La prueba de que los principios no son simples ideas bonitas es que si el SUTIEMS es, hasta hoy, el único sindicato en el IEMS que ha crecido de manera constante, que es respetado por propios y extraños, que ha venido de conquista en conquista (aún cuando muchas sean conquistas modestas), el único que ha encabezado un paro general y multitud de marchas y mítines (algunos bastante considerables) que han arrancado a las autoridades concesiones y negociaciones, se debe únicamente a que-a pesar de sus errores-se ha basado siempre en la lucha, en la movilización y en sus bases, por regla general siempre ha sido democrático y combativo. No olvidemos eso nunca compañeros o lo pagaremos muy caro y la historia nos lo reclamará (nuestro sindicato es histórico porque es el único combativo dentro del IEMS).
Incluso la idea de que el cambio a un sindicato gremial es un atajo temporal que nos asegura el triunfo es totalmente falsa y engañosa. Supongamos que el estatuto de nuestro sindicato se cambia ¿qué lograremos? En primer lugar sería el colmo de la ingenuidad pensar que ello aceleraría el trámite, sencillamente en ese terreno la patronal (tanto local como a nivel de DF) tiene la total ventaja, nuestra fortaleza no está en lo legal sino en los principios, simplemente alargaría indefinidamente el trámite y en los hechos permaneceríamos como sindicato gremial un largo tiempo, mientras tanto la puerta quedaría cerrada indefinidamente para los administrativos, tendríamos una mancha que-como dice un “clásico”-no se podría borrar ni con todas las aguas de los océanos, los compañeros administrativos que ya son parte del sindicato se sentirían-con razón- traicionados y todos aquellos que están esperando la voluntad y la determinación del sindicato para afiliarse no se afiliarían jamás; en los hechos demostraríamos ser un sindicato que no merece agrupar al conjunto de los trabajadores, que por cobardía, falta de audacia y falta de principios le cerró la puerta en las narices a los compañeros administrativos, sería una traición muy superior a cualquier acto realizado por el SITIEMS, ya no tendríamos autoridad moral para llamarlos charros; sería, sin duda, el principio del fin del SUTIEMS como organización clasista y de lucha. Incluso suponiendo ingenuamente que el Contrato Colectivo de académicos se obtuviera en un periodo corto, simplemente los administrativos jamás volverían a confiar en nosotros. La dirección del sindicato (comité ejecutivo y comité de representantes) daría un ejemplo nefasto al conjunto de afiliados, fortalecería las tendencias aristocráticas y pequeñoburguesas de algunos profesores, de quienes se sienten superiores y ajenos a la clase trabajadora y siempre miran por encima del hombro a el resto de su propia clase. ¡Nuestro sindicato debe conservar su carácter obrero!
Algunos compañeros nos arrojan los números a la cara y nos dicen ¿qué no ves que los administrativos son minoría en nuestro sindicato?, ¿qué no ves que nunca se van a venir con nosotros?, ¿qué no ves la realidad? En política revolucionaria (y supongo que nuestro sindicato es un sindicato revolucionario-el único sindicalismo que vale la pena-), el empirismo siempre es la "marca registrada" del oportunismo, es el tipo de pensamiento de los burócratas sindicales que se suponen muy realista pero que en realidad se postran cobardemente ante los hechos (los reformistas piensas así: el capitalismo es una realidad: acéptalo; los Chuchos piensan así: el gobierno del pelele es una realidad: negocia; la burocracia del PRD piensa así: ese candidato del PRI nos asegura el triunfo, postúlalo –estos son los mejores ejemplos del nefasto "principio de realidad"-). Nosotros debemos ver no un hecho aislado sino un proceso y una tendencia subyacente. Nuestro sindicato ha venido creciendo de manera espectacular (la asamblea de hace unos meses éramos alrededor de 300) ahora ya somos casi 600 compañeros (30 administrativos), mientras eso sucede el SATIEMS (precisamente por su vulgar oportunismo) ha desaparecido del mapa y el SITIEMS se encuentra en una crisis profunda, sabemos de sus desafiliaciones masivas (en el Plantel Iztapalapa I se han desafiliado la plana completa y se pasaron con nosotros); en Coyoacán también se han desafiliado, esa gente que se ha desafiliando está esperando decisión de nosotros, en muchos planteles se acercan a nosotros, preguntan, indagan, discuten, piensan (para nada son “idiotas” como muchos “listos” profesores parecen creer). En ese contexto ¿quién puede salir ganando? ¡Nosotros por supuesto! Sólo hay que saber qué táctica utilizar.
