El domingo pasado se realizó la asamblea de la Convención Nacional Democrática presidida por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En ella se abordaron dos temas fundamentales para el movimiento: los objetivos y métodos de lucha de la CND y la postura de la convención hacia las próximas elecciones.
Pacifismo y lucha electoral
Durante su discurso AMLO insistió en los métodos bajo los cuales la CND debe de conducirse, textualmente dijo:
“Nosotros hemos optado por lograr la transformación del país en forma pacífica, por la forma pacífica y por la vía electoral. Hemos decidido que podemos cambiar a México de manera pacífica y por la vía electoral”.
La insistencia de Andrés Manuel no es casualidad, definir los medios más adecuados para alcanzar los fines que nos hemos propuesto es una tarea fundamental
Desde nuestro punto de vista, los métodos deben de estar en función de los objetivos, antes de definir si sólo mediante elecciones la CND tiene que llevar adelante sus reivindicaciones es necesario recordar la meta a seguir.
Decenas de miles de trabajadores, campesinos y jóvenes se han aglutinado en torno a la CND en busca de una alternativa ante la crisis del capitalismo, no sólo nos referimos a la crisis coyuntural sino a la crisis orgánica de este sistema. Los miembros de la CND esperan que su lucha transforme profundamente sus condiciones de vida, la tarea que han delegado a AMLO es la de dirigir el movimiento con este objetivo. Las masas han dado una lucha en el terreno electoral por medio de su partido, el PRD, por ello han votado masivamente por AMLO en el 2006, sin embargo para las masas proletarias lo más importante no son las elecciones en si mismas, si no el objetivo que se persigue. Prueba de ello es que con todo y el fraude electoral no han dejado de movilizarse.
Por lo tanto, sin descartar este frente, limitar los medios de lucha de la CND al terreno electoral es incorrecto, si lo que se quiere es transformar radicalmente las condiciones de vida del proletariado, se tiene que hacer uso de todas las formas de lucha de la clase obrera. En nuestro caso concreto una Huelga General política por la caída de Calderón tendría un éxito rotundo.
Igual de erróneo es identificar mecánicamente el pacifismo con participación electoral, ya que no son elementos que naturalmente vallan unidos, por ejemplo; el reaccionario gobierno de Bush llegó por la vía electoral a la presidencia y una vez ahí lanzo una atroz guerra imperialista; otro ejemplo, Hugo Chávez ha ganado más de una decena de elecciones democráticas y eso no ha evitado acciones violentas de la burguesía venezolana, que incluso llevó adelante un violento golpe de Estado. Lo mismo ha ocurrido en Bolivia a partir de que Evo Morales llego a la presidencia por al vía electoral.
Participar en las elecciones aunque es correcto (en determinadas condiciones) no es una garantía de que no habrá violencia, la violencia sobre todo dependerá de si la burguesía está o no dispuesta a dejar sus privilegios sin luchar. Andrés Manuel mismo planteo esta situación: “inclusive, algunos compañeros legítimamente sostienen que así no se va a poder, que los potentados no van a dejar nunca sus privilegios”.
Este es el punto de vista de Militante y de cada vez más trabajadores. El frente electoral es una vía, pero al margen de las movilizaciones y las huelgas o paros nacionales corre el serio riesgo de ser estranguladas por la burguesía y su gobierno para cerrarle el paso a las aspiraciones de los trabajadores manifestadas a través del los sufragio, ejemplo de ello es el fraude electoral que llevó a Calderón al poder. Por lo menos desde el 2006 a la fecha los trabajadores hemos tomado clases de “democracia burguesa”, y en cada lección hemos visto que la “democracia” y las “instituciones” son máscaras que usan los capitalistas para defender sus privilegios, mismos que seguirán protegiendo con uñas y dientes.
Andrés Manuel también es consiente de esta realidad, más adelante en su discurso señaló: “Nada bueno podría esperarse luego de que el dinero sustituyó al poder social… y cuando el gobierno dejó de atender al pueblo y se convirtió de lleno en un comité al servicio de una minoría”. Entonces nosotros preguntamos ¿por qué la lucha de la CND se tiene que limitar a la participación electoral, que es un terreno dominado por ese “comité al servicio de una minoría”?
Por último si se acepta que el único medio de lucha de la CND es el terreno electoral, implícitamente ¡estaremos aceptando que el pelele Calderón permanecerá en su sitio hasta las próximas elecciones en el lejano 2012!, por lo que nos quedarían cuatro años más de ataques a los trabajadores y de saqueo por parte de banqueros y empresarios, “claro si es que en el 2012 el comité de la minoría no impone a un nuevo pelele”. Esperar hasta las próximas elecciones para deshacernos de Calderón simplemente es inaceptable.
Elecciones intermedias
AMLO aprovechó la CND para expresar su postura ante las próximas elecciones, ésta no fue homogénea, sus simpatías quedaron divididas entre el PRD, PT y Convergencia, según el estado del que se tratara: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco o el D.F. Llamó a que cada miembro de la CND reflexionara su voto “tomando en cuenta a quién se postule, las características propias de cada municipio, distrito o estado y, sobre todo, pensando en lo que más convenga al movimiento para la transformación nacional”.
La presión de las bases del PRD, para que el partido adopte una postura revolucionaria ante la clase dominante, ha ocasionado que las divisiones internas entre derecha e izquierda sea cada vez más irreconciliables, a tal nivel que ha sido imposible que estas alas hayan llegando a acuerdos electorales.
Para las bases del partido la colaboración de los “chuchos” con Calderón ha sido totalmente detestable, en diferentes ocasiones las masas han presionado a AMLO para que tome acciones contundentes contra estos traidores, no obstante Obrador se ha limitado a denunciarlos sin realizar acciones concretas, ello ha ocasionado que la furia contra los “chuchos” se combine con desconcierto y frustración, al ver como las bases son saboteadas desde la dirección del partido por Jesús Ortega, al mismo tiempo que Andrés Manuel no da una lucha frontal contra los traidores, priorizando la propaganda a favor del PT y Convergencia, siendo que estos partidos representan una fuerza mucho menor a la del PRD.
Lo que las masas han pedido desde hace meses es una depuración del PRD, y en la medida en que eso no ha ocurrido la derecha no ha perdido el tiempo y ahora controla la mayor parte del aparato del partido, lo que de cara a las elecciones se traduce en que la mayoría de candidatos por el PRD sean los mismos que han saboteado la lucha contra la privatización de PEMEX y a la misma CND; esta es una contradicción aberrante que está provocando una confusión profunda entre los mejores militantes del PRD-CND y por supuesto entre su base social.
Este hecho confirma lo que los miembros de Militante hemos señalado desde hace tiempo, no es posible una convivencia entre los intereses de la derecha y las bases del partido, no podemos omitir que al frente del partido se encuentran unos arribistas de la peor especie. Algunos reformistas de izquierda decían hace poco tiempo; “ese es problema de otros, nosotros no nos metemos con los partidos” (por ejemplo Jesusa Rodríguez) y ahora estamos padeciendo las consecuencias.
El resultado de esa política (que lamentablemente se mantiene) es que hay confusión sobre quienes son aliados legítimos o enemigos encubiertos del movimiento, de tal manera que Andrés Manuel ha tenido que apelar a la reflexión individual, pero la reflexión por si misma no evitará el peligro de que los chuchos puedan ser los candidatos en gran parte del país por el PRD en las próximas elecciones, y por lo tanto el PRI y el PAN tendrán una oportunidad para fortalecerse.
El caso de las elecciones internas del PRD en el D.F. es emblemático del instinto revolucionaria de las masas, las cuales han apabullado a los “chuchos” poniendo en manos del ala de izquierdas las candidaturas delegacionales en el D.F. Esta proeza de las masas está señalando claramente cuál es el camino a seguir ¡AMLO debe de tomar la dirección del PRD y rescatarlo como un genuino instrumento de lucha revolucionaria! De otra manera los “chuchos” no perderán oportunidad para seguir saboteando al movimiento, no solo en el terreo electoral sino sobretodo en la lucha de clases.
AMLO acierta al remarcar que el movimiento no puede dar su voto al PRI y por supuesto tampoco al PAN, no obstante este llamado es muy insuficiente y de hecho ratifica el nivel de confusión existente.
La política correcta y la que necesita el movimiento es la de hacer llamados y luchar por un verdadero giro hacia la izquierda del PRD que nulifique las aspiraciones electorales de la derecha y le dé mejores perspectivas al partido del Sol Azteca de cara a los sufragios que se avecinan. Esta directriz, junto a la movilización de toda la base social que lo apoya para neutralizar a la derecha del PRD, tendría que ser estrategia adoptada por AMLO para fortalecer al movimiento.
De forma concreta, en la medida en que candidatos del PT y Convergencia apoyen a AMLO y su política, a diferencia de los candidatos “chuchistas” del PRD, un sector de las masas inevitablemente orientarán su voto hacia el PT y Convergencia, pero ya que estos partidos no defienden un programa radicalmente distinto del de los chuchos, es decir reformista, la confusión será el sello más distintivo en las próximas elecciones.
El apoyo de AMLO hacia los candidatos del PRD, PT o Convergencia no son una garantía de triunfo para la izquierda, sobre todo en la provincia, donde el PRI y PAN se esforzarán al máximo para aprovechar este escenario de división y confusión entre la izquierda para sacar la mejor tajada.
El eventual triunfo del PRD en algunas zonas del país será ante todo una muestra del instinto revolucionario de las masas, que más allá de la dirección ve en este partido una herramienta de lucha que es digna de ser rescatada, lamentablemente esta conclusión correcta no es alimentada por los dirigentes de la CND que han preferido dejar el movimiento en un estado de desorientación y no solo en la coyuntura electoral.
El movimiento debe de votar por aquellos candidatos que ofrezcan más garantías de que las demandas de la clase obrera serán resueltas, ello no sólo teniendo en cuenta “las características individuales del candidato” si no sobre todo su procedencia, es decir; su partido, su programa y su enraizamiento entre los trabajadores del campo y la ciudad, en este sentido es claro que el PRD es el instrumento de lucha más potente con el que cuenta la clase obrera, a pesar de su dirección; por otro lado el PT y Convergencia han acompañado una de las luchas más importantes de los trabajadores en los últimos años, no sin errores graves de su dirección como la tentativa de alianza entre el PT y PRI en Nuevo León, por lo que si estos partidos están dispuestos a ganarse la confianza del proletariado deben de dar muestras de querer ir más allá del programa reformista, y no solo querer vivir de la imagen de AMLO.
Todo candidato honesto de la izquierda debería evitar que ante las diferentes candidaturas saliera airosa la derecha, por lo tanto en aquellos lugares donde a partir de la división del voto entre PRD-PT-Convergencia la derecha pudiera resultar triunfante, los candidatos deberían realizar un frente único contra la derecha declinando aquellos que tengan menores posibilidades en aras de un triunfo de la izquierda. Una actitud distinta sería oportunismo puro. Además agregaríamos las siguientes condiciones para identificar a los representantes con una intención genuina de llevar adelante el programa de la clase obrera a partir de un triunfo electoral:
- Vota a la izquierda y lucha por un programa socialista.
- Ni un voto al PRI y al PAN.
- Revocación inmediata en el momento en que un representante de la izquierda no cumpla con su programa.
- Representate obrero, salario obrero.
- Control de las bases sobre los candidatos electos, rendición de informes en asambleas democráticas.
- Por el rescate de la dirección del PRD y la unidad de la izquierda en torno a un programa socialista.
¡Únete a Militante y lucha por estas ideas!