Del pasado 19 al 22 de marzo, cientos de miles de trabajadorxs de la educación realizaron una jornada de lucha que incluyó un paro educativo de 48 horas, manifestaciones masivas, cierres de vialidades y tomas de casetas para escalar en la lucha por pensiones, jubilaciones y condiciones de trabajo dignas, lo que además tendría un efecto en la mejoría de condiciones de estudio para lxs casi 35 millones de estudiantes en educación primaria, secundaria y bachillerato pertenecientes a la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La contrarreforma a la ley del ISSSTE aprobada por Felipe Calderon en 2007, privatizó las jubilaciones y pensiones de los trabajadores del Estado adscritos a esta institución, generando además un empobrecimiento al implantar las UMAs como medida de pago paralela e independiente de las subidas salariales, mas no de la inflación que ha reducido considerablemente su valor adquisitivo. Es por ello que la CNTE exige su abrogación.
Además, las deudas por créditos de vivienda se han convertido para al menos 400 mil trabajadores en deudas impagables que doblan o triplican el adeudo inicial.
“No hay dinero”
La pobreza de la población adulta mayor ronda los 3.9 millones de personas y 6.5 millones son vulnerables por ingresos insuficientes. Si bien ha habido un ligero avance en los últimos años con los gobiernos de Morena, aún estamos lejos de acabar con la pobreza de este sector tan marginado, el 31% de esta población sigue estando en situación de pobreza.
Al mismo tiempo, las ganancias de los grandes bancos y principales tenedores de las afores se han incrementado estratosféricamente. El banco Azteca reportó un crecimiento del 10% en sus ingresos consolidados en 2025. Salinas Pliego es uno de los multimillonarios del país con una riqueza de 4 mil 600 millones de dólares. Otro banco representativo es Citibanamex, con una ganancia de 22,590 millones de pesos, con un incremento de 2.7% superior a 2023, y Banorte, con un beneficio de 45,288 millones de pesos, 2.73% mayor a 2023, un nuevo récord para todas estas instituciones.
Es absurdo que ante beneficios récord de los bancos y la concentración de riqueza de los millonarios del país se afirme que no hay dinero. Durante el sexenio de AMLO el número de millonarios se duplicó. En 2024, las 10 personas más ricas del país tenían una fortuna de 176,800 millones de dólares, un incremento del 45.2% respecto a 2018. Es aquí adonde han ido a parar los beneficios producto del trabajo de millones de mexicanxs.

La cantaleta de siempre de que no hay dinero para las pensiones y que no habrá en las siguientes décadas, es una mentira que puede constatarse cuando vemos estas cifras. La productividad nunca ha sido tan elevada, el desarrollo de la tecnología permite generar más con menos manos y de una manera más eficiente. El problema no está en la generación de riqueza, sino en la apropiación de esta por un puñado de empresarios, como se puede ver con los números antes expuestos.
Los recursos para salud, educación, vivienda y pensiones dignas, sobran, el problema es que está en las manos equivocadas. La única manera de recuperar esas ganancias producidas con nuestro trabajo es expropiar a esos grandes bancos, a esas empresas mineras, eléctricas, petroleras y maquiladoras que se apropian los beneficios para luego alegar que no hay dinero para elevar los salarios y reducir la jornada laboral, o en este caso, para pagar pensiones dignas.
Además, es fundamental detener de una vez por todas la corrupción y desviación de recursos desde la cúpula sindical del SNTE, por eso nos sumamos al desconocimiento del secretario general actual Alfonso Cepeda Salas.
Gobernar para los empresarios o para el pueblo trabajador
Que el gobierno reproduzca este discurso sólo significa que no está dispuesto a tocar a estas empresas ni a las grandes fortunas de estos magnates para orientar las ganancias a las y los trabajadores. El discurso de un gobierno para el pueblo no se nota cuando se trata de decidir entre mantener los beneficios de una minoría o expropiar y nacionalizar a tales empresas para asegurarse de distribuir de manera justa las ganancias.
Es por ello que la lucha de la CNTE tiene tanta importancia, lo mismo la lucha de la comunidad de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), porque pone sobre la mesa la disyuntiva fundamental de este gobierno, o se gobierna para la clase trabajadora o se gobierna para el empresariado, no se puede responder a dos amos.
Aunque el gobierno intenta estirar lo más posible la política de navegar entre ambas clases, se llegará al límite tarde o temprano, y es mala señal que se comience con discursos del tipo: “no hay suficiente dinero”. Si bien el gobierno ya ha señalado que echará atrás la reforma, aún queda sobre la mesa el solucionar concretamente de dónde vendrán los recursos, porque es utópico pensar que sin expropiar y sin combatir la corrupción del charrismo del SNTE se tendrán los recursos suficientes para resolver las demandas del magisterio, extrayéndolas únicamente de los fideicomisos y las arcas del Estado, tal cual están ahora.
Por tales razones nuestra lucha desde el magisterio democrático se topa con un muro muy consolidado y tirarlo requerirá de saber usar todas las fuerzas y organizarlas de la manera más eficiente posible.
Integrar a las jóvenes generaciones de luchadorxs
El magisterio democrático tiene mucha experiencia y muchas victorias obtenidas, sabe como luchar, pero hay nuevas generaciones de maestrxs en las escuelas que no conocen esa historia de lucha. Es fundamental abandonar todo tipo de soberbia, sectarismo y nostalgias por el pasado, hay que ser flexibles y dar apertura a las nuevas generaciones de luchadorxs.
Las generaciones veteranas tienen en sus manos la posibilidad de generar una combinación poderosa entre la experiencia y la energía, como lo han demostrado en la última jornada de lucha.
La única vía para conseguir nuestras demandas es la lucha, la organización y la extensión de este movimiento a todos los sectores afectados, a lxs profesorxs de todos los niveles educativos y a las familias a escala nacional.
La lucha sigue…
El año pasado, en la jornada de lucha y paro de casi un mes, se demostró nuestra fuerza y capacidad de organización, ahí, especialmente las compañeras maestras jugaron un papel de primera línea, como lo siguen haciendo hoy. El gobierno y el charrismo del SNTE se han aliado para intentar domesticar al movimiento y llevarlo por la vía institucional cuando todo lo que hemos arrebatado ha sido por la lucha en las calles. La dirección del SNTE no nos representa y exigimos la salida de Cepeda Salas y el desconocimiento de este sindicato.

La fuerza numérica del magisterio, el mayor de América Latina, nos permite dar un golpe contundente, pero conseguir movilizar en su conjunto pasa por dar la lucha contra el charrismo sindical, la democratización de los espacios de participación para la inclusión de las nuevas generaciones de maestros y maestras, y el combate al machismo, así como a todo tipo de ideas conservadoras dentro del gremio que sean un obstáculo para este fin.
También es fundamental seguir fortaleciendo los métodos tradicionales de lucha como el paro nacional, las brigadas de propaganda, los cierres viales y plantones, como ya se están haciendo. Es fundamental la solidaridad de las familias trabajadoras y su participación activa para la defensa de una educación digna.
Tenemos que convocar a un gran paro nacional de todo el sector educativo para demostrar quiénes tenemos la fuerza y jalar tras de nosotrxs a otros sectores solidarios.
Todxs a las movilizaciones de este 1º y 15 de mayo y al paro nacional.
¡Basta ya de precariedad en el sector educativo!
¡Abrogación de la reforma del 2007!
¡Por una educación digna, todos y todas al paro nacional!
¡Fuera charros del SNTE!