Hay compañeros que argumentan que los trabajadores administrativos son los culpables, que son un poco lentos, que no tienen consciencia y que no entienden la necesidad de afiliarse con nosotros. Esos prejuicios demuestran absoluto desconocimiento del proceso de toma de conciencia de los trabajadores y un sectarismo reaccionario. Hay varios factores que explican nuestro lento crecimiento en el sector administrativo: en primer lugar, para muchos administrativos el SITIEMS es lo que hay, es quien-a pesar de su charrismo-tiene su Contrato Colectivo (por muy jodido que esté, es el primero que tienen después de 9 años). Por ello es relevante la táctica de frente único. Ya sé que muchos compañeros me echarán en cara lo siguiente: ¿tú crees que la dirigencia del SITIEMS lo aceptaría?, ¡pero si son charros! ¿no hemos ya intentado muchas veces negociar la unidad con su secretaria general? etc., etc.. Un error muy común en los compañeros es ver los procesos a través de los dirigentes y los representantes obreros y no a través de la base trabajadora, sin duda la idea de la unidad en la acción sería bien vista por muchos administrativos y aún cuando, seguramente, sea rechazada por su dirección, nosotros saldríamos ganando y nos posicionaríamos aún mejor.
Muchos compañeros afirman que nosotros no podemos ofrecer nada a los administrativos, que ellos mismos deben tomar conciencia y entender que venirse con nosotros es lo mejor. Por supuesto no se trata de hacer todo por los administrativos y ocupar el papel que a ellos les corresponde; sin embargo una cosa es cierta, ellos no se acercarán si: 1) no les ofrecemos una alternativa para luchar y 2) si se les cerramos la puerta en las narices para siempre. Me parece que un factor que ha impedido que afiliemos a más administrativos fue nuestra decisión incorrecta de seguir como sindicato de empresa (de todos los trabajadores) pero pelear por ahora lo que teníamos seguro: el Contrato Colectivo de los académicos-aunque hay que decir que ya algunos compañeros señalábamos desde el inicio que eso fue un error y pedíamos un tiempo para hacer una campaña que nunca se hizo entre los administrativos-me parece que esa decisión táctica nos dificultó el acercamiento, debemos reconocer que eso fue un error: ¡ahora hay que decirle a los administrativos que vamos por todo! ¡Es el momento de rectificar!. Tiene cerca de un año que una comisión mandatada por el Consejo General de Representantes encargó a un grupo de compañeros elaborar el borrador de contrato colectivo de todos los trabajadores (incluidos administrativos), dicha comisión sólo realizó la parte académica: ¿No será que el argumento de "que lo hagan los administrativos" es para autojustificarnos por no hacer lo que debíamos haber hecho hace meses? Un borrador, superior al Contrato Colectivo actual, sería más que suficiente para despertar el debate en los administrativos y aglutinarlos en torno al sindicato, elevar su nivel de consciencia y unificarlos con nosotros. Lo que hace falta es audacia, decisión y trabajo de base.
Para los que afirman que esto es utópico, la refutación indiscutible es el hecho de que una compañera administrativa del sindicato en el platel Iztapalapa II-con sólo tres meses de militancia en nuestro sindicato-logró afiliar a los pocos administrativos que tiene nuestro sindicato (a prácticamente todos los de su plantel) los cuales se desafiliaron masivamente del SITIEMS. ¿Acaso la compañera es una "chica superpoderosa" con poderes especiales? No, sólo es una militante activa y consciente que hace trabajo que no se ha hecho en los demás planteles, ello demuestra que con trabajo y explicación paciente es posible ganar a los trabajadores administrativos al mismo tiempo que proponemos un frente único por el aumento salarial y otras demandas con el SITIEMS. Algún compañero se preguntaba escéptico si podíamos ganar a los trabajadores que no habíamos ganado en dos años, la respuesta es: ¡por supuesto que sí! Sólo hace falta confiar en nuestras fuerzas, actuar conforme a nuestros principios y después dar seguimiento puntual, por parte del Comité Ejecutivo, a una campaña agresiva en todos los planteles.
Algunos compañeros argumentaban que si íbamos por todo podíamos perder y la autoridad nos consumaría un fraude. Compañeros, si queremos tener un 100% de seguridad de que no nos harán fraude y que saldremos derrotados, sería mejor no hacer nada; con este tipo de pensamiento francamente cobarde y pusilánime jamás hubiéramos formado el sindicato. Por supuesto que nos intentarán hacer fraude y lo mejor es que nos preparemos para ello, prepararse para evitarlo es unificarse y luchar por un solo Contrato Colectivo, en estas condiciones si la autoridad nos hace fraude ¡peor para ellos! porque que con las masas unificadas y encabronadas por un fraude seguramente podríamos paralizar las prepas del DF y ganar todo el Contrato Colectivo: ¡Así fue como el STUNAM ganó su contrato colectivo! ¿Creemos que con nosotros va a ser diferente? ¡Por supuesto que no! y más vale que nuestro sindicato, empezando por la dirección, se grabe en la mente que sólo luchando y respetando los principios básicos de la lucha obrera podremos ganar. Incluso si perdemos-y compañeros, tenemos todo para no perder-, es preferible perder y conservarnos como oposición digna y combativa que ganar un miserable contrato gremial, dejando pedazos de dignidad por el camino, arrojarnos a la basura en donde se encuentra compañía como los chuchos y los charros: ¿qué final más miserable nos podríamos imaginar para nuestro sindicato? Eso sería un victoria pírrica y una derrota monumental, mientras que perder en la lucha y en la unidad sería una derrota pírrica y un triunfo moral monumental.
Si revisamos los números, tenemos que sacar la conclusión de que tenemos todo para ganar: nuestro sindicato agrupa a casi 600 trabajadores de un total de 1,500 trabajadores del IEMS, el SITIEMS (en el mejor de los casos) agrupa a 400 trabajadores; hay cerca de 400 trabajadores que no pertenecen a ningún sindicato. Como en todo proceso de polarización social-los procesos revolucionarios que se expresan por la vía electoral pueden confirmarlo-fortalece la idea de que esos indecisos, en el peor de los casos, se dividirían a la mitad entre el SUTIEMS y el SITIEMS, si eso es correcto resulta que el recuento podría arrojar los siguientes resultados: 800 trabajadores para nosotros y 600 para el SITIEMS: Resultaría que si el recuento se hiciera hoy, ganaríamos. ¡Pero eso obviaría el hecho de que en las movilizaciones y muestras de combatividad que hemos dado, éste es nuestro mejor activo, con mucha seguridad la mayor parte de los indecisos se irían con nosotros y muchos de los afiliados del SITIEMS votarían por nosotros como un castigo por la política pro-patronal de su dirección; con mucha seguridad, si trabajamos, mostramos decisión y determinación revolucionaria arrastraríamos a muchos trabajadores indecisos y muchos afiliados del SITIEMS incluso aunque no se afiliaran formalmente con nosotros. ¡Podemos y debemos ser optimistas, ser pacientes al mismo tiempo que trabajamos arduamente!
Insisto, tenemos todo para ganar, sólo hace falta fortalecer a nuestro sindicato, confiar en nuestras fuerzas, movilizarnos, realizar una campaña activa y militante, explicar pacientemente. Finalmente, compañeros, nuestra lucha es sólo una gota en el mar de la lucha obrera y el próximo año veremos miles de ellas de las cuales podremos aprender y con las cuales nos podremos unificar, incluso nuestro pequeño sindicato puede poner un digno ejemplo de cómo debe ser el sindicalismo revolucionario de esta etapa convulsiva y revolucionaria en nuestra América Latina. Así que aprovechemos el tiempo que tenemos: ¡vayamos por todo! demostremos voluntad y decisión a los compañeros administrativos-eso es lo que falta para que se afilian muchos más-, tendámosles la mano, hagamos campaña, expliquemos, ofrezcamos un borrador de Contrato Colectivo. Si el trabajo se hace, veremos cómo seremos capaces de ganar el Contrato Colectivo completo, más fortalecidos, con una autoridad moral y política más grande que nunca y por medio de los principios de los obreros revolucionarios.
¡Viva el SUTIEMS!
¡Viva la unidad de la clase trabajadora!
¡Vivan los principios revolucionarios!
¡Vayamos por todo el contrato colectivo!
¡Unidos y organizados venceremos!