Tercer estado más pobre del país
En su informe, Moreno Valle destacó las inversiones “históricas” que en materia de obra pública ha realizado en el estado. Efectivamente, ha invertido el gasto público en obras suntuosas como la rueda de la fortuna, el teleférico, la remodelación de los fuertes y en la promoción personal de su figura en medios electrónicos nacionales, dadas sus aspiraciones presidenciales para 2018. La mayoría de las obras se concentran en la capital y algunas partes de la zona metropolitana, con la idea de fomentar el turismo y atraer proyectos de inversión, como el de la industria automotriz que abarca a Audi y Volkswagen.
No obstante lo anterior, Moreno Valle, ha venido anteponiendo la inversión en infraestructura pública sobre los servicios básicos, el campo, los proyectos productivos, la generación de empleo y el mejoramiento de la calidad de vida en general de los jóvenes y trabajadores poblanos. El cuarto año de su gobierno ha sido el más bajo en inversión pública, pues se redujo 36% respecto al tercer año de gobierno y 26% desde su primer año. De acuerdo con datos oficiales, en el primer año de gobierno (2011), se destinaron 5.3 mil millones de pesos para inversión pública; en 2012 se redujo a 4.9 mil millones; para 2013 subió a 6.3 mil millones de pesos, y después cayó en el 2014 a 4 mil millones de pesos (La Jornada de Oriente, 13/01/15). Esto en buena medida explica que de 2011 a 2013 la pobreza se haya incrementado 7.2% y la marginación en 5.7 por ciento (La Jornada de Oriente, 30/05/14), lo cual significa que más de 3.6 millones de poblanos (más de la mitad de la población) viven en la pobreza.
En términos del crecimiento económico, en los últimos años Puebla atraviesa un periodo de estancamiento con un PIB anual del 0.1 por ciento, lo que la ha colocado en la novena economía nacional. Esto se ha traducido en un incremento en la tasa de desocupación, que a nivel estatal se elevó del 3.7 % al 4.08% el año pasado, un crecimiento del mercado informal hasta llegar a 72% y un mayor número de personas en condiciones críticas de empleo (La Jornada de Oriente, 14/01/15). La caída del PIB estatal a 0.1 por ciento en 2013 no sólo es consecuencia de la situación económica nacional, sino también de una política pública local que se encuentra orientada a apuntalar la imagen política de Rafael Moreno Valle y no a incrementar la productividad. Aunque el gobernador se ufane de no haber pedido prestado un solo pesos, la deuda del estado alcanzaba ya para al mes de septiembre pasado 21 mil 253.2 millones de pesos, lo que representaba el 3.14% del PIB estatal (La Jornada de Oriente, 23/09/14).
En cuanto a la carestía de la vida, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a partir de abril de 2014 la tasa de inflación en Puebla ha venido al alza, hasta llegar a la media nacional de 4.1% en agosto pasado. Con el incremento en el valor de los precios el poder adquisitivo de las familias trabajadoras se ha visto disminuido (La Jornada de Oriente, 30/12/14). En relación con esto, el Centro de Inteligencia e Investigación Económica (CIIE) de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la capital del estado es una de las 10 ciudades más caras del país. Teniendo como referencia la información del Consejo Nacional de Evaluación, sufragar una canasta básica implicaría $914.89 pesos en áreas rurales y de mil 291.93 pesos en zonas urbanas. Dichos costos, se espera que aumenten el 2.96% equivalente a la inflación; con lo cual, la canasta básica costaría alrededor de 943 pesos en zonas rurales y en las urbanas mil 669 pesos (La Jornada de Oriente, 26/01/15).
Ante esa situación lo que puede estar permitiendo sobrevivir a miles de familias pobres, es quizá la cantidad de remesas que llegan a la entidad de Estados Unidos. Puebla ocupa el quinto lugar a nivel nacional entre las entidades federativas con mayor número de población migrante y en recepción de remesas que rondan los mil 300 millones de dólares anuales (La Jornada de Oriente, 13/01/14).
Desempleo e informalidad
A pesar de que Moreno Valle pregone la creación de fuentes de empleos en el estado y de que la planta de Audi sea la principal apuesta de desarrollo económico de su gobierno (solamente va a generar unas 4 mil fuentes de trabajo directas), lo cierto es que su administración se ha caracterizado por una política de terrorismo laboral y despido de miles de trabajadores, mientras 1.8 millones de habitantes viven en la informalidad desde inicios del año pasado.
Desde que inició su gobierno, por ejemplo, unos 12 mil trabajadores del gobierno del estado fueron despedidos u obligados a renunciar, o se les encaminó a pedir su retiro anticipado por el simple hecho de que fueron parte de la gestión de su antecesor, Mario Marín Torres, mejor recordado como “el gober precioso”. También, al inicio del sexenio había unos 8 mil mototaxis, cuya actividad se calcula que generaba entre 12 y 14 mil fuentes de empleo, entre choferes, mecánicos, los encargados de verificar los recorridos de los vehículos, de cuidarlos y darles mantenimientos. Actualmente solamente quedan unas mil 200 unidades de ese tipo de transporte, lo cual implica que unas 10 mil personas dejaron de obtener ingresos económicos por esa vía de trabajo. Todavía más, como resultado de la introducción de la línea 1 de RUTA, que implicó el desplazamiento de docenas de concesionarios del transporte público, se calcula que se afectó negativamente a unas 400 familias de trabajadores que dependían económicamente de dicha actividad. Ahora, con la línea 2 de RUTA, se estima que la afectación alcanzará a unas 2 mil 700 familias, que ya no podrán obtener ingresos de la actividad de unas 900 unidades del transporte público. Se calcula que entre empleos directos e indirectos podrían sumar unas 10 mil personas más que se quedarán sin trabajo (La Jornada de Oriente, 07/01/15).
Por si lo anterior fuera poco, también debemos recordar que impidió a más de 40 profesores integrantes del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP) que regresaran a sus plazas de trabajo; realizó ajustes a las plantillas laborales de los sindicatos de salud, tales como el Sindicato Único de Trabajadores del Hospital del Niño Poblano (SUTHNP) del que 30% de sus agremiados fue cesado en marzo del año pasado, y el Sindicato Único de Trabajadores del ISSSTEP (SUTISSSTEP).
Autoritarismo y represión social
Otra de las cuestiones que Moreno Valle refrendó en su cuarto informe de gobierno, fue su “vocación democrática, respeto a la ley y a las instituciones”. ¡Vaya vocación democrática! Cuando en realidad ha sido un gobierno autoritario y represor de la protesta social en la entidad. Sólo durante su cuarto año se han encarcelado a más de 50 luchadores sociales, aunque organizaciones sociales hablan de por lo menos 200 presos políticos, cuyo único delito ha sido oponerse a sus políticas y defender el patrimonio cultural y ambiental puestos en peligro con el proyecto del parque de las siete culturas, en el municipio de Cholula, así como el Proyecto Integral de Morelos o la instalación de minas e hidroeléctricas. Las detenciones más recientes fueron las de Rubén Sarabia Simitrio y su hijo, de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes “28 de Octubre”, a quienes se les imputa cargos mayores como el de narcotráfico.
Otros casos, son las detenciones realizadas en abril del año pasado, de la comisariada ejidal de San Felipe Xonacayucan del municipio de Atlixco, del presidente nacional del Movimiento Los de Abajo, y del vocero del Frente Campesino de Ejidatarios y Pequeños Propietarios del Valle de Texmelucan y la Sierra Nevada, principales opositores a la expropiación de tierras ejidales para la construcción del Arco Poniente en Puebla. Este último, luego de permanecer 10 meses en prisión, fue exonerado de uno de los dos procesos que le impuso el gobierno y puesto en libertad el 23 de enero de este año.
Moreno Valle habla de “respeto a la ley”, pero obviamente es la que a él y a su clase social les conviene imponer y aplicar. En mayo del año pasado, por ejemplo, a iniciativa suya, se aprobó la supuesta “Ley para Proteger los Derechos Humanos y que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Policiales del estado”. Mejor conocida como la “Ley bala”, ésta permite el uso de armas de fuego para dispersar las manifestaciones que se clasifican en “lícitas”, “ilícitas no violentas” y “violentas”, con lo cual se criminaliza el derecho a la manifestación social de los jóvenes y trabajadores poblanos.
En su informe, con el argumento de que “un grupo transgredió la ley y alteró la tranquilidad pública” y de que “la obligación legal del gobierno es garantizar que impere el estado de derecho como condición indispensable para preservar el orden y la paz social”, el ahora “gober bala” pretendió justificar la represión al pueblo de San Bernardino Chalchihuapan realizada el 9 de julio del año pasado. Dicha represión cobró la vida de un niño de 13 años, asesinado por la Policía Estatal, y lesionó a más de 100 personas, algunas de las cuales perdieron de manera parcial, pero permanente, facultades del habla y la vista.
La respuesta de los trabajadores
Diversas organizaciones sociales señalan correctamente que “Puebla es un estado fallido”; con un gobierno autoritario y represor, incapaz de asegurar las condiciones básicas de vida, seguridad y el respeto a los derechos humanos de la población. La violencia e inseguridad, por ejemplo, se han incrementado a tal grado que Puebla ocupa el primer lugar a nivel nacional en robo a negocios. En sólo 10 meses durante 2014 se ejecutaron 29 secuestros, se extorsionó a 140 pobladores, se robaron 268 vehículos con violencia, y la entidad también ocupa el primer puesto con el mayor número de asesinatos impunes, el 85 por ciento (La Jornada de Oriente, 13/01/15).
Sin duda que todo esto ha venido golpeando la conciencia de miles de trabajadores conscientes que desafiando al “gober bala” han defendido su derecho a la manifestación, movilizándose en las calles. El 1 de mayo, por ejemplo, marcharon más de 20 mil trabajadores poblanos contra la política antilaboral de Moreno Valle. El 10 de agosto y 18 de septiembre, luego de la represión al pueblo de San Bernardino Chalchihuapan y el asesinato del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, marcharon más de 10 mil trabajadores contra la política represora del “gober bala”. Movilizaciones multitudinarias como estas no se veían desde 2006, cuando miles de poblanos salieron también a protestar contra el entonces gobernador Mario Marín Torres, mejor conocido como el “gober precioso”.
Los jóvenes y estudiantes no se han mantenido al margen de dichas manifestaciones. Quienes pensaban que estos son apáticos e indiferentes a lo que ocurre en el país, han visto salir a las calles a miles de estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y otras universidades del estado, en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace cuatro meses, a pedir la caída de Peña Nieto y también de Moreno Valle. A pesar de las intenciones y esfuerzos de las autoridades universitarias para despolitizar y atomizar a los estudiantes de la BUAP, las marchas recientes nos recuerdan el potencial y las tradiciones de lucha que existen en la principal universidad pública del estado, cuando junto con los trabajadores lograron derrocar a Antonio Nava Castillo (1964) y Gonzalo Bautista O´Farril (1973), dos gobernadores igual de represores que el actual, y sin embargo cayeron.
Como a nivel nacional, la perspectiva es que las complicaciones económicas para Puebla continúen en los próximos años y las intenciones del “gober bala” son seguir destruyendo las condiciones de vida de los jóvenes y trabajadores, así como privatizando servicios públicos como la salud. Sin duda, como lo han demostrados en los últimos meses, los jóvenes y trabajadores no se quedaran con los brazos cruzados viendo sus niveles de vida caer y cómo son destruidos sus derechos democráticos. Todo lo contrario. La juventud y la clase trabajadora saldrán a movilizarse una vez más. Los marxistas seguiremos participando en cada una de sus luchas, ampliando el horizonte hacia la necesidad de transformar la sociedad para hacer posibles las reivindicaciones más sentidas de nuestra clase. ¡Únete a Militante y luchemos juntos desde tu escuela, barrio, colonia o centro de trabajo!
¡Abrogación de la Ley bala!
¡Alto a la privatización de los servicios públicos!
¡Libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos!
¡Educación gratuita, pública, científica, de calidad y democrática para la juventud!
¡Fuera Peña Nieto y Moreno Valle!