El balance económico del primer trimestre del año ha quedado muy claro ya, los datos que se han entregado vienen a confirmar lo que hemos comentado en publicaciones pasadas: la economía mexicana se encuentra en caída libre, sin ningún signo alentador. El PIB cayó de manera sorprendente hasta un 8%, caída que se presenta inmediatamente después de que ya habíamos visto cifras históricas comprables a las del colapso histórico de 1995. Pero esta caída promete ser aún peor, ahora diversos organismos calculan que la economía mexicana caerá hasta un 10% durante el presenta año.
Lejos de la palabrería Calderonista sobre el “barco de gran calado”, estos primeros meses del 2009 ya reflejan claramente, pero aún de manera incipiente, el impacto de la crisis internacional que estalló a finales del año pasado. Una vez más es necesario recordar que los cálculos oficiales habían previsto a un PIB con crecimiento. Ahora lo que vemos es que aquellos viejos cálculos eran un hermoso panorama irreal.
Los tres principales motores de la economía están por la calle de la amargura. Los ingresos por petróleo, principal fuente de recursos para las finanzas públicas, cayeron en este mismo trimestre en 26 mil 997 millones de pesos, ello debido a los reajustes que finalmente se han dado a la baja del precio del barril y a la caída en la exportación del mismo. El cálculo oficial del precio del barril se había calculado en 70 dólares, ahora ha caído hasta 42. De esta forma, el más importante de los pilares nacionales cae a niveles históricos.
Las remesas que antes del 2006 habían mantenido un crecimiento de 20% anual, ahora han caído un 10%, se trata de una situación diametralmente opuesta a lo antes de ese año habíamos viso. El impacto de ello se hace sentir en aproximadamente medio millón de hogares mexicanos que dependen directamente de este ingreso. El desempleo en Estados Unidos está golpeando severamente a los trabajadores hispanos y aumentó de 6.3 por ciento en febrero de 2008 a 10.9 por ciento en el mismo mes de 2009. (La jornada 7/mayo/09). La tendencia en el desempleo sólo habla de que las cosas serán aun más complicadas, de hecho por esta misma razón es que miles de migrantes están regresando a sus países de origen.
La industria nacional no puede sino reflejar la espiral descendente y está resintiéndose de manera grave, el INEGI reporta que de octubre a febrero 10 mil 694 empresas cerraron, es decir que un promedio de 71 empresas por día bajaron las cortinas. Ese mismo organismo acepta que en febrero de este año se registro una caída en la industria peor a lo visto en 1995. Pero además la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, afirma que las empresas que aún se mantienen están trabajando a un nivel de entre 30 y 60% de su capacidad instalada.
La calidad del impacto del desempleo que se ha producido lo podemos ilustrar con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre de 2009 que afirma que de la gran masa de desempleados “casi un cuarto de millón de los jefes de familia –259 mil– tiene a su cargo entre uno y dos hijos, en tanto que otros 153 mil tienen entre tres y cinco hijos. Incluso hay un grupo de 20 mil padres y madres desempleados con más de seis hijos cada uno”. La crisis es para los trabajadores mexicanos un autentico hierro candente, este sufrimiento no importa a los capitalistas, ellos están entretenidos con la manera de seguir desempleado a más gente para así mantener su cuota de ganancias.
Las alternativas que el gobierno Calderonista ha aplicado van desde una ayudadita para que los trabajadores compren un nuevo refrigerador, facilidades administrativas y apoyos económicos para abrir empresas, hasta por ejemplo la subasta de dólares y otros más. Todos ellos han sido anunciados como la garantía para solucionar los problemas que enfrentamos actualmente. El fracaso de todas estas medidas es contundente, todo mundo siente en sus bolsillos el verdadero significado de estas medidas, que lejos de solucionar el problema, más bien lo han venido fortaleciendo.
Las contradicciones del capitalismo se reflejan por todos lados en la sociedad mexicana. Toda esta primera mitad del año, lo que hemos visto es una fuerte e incesante batalla, los trabajadores han salido a las calles, incluso en aquellos sectores que se creían controlados: el paro de pescadores durante el mes de enero involucró a 82% de las embarcaciones, después vimos el paro de los trasportistas, los mineros por su parte no han dejado lugar a dudas sobre sus convicciones combativas. Ahora mismo, en la delegación Iztapalapa vemos un reflejo más: el fraude contra Clara Brugada, le ha echado sal a la herida y producto de ello tenemos a miles de trabajadores furiosos, que una vez más reflejan el cansancio hacia el gobierno de calderón.
Si bien es cierto que por un lado la crisis económica está significando desempleo, hambre y dolor profundo como el provocado en la guardería del IMSS en Hermosillo Sonora (incendio que se explica por la voracidad económica de los dueños y por la crisis económica) También es cierto que por otro lado, los trabajadores estamos sacando lecciones muy valiosas.
En su conjunto, lo que se anuncia de una manera clara es un fuerte encontronazo entre los trabajadores por un lado y por otro lado los empresarios y banqueros, quienes son en última instancia los verdaderos jefes de Felipe Calderón.
Huelga General y Frente Único
Desde las páginas de este periódico, hemos planteado que la alternativa de los trabajadores es por un lado el Frente Único, es decir llamamos a que todas las organizaciones de colonos, de campesinos pobres, de trabajadores, de jóvenes y las bases del PRD se unifiquen en acciones concretas y den un golpe todas al mismo momento. ¿Qué tipo de acción?, una de las acciones más urgentes es la de la huelga general, es decir llamamos a que todo este frente único, convoque a que todos frenemos las acciones de la industria, de las escuelas, del transporte etc. La huelga general vendría a demostrar la verdadera fuerza de los trabajadores y al mismo tiempo implicaría un nivel de organización obrera mucho mayor. Este es el mismo llamado que hacemos ahora, los trabajadores debemos seguir trabajando por un frente único y una huelga general. La burguesía y todos nuestros opresores no son realmente tan fuertes como ellos creen, los trabajadores somos los que producimos la riqueza de este país y sin nosotros no se mueve ni una sola rueda. Con este tipo de acciones los trabajadores tenemos asegurado golpes contundentes a nuestros verdugos